Trata: según un exjefe policial, la fiscal Suárez García no ordenó identificar sospechosos
La acusan de mal desempeño por su rol en un caso de explotación sexual en la capital. Juan Carlos Núñez era titular de la Brigada de Investigaciones y estaba bajo sus órdenes. Dijo que ella nunca le pidió medidas para buscar autores o cómplices, pese a que la víctima había identificado al responsable.
Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez
El exjefe de la Brigada de Investigaciones de Rawson, Juan Carlos Núñez, cuestionó fuerte a la fiscal Graciela Suárez García, por su trabajo en el caso de trata de personas en febrero de 2010 que la funcionaria archivó y que debió retomar la Justicia Federal para lograr una condena.
En el jury que comenzó ayer y que culminará hoy desde las 10 en la Sala de Audiencias del Superior Tribunal de Justicia, Núñez reveló que Suárez García nunca le ordenó ninguna medida para identificar a los autores o cómplices del episodio, que involucró a una joven de Corrientes que trajeron engañada a la zona.
A la fiscal le imputan mal desempeño por su rol en esa pesquisa para saber qué pasó con la chica, que la madrugada del 11 de febrero de 2010 escapó de un prostíbulo en Puerto Rawson. Había sido obligada a tener sexo con al menos dos sujetos. El segundo estaba borracho y solo gracias a una distracción logró correr afuera. Llamó al 101, un patrullero la recogió y la llevó a la Comisaría de la Mujer de la capital.
Suárez García se hizo cargo pero –según la acusación- ni profundizó la investigación para lograr más pruebas ni derivó el caso al fuero federal.
El expediente casi queda impune hasta que tras varios meses lo reactivó el fiscal Fernando Gélvez. Todo terminó cuatro años después con el empresario de la noche Cristóbal Barboza condenado a tres años de prisión por explotación sexual. Ese fallo del Tribunal Oral Federal ya se quejaba por el papel de la fiscal.
Núñez testimonió que hasta hoy no se explica por qué no hubo allanamientos ni inspecciones oculares de los lugares que la víctima había identificado. “La fiscal Suárez García debe haber tenido sus razones y nunca se las pregunté, pero todavía no sé por qué se archivó”, graficó Núñez, que recibía órdenes de ella.
Con 26 años en la Policía y 21 dedicado a la investigación, Núñez repasó que conoció a la víctima el mismo día de su rescate en Playa Unión pero que por su shock emocional prefirió no tomarle declaración: “No sabía ni dónde estaba”. Al día siguiente filmaron su testimonio junto con Suárez García. Mientras el policía contaba esto, la fiscal negaba con la cabeza haber estado presente ese día que la joven habló.
La víctima reconoció a Barboza en un recorrido fotográfico y su rostro coincidió con un retrato hablado. Luego reconstruyeron el camino desde la terminal de ómnibus de Rawson, donde el sujeto la captó, hasta el prostíbulo “La Sirenita”, en Puerto Rawson.
“Suárez García siempre estuvo presente en todo momento y dirigía la investigación”, aseguró Núñez, que reivindicó su experiencia en casos de trata, algunos de los cuales están a punto de ir a juicio oral y público. “En este caso se daban todos los elementos que configuran el delito de trata y en la declaración de la chica no quedó la menor duda de la participación de Barboza en un 100%, su relato fue muy consistente”.
El entonces jefe de Brigada contó que la víctima sólo le pidió un médico porque le confesó textual: “Tengo un dolor acá abajo”. E insistió con que pese a las evidencias de la gravedad del hecho, la fiscal enjuiciada no ordenó otras pesquisas para identificar a algún sospechoso.
Cuando Ricardo Lens, defensor de Suárez García, puso en duda que ella hubiera estado en la filmación del testimonio clave, Núñez le retrucó tres veces: “La fiscal estaba ahí”. Y deslizó que no hubiese sido difícil encontrar a Barboza, cuyos antecedentes conocía, ya que los lugares que el sospechoso frecuentaba en Trelew y Rawson no eran un secreto.
Unos diez meses después, el fiscal federal Gélvez convocó a Núñez. “Yo pensaba que la causa había sido derivada, por eso no entendía cuando me dijo que la habían archivado, y que era un tema grave que había que reconstruir”.
El testigo explicó que en casos similares otros fiscales de la zona ordenaron más medidas como ruedas de reconocimiento, allanamientos o cruces telefónicos. Y que cuando era evidente que se trataba de un caso de trata y ya no les correspondía avanzar, se declaraba la incompetencia y el expediente pasaba al Juzgado Federal con todas las pruebas reunidas.
La primera audiencia del jury comenzó más de una hora más tarde de lo previsto ya que el diputado del Frente para la Victoria, José Grazzini, que integra el Tribunal de Enjuiciamiento, quedó atrapado en un corte de ruta de la Asociación de Trabajadores del Estado.
Además de Núñez declararon otros 8 testigos de una lista de once. Los dos que restan no se presentaron a la audiencia por viajes fuera de la zona, pese a haber sido notificados. Y aunque fue invitada a dar su versión, Suárez García por ahora se negó.
El presidente del Tribunal de Enjuiciamiento, Mario Vivas, explicó que hoy serán los alegatos y el fallo. Además del vicepresidente del Superior Tribunal de Justicia y de Grazzini, al cuerpo lo componen Roddy Ingram, legislador de Chubut Somos Todos, y Juan Manuel Irusta y Nicolás Alberto Demitriu, ambos abogados de Comodoro Rivadavia.
Por la acusación a cargo del Ministerio Público Fiscal se encuentra el procurador adjunto Emilio Porras Hernández y el fiscal jefe de Comodoro, Juan Carlos Caperochipi. Y en la defensa, al exministro Lens lo acompaña Graciela Conesa. #
Por Rolando Tobarez / Twitter: @rtobarez
El exjefe de la Brigada de Investigaciones de Rawson, Juan Carlos Núñez, cuestionó fuerte a la fiscal Graciela Suárez García, por su trabajo en el caso de trata de personas en febrero de 2010 que la funcionaria archivó y que debió retomar la Justicia Federal para lograr una condena.
En el jury que comenzó ayer y que culminará hoy desde las 10 en la Sala de Audiencias del Superior Tribunal de Justicia, Núñez reveló que Suárez García nunca le ordenó ninguna medida para identificar a los autores o cómplices del episodio, que involucró a una joven de Corrientes que trajeron engañada a la zona.
A la fiscal le imputan mal desempeño por su rol en esa pesquisa para saber qué pasó con la chica, que la madrugada del 11 de febrero de 2010 escapó de un prostíbulo en Puerto Rawson. Había sido obligada a tener sexo con al menos dos sujetos. El segundo estaba borracho y solo gracias a una distracción logró correr afuera. Llamó al 101, un patrullero la recogió y la llevó a la Comisaría de la Mujer de la capital.
Suárez García se hizo cargo pero –según la acusación- ni profundizó la investigación para lograr más pruebas ni derivó el caso al fuero federal.
El expediente casi queda impune hasta que tras varios meses lo reactivó el fiscal Fernando Gélvez. Todo terminó cuatro años después con el empresario de la noche Cristóbal Barboza condenado a tres años de prisión por explotación sexual. Ese fallo del Tribunal Oral Federal ya se quejaba por el papel de la fiscal.
Núñez testimonió que hasta hoy no se explica por qué no hubo allanamientos ni inspecciones oculares de los lugares que la víctima había identificado. “La fiscal Suárez García debe haber tenido sus razones y nunca se las pregunté, pero todavía no sé por qué se archivó”, graficó Núñez, que recibía órdenes de ella.
Con 26 años en la Policía y 21 dedicado a la investigación, Núñez repasó que conoció a la víctima el mismo día de su rescate en Playa Unión pero que por su shock emocional prefirió no tomarle declaración: “No sabía ni dónde estaba”. Al día siguiente filmaron su testimonio junto con Suárez García. Mientras el policía contaba esto, la fiscal negaba con la cabeza haber estado presente ese día que la joven habló.
La víctima reconoció a Barboza en un recorrido fotográfico y su rostro coincidió con un retrato hablado. Luego reconstruyeron el camino desde la terminal de ómnibus de Rawson, donde el sujeto la captó, hasta el prostíbulo “La Sirenita”, en Puerto Rawson.
“Suárez García siempre estuvo presente en todo momento y dirigía la investigación”, aseguró Núñez, que reivindicó su experiencia en casos de trata, algunos de los cuales están a punto de ir a juicio oral y público. “En este caso se daban todos los elementos que configuran el delito de trata y en la declaración de la chica no quedó la menor duda de la participación de Barboza en un 100%, su relato fue muy consistente”.
El entonces jefe de Brigada contó que la víctima sólo le pidió un médico porque le confesó textual: “Tengo un dolor acá abajo”. E insistió con que pese a las evidencias de la gravedad del hecho, la fiscal enjuiciada no ordenó otras pesquisas para identificar a algún sospechoso.
Cuando Ricardo Lens, defensor de Suárez García, puso en duda que ella hubiera estado en la filmación del testimonio clave, Núñez le retrucó tres veces: “La fiscal estaba ahí”. Y deslizó que no hubiese sido difícil encontrar a Barboza, cuyos antecedentes conocía, ya que los lugares que el sospechoso frecuentaba en Trelew y Rawson no eran un secreto.
Unos diez meses después, el fiscal federal Gélvez convocó a Núñez. “Yo pensaba que la causa había sido derivada, por eso no entendía cuando me dijo que la habían archivado, y que era un tema grave que había que reconstruir”.
El testigo explicó que en casos similares otros fiscales de la zona ordenaron más medidas como ruedas de reconocimiento, allanamientos o cruces telefónicos. Y que cuando era evidente que se trataba de un caso de trata y ya no les correspondía avanzar, se declaraba la incompetencia y el expediente pasaba al Juzgado Federal con todas las pruebas reunidas.
La primera audiencia del jury comenzó más de una hora más tarde de lo previsto ya que el diputado del Frente para la Victoria, José Grazzini, que integra el Tribunal de Enjuiciamiento, quedó atrapado en un corte de ruta de la Asociación de Trabajadores del Estado.
Además de Núñez declararon otros 8 testigos de una lista de once. Los dos que restan no se presentaron a la audiencia por viajes fuera de la zona, pese a haber sido notificados. Y aunque fue invitada a dar su versión, Suárez García por ahora se negó.
El presidente del Tribunal de Enjuiciamiento, Mario Vivas, explicó que hoy serán los alegatos y el fallo. Además del vicepresidente del Superior Tribunal de Justicia y de Grazzini, al cuerpo lo componen Roddy Ingram, legislador de Chubut Somos Todos, y Juan Manuel Irusta y Nicolás Alberto Demitriu, ambos abogados de Comodoro Rivadavia.
Por la acusación a cargo del Ministerio Público Fiscal se encuentra el procurador adjunto Emilio Porras Hernández y el fiscal jefe de Comodoro, Juan Carlos Caperochipi. Y en la defensa, al exministro Lens lo acompaña Graciela Conesa. #