Pepsi en Trelew: del éxtasis a la agonía final en 53 años

Una fecha y una fecha. Coincidentes. Sin casualidades. Una de festejo. Otra de dolor. Una de bienvenida y otra de adiós. Son iguales. La diferencia son los años. Exactos. 53. Y el contexto, inverso.

El comienzo de todo. La inauguración de Pepsi en Trelew, el 5 de diciembre de 1964.
09 DIC 2017 - 21:11 | Actualizado

El 5 de diciembre de 1964 la Pepsi inauguraba en Trelew su planta procesadora y distribuidora como un emprendimiento que llegaba a quedarse para siempre. Cincuenta y tres años después, exactos, es decir un 5 de diciembre de 2017, el último trabajador de la Pepsi de Trelew, del casi medio centenar despedido, levantaba su acampe de resistencia y la emblemática planta con su clásico logo e isotipo rojo, azul y blanco ondulado cerraba definitivamente sus puertas para su posterior desmantelamiento. En poco más de medio siglo todo se acabó. Una radiografía de una realidad sin contraseñas. La de un país que sigue buscando su destino y que de tan grande se está volviendo chico.
Aquel 5 de diciembre de 1964 y con una población cercana a los 12.000 habitantes, comenzaba a instalarse la frase que signaba Trelew como “la más progresista del sur argentino”, con la inminente llegada de capitales -pocos años después- para un parque textil que fue un boom demográfico y productivo.
Ya Cana- 3 iniciaba sus transmisiones de circuito cerrado por la ciudad y había comenzado a cimentar su prestigio LU20 Radio Chubut.
Durante esa jornada de festejo las promotoras de ese entonces estuvieron recorriendo las calles céntricas de la pujante ciudad. Por la plaza Independencia, centro neurálgico, las chicas obsequiaban bebidas refrescantes que tenían que ver con la empresa, como Mirinda, Paso de los Toros y, obviamente, Pepsi. Todas de vidrio, cuyos envases eran provistos por la cristalería porteña Rigoleau.
Un mensaje de simpatía

Luego de amenizar el grupo musical de Rawson, María Olga y Los M, y previo recorrido por las flamantes instalaciones iniciales de 25 de Mayo 1335 (después se mudaría a la de la ruta 7); el gerente regional de Pepsi Cola en Argentina, Rodolfo Klemensiwicz manifestó que la inauguración de la planta era la número 259 fuera de los Estados Unidos; que Pepsi actuaba –en la década del 60- en 108 países y que Embosur era la planta más austral de Pepsi en el mundo. Tras el agradecimiento protocolar a esta firma “por su colaboración”, acumuló votos para que la empresa iniciada “siga su marcha ascendente en la zona”.
Para no ser menos, el jefe de Publicidad y Promociones –Ángel Goicochea- dijo en su discurso que “hemos traído un producto y con él un mensaje de simpatía”. Más de cinco décadas después no lo es tanto.
Por Embosur habló Emilio Núñez expresando su “complacencia por el  éxito logrado” y el entonces vicegobernador de la provincia, Atilio Viglione (conducía el Ejecutivo provincial el escribano Roque González) sostuvo que el gobierno siempre estaba “dispuesto a alentar obras de progreso y mayor bienestar”, destacando “el espíritu de empresa de los hombres de Embosur, a quienes le deseamos alentar por su visión comercial”.
De acuerdo a los datos de esa época y la cobertura de Jornada, la flamante empresa contaba con una máquina llenadora EMA de 12 válvulas, una lavadora Meitar que permitía en pocos segundos contar con los envases necesarios provistos por la cristalería Rigoleau de Buenos Aires. Y los aparatos Vallejos-Boidi, con sus filtros, permitían contar con agua químicamente pura, mediante un tratamiento especial.
Durante aquella jornada festiva, por Embosur estuvieron presentes el mencionado Núñez, Cayetano Castro, Pedro y Basilio Daroca, Guzmán García y Luis González.
Además de Viglione estuvo el intendente de Trelew, Alfredo Etchepare y el de Rawson, Luis González, los ediles José María Sáez, Herminio González, Adolfo Joaquín y Antonio De Marchi y los miembros de la Cámara de Comercio, Denis Carr-Rollit, los hermanos Fiorasi, Victoriano Ayuso y Pérez Luces y el titular de la Cooperativa Eléctrica, Alfredo Villarreal.
Pasó el tiempo, “la Pepsi” soportó de todo. Malos gobiernos, crisis económicas y financieras, brutales ajustes, erráticas (o contradictorias) políticas de Estado en materia productiva y una merma en el poder adquisitivo de la población. Sin embargo se mantuvo, resistiendo a los embates del tiempo y de las tempestades económicas nacionales y provinciales.
Pero a fines de mayo de este año la caída fue irreversible. Dos directivos de la firma Cervecería y Maltería Quilmes S.A.I.C.A. y G., empresa propietaria de la marca Pepsi en el país, llegaron desde Capital Federal a Trelew para comunicar que todo se había acabado. Que se iban a pagar los últimos sueldos y también las indemnizaciones. En tiempo y en forma.
Hubo cuestionamientos. A los sindicatos afines a la tarea y a las políticas nacionales y a la escasa reacción de funcionaros chubutenses. Dentro de la empresa había trabajadores con hasta 35 años de experiencia y con la misma edad de la firma.
¿Los motivos esgrimidos de la empresa del cierre? Un clásico: Una fuerte caída sostenida en el volumen de la comercialización de las bebidas desde el 2009 y la necesidad de mantener la productividad para hacer sostenible el negocio, concentrando la actividad en algunas de las operaciones ya establecidas.
Además, esta línea de producción representaba el 1% del volumen elaborado por la compañía en el país.
La embotelladora de Trelew no sólo abastecía a la ciudad, sino que llegaba a Comodoro Rivadavia, Esquel y a otras provincias como Río Negro, Neuquén y Santa Cruz. La Pepsi de Trelew era la única distribuidora que quedaba en la Patagonia, ya que hace tiempo cerró la sede que había en Neuquén.
Dentro de la Pepsi de Trelew no sólo se hacía el embotellado, sino también el soplado para los envases, la propia producción, almacenamiento y el proceso de distribución. Se trabajaba 18 horas por día en turnos de 9. Según precisaron algunos de los operarios, en épocas de verano, cuando existía la mayor demanda, se llegaban a embotellar hasta 2 millones de botellas por día. Y se llenaban entre 25 y 30 camiones.
Si bien los dueños de la marca anunciaron acciones de relocación en otras instalaciones, en función de cada caso, y un programa de facilitación de reinserción laboral, no ha habido certezas de ello.
La medida que afectó a 48 empleados directos y algunos más tercerizados disparó diferentes conflictos. Varios se apostaron en la sede de la Pepsi y resistieron con acampe. Empero, no hubo marcha atrás. Y llegó el final.
El pasado martes 5 de diciembre, es decir 150 días después del fatal anuncio y 53 años después de su inauguración; la histórica planta de Trelew fue definitivamente despejada por los despedidos y empezó el desarme y retiro de las máquinas hacia otro destino. También la materia prima con vencimiento para continuar el trabajo en otras plantas. El operativo terminará la próxima semana y habrá custodia policial.
La orden fue de la jueza Andrea García Abad, acompañada por policías y no hubo incidentes. Sólo dolor y dignidad. La de los trabajadores.
 “Nos vamos con la frente en alto. Porque si el día de mañana nuestros hijos nos preguntan y tendremos una historia de lucha genuina para contarles, mirándolos a los ojos”, dijeron los representantes de los obreros de la hoy ex Pepsi de Trelew, una ciudad que cambió de slogan. Ahora la llaman tierra de oportunidades.#

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El comienzo de todo. La inauguración de Pepsi en Trelew, el 5 de diciembre de 1964.
09 DIC 2017 - 21:11

El 5 de diciembre de 1964 la Pepsi inauguraba en Trelew su planta procesadora y distribuidora como un emprendimiento que llegaba a quedarse para siempre. Cincuenta y tres años después, exactos, es decir un 5 de diciembre de 2017, el último trabajador de la Pepsi de Trelew, del casi medio centenar despedido, levantaba su acampe de resistencia y la emblemática planta con su clásico logo e isotipo rojo, azul y blanco ondulado cerraba definitivamente sus puertas para su posterior desmantelamiento. En poco más de medio siglo todo se acabó. Una radiografía de una realidad sin contraseñas. La de un país que sigue buscando su destino y que de tan grande se está volviendo chico.
Aquel 5 de diciembre de 1964 y con una población cercana a los 12.000 habitantes, comenzaba a instalarse la frase que signaba Trelew como “la más progresista del sur argentino”, con la inminente llegada de capitales -pocos años después- para un parque textil que fue un boom demográfico y productivo.
Ya Cana- 3 iniciaba sus transmisiones de circuito cerrado por la ciudad y había comenzado a cimentar su prestigio LU20 Radio Chubut.
Durante esa jornada de festejo las promotoras de ese entonces estuvieron recorriendo las calles céntricas de la pujante ciudad. Por la plaza Independencia, centro neurálgico, las chicas obsequiaban bebidas refrescantes que tenían que ver con la empresa, como Mirinda, Paso de los Toros y, obviamente, Pepsi. Todas de vidrio, cuyos envases eran provistos por la cristalería porteña Rigoleau.
Un mensaje de simpatía

Luego de amenizar el grupo musical de Rawson, María Olga y Los M, y previo recorrido por las flamantes instalaciones iniciales de 25 de Mayo 1335 (después se mudaría a la de la ruta 7); el gerente regional de Pepsi Cola en Argentina, Rodolfo Klemensiwicz manifestó que la inauguración de la planta era la número 259 fuera de los Estados Unidos; que Pepsi actuaba –en la década del 60- en 108 países y que Embosur era la planta más austral de Pepsi en el mundo. Tras el agradecimiento protocolar a esta firma “por su colaboración”, acumuló votos para que la empresa iniciada “siga su marcha ascendente en la zona”.
Para no ser menos, el jefe de Publicidad y Promociones –Ángel Goicochea- dijo en su discurso que “hemos traído un producto y con él un mensaje de simpatía”. Más de cinco décadas después no lo es tanto.
Por Embosur habló Emilio Núñez expresando su “complacencia por el  éxito logrado” y el entonces vicegobernador de la provincia, Atilio Viglione (conducía el Ejecutivo provincial el escribano Roque González) sostuvo que el gobierno siempre estaba “dispuesto a alentar obras de progreso y mayor bienestar”, destacando “el espíritu de empresa de los hombres de Embosur, a quienes le deseamos alentar por su visión comercial”.
De acuerdo a los datos de esa época y la cobertura de Jornada, la flamante empresa contaba con una máquina llenadora EMA de 12 válvulas, una lavadora Meitar que permitía en pocos segundos contar con los envases necesarios provistos por la cristalería Rigoleau de Buenos Aires. Y los aparatos Vallejos-Boidi, con sus filtros, permitían contar con agua químicamente pura, mediante un tratamiento especial.
Durante aquella jornada festiva, por Embosur estuvieron presentes el mencionado Núñez, Cayetano Castro, Pedro y Basilio Daroca, Guzmán García y Luis González.
Además de Viglione estuvo el intendente de Trelew, Alfredo Etchepare y el de Rawson, Luis González, los ediles José María Sáez, Herminio González, Adolfo Joaquín y Antonio De Marchi y los miembros de la Cámara de Comercio, Denis Carr-Rollit, los hermanos Fiorasi, Victoriano Ayuso y Pérez Luces y el titular de la Cooperativa Eléctrica, Alfredo Villarreal.
Pasó el tiempo, “la Pepsi” soportó de todo. Malos gobiernos, crisis económicas y financieras, brutales ajustes, erráticas (o contradictorias) políticas de Estado en materia productiva y una merma en el poder adquisitivo de la población. Sin embargo se mantuvo, resistiendo a los embates del tiempo y de las tempestades económicas nacionales y provinciales.
Pero a fines de mayo de este año la caída fue irreversible. Dos directivos de la firma Cervecería y Maltería Quilmes S.A.I.C.A. y G., empresa propietaria de la marca Pepsi en el país, llegaron desde Capital Federal a Trelew para comunicar que todo se había acabado. Que se iban a pagar los últimos sueldos y también las indemnizaciones. En tiempo y en forma.
Hubo cuestionamientos. A los sindicatos afines a la tarea y a las políticas nacionales y a la escasa reacción de funcionaros chubutenses. Dentro de la empresa había trabajadores con hasta 35 años de experiencia y con la misma edad de la firma.
¿Los motivos esgrimidos de la empresa del cierre? Un clásico: Una fuerte caída sostenida en el volumen de la comercialización de las bebidas desde el 2009 y la necesidad de mantener la productividad para hacer sostenible el negocio, concentrando la actividad en algunas de las operaciones ya establecidas.
Además, esta línea de producción representaba el 1% del volumen elaborado por la compañía en el país.
La embotelladora de Trelew no sólo abastecía a la ciudad, sino que llegaba a Comodoro Rivadavia, Esquel y a otras provincias como Río Negro, Neuquén y Santa Cruz. La Pepsi de Trelew era la única distribuidora que quedaba en la Patagonia, ya que hace tiempo cerró la sede que había en Neuquén.
Dentro de la Pepsi de Trelew no sólo se hacía el embotellado, sino también el soplado para los envases, la propia producción, almacenamiento y el proceso de distribución. Se trabajaba 18 horas por día en turnos de 9. Según precisaron algunos de los operarios, en épocas de verano, cuando existía la mayor demanda, se llegaban a embotellar hasta 2 millones de botellas por día. Y se llenaban entre 25 y 30 camiones.
Si bien los dueños de la marca anunciaron acciones de relocación en otras instalaciones, en función de cada caso, y un programa de facilitación de reinserción laboral, no ha habido certezas de ello.
La medida que afectó a 48 empleados directos y algunos más tercerizados disparó diferentes conflictos. Varios se apostaron en la sede de la Pepsi y resistieron con acampe. Empero, no hubo marcha atrás. Y llegó el final.
El pasado martes 5 de diciembre, es decir 150 días después del fatal anuncio y 53 años después de su inauguración; la histórica planta de Trelew fue definitivamente despejada por los despedidos y empezó el desarme y retiro de las máquinas hacia otro destino. También la materia prima con vencimiento para continuar el trabajo en otras plantas. El operativo terminará la próxima semana y habrá custodia policial.
La orden fue de la jueza Andrea García Abad, acompañada por policías y no hubo incidentes. Sólo dolor y dignidad. La de los trabajadores.
 “Nos vamos con la frente en alto. Porque si el día de mañana nuestros hijos nos preguntan y tendremos una historia de lucha genuina para contarles, mirándolos a los ojos”, dijeron los representantes de los obreros de la hoy ex Pepsi de Trelew, una ciudad que cambió de slogan. Ahora la llaman tierra de oportunidades.#


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