Un negocio familiar para bajar costos

José” Tai arreglaba motos en China y aún recuerda con nostalgia su anterior oficio y su gusto por ese tipo de rodado. Es originario de la provincia de Fujian, como la gran mayoría de los inmigrantes chinos que habitan en la Argentina y al igual que ellos, el comercio es desde hace dos décadas su principal actividad en el país.

27 DIC 2017 - 14:51 | Actualizado

“Me gusta en Trelew, acá más tranquilo” dice este comerciante oriental cuya familia administra al menos otros tres locales comerciales en nuestra ciudad, al que han sumado ahora una nueva boca de expendio sobre avenida Hipólito Yrigoyen al 600.

José -el nombre que eligió para identificarse en nuestro país, como hacen casi todos los chinos que hace varios años que están en Argentina- hace pocos meses que está afincado en Trelew, pero habla un español bastante fluido producto de dos décadas de habitar en el país, primero en el partido de La Matanza (Buenos Aires) y luego en Rosario (Santa Fe).

“Rosario me gustaba, pero ahora mucho lio. Miramos televisión y está muy jodido, no me gusta” le dijo este comerciante chino a Jornada en su local, del cual asegura ser socio y tener cuatro empleados en forma directa, además de contar con venta de carnes, verduras y fiambres de manera tercerizada, a través de un subalquiler de esas dependencias.

Sobre el funcionamiento del comercio y el sistema comercial que los rige para poder tener buenos precios, confía en que “trabajamos en familia, compramos en cantidad, entonces hablamos con los mayoristas y pedimos todos. Los pedidos son más grandes y más baratos”.

“Aparte nosotros hacemos todo trabajo familiar, con eso bajamos un poquito la ganancia, entonces los precios son muchos más baratos que otros” cuenta Tai y compara los valores con los que comercializan respecto a las grandes superficies comerciales que históricamente funcionan en la ciudad.

Compra comunitaria y trabajo familiar

A diferencia de lo ocurre en provincia de Buenos Aires, donde los comercios chinos están nucleados y cuentan incluso con marcas propias, “acá en Trelew no” dice José, pero asegura que el trabajo agrupado les permite comprar más barato y por otro lado el trabajo familia les permite bajar costos.

En Trelew la familia de José tiene un local sobre la avenida Eva Perón y Galina, otro en Inmigrantes y Ameghino y un tercero sobre María Humpreys, a pocos metros del ingreso al barrio este. De las cuatro bocas de expendio, tres están ubicadas sobre avenidas o cercas de ellas.

En cuanto a la comunidad china en Trelew, el comerciante chino dijo que “algunos nos conocemos, otros no. Está la familia y algún otro que conocemos, con otros nos conocimos aquí”.

Los “argenchinos”

Nicolás Weng es otros de los comerciantes chinos que está afincado en la ciudad y en su caso hace siete años que lleva adelante un emprendimiento comercial en el barrio Padre Juan Muzio. Hace pocos meses fue una de las voces que se sumó al debate por las iniciativas sobre nuevas regulaciones para la actividad comercial en la ciudad y que apuntaban especialmente a modificar las condiciones para los denominados “supermercados chinos”.

Weng, propietario del comercio “Primavera” de calle Urquiza, dijo hacía 17 años residía en el país y se consideraba a sí mismo “argenchino”.

“Hay cosas que tienen razón, pero no es sólo el tema del pago. El tema económico no es parejo, unos días sí es bueno, y otros días cae mucho y nosotros queremos vender mejor, pero no solo yo pagar más empleados, pagar más postnet” dijo el comerciante oriental, quien aseguró que exigir una cantidad mínima de empleados a un comercio que recién abre es ilógico ya que no se sabe cuan será su rentabilidad.

Nicolás Weng está hace 17 años en Argentina

En aquel momento y ante la consulta realizada desde FM Tiempo Trelew (91.5) Weng había contado que tenía dos repositores y una fiambrera a tiempo completo, otra fiambrera que trabaja un par de horas y una cajera de medio día, pero además trabaja él y su esposa. “Si no trabaja la familia no rinde nada; no voy a tomar más gente porque si mañana cae la venta, ¿con qué voy a pagar?” dijo

El comerciante chino dijo “si el comercio no está habilitado, ¿cómo saber cuántos empleados necesitas? Yo hoy estoy trabajando con mi mujer, pero si lo hiciera pagando más gente, no es tan fácil” comentó en su momento.

Rompiendo mitos

Nicolás descartó muchos de los mitos que existen sobre los mercados chinos que se afincan en la ciudad. “La gente está con el tema del IVA y eso, pero nada de eso me ayuda, es todo muy raro” dijo el comerciante y aseguró “trabajo acá, gano acá, pago mis impuestos acá”.

El comerciante también desmitificó cuestiones tales como que ahorran costo en energía mediante el apagado de heladeras y afirmó que “si se va un cliente por eso, después se van a ir otros. Sin clientes no vale nada esto”.#

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27 DIC 2017 - 14:51

“Me gusta en Trelew, acá más tranquilo” dice este comerciante oriental cuya familia administra al menos otros tres locales comerciales en nuestra ciudad, al que han sumado ahora una nueva boca de expendio sobre avenida Hipólito Yrigoyen al 600.

José -el nombre que eligió para identificarse en nuestro país, como hacen casi todos los chinos que hace varios años que están en Argentina- hace pocos meses que está afincado en Trelew, pero habla un español bastante fluido producto de dos décadas de habitar en el país, primero en el partido de La Matanza (Buenos Aires) y luego en Rosario (Santa Fe).

“Rosario me gustaba, pero ahora mucho lio. Miramos televisión y está muy jodido, no me gusta” le dijo este comerciante chino a Jornada en su local, del cual asegura ser socio y tener cuatro empleados en forma directa, además de contar con venta de carnes, verduras y fiambres de manera tercerizada, a través de un subalquiler de esas dependencias.

Sobre el funcionamiento del comercio y el sistema comercial que los rige para poder tener buenos precios, confía en que “trabajamos en familia, compramos en cantidad, entonces hablamos con los mayoristas y pedimos todos. Los pedidos son más grandes y más baratos”.

“Aparte nosotros hacemos todo trabajo familiar, con eso bajamos un poquito la ganancia, entonces los precios son muchos más baratos que otros” cuenta Tai y compara los valores con los que comercializan respecto a las grandes superficies comerciales que históricamente funcionan en la ciudad.

Compra comunitaria y trabajo familiar

A diferencia de lo ocurre en provincia de Buenos Aires, donde los comercios chinos están nucleados y cuentan incluso con marcas propias, “acá en Trelew no” dice José, pero asegura que el trabajo agrupado les permite comprar más barato y por otro lado el trabajo familia les permite bajar costos.

En Trelew la familia de José tiene un local sobre la avenida Eva Perón y Galina, otro en Inmigrantes y Ameghino y un tercero sobre María Humpreys, a pocos metros del ingreso al barrio este. De las cuatro bocas de expendio, tres están ubicadas sobre avenidas o cercas de ellas.

En cuanto a la comunidad china en Trelew, el comerciante chino dijo que “algunos nos conocemos, otros no. Está la familia y algún otro que conocemos, con otros nos conocimos aquí”.

Los “argenchinos”

Nicolás Weng es otros de los comerciantes chinos que está afincado en la ciudad y en su caso hace siete años que lleva adelante un emprendimiento comercial en el barrio Padre Juan Muzio. Hace pocos meses fue una de las voces que se sumó al debate por las iniciativas sobre nuevas regulaciones para la actividad comercial en la ciudad y que apuntaban especialmente a modificar las condiciones para los denominados “supermercados chinos”.

Weng, propietario del comercio “Primavera” de calle Urquiza, dijo hacía 17 años residía en el país y se consideraba a sí mismo “argenchino”.

“Hay cosas que tienen razón, pero no es sólo el tema del pago. El tema económico no es parejo, unos días sí es bueno, y otros días cae mucho y nosotros queremos vender mejor, pero no solo yo pagar más empleados, pagar más postnet” dijo el comerciante oriental, quien aseguró que exigir una cantidad mínima de empleados a un comercio que recién abre es ilógico ya que no se sabe cuan será su rentabilidad.

Nicolás Weng está hace 17 años en Argentina

En aquel momento y ante la consulta realizada desde FM Tiempo Trelew (91.5) Weng había contado que tenía dos repositores y una fiambrera a tiempo completo, otra fiambrera que trabaja un par de horas y una cajera de medio día, pero además trabaja él y su esposa. “Si no trabaja la familia no rinde nada; no voy a tomar más gente porque si mañana cae la venta, ¿con qué voy a pagar?” dijo

El comerciante chino dijo “si el comercio no está habilitado, ¿cómo saber cuántos empleados necesitas? Yo hoy estoy trabajando con mi mujer, pero si lo hiciera pagando más gente, no es tan fácil” comentó en su momento.

Rompiendo mitos

Nicolás descartó muchos de los mitos que existen sobre los mercados chinos que se afincan en la ciudad. “La gente está con el tema del IVA y eso, pero nada de eso me ayuda, es todo muy raro” dijo el comerciante y aseguró “trabajo acá, gano acá, pago mis impuestos acá”.

El comerciante también desmitificó cuestiones tales como que ahorran costo en energía mediante el apagado de heladeras y afirmó que “si se va un cliente por eso, después se van a ir otros. Sin clientes no vale nada esto”.#


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