Con rifas, bailes y bingos, Río Pico, el club del pueblo de las 1.300 personas, pagará el Federal C
Una historia de amor semejante no podría haber tenido otro desenlace. Río Pico, el club del pueblo chubutense de 1.300 habitantes, finalmente dio el sí y jugará el certamen federal en 2018.
Tras una serie de dudas por la situtación económica del país, desde el club, que había ganado su plaza por mérito deportivo, optaron por disputar por primera vez en un torneo organizado por la AFA.
A pulmón
El plan para recaudar fondos está en marcha. Habrá un sinfín de actividades (bingos, rifas, bailes, entre otros eventos) para recaudar los fondos necesarios para competir en un torneo costoso para un elenco situado en una localidad de pequeña densidad poblacional.
Como el grado de identificación entre club y pueblo es elevado, la dirigencia estima que conseguirá el dinero para participar.
Como muestra del sentido de pertenencia, vale recordar que medio Río Pico asistió a la final de vuelta de la liguilla ante Independiente Deportivo de Esquel. Aquella vez, el 11 de junio, la recaudación, según estimaciones conservadoras, rondó los $20.000.
Ese acompañamiento será clave para la “Máquina Azul y Blanca”. Por partido jugado de local, Río Pico deberá abonar aproximadamente $25.000. Policía, ambulancia, arbitraje y aranceles al Consejo Federal son los ítems que conforman esa cifra.
El factor Juventud Unida
Tras la confirmación, dirigencia y el cuerpo técnico encabezado por Gabriel González, empezaron a abocarse al armado del plantel. El esqueleto principal será conformado por la base que logró la clasificación al Federal C. Disputar el torneo es una recompensa a la gesta histórica de Río Pico.
Pero según trascendió, la intención es reforzar al plantel con futbolistas puntuales de Juventud Unida de Gobernador Costa. Esto es visto como una devolución de cortesías. El “Depo” le facilitó futbolistas a la “Juve”, que jugó el TFC este año.
No será el único aporte del club costense. Facilitará su estadio a Río Pico, que posee la intención de sembrar césped en su reducto de tierra.
Deportivo Río Pico, el elenco de las utopías convertidas en dulces realidades, tendrá el homenaje que merece en la escena afista. No podía ni debía haber sido de otra manera.
Tras una serie de dudas por la situtación económica del país, desde el club, que había ganado su plaza por mérito deportivo, optaron por disputar por primera vez en un torneo organizado por la AFA.
A pulmón
El plan para recaudar fondos está en marcha. Habrá un sinfín de actividades (bingos, rifas, bailes, entre otros eventos) para recaudar los fondos necesarios para competir en un torneo costoso para un elenco situado en una localidad de pequeña densidad poblacional.
Como el grado de identificación entre club y pueblo es elevado, la dirigencia estima que conseguirá el dinero para participar.
Como muestra del sentido de pertenencia, vale recordar que medio Río Pico asistió a la final de vuelta de la liguilla ante Independiente Deportivo de Esquel. Aquella vez, el 11 de junio, la recaudación, según estimaciones conservadoras, rondó los $20.000.
Ese acompañamiento será clave para la “Máquina Azul y Blanca”. Por partido jugado de local, Río Pico deberá abonar aproximadamente $25.000. Policía, ambulancia, arbitraje y aranceles al Consejo Federal son los ítems que conforman esa cifra.
El factor Juventud Unida
Tras la confirmación, dirigencia y el cuerpo técnico encabezado por Gabriel González, empezaron a abocarse al armado del plantel. El esqueleto principal será conformado por la base que logró la clasificación al Federal C. Disputar el torneo es una recompensa a la gesta histórica de Río Pico.
Pero según trascendió, la intención es reforzar al plantel con futbolistas puntuales de Juventud Unida de Gobernador Costa. Esto es visto como una devolución de cortesías. El “Depo” le facilitó futbolistas a la “Juve”, que jugó el TFC este año.
No será el único aporte del club costense. Facilitará su estadio a Río Pico, que posee la intención de sembrar césped en su reducto de tierra.
Deportivo Río Pico, el elenco de las utopías convertidas en dulces realidades, tendrá el homenaje que merece en la escena afista. No podía ni debía haber sido de otra manera.