La Politécnica Nº 702 de Rawson juega en primera con sus proyectos ambiciosos
Varias de sus iniciativas recibieron premios y reconocimientos.
Quieren mejorar el mundo. En el que viven y el que dejarán. Son creativos por naturaleza y por vocación.
Trabajan, se esfuerzan y presentan proyectos, varios de ellos fueron mostrados en diferentes eventos de ciencias y técnicas y también en Tecnópolis, la mega muestra de ciencia, tecnología, industria y arte más grande de América Latina, que se realiza de julio a noviembre de cada año desde 2011 en el Parque del Bicentenario, en la localidad de Villa Martelli, partido de Vicente López, justo en el límite con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que ojalá, algún día, se mude hacia el interior del país.
En ese mega encuentro y en otros lugares que centra el mismo interés se presentaron los alumnos de la escuela Politécnica Nº 702 de Rawson.
Gonzalo Palleres, Gustavo Legue, Nahuel Martínez, Marcos Carmona; Noelia Mirantes y Camila Barriga. Ayelén Choques y Bruno Jaramillo. Rocío Ríos y Bruno Navarro, Milagros Chaparro, Mariángeles Malváres y Agustín Malváres. Juan Reinoso, Facundo Cárdenas, Mateo Lara, Francisco Espinosa y los profesores Mario Sarachu, Romina Krebs, Elder Vaughan y Norman Elmirón son parte de esa ilusión de poder ser mejores de lo que somos.
Utilizan materiales de reciclado, estudian y practican mínimo 8 horas adentro y afuera de la escuela, arman proyectos sustentables en el tiempo y en las ideas y aspiran -al menos- a ser reconocidos por querer hacer algo diferente, mejorar y aportar un grano de arena no sólo en cuanto a las ideas de orden pedagógico; sino también aquellas que sostengan una salida práctica y productiva.
Entre los proyectos que los chicos de la escuela técnica capitalina presentaron en “Técnicamente”, en Salta, hay productos terminados –con material reciclado- para hacer muebles con base de botella de plástico y en donde el encastre reemplaza a todos los clavos y pegamento con costura.
En esa provincia del norte argentino se obtuvo una mención especial de 1º puesto ante 500 stands.
Un novedoso análisis de termonicidad, con caños y baldosas de cemento y PVC, es otra de las iniciativas que los alumnos de “la Poli” abordaron. Con el objetivo de hacer un ladrillo o bloque portante, comprobaron la diferencia de peso entre una baldosa de cemento y una reciclada entre ese material y plástico. Mientras que la primera pesa 13 kilos, la segunda sólo arrastra 4. La Feria de Innovación vio a la luz la idea.
Casas para emergencias
Relacionado directamente con ese proyecto y en la búsqueda del objetivo de cristalizar viviendas sustentables, uno de los trabajos más novedosos es el de las Casas para Emergencias de Rápida Construcción (CEDAC).
Por medio de gajos con encastres se coloca en un especie de domo por sistema de pasillos y se empieza a conformar una estructura edilicia similar a una araña, en donde se puede derivar desde habitarla dos personas hasta una docena, teniendo una medida de 15 m2 por cada una.
El núcleo central es el domo del centro (allí están los núcleos húmedos) y desde ese lugar se expande.
La presentación fue puesta al gran público en Tecnópolis, mostrando un nuevo sistema de plástico y cemento, liviano y fácil de transportar, antisísmico y aerodinámico, con una duración de 8 meses sin cuidados y un armado en 72 horas. Este esquema de domos fue puesto a la práctica por los alumnos de la 702 a partir de la brutal experiencia que padeció este año la ciudad de Comodoro Rivadavia con el temporal que azoló la zona sur chubutense y que dejó a muchas familias en situación de calle.
Con estas casas de emergencia la solución sería inmediata, ya que se construye en cualquier tipo de terrenos, ya sea liso o irregular, pues su sistema de conformación así lo permite.
El proyecto GEMBE fue otro de los casos llamativos. Con el pedaleo en una bicicleta de cualquier tipo (ya que la base es regulable) genera energía alterna. La puesta en marcha de este trabajo está apuntada a zonas rurales con la multiplicación de prototipos que fue presentado en la última feria de la UTN. Con fácil transporte, ya que es hierro estructural, la búsqueda de una energía limpia bajo un sistema de poleas forma parte de los fundamentos.
Un holograma, expuesto también en Tecnópolis, en donde un programa es reflejado en otro sistema con un cristal de 3mm y una realidad virtual de arquitectura esbozando un proyecto sobre cómo hacer su casa en un futuro, que obtuvo una medalla de plata y que despertó el interés de más de un profesional de la materia, fueron las restantes proyectos que la Escuela Politécnica fomentó y tiene pensando seguir apuntalando en los tiempos venideros; como la robótica, la que empieza a tener un impulso impostergable e imparable con competencias internacionales como la sucedida durante este ciclo lectivo en la UTN de Bahía Blanca, con robots que hacen de mesero, vigiladores con cámaras, autos de carrera y el sumo.#
Varios de los proyectos fueron presentados en diferentes eventos a nivel nacional, entre ellos Tecnópolis.
Quieren mejorar el mundo. En el que viven y el que dejarán. Son creativos por naturaleza y por vocación.
Trabajan, se esfuerzan y presentan proyectos, varios de ellos fueron mostrados en diferentes eventos de ciencias y técnicas y también en Tecnópolis, la mega muestra de ciencia, tecnología, industria y arte más grande de América Latina, que se realiza de julio a noviembre de cada año desde 2011 en el Parque del Bicentenario, en la localidad de Villa Martelli, partido de Vicente López, justo en el límite con la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y que ojalá, algún día, se mude hacia el interior del país.
En ese mega encuentro y en otros lugares que centra el mismo interés se presentaron los alumnos de la escuela Politécnica Nº 702 de Rawson.
Gonzalo Palleres, Gustavo Legue, Nahuel Martínez, Marcos Carmona; Noelia Mirantes y Camila Barriga. Ayelén Choques y Bruno Jaramillo. Rocío Ríos y Bruno Navarro, Milagros Chaparro, Mariángeles Malváres y Agustín Malváres. Juan Reinoso, Facundo Cárdenas, Mateo Lara, Francisco Espinosa y los profesores Mario Sarachu, Romina Krebs, Elder Vaughan y Norman Elmirón son parte de esa ilusión de poder ser mejores de lo que somos.
Utilizan materiales de reciclado, estudian y practican mínimo 8 horas adentro y afuera de la escuela, arman proyectos sustentables en el tiempo y en las ideas y aspiran -al menos- a ser reconocidos por querer hacer algo diferente, mejorar y aportar un grano de arena no sólo en cuanto a las ideas de orden pedagógico; sino también aquellas que sostengan una salida práctica y productiva.
Entre los proyectos que los chicos de la escuela técnica capitalina presentaron en “Técnicamente”, en Salta, hay productos terminados –con material reciclado- para hacer muebles con base de botella de plástico y en donde el encastre reemplaza a todos los clavos y pegamento con costura.
En esa provincia del norte argentino se obtuvo una mención especial de 1º puesto ante 500 stands.
Un novedoso análisis de termonicidad, con caños y baldosas de cemento y PVC, es otra de las iniciativas que los alumnos de “la Poli” abordaron. Con el objetivo de hacer un ladrillo o bloque portante, comprobaron la diferencia de peso entre una baldosa de cemento y una reciclada entre ese material y plástico. Mientras que la primera pesa 13 kilos, la segunda sólo arrastra 4. La Feria de Innovación vio a la luz la idea.
Casas para emergencias
Relacionado directamente con ese proyecto y en la búsqueda del objetivo de cristalizar viviendas sustentables, uno de los trabajos más novedosos es el de las Casas para Emergencias de Rápida Construcción (CEDAC).
Por medio de gajos con encastres se coloca en un especie de domo por sistema de pasillos y se empieza a conformar una estructura edilicia similar a una araña, en donde se puede derivar desde habitarla dos personas hasta una docena, teniendo una medida de 15 m2 por cada una.
El núcleo central es el domo del centro (allí están los núcleos húmedos) y desde ese lugar se expande.
La presentación fue puesta al gran público en Tecnópolis, mostrando un nuevo sistema de plástico y cemento, liviano y fácil de transportar, antisísmico y aerodinámico, con una duración de 8 meses sin cuidados y un armado en 72 horas. Este esquema de domos fue puesto a la práctica por los alumnos de la 702 a partir de la brutal experiencia que padeció este año la ciudad de Comodoro Rivadavia con el temporal que azoló la zona sur chubutense y que dejó a muchas familias en situación de calle.
Con estas casas de emergencia la solución sería inmediata, ya que se construye en cualquier tipo de terrenos, ya sea liso o irregular, pues su sistema de conformación así lo permite.
El proyecto GEMBE fue otro de los casos llamativos. Con el pedaleo en una bicicleta de cualquier tipo (ya que la base es regulable) genera energía alterna. La puesta en marcha de este trabajo está apuntada a zonas rurales con la multiplicación de prototipos que fue presentado en la última feria de la UTN. Con fácil transporte, ya que es hierro estructural, la búsqueda de una energía limpia bajo un sistema de poleas forma parte de los fundamentos.
Un holograma, expuesto también en Tecnópolis, en donde un programa es reflejado en otro sistema con un cristal de 3mm y una realidad virtual de arquitectura esbozando un proyecto sobre cómo hacer su casa en un futuro, que obtuvo una medalla de plata y que despertó el interés de más de un profesional de la materia, fueron las restantes proyectos que la Escuela Politécnica fomentó y tiene pensando seguir apuntalando en los tiempos venideros; como la robótica, la que empieza a tener un impulso impostergable e imparable con competencias internacionales como la sucedida durante este ciclo lectivo en la UTN de Bahía Blanca, con robots que hacen de mesero, vigiladores con cámaras, autos de carrera y el sumo.#
Varios de los proyectos fueron presentados en diferentes eventos a nivel nacional, entre ellos Tecnópolis.