El Papa condena la tenencia de armas nucleares

El papa Francisco condenó hoy con firmeza la posesión de armas nucleares, al tiempo que denunció un "clima inestable de conflictualidad" en el mundo y lamentó que "la perspectiva de un desarme integral aparece cada vez más remota".

10 NOV 2017 - 9:36 | Actualizado


El pontífice encabezó este viernes el encuentro "Perspectivas para un mundo libre de armas nucleares y para el desarme integral", que organiza el Dicasterio (ministerio papal) de Desarrollo Humano Integral y al que la Santa Sede convocó a once premios nobel de la paz y representantes de las principales potencias para promover el desarme nuclear a nivel mundial.

En un momento de crecientes tensiones a nivel mundial con las amenazas mutuas entre Estados Unidos y Corea del Norte, Francisco enmarcó la reunión en "un escenario internacional caracterizado por un clima inestable de conflictualidad".

Jorge Bergoglio se refirió así a un "pesimismo" que hace parecer "cada vez más remota" la perspectiva de un desarme integral, ya que "es un hecho que la espiral de la carrera armamentista no conoce freno".

"Los costos de modernización y desarrollo de armas, no solo nucleares, son un gran gasto para las naciones, hasta el punto de tener que subrayar las verdaderas prioridades de la humanidad sufriente: la lucha contra la pobreza, la promoción de la paz, la realización de proyectos educativos, ecológicos y de salud y el desarrollo de los derechos humanos", criticó el obispo de Roma durante su intervención en la sala Clementina del Vaticano.

"La amenaza del uso de armas nucleares, así como su propia posesión, debe ser condenada firmemente, precisamente porque su existencia es funcional a una lógica de miedo que no concierne solo las partes en conflicto pero toda la raza humana", animó el Pontífice a los presentes, incluidos once premios nobel de la Paz, entre ellos Adolfo Pérez Esquivel.

Entre los presentes en la conferencia estuvo también Beatriz Fihn, la directora ejecutiva del último ganador del premio nobel, la campaña internacional para abolir las armas nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés).

"Las relaciones internacionales no pueden estar dominadas por la fuerza militar, la intimidación mutua o la supresión de los arsenales de guerra", sentenció Francisco, en lo que fue el primer encuentro global sobre el desarme atómico tras la aprobación del "Tratado para la prohibición de las armas nucleares" firmado por 122 países de la comunidad internacional en Nueva York el pasado 7 de julio.

En esa oportunidad, la Argentina y el Vaticano fueron dos de los estados que firmaron el acuerdo que sin embargo fue rechazado por las potencias que poseen armas nucleares, como Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, China, Francia, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel.

"Recientemente, por ejemplo, a través de un voto histórico de la ONU, algunos de los más grandes miembros de la Comunidad Internacional han determinado que las armas nucleares no son solo inmorales, sino también deben considerarse un instrumento de guerra ilegítimo", destacó el Pontífice en referencia explícita a ese acuerdo.

"Las armas de destrucción de masas, en particular las atómicas, no generan más que un engañoso sentido de seguridad y no pueden ser la base de la coexistencia pacífica entre los miembros de la familia humana, que en cambio debe inspirarse en una ética de solidaridad", demandó Francisco, ante académicos y políticos de Japón, Israel, Estados Unidos y Reino Unido, entre otros países.

Durante el encuentro, Pérez Esquivel aseguró a Télam que el uso de armas nucleares sería "un holocausto y debe ser considerado un crimen de lesa humanidad", por lo que pidió frenar "la locura del poder".

"Y no sólo de Corea del Norte sino de las grandes potencias que disponen de armamento nuclear y son una amenaza para el mundo. Hay que desarmar la conciencia armada"; pidió el premio nobel de la Paz en 1980.

"El papa Francisco está buscando el bien común de toda la humanidad. Está preocupado y alerta por las consecuencias que pueda haber", afirmó Pérez Esquivel.

10 NOV 2017 - 9:36


El pontífice encabezó este viernes el encuentro "Perspectivas para un mundo libre de armas nucleares y para el desarme integral", que organiza el Dicasterio (ministerio papal) de Desarrollo Humano Integral y al que la Santa Sede convocó a once premios nobel de la paz y representantes de las principales potencias para promover el desarme nuclear a nivel mundial.

En un momento de crecientes tensiones a nivel mundial con las amenazas mutuas entre Estados Unidos y Corea del Norte, Francisco enmarcó la reunión en "un escenario internacional caracterizado por un clima inestable de conflictualidad".

Jorge Bergoglio se refirió así a un "pesimismo" que hace parecer "cada vez más remota" la perspectiva de un desarme integral, ya que "es un hecho que la espiral de la carrera armamentista no conoce freno".

"Los costos de modernización y desarrollo de armas, no solo nucleares, son un gran gasto para las naciones, hasta el punto de tener que subrayar las verdaderas prioridades de la humanidad sufriente: la lucha contra la pobreza, la promoción de la paz, la realización de proyectos educativos, ecológicos y de salud y el desarrollo de los derechos humanos", criticó el obispo de Roma durante su intervención en la sala Clementina del Vaticano.

"La amenaza del uso de armas nucleares, así como su propia posesión, debe ser condenada firmemente, precisamente porque su existencia es funcional a una lógica de miedo que no concierne solo las partes en conflicto pero toda la raza humana", animó el Pontífice a los presentes, incluidos once premios nobel de la Paz, entre ellos Adolfo Pérez Esquivel.

Entre los presentes en la conferencia estuvo también Beatriz Fihn, la directora ejecutiva del último ganador del premio nobel, la campaña internacional para abolir las armas nucleares (ICAN, por sus siglas en inglés).

"Las relaciones internacionales no pueden estar dominadas por la fuerza militar, la intimidación mutua o la supresión de los arsenales de guerra", sentenció Francisco, en lo que fue el primer encuentro global sobre el desarme atómico tras la aprobación del "Tratado para la prohibición de las armas nucleares" firmado por 122 países de la comunidad internacional en Nueva York el pasado 7 de julio.

En esa oportunidad, la Argentina y el Vaticano fueron dos de los estados que firmaron el acuerdo que sin embargo fue rechazado por las potencias que poseen armas nucleares, como Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña, China, Francia, India, Pakistán, Corea del Norte e Israel.

"Recientemente, por ejemplo, a través de un voto histórico de la ONU, algunos de los más grandes miembros de la Comunidad Internacional han determinado que las armas nucleares no son solo inmorales, sino también deben considerarse un instrumento de guerra ilegítimo", destacó el Pontífice en referencia explícita a ese acuerdo.

"Las armas de destrucción de masas, en particular las atómicas, no generan más que un engañoso sentido de seguridad y no pueden ser la base de la coexistencia pacífica entre los miembros de la familia humana, que en cambio debe inspirarse en una ética de solidaridad", demandó Francisco, ante académicos y políticos de Japón, Israel, Estados Unidos y Reino Unido, entre otros países.

Durante el encuentro, Pérez Esquivel aseguró a Télam que el uso de armas nucleares sería "un holocausto y debe ser considerado un crimen de lesa humanidad", por lo que pidió frenar "la locura del poder".

"Y no sólo de Corea del Norte sino de las grandes potencias que disponen de armamento nuclear y son una amenaza para el mundo. Hay que desarmar la conciencia armada"; pidió el premio nobel de la Paz en 1980.

"El papa Francisco está buscando el bien común de toda la humanidad. Está preocupado y alerta por las consecuencias que pueda haber", afirmó Pérez Esquivel.


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