Macron se pone firme con los inmigrantes pese a las críticas

El presidente francés, Emmanuel Macron, reforzó hoy su discurso de firmeza frente a la inmigración ilegal, que le valió duras críticas de intelectuales y asociaciones humanitarias, al tiempo que preconizó una mayor coordinación europea para atajar este problema.

Emmanuel quiere expulsar a aquellos "que no se integren de forma eficiente".
16 ENE 2018 - 13:23 | Actualizado


En una visita a Calais, emblemática ciudad del noroeste del país que hasta hace algo más de un año albergaba el mayor campamento ilegal de inmigrantes de Europa, Macron fustigó los discursos de la "buena conciencia" y apostó por una política activa que mejore la recepción de urgencia pero incremente las expulsiones.

En el siempre espinoso debate sobre la inmigración, el presidente trató de situarse a medio camino entre quienes le reprochan una elevada dureza contra los inmigrantes y la extrema derecha que lo acusa de debilidad.

Y aseguró que la respuesta debe ser europea, con un mayor control de fronteras, una convergencia en el derecho de asilo y un sistema único de control, que debe desembocar en la creación de una oficina europea para los refugiados, informó la agencia de noticias EFE.

Macron advirtió de que no permitirá que se instale otro "campamento ilegal" como la famosa "jungla" desmantelada en octubre de 2016 y que mantendrá el esfuerzo para sellar la frontera con el Reino Unido para que Calais no se convierta en una "puerta falsa" de entrada de "ilegales" en ese territorio.

En la línea del proyecto de ley sobre la inmigración que prepara su gobierno, Macron apostó por mejorar las condiciones de recibimiento de los inmigrantes, reducir los plazos de tratamiento de las demandas de asilo, proteger e integrar mejor a quienes sean aceptados, pero expulsar de forma más eficiente a los que "no tengan posibilidad de integrarse en Europa".

Asimismo, recordó que en el año que acaba de concluir se incrementaron un 14,6% las expulsiones y aseguró que la presión migratoria en Calais se redujo de forma drástica como consecuencia de la acción policial y el cierre de las fisuras que había en la frontera con el Reino Unido.

El discurso de hoy fue la respuesta de Macron a las críticas que está recibiendo sobre su política de inmigración, plasmadas en una editorial publicada hoy en el diario Le Monde por cinco intelectuales que lo apoyaron durante la campaña presidencial del año pasado y que lo acusan ahora de "romper con el humanismo".


Las asociaciones humanitarias denuncian a las fuerzas del orden

Los firmantes se hacen eco de las denuncias de asociaciones humanitarias contra el comportamiento de las fuerzas del orden, a las que acusan de confiscar mantas y efectos personales a los inmigrantes para dificultarles que se mantengan en el país.

Por estos motivos, algunas de esas asociaciones boicotearon el encuentro previsto con Macron en Calais.

El presidente anunció una investigación de estos hechos, pero rechazó la idea de que sea un comportamiento generalizado.

En este sentido, en un discurso ante las fuerzas del orden, pidió ejemplaridad en su actividad, que debe hacerse, dijo, conforme a la deontología policial y sin sobrepasar los límites.

Pero alabó su compromiso y su esfuerzo, por lo que les prometió una prima anual a quienes estén destinados a Calais.

Al tiempo, Macron criticó a las asociaciones que "mienten a los inmigrantes" y les ayudan a establecerse de forma ilegal o a entrar ilícitamente en el Reino Unido.

Atacado por duro por estas organizaciones humanitarias, Macron también escuchó críticas de la líder ultraderechista, Marine Le Pen, que le acusó de proponer un "laxismo" frente a la "inundación migratoria" que "favorece y alimenta el flujo" de ilegales.

Emmanuel quiere expulsar a aquellos "que no se integren de forma eficiente".
16 ENE 2018 - 13:23


En una visita a Calais, emblemática ciudad del noroeste del país que hasta hace algo más de un año albergaba el mayor campamento ilegal de inmigrantes de Europa, Macron fustigó los discursos de la "buena conciencia" y apostó por una política activa que mejore la recepción de urgencia pero incremente las expulsiones.

En el siempre espinoso debate sobre la inmigración, el presidente trató de situarse a medio camino entre quienes le reprochan una elevada dureza contra los inmigrantes y la extrema derecha que lo acusa de debilidad.

Y aseguró que la respuesta debe ser europea, con un mayor control de fronteras, una convergencia en el derecho de asilo y un sistema único de control, que debe desembocar en la creación de una oficina europea para los refugiados, informó la agencia de noticias EFE.

Macron advirtió de que no permitirá que se instale otro "campamento ilegal" como la famosa "jungla" desmantelada en octubre de 2016 y que mantendrá el esfuerzo para sellar la frontera con el Reino Unido para que Calais no se convierta en una "puerta falsa" de entrada de "ilegales" en ese territorio.

En la línea del proyecto de ley sobre la inmigración que prepara su gobierno, Macron apostó por mejorar las condiciones de recibimiento de los inmigrantes, reducir los plazos de tratamiento de las demandas de asilo, proteger e integrar mejor a quienes sean aceptados, pero expulsar de forma más eficiente a los que "no tengan posibilidad de integrarse en Europa".

Asimismo, recordó que en el año que acaba de concluir se incrementaron un 14,6% las expulsiones y aseguró que la presión migratoria en Calais se redujo de forma drástica como consecuencia de la acción policial y el cierre de las fisuras que había en la frontera con el Reino Unido.

El discurso de hoy fue la respuesta de Macron a las críticas que está recibiendo sobre su política de inmigración, plasmadas en una editorial publicada hoy en el diario Le Monde por cinco intelectuales que lo apoyaron durante la campaña presidencial del año pasado y que lo acusan ahora de "romper con el humanismo".


Las asociaciones humanitarias denuncian a las fuerzas del orden

Los firmantes se hacen eco de las denuncias de asociaciones humanitarias contra el comportamiento de las fuerzas del orden, a las que acusan de confiscar mantas y efectos personales a los inmigrantes para dificultarles que se mantengan en el país.

Por estos motivos, algunas de esas asociaciones boicotearon el encuentro previsto con Macron en Calais.

El presidente anunció una investigación de estos hechos, pero rechazó la idea de que sea un comportamiento generalizado.

En este sentido, en un discurso ante las fuerzas del orden, pidió ejemplaridad en su actividad, que debe hacerse, dijo, conforme a la deontología policial y sin sobrepasar los límites.

Pero alabó su compromiso y su esfuerzo, por lo que les prometió una prima anual a quienes estén destinados a Calais.

Al tiempo, Macron criticó a las asociaciones que "mienten a los inmigrantes" y les ayudan a establecerse de forma ilegal o a entrar ilícitamente en el Reino Unido.

Atacado por duro por estas organizaciones humanitarias, Macron también escuchó críticas de la líder ultraderechista, Marine Le Pen, que le acusó de proponer un "laxismo" frente a la "inundación migratoria" que "favorece y alimenta el flujo" de ilegales.


NOTICIAS RELACIONADAS