Impulsan la producción de hongos comestibles

Durante cuatro días un especialista del CONICET expuso ante productores, investigadores y público interesado sobre las principales características del cultivo de hongos destinados a la gastronomía. Apuntan a fomentar el abastecimiento local de esos productos.

Los productores se interiorizaron sobre las características de la producción de hongos.
02 DIC 2017 - 20:46 | Actualizado

La diversificación de la producción  agropecuaria en el VIRCh podría  dar un nuevo paso con la inclusión de productos gourmet que pueden cultivarse a pequeña escala.
En ese sentido, los hongos comestibles aparecen ahora como una buena oportunidad para aprovechar no sólo espacios que pueden parecer obsoletos, sino también materiales que pueden reciclarse y constituir un buen sustrato.
Así lo entendieron alrededor de 50 personas, entre incipientes productores y personas interesadas, que participaron de una capacitación que organizaron en conjunto el Ministerio de la Producción, el INTA y el CFI durante cuatro días.
 La capacitación estuvo a cargo del Dr. Ramiro González Matute, especialista en hongos comestibles y medicinales que se desempeña en el CONICET y brinda asesoramiento al INTA en Bahía Blanca. El profesional difundió los aspectos más importantes de la producción de hongos comestibles y medicinales a los asistentes, quienes se dividieron en dos grupos, dependiendo si eran productores  con experiencia en el rubro o bien gente interesada en dar sus primeros pasos en esa producción.
Producción rentable

La Licenciada Noelia Soledad Dalmedo,  directora de Promoción, Producción Alternativa y Valor Agregado del Ministerio de la Producción de Chubut contó que la actividad  se dio “atendiendo a la demanda de producciones alternativas y entendiendo que la provincia se está diversificando en su producción tradicional, tomamos esa demanda y contactamos a uno de los referentes  máximos que tiene el país en lo que es producción de hongos comestibles y medicinales”.
Dalmedo contó que el objetivo es que el investigador es “para que capacite a un grupo de productores e interesados en diversificar sus producciones en lo que es la producción de hongos comestibles y medicinales; especialmente en algunas especies que está comprobado que si se puede producir en ambientes controlados, que podemos emular el ambiente natural, y producirlos en escala”.
“Para que nos demos una idea un productor que recién inicia, en un metro cuadrado se pueden producir  20 kilos de hongos comestibles en  un mes, o sea que es más que rentable, está comprobado que funciona, ni hablar que se puede hacer en escalas mucho más grandes”, indicó la funcionaria provincial al ser consultada sobre las expectativas de producción.
El miércoles 29 y el jueves 30 de noviembre se realizó una capacitación para productores avanzados o experimentados, referentes locales, integrantes del INTA, el CIEFAP de Esquel y del Ministerio de la Producción.
Por otra parte, durante el viernes 1 y el sábado 2 de diciembre la capacitación estuvo dirigida a productores con poca o ninguna experiencia e interesados en empezar a incursionar en la producción de estas especies.
Inversión  baja

La directora de Promoción, Producción Alternativa y Valor Agregado del Ministerio de la Producción de Chubut indicó que en total participaron unas 50 personas, “nos sorprendió porque por ahí se apunta a producciones más tradicionales pero viendo que este tipo de producciones alternativas están emergiendo, en algunos casos como alternativas o complementaria a otras actividades que ya están  realizando”.
En ese sentido destacó que se ha dado un “puntapié inicial, ya había productores que habían incursionado, algunos con intentos fallidos y esto brindará una herramienta teórica y práctica, ya que aparte de la charla pudimos avanzar con prácticas en la producción de hongos comestibles en tronco y sustratos”.
Para la funcionaria el interés se genera por un lado en posibilidad de cultivar los hongos en espacios reducidos, como también en ambientes controlados. “Nuestro clima es muy particular, hay mucho viento, a veces mucha sequía, y esto se podría hacer en un ambiente controlado pequeño invernáculo, túneles, o espacios pequeños en una chacra como un galpón en desuso; la idea es darle alguna producción complementaria a lo que ya venimos haciendo, el proceso es corto y si nos ponemos a pensar en un lapso de 30 a 35 días estamos cosechando el hongo, es corto y cíclico, podríamos tener de 10 a 12 cosechas en el año”, estimó Dalmedo.
También explicó que se trata de una producción que con poca inversión se puede iniciar, “y cosechar 20 kilos por metro cuadrado en 35 días y el sustrato que es la materia donde se realiza el hongo, puede ser aserrín o pastura seca, puede ser cualquier tipo de insumo que nosotros tengamos de desecho”, dijo la funcionaria y explicó que en la zona de Bahía  Blanca utilizan cáscara de girasol para implantar el inóculo, un elemento que puede conseguirse a un valor de $ 80 el kilo.
Si bien el costo sería bajo, consideró fundamental tener los conocimientos para generar las condiciones que requiere el hongo para crecer, “como ventilación, humedad, por eso hay que hacer la capacitación,  ya sea para una producción casera o algo más masivo, industrial”.
En cuanto a las especies que se buscan producir en la zona, la Licenciada Dalmero explicó que si bien la capacitación fue sobre las técnicas generales, “se está apuntando a incentivar sobre todo lo que es Gírgola y Shiitake, que son hongos más sufridos porque se puede manejar en una amplitud de temperaturas, variedad de sustrato, pero la misma técnica se pueden producir  hongos de manejos más delicados”.#

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Los productores se interiorizaron sobre las características de la producción de hongos.
02 DIC 2017 - 20:46

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En ese sentido, los hongos comestibles aparecen ahora como una buena oportunidad para aprovechar no sólo espacios que pueden parecer obsoletos, sino también materiales que pueden reciclarse y constituir un buen sustrato.
Así lo entendieron alrededor de 50 personas, entre incipientes productores y personas interesadas, que participaron de una capacitación que organizaron en conjunto el Ministerio de la Producción, el INTA y el CFI durante cuatro días.
 La capacitación estuvo a cargo del Dr. Ramiro González Matute, especialista en hongos comestibles y medicinales que se desempeña en el CONICET y brinda asesoramiento al INTA en Bahía Blanca. El profesional difundió los aspectos más importantes de la producción de hongos comestibles y medicinales a los asistentes, quienes se dividieron en dos grupos, dependiendo si eran productores  con experiencia en el rubro o bien gente interesada en dar sus primeros pasos en esa producción.
Producción rentable

La Licenciada Noelia Soledad Dalmedo,  directora de Promoción, Producción Alternativa y Valor Agregado del Ministerio de la Producción de Chubut contó que la actividad  se dio “atendiendo a la demanda de producciones alternativas y entendiendo que la provincia se está diversificando en su producción tradicional, tomamos esa demanda y contactamos a uno de los referentes  máximos que tiene el país en lo que es producción de hongos comestibles y medicinales”.
Dalmedo contó que el objetivo es que el investigador es “para que capacite a un grupo de productores e interesados en diversificar sus producciones en lo que es la producción de hongos comestibles y medicinales; especialmente en algunas especies que está comprobado que si se puede producir en ambientes controlados, que podemos emular el ambiente natural, y producirlos en escala”.
“Para que nos demos una idea un productor que recién inicia, en un metro cuadrado se pueden producir  20 kilos de hongos comestibles en  un mes, o sea que es más que rentable, está comprobado que funciona, ni hablar que se puede hacer en escalas mucho más grandes”, indicó la funcionaria provincial al ser consultada sobre las expectativas de producción.
El miércoles 29 y el jueves 30 de noviembre se realizó una capacitación para productores avanzados o experimentados, referentes locales, integrantes del INTA, el CIEFAP de Esquel y del Ministerio de la Producción.
Por otra parte, durante el viernes 1 y el sábado 2 de diciembre la capacitación estuvo dirigida a productores con poca o ninguna experiencia e interesados en empezar a incursionar en la producción de estas especies.
Inversión  baja

La directora de Promoción, Producción Alternativa y Valor Agregado del Ministerio de la Producción de Chubut indicó que en total participaron unas 50 personas, “nos sorprendió porque por ahí se apunta a producciones más tradicionales pero viendo que este tipo de producciones alternativas están emergiendo, en algunos casos como alternativas o complementaria a otras actividades que ya están  realizando”.
En ese sentido destacó que se ha dado un “puntapié inicial, ya había productores que habían incursionado, algunos con intentos fallidos y esto brindará una herramienta teórica y práctica, ya que aparte de la charla pudimos avanzar con prácticas en la producción de hongos comestibles en tronco y sustratos”.
Para la funcionaria el interés se genera por un lado en posibilidad de cultivar los hongos en espacios reducidos, como también en ambientes controlados. “Nuestro clima es muy particular, hay mucho viento, a veces mucha sequía, y esto se podría hacer en un ambiente controlado pequeño invernáculo, túneles, o espacios pequeños en una chacra como un galpón en desuso; la idea es darle alguna producción complementaria a lo que ya venimos haciendo, el proceso es corto y si nos ponemos a pensar en un lapso de 30 a 35 días estamos cosechando el hongo, es corto y cíclico, podríamos tener de 10 a 12 cosechas en el año”, estimó Dalmedo.
También explicó que se trata de una producción que con poca inversión se puede iniciar, “y cosechar 20 kilos por metro cuadrado en 35 días y el sustrato que es la materia donde se realiza el hongo, puede ser aserrín o pastura seca, puede ser cualquier tipo de insumo que nosotros tengamos de desecho”, dijo la funcionaria y explicó que en la zona de Bahía  Blanca utilizan cáscara de girasol para implantar el inóculo, un elemento que puede conseguirse a un valor de $ 80 el kilo.
Si bien el costo sería bajo, consideró fundamental tener los conocimientos para generar las condiciones que requiere el hongo para crecer, “como ventilación, humedad, por eso hay que hacer la capacitación,  ya sea para una producción casera o algo más masivo, industrial”.
En cuanto a las especies que se buscan producir en la zona, la Licenciada Dalmero explicó que si bien la capacitación fue sobre las técnicas generales, “se está apuntando a incentivar sobre todo lo que es Gírgola y Shiitake, que son hongos más sufridos porque se puede manejar en una amplitud de temperaturas, variedad de sustrato, pero la misma técnica se pueden producir  hongos de manejos más delicados”.#


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