Miguelito, de pie: el caso del nene mexicano que sufrió un grave accidente camino a Punta Tombo

Estuvo un año postrado por las graves heridas, en 2016, cuando estaba en la zona de paseo junto a su familia. Ahora logró levantarse y se mantiene de pie varios minutos.

02 DIC 2017 - 20:44 | Actualizado

Por Dario Roberts

Miguel Tello Cortes, el niño mexicano que sufrió graves lesiones cerebrales en un accidente de tránsito ocurrido a principios del 2016 cuando viajaba a Punta Tombo, continúa con su recuperación y ya se sostiene por sus propios medios durante varios minutos, según confirmó a Jornada su padre Jaime.

El niño ya no requiere de un bipedestador para mantenerse en posición vertical y se sostiene de pie por periodos que llegan hasta los 30 minutos, aunque “requiere que su mano esté en contacto con alguna persona para mantener su confianza”, indicó Jaime Tello desde Acapulco, donde reside la familia.

El 23 de marzo de 2016 Miguelito y su familia desembarcaron en un crucero en Puerto Madryn y contrataron una excursión a Punta Tombo. Durante el viaje, y a pocos kilómetros de la reserva de pingüinos, sufrieron un vuelco y el niño fue el más afectado. Tras ser despedido del automóvil sufrió un grave trauma cerebral. Los primeros días fueron de incertidumbre absoluta, con numerosas intervenciones en el Hospital Zonal de Trelew y un extenso postoperatorio.

Luego fue trasladado a Buenos Aires para continuar su atención y tras cinco meses en un centro especializado en Cuba volvió a su casa, en las costas mexicanas del Océano Pacífico, donde todos los días recibe terapia física para lograr avances casi impensados en los días posteriores al accidente.

Hace pocos meses las imágenes posteadas por su familia en la cuenta “Soy Miguelito” de la red social Facebook mostraban cómo el pequeño sostenía por sus propios medios el cuello y en los últimos días se observaron imágenes que mostraban a Miguel Tello Cortes de pie, y sin sistemas de ayuda.

“Por suerte ya no usa el bipedestador y pasa que puede estar de pie periodos de 30 minutos pero debe sentir una mano con él; si se la quitamos en automático pierde la fuerza”, contó su padre desde México y agregó que por ese motivo “como papás y junto al equipo médico trabajamos en la confianza diaria en el que se sienta amado y que tenga seguridad en sus logros en todo momento”.

El hombre dijo que la palabra “postración es horrenda pero fue real y así estuvo mucho tiempo. Nuestra fe es inmensa, gracias a Dios, Miguel es muy bendecido y está a punto de dejar médicamente otra palabra horrenda: la cuadriplejia”.

Hace pocos días Miguelito enfrentó otro reto. Fue sometido a una cirugía bucal por 2 horas y media y esa intervención fue exitosa.

Jaime Tello también contó que “ya en estos últimos meses se han suprimido dos medicamentos. Uno de ellos se ha quitado al ciento por ciento y el otro a la mitad, también con vistas a ser suprimido. Queda solo con un medicamento anticonvulsivo, pero ahora toma 2 medicamentos de los 11 que le daban en un principio”.

Se vienen grandes desafíos para Miguelito y su familia. Uno de ellos es que “el control del tronco lo realice de forma automatizada, ya que actualmente lo logra por periodos cortos de tiempo”, mientras que sus piernas ya cuentan con movimientos voluntarios según puede observarse en videos tomados durante sus sesiones de tratamiento físico.

“Desde que nació siempre es una fuente inagotable de aprendizaje y sabiduría”, dice Jaime sobre el niño y los avances que logra, para después comentar que “sigue con su programa intensivo de rehabilitación y es de destacar que desde que tuvo terapia de rehabilitación intensiva nunca ha hecho meseta o cansancio es algo que sorprende gratamente a sus médicos y rehabilitadores”.

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02 DIC 2017 - 20:44

Por Dario Roberts

Miguel Tello Cortes, el niño mexicano que sufrió graves lesiones cerebrales en un accidente de tránsito ocurrido a principios del 2016 cuando viajaba a Punta Tombo, continúa con su recuperación y ya se sostiene por sus propios medios durante varios minutos, según confirmó a Jornada su padre Jaime.

El niño ya no requiere de un bipedestador para mantenerse en posición vertical y se sostiene de pie por periodos que llegan hasta los 30 minutos, aunque “requiere que su mano esté en contacto con alguna persona para mantener su confianza”, indicó Jaime Tello desde Acapulco, donde reside la familia.

El 23 de marzo de 2016 Miguelito y su familia desembarcaron en un crucero en Puerto Madryn y contrataron una excursión a Punta Tombo. Durante el viaje, y a pocos kilómetros de la reserva de pingüinos, sufrieron un vuelco y el niño fue el más afectado. Tras ser despedido del automóvil sufrió un grave trauma cerebral. Los primeros días fueron de incertidumbre absoluta, con numerosas intervenciones en el Hospital Zonal de Trelew y un extenso postoperatorio.

Luego fue trasladado a Buenos Aires para continuar su atención y tras cinco meses en un centro especializado en Cuba volvió a su casa, en las costas mexicanas del Océano Pacífico, donde todos los días recibe terapia física para lograr avances casi impensados en los días posteriores al accidente.

Hace pocos meses las imágenes posteadas por su familia en la cuenta “Soy Miguelito” de la red social Facebook mostraban cómo el pequeño sostenía por sus propios medios el cuello y en los últimos días se observaron imágenes que mostraban a Miguel Tello Cortes de pie, y sin sistemas de ayuda.

“Por suerte ya no usa el bipedestador y pasa que puede estar de pie periodos de 30 minutos pero debe sentir una mano con él; si se la quitamos en automático pierde la fuerza”, contó su padre desde México y agregó que por ese motivo “como papás y junto al equipo médico trabajamos en la confianza diaria en el que se sienta amado y que tenga seguridad en sus logros en todo momento”.

El hombre dijo que la palabra “postración es horrenda pero fue real y así estuvo mucho tiempo. Nuestra fe es inmensa, gracias a Dios, Miguel es muy bendecido y está a punto de dejar médicamente otra palabra horrenda: la cuadriplejia”.

Hace pocos días Miguelito enfrentó otro reto. Fue sometido a una cirugía bucal por 2 horas y media y esa intervención fue exitosa.

Jaime Tello también contó que “ya en estos últimos meses se han suprimido dos medicamentos. Uno de ellos se ha quitado al ciento por ciento y el otro a la mitad, también con vistas a ser suprimido. Queda solo con un medicamento anticonvulsivo, pero ahora toma 2 medicamentos de los 11 que le daban en un principio”.

Se vienen grandes desafíos para Miguelito y su familia. Uno de ellos es que “el control del tronco lo realice de forma automatizada, ya que actualmente lo logra por periodos cortos de tiempo”, mientras que sus piernas ya cuentan con movimientos voluntarios según puede observarse en videos tomados durante sus sesiones de tratamiento físico.

“Desde que nació siempre es una fuente inagotable de aprendizaje y sabiduría”, dice Jaime sobre el niño y los avances que logra, para después comentar que “sigue con su programa intensivo de rehabilitación y es de destacar que desde que tuvo terapia de rehabilitación intensiva nunca ha hecho meseta o cansancio es algo que sorprende gratamente a sus médicos y rehabilitadores”.


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