Editorial / El peronismo busca renacer de sus cenizas
Leé La Columna del Domingo, el editorial de la edición impresa de Jornada.
"No nos pudo matar la dictadura, mirá si nos van a correr compañeros que piensan que se construye pisando la cabeza a otros compañeros. Con odio y con rencor no se reconstruye nada”. La frase pertenece a Nestor Di Pierro, un histórico dirigente del peronismo chubutense que esta semana participó de al menos dos encuentros claves de la semana política: almorzó con dirigentes peronistas y de Chubut Somos Todos en Puerto Madryn; y tomó un café con Héctor González y Jorge Aidar Bestene, dos referentes del peronismo del Valle.
En ambos encuentros se habló de lo mismo: de reconstruir al Partido Justicialista desde las cenizas en que lo ha convertido la actual conducción del PJ que encabeza en lo formal Ricardo Mutio pero que tiene como gran estandarte al intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares.
Hace casi 100 días, el PJ sufrió una de sus más duras derrotas: quedó tercero en las elecciones legislativas del 22 de octubre, después de haber sacado más votos que ninguna otra fuerza dos meses antes, en las PASO de agosto.
Y hace casi 100 días que las autoridades del partido no han podido convocar a una reunión de la dirigencia. Nadie se hizo cargo de la derrota. Ni siquiera uno de los dirigentes que embarcaron al partido en una interna salvaje salió a esbozar una autocrítica. Y encima en estos meses no han hecho más que impulsar sanciones a afiliados que optaron por hacer política en otros espacios porque el PJ está cerrado.
Unidos
El almuerzo del jueves en Puerto Madryn, con Ricardo y Gustavo Sastre, Adrián Maderna, Gonzalo Carpintero y el propio Di Pierro, entre otros, sacudió la modorra del PJ pero también de Chubut Somos Todos. Solo alguien que no entienda nada de política puede pensar que estos dos partidos no tienen nada que ver.
Bueno, Mutio es uno de ellos: “Vi pocos peronistas en esa foto”, dijo el presidente del PJ, hundiéndose un poco más en su propio ombligo. Los peronistas de esa foto –es decir, todos- se juntaron para charlar pero también para tirar mensajes hacia todos los sectores. Sobre todo, hacia el interior del peronismo, pidiendo abrir el partido, dejar de lado las persecuciones del Tribunal de Disciplina y comenzar ya mismo la refundación.
La única manera de que el PJ vuelva a reconciliarse con la gente es incluyéndola, escuchando a todos los sectores y empezando a trabajar ya para que en 2019 el peronismo pueda ser una opción a la creciente presencia de Cambiemos.
No son pocos los que responsabilizan por la debacle a Linares, que después de las elecciones se llamó a silencio y no volvió a hablar del peronismo. Nadie se olvida que fue él el que impulsó a Ricardo Fueyo, una buena persona pero sin ningún arraigo peronista. Así le fue.
A Linares también le endilgan seguir domesticando a algunos dirigentes peronistas del Valle, como el incombustible José Salvador Arrechea, uno que renació de sus cenizas aunque algo chamuscado. Di Pierro, al que le sobran espaldas para contarle las costillas a cualquier peronista, fue lapidario el jueves pasado, cuando este diario le preguntó por la actual dirigencia del PJ: “¿Cómo un tipo como el Vasco Arrechea, que fue en cana por vaciar al Banco del Chubut y hacer negocios con los radicales, nos va a venir a decir a nosotros qué hacer en el PJ?”
Nada de tibieza
Todo comenzó con un tuit: “No es tiempo de tibios ni especuladores. Hoy empezó una nueva etapa”, escribió en la red social Twitter Gonzalo Carpintero, uno de los hombres que acompañó codo a codo durante muchos años y hasta el lecho de su muerte al exgobernador Mario Das Neves.
Carpintero se fue cuando asumió Arcioni no porque tuviera mala relación con el gobernador -todo lo contrario. Sino porque necesitaba descansar después de años muy intensos junto a Das Neves. Construyó relaciones como pocos, abrió puertas y tendió puentes durante muchos años para Das Neves y hoy cosecha lo que sembró: nadie deja de atenderle el celular cuando llama. Y muchos siguen llamándolo para preguntar qué va a hacer.
Pues ahora se decidió: quiere discutir en la interna de Chubut Somos Todos “quién tiene los votos”. No le importa que del otro lado queden los que se arrogan “el legado”. Tampoco pretende confrontar de manera virulenta porque, precisamente, no se respetaría así el legado de Das Neves. Pero en marzo, cuando se haga el Congreso del Chusoto, Carpintero se sentará a discutir quién es quién.
El jueves fue al almuerzo de Madryn con otros dirigentes peronistas pero antes pasó por el despacho del intendente Sastre. Allí posó junto al intendente de Gaiman, Mariano García Aranibal, y el presidente de la Legislatura, Adrián López. “Fue una charla de amigos”, dijeron fuentes cercanas al encuentro. Pero el mensaje llegó, firme, donde debía llegar.
“Dejate ayudar”
Estos que detallamos en esta Columna no fueron los únicos encuentros en donde se charló a fondo sobre la actualidad, el futuro y la búsqueda de consensos para Chubut. El jueves a la noche, Di Pierro se juntó a cenar con el gobernador Arcioni. Al final hubo tres platos en la mesa, porque se sumó Rafael Cambareri, el exdiputado radical y cofundador de Chubut Somos Todos, hoy al mando de Petrominera y consejero de cabecera del gobernador.
Los tres son comodorenses y se conocen desde hace muchos años. Tienen confianza y no suelen andar con vueltas. Di Pierro le planteó en persona al gobernador la disposición de muchos sectores del peronismo, intendentes y dirigentes gremiales que quieren ayudar a Chubut a salir del pozo. “Te queremos ayudar pero vos dejate ayudar, Mariano”, le dijo.
En el ambiente sigue quedando la sensación de que algunos altos funcionarios todavía siguen privilegiando sus cuestiones personales por encima de los intereses del gobernador y de todos los chubutenses. Los tiempos se acortan. Que alguien haga algo rápido, antes de que sea demasiado tarde.
"No nos pudo matar la dictadura, mirá si nos van a correr compañeros que piensan que se construye pisando la cabeza a otros compañeros. Con odio y con rencor no se reconstruye nada”. La frase pertenece a Nestor Di Pierro, un histórico dirigente del peronismo chubutense que esta semana participó de al menos dos encuentros claves de la semana política: almorzó con dirigentes peronistas y de Chubut Somos Todos en Puerto Madryn; y tomó un café con Héctor González y Jorge Aidar Bestene, dos referentes del peronismo del Valle.
En ambos encuentros se habló de lo mismo: de reconstruir al Partido Justicialista desde las cenizas en que lo ha convertido la actual conducción del PJ que encabeza en lo formal Ricardo Mutio pero que tiene como gran estandarte al intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares.
Hace casi 100 días, el PJ sufrió una de sus más duras derrotas: quedó tercero en las elecciones legislativas del 22 de octubre, después de haber sacado más votos que ninguna otra fuerza dos meses antes, en las PASO de agosto.
Y hace casi 100 días que las autoridades del partido no han podido convocar a una reunión de la dirigencia. Nadie se hizo cargo de la derrota. Ni siquiera uno de los dirigentes que embarcaron al partido en una interna salvaje salió a esbozar una autocrítica. Y encima en estos meses no han hecho más que impulsar sanciones a afiliados que optaron por hacer política en otros espacios porque el PJ está cerrado.
Unidos
El almuerzo del jueves en Puerto Madryn, con Ricardo y Gustavo Sastre, Adrián Maderna, Gonzalo Carpintero y el propio Di Pierro, entre otros, sacudió la modorra del PJ pero también de Chubut Somos Todos. Solo alguien que no entienda nada de política puede pensar que estos dos partidos no tienen nada que ver.
Bueno, Mutio es uno de ellos: “Vi pocos peronistas en esa foto”, dijo el presidente del PJ, hundiéndose un poco más en su propio ombligo. Los peronistas de esa foto –es decir, todos- se juntaron para charlar pero también para tirar mensajes hacia todos los sectores. Sobre todo, hacia el interior del peronismo, pidiendo abrir el partido, dejar de lado las persecuciones del Tribunal de Disciplina y comenzar ya mismo la refundación.
La única manera de que el PJ vuelva a reconciliarse con la gente es incluyéndola, escuchando a todos los sectores y empezando a trabajar ya para que en 2019 el peronismo pueda ser una opción a la creciente presencia de Cambiemos.
No son pocos los que responsabilizan por la debacle a Linares, que después de las elecciones se llamó a silencio y no volvió a hablar del peronismo. Nadie se olvida que fue él el que impulsó a Ricardo Fueyo, una buena persona pero sin ningún arraigo peronista. Así le fue.
A Linares también le endilgan seguir domesticando a algunos dirigentes peronistas del Valle, como el incombustible José Salvador Arrechea, uno que renació de sus cenizas aunque algo chamuscado. Di Pierro, al que le sobran espaldas para contarle las costillas a cualquier peronista, fue lapidario el jueves pasado, cuando este diario le preguntó por la actual dirigencia del PJ: “¿Cómo un tipo como el Vasco Arrechea, que fue en cana por vaciar al Banco del Chubut y hacer negocios con los radicales, nos va a venir a decir a nosotros qué hacer en el PJ?”
Nada de tibieza
Todo comenzó con un tuit: “No es tiempo de tibios ni especuladores. Hoy empezó una nueva etapa”, escribió en la red social Twitter Gonzalo Carpintero, uno de los hombres que acompañó codo a codo durante muchos años y hasta el lecho de su muerte al exgobernador Mario Das Neves.
Carpintero se fue cuando asumió Arcioni no porque tuviera mala relación con el gobernador -todo lo contrario. Sino porque necesitaba descansar después de años muy intensos junto a Das Neves. Construyó relaciones como pocos, abrió puertas y tendió puentes durante muchos años para Das Neves y hoy cosecha lo que sembró: nadie deja de atenderle el celular cuando llama. Y muchos siguen llamándolo para preguntar qué va a hacer.
Pues ahora se decidió: quiere discutir en la interna de Chubut Somos Todos “quién tiene los votos”. No le importa que del otro lado queden los que se arrogan “el legado”. Tampoco pretende confrontar de manera virulenta porque, precisamente, no se respetaría así el legado de Das Neves. Pero en marzo, cuando se haga el Congreso del Chusoto, Carpintero se sentará a discutir quién es quién.
El jueves fue al almuerzo de Madryn con otros dirigentes peronistas pero antes pasó por el despacho del intendente Sastre. Allí posó junto al intendente de Gaiman, Mariano García Aranibal, y el presidente de la Legislatura, Adrián López. “Fue una charla de amigos”, dijeron fuentes cercanas al encuentro. Pero el mensaje llegó, firme, donde debía llegar.
“Dejate ayudar”
Estos que detallamos en esta Columna no fueron los únicos encuentros en donde se charló a fondo sobre la actualidad, el futuro y la búsqueda de consensos para Chubut. El jueves a la noche, Di Pierro se juntó a cenar con el gobernador Arcioni. Al final hubo tres platos en la mesa, porque se sumó Rafael Cambareri, el exdiputado radical y cofundador de Chubut Somos Todos, hoy al mando de Petrominera y consejero de cabecera del gobernador.
Los tres son comodorenses y se conocen desde hace muchos años. Tienen confianza y no suelen andar con vueltas. Di Pierro le planteó en persona al gobernador la disposición de muchos sectores del peronismo, intendentes y dirigentes gremiales que quieren ayudar a Chubut a salir del pozo. “Te queremos ayudar pero vos dejate ayudar, Mariano”, le dijo.
En el ambiente sigue quedando la sensación de que algunos altos funcionarios todavía siguen privilegiando sus cuestiones personales por encima de los intereses del gobernador y de todos los chubutenses. Los tiempos se acortan. Que alguien haga algo rápido, antes de que sea demasiado tarde.