Por la inseguridad, vecinos de dos barrios de Trelew quieren poner tranqueras en accesos
Son Los Teros y Bonorino, ubicados en la zona este de la ciudad, junto al club Patoruzú, en cercanías de las rutas 7 y 3. Hubo más de diez hechos de inseguridad en el último mes. Algunos ya pusieron personal de seguridad privada. Ya hay un antecedente en la zona sur de la ciudad: Las Margaritas.
Un grupo de vecinos de los barrios Los Teros y Bonorino, ubicados en la zona este de la ciudad de Trelew, en cercanías de las rutas 7 y 3, y del predio del club Patoruzú, se reunieron en las últimos horas para compartir la preocupación ante la gran cantidad de hechos de inseguridad que sufrieron, muchos de los cuales fueron abortados por la red de alerta vecinal y la rápida intervención de la Policía.
Sin embargo, la gran cantidad de hechos, la impunidad con la que se manejaron los delincuentes y el nivel de armamento que llevaban consigo en algunos de los intentos de robo –quedaron filmados en las cámaras de seguridad-, movilizó a los vecinos y ya generó que varios de ellos tomaran medidas de seguridad propias, como la contratación de seguridad privada durante todo el día.
Además, en las charlas de los propietarios –entre ambos sectores hay una treintena de casas- surgió como idea poner tranqueras en los accesos a ambos barrios, con la intención de controlar el ingreso de vehículos. Aunque la medida está en evaluación, no son pocos los que la impulsan, preocupados porque sus viviendas quedan buena parte del día con pocos habitantes ya que la mayoría viaja hasta el centro de la ciudad para trabajar.
Hay algún antecedente de barrio con tranquera: el barrio parque Las Margaritas, en la zona sur de la ciudad, tiene uno de sus accesos con una tranquera con candado, y el acceso principal cuenta con una garita con una persona de seguridad que controla el acceso de personas.
Las reuniones y contactos de vecinos de Los Teros y Bonorino a través de redes sociales se multiplicaron porque en las últimas horas hubo hasta dos intentos en el mismo día de ingresar a una misma vivienda que se encontraba sin ocupantes, y ese mismo día hubo personas no identificadas tocando timbres en diversas viviendas en las que sí había ocupantes, que lograron persuadir a los delincuentes.
Asalto abortado
En Los Teros, precisamente, hubo en diciembre pasado un intento de asalto a una vivienda que causó impacto en toda la sociedad trelewense. Fue cuando un grupo comando integrado por cuatro personas fuertemente armadas intentó entrar a la casa cuando el matrimonio y sus dos hijas estaban dentro.
Los sujetos saltaron el paredón perimetral y se disponían a ingresar al domicilio por la parte trasera cuando los detectó la menor de la familia, de apenas 8 años, quien miraba televisión y rápidamente reaccionó y avisó a sus padres lo que veía en las cámaras de seguridad.
El grupo se movía en un Ford Focus blanco último modelo, polarizado, techo corredizo y baúl. Según fuentes policiales, los ladrones portaban una suerte de metralleta caño corto.
Cuando el padre miró las cámaras ya estaba el grupo detrás de la casa. Abrieron una puerta pero por fortuna daba a un espacio de servicio. Entonces sonó la alarma infrarroja. Ante esto los delincuentes, munidos de mochilas listas para cargar, huyeron sin buscar otra entrada al domicilio.
Un grupo de vecinos de los barrios Los Teros y Bonorino, ubicados en la zona este de la ciudad de Trelew, en cercanías de las rutas 7 y 3, y del predio del club Patoruzú, se reunieron en las últimos horas para compartir la preocupación ante la gran cantidad de hechos de inseguridad que sufrieron, muchos de los cuales fueron abortados por la red de alerta vecinal y la rápida intervención de la Policía.
Sin embargo, la gran cantidad de hechos, la impunidad con la que se manejaron los delincuentes y el nivel de armamento que llevaban consigo en algunos de los intentos de robo –quedaron filmados en las cámaras de seguridad-, movilizó a los vecinos y ya generó que varios de ellos tomaran medidas de seguridad propias, como la contratación de seguridad privada durante todo el día.
Además, en las charlas de los propietarios –entre ambos sectores hay una treintena de casas- surgió como idea poner tranqueras en los accesos a ambos barrios, con la intención de controlar el ingreso de vehículos. Aunque la medida está en evaluación, no son pocos los que la impulsan, preocupados porque sus viviendas quedan buena parte del día con pocos habitantes ya que la mayoría viaja hasta el centro de la ciudad para trabajar.
Hay algún antecedente de barrio con tranquera: el barrio parque Las Margaritas, en la zona sur de la ciudad, tiene uno de sus accesos con una tranquera con candado, y el acceso principal cuenta con una garita con una persona de seguridad que controla el acceso de personas.
Las reuniones y contactos de vecinos de Los Teros y Bonorino a través de redes sociales se multiplicaron porque en las últimas horas hubo hasta dos intentos en el mismo día de ingresar a una misma vivienda que se encontraba sin ocupantes, y ese mismo día hubo personas no identificadas tocando timbres en diversas viviendas en las que sí había ocupantes, que lograron persuadir a los delincuentes.
Asalto abortado
En Los Teros, precisamente, hubo en diciembre pasado un intento de asalto a una vivienda que causó impacto en toda la sociedad trelewense. Fue cuando un grupo comando integrado por cuatro personas fuertemente armadas intentó entrar a la casa cuando el matrimonio y sus dos hijas estaban dentro.
Los sujetos saltaron el paredón perimetral y se disponían a ingresar al domicilio por la parte trasera cuando los detectó la menor de la familia, de apenas 8 años, quien miraba televisión y rápidamente reaccionó y avisó a sus padres lo que veía en las cámaras de seguridad.
El grupo se movía en un Ford Focus blanco último modelo, polarizado, techo corredizo y baúl. Según fuentes policiales, los ladrones portaban una suerte de metralleta caño corto.
Cuando el padre miró las cámaras ya estaba el grupo detrás de la casa. Abrieron una puerta pero por fortuna daba a un espacio de servicio. Entonces sonó la alarma infrarroja. Ante esto los delincuentes, munidos de mochilas listas para cargar, huyeron sin buscar otra entrada al domicilio.