Un cinturón ganado con simpleza y convicción

Lucas Matthysse lo hizo. Puso nocaut al tailandés Tewa Kiram en una pelea que no regalaba emociones y ganó el título mundial de peso welter AMB. Sin el brillo de otras noches, la “Máquina” de Trelew encontró el camino más sencillo. Hoy regresa al país y pide por Danny García, el rival que quieren todos…

Momento de la definición del combate, en el octavo round. Zurdazo al rostro y al piso. Hasta allí, la pelea era pareja y con pocas emociones.
28 ENE 2018 - 20:24 | Actualizado

A veces no hace falta dar grandes demostraciones, ni cargarle al cuerpo batallas innecesarias. Alcanza con hacer lo correcto; en el momento justo, explotando al límite las oportunidades. Lucas Martín Matthysse demostró que en el boxeo se puede ganar con simpleza y festejar un título, haciendo lo correcto. Ni más, ni menos.

Y ahora sí, festejó un título del mundo que parece calzarle a la perfección tras noquear en ocho vueltas al tailandés Tewa Kiram en el Forum de Los Angeles.

El chubutense se coronó campeón welter en la versión de la Asociación Mundial de Boxeo sacándose la espina a los 35 años, en plena madurez y con una carpeta de rivales bajo el brazo. Danny García –su vencedor en Las Vegas- parece tener todos los números comprados del talonario y hasta por ahí, asoma un ya veterano Manny Pacquiao y Keith Turman, el anterior dueño de la faja.

Lo cierto es que Lucas Matthysse no transpiró como en otras noches. El indescifrable Kiram se la hizo difícil. Primero por su talla, la incomodidad de un jab lanzado en misión defensiva y porque “rompió” el match con un planteo poco claro. Matthysse entró rápido en esa confusión a pesar de quedarse casi como con un carbónico, con los rounds iniciales.

Nunca pisó el acelerador; se dejó llevar por la escasa iniciativa de su oponente y mantuvo el control con muy poco: algo de achique para tirar; golpes al cuerpo y voleos que llegaron a destino dentro una búsqueda más voluntariosa que efectiva. Igual el sureño se fue capitalizando, ahorrando energía y lanzando en una mayor proporción. El desborde pareció quedar para otra oportunidad aunque el dominio nunca cambió de guantes. Kiram siguió enredado en su propia nebulosa; pasivo y sin convicción, solamente pareció “levantar” en el cuarto round cuando Matthysse le cedió el trámite casi por completo.

Quizás no haya una explicación concreta pero la laguna fue tan profunda que el público comenzó a reclamar acción. El tailandés volvió a montar una barrera con su jabeo y encendió alguna alerta, marcando la ceja del argentino en un aparente golpe. Hasta ahí, la tarjeta parcial seguía sosteniendo el ataque por sobre la mezquindad defensiva del asiático, poco dispuesto a “calentar” el ambiente. Ciertamente la pelea se había metido en un plano de aburrimiento. Porque Matthysse parecía confiado en dominar sin necesidad de presionar y su rival, perdió las ideas y el libreto. Si no había fuego arriba, abajo afloraron los silbidos. Y ninguno pareció dispuesto a silenciarlos. Inclusive alguna tibia reacción de Tewa Kiram hizo aparecer como en un deja vú a Viktor Postol, aquel verdugo ruso del 2.015 tan mecanizado que hasta disimuló sus falencias para sorprender al chubutense en una mala noche, olvidable.

El boxeo en definitiva es tan sabio, que premia sin necesidad de comprar un billete. Y Lucas encontró en una sucesión de impactos, el premio mayor. En el octavo round provocó la primera caída con una izquierda y posterior derecha a la sien y ya sin recuperación, ni posibilidades de mantenerse mucho tiempo en pie el tailandés (primera derrota en 39 peleas) volvió a respirar lona tras una zurda con efecto retardado, un escopetazo que lo “bajó” sin contemplaciones inclusive con el drama de tener que retirarse en camilla, asistido en el mismo estadio.

Simple pero letal. Tres bombas lanzadas con precisión achicaron todo el gasto. Y le dieron a la Argentina, el nuevo campeón que estaba haciendo falta. Para variar, Lucas se despojó de su habitual dureza boxística al saludar a la distancia a su hija Priscila y repitió su grito de guerra, ante las cámaras de televisión acompañado por Oscar De la Hoya; Mario Arano y la totalidad de su equipo. Enfundado con los colores celeste y blanco, no paró de festejar, ni de contar las horas para pegar la vuelta.

“La revancha con García”

“Estoy muy contento. Se movía bien y era realmente grande. Por eso fue difícil cortar la distancia aunque nunca sentí su poder. Estoy aquí para los mejores y más grandes nombres. Quiero la revancha con Danny García o pelear contra Manny Pacquiao. Esas son las grandes peleas que quiero, aunque por supuesto, depende de Mario Arano y Golden Boy Promotions”, reconoció el flamante campeón quien ahora cuenta con 39 victorias (36 antes del límite) y 4 derrotas.

Hubo recompensa

Nada más merecido que otro Matthysse llegue a la cima. Igual que Soledad, sin “recesos”que le pongan frenos y con una familia que hizo de las piñas, su sello distintivo. En ese clan tan querible el nuevo rey terminó encontrando lo que buscaba, el motor del afecto que lo hace disfrutar de cada cosa que el boxeo le da. Y revitalizarse como el boxeador “distinto” que es.

La palabra correcta quizás sea simpleza. Por la manera de alcanzar el propósito y por dejar en el intento sólo algunos magullones.

Las guerras podrán esperar; ya que el lucimiento a ésta altura, es un “extra” para los de paladar negro y los comentarios de la tevé. Lo que cuenta es ganar y seguir transitando el camino más por la gloria que por las bolsas. Merecido. Por Lucas y por cada minuto invertido.#

La guitarra de “Nino”

Otra buena definición sumó el bonaerense Marcelino “Nino” López (34-2-1, 19) al noquear en el quinto round al experimentado colombiano Breidis Prescott (30-12), en uno de los combates preliminares de la noche.

El ex campeón argentino y sudamericano, radicado en los Estados Unidos, derribó a la mayoría de sus rivales y claramente se mete en la consideración del público con dos triunfos consecutivos por la vía rápida. Y un agregado para el show: la guitarra como compañera de ring, con la cual también brindó la nota posterior a la televisación de Combate Space.

Por su parte, el venezolano Jorge Linares derrotó por decisión unánime al filipino Mercito “No Mercy” Gesta en el semifondo del Forum.

Dos jueces vieron el combate 118-110, mientras que un tercero favoreció al campeón 117-111.

De menos a más y manteniendo las diferencias, el ”Niño de Oro” sumó su segunda victoria consecutiva en el mismo escenario y quedó con un palmarés de 44-3 en su cuarta defensa del título de la AMB, mientras que Gesta sufrió apenas su segunda derrota en 35 combates, incluídos también 2 empates.

Maradona felicitó a Lucas

Diego Armando Maradona felicitó ayer al boxeador chubutense Lucas Matthysse por su flamante corona mundial del título welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), tras la victoria contundente ante el tailandés Tewa Kiram por nocaut en el octavo round en Estados Unidos.

“Lucas, felicitaciones por el titulo welter de la A.M.B!!! Sos un gran boxeador, tenemos campeón para rato”, escribió Diego Maradona en su cuenta oficial de la red social Instagram.

El “Diego” también adjuntó junto a las palabras que expresó, una foto del trelewense Lucas Matthysse durante su festejo en el ring en el Forum de la ciudad Inglewood, Estados Unidos, soteniendo una bandera argentina y acompañado del ex campeón mexicano Óscar De La Hoya.

Orgullo argentino

“Y como bien te tatuaste en el pecho: “juremos con gloria a morir”. Desde Dubai, como siempre con todo lo argentino, aguante Matthysse!!!”, finalizó el ex capitán del seleccionado argentino de fútbol quien acompaña y celebra las hazañas de los deportistas del país en distintos puntos del planeta.

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Momento de la definición del combate, en el octavo round. Zurdazo al rostro y al piso. Hasta allí, la pelea era pareja y con pocas emociones.
28 ENE 2018 - 20:24

A veces no hace falta dar grandes demostraciones, ni cargarle al cuerpo batallas innecesarias. Alcanza con hacer lo correcto; en el momento justo, explotando al límite las oportunidades. Lucas Martín Matthysse demostró que en el boxeo se puede ganar con simpleza y festejar un título, haciendo lo correcto. Ni más, ni menos.

Y ahora sí, festejó un título del mundo que parece calzarle a la perfección tras noquear en ocho vueltas al tailandés Tewa Kiram en el Forum de Los Angeles.

El chubutense se coronó campeón welter en la versión de la Asociación Mundial de Boxeo sacándose la espina a los 35 años, en plena madurez y con una carpeta de rivales bajo el brazo. Danny García –su vencedor en Las Vegas- parece tener todos los números comprados del talonario y hasta por ahí, asoma un ya veterano Manny Pacquiao y Keith Turman, el anterior dueño de la faja.

Lo cierto es que Lucas Matthysse no transpiró como en otras noches. El indescifrable Kiram se la hizo difícil. Primero por su talla, la incomodidad de un jab lanzado en misión defensiva y porque “rompió” el match con un planteo poco claro. Matthysse entró rápido en esa confusión a pesar de quedarse casi como con un carbónico, con los rounds iniciales.

Nunca pisó el acelerador; se dejó llevar por la escasa iniciativa de su oponente y mantuvo el control con muy poco: algo de achique para tirar; golpes al cuerpo y voleos que llegaron a destino dentro una búsqueda más voluntariosa que efectiva. Igual el sureño se fue capitalizando, ahorrando energía y lanzando en una mayor proporción. El desborde pareció quedar para otra oportunidad aunque el dominio nunca cambió de guantes. Kiram siguió enredado en su propia nebulosa; pasivo y sin convicción, solamente pareció “levantar” en el cuarto round cuando Matthysse le cedió el trámite casi por completo.

Quizás no haya una explicación concreta pero la laguna fue tan profunda que el público comenzó a reclamar acción. El tailandés volvió a montar una barrera con su jabeo y encendió alguna alerta, marcando la ceja del argentino en un aparente golpe. Hasta ahí, la tarjeta parcial seguía sosteniendo el ataque por sobre la mezquindad defensiva del asiático, poco dispuesto a “calentar” el ambiente. Ciertamente la pelea se había metido en un plano de aburrimiento. Porque Matthysse parecía confiado en dominar sin necesidad de presionar y su rival, perdió las ideas y el libreto. Si no había fuego arriba, abajo afloraron los silbidos. Y ninguno pareció dispuesto a silenciarlos. Inclusive alguna tibia reacción de Tewa Kiram hizo aparecer como en un deja vú a Viktor Postol, aquel verdugo ruso del 2.015 tan mecanizado que hasta disimuló sus falencias para sorprender al chubutense en una mala noche, olvidable.

El boxeo en definitiva es tan sabio, que premia sin necesidad de comprar un billete. Y Lucas encontró en una sucesión de impactos, el premio mayor. En el octavo round provocó la primera caída con una izquierda y posterior derecha a la sien y ya sin recuperación, ni posibilidades de mantenerse mucho tiempo en pie el tailandés (primera derrota en 39 peleas) volvió a respirar lona tras una zurda con efecto retardado, un escopetazo que lo “bajó” sin contemplaciones inclusive con el drama de tener que retirarse en camilla, asistido en el mismo estadio.

Simple pero letal. Tres bombas lanzadas con precisión achicaron todo el gasto. Y le dieron a la Argentina, el nuevo campeón que estaba haciendo falta. Para variar, Lucas se despojó de su habitual dureza boxística al saludar a la distancia a su hija Priscila y repitió su grito de guerra, ante las cámaras de televisión acompañado por Oscar De la Hoya; Mario Arano y la totalidad de su equipo. Enfundado con los colores celeste y blanco, no paró de festejar, ni de contar las horas para pegar la vuelta.

“La revancha con García”

“Estoy muy contento. Se movía bien y era realmente grande. Por eso fue difícil cortar la distancia aunque nunca sentí su poder. Estoy aquí para los mejores y más grandes nombres. Quiero la revancha con Danny García o pelear contra Manny Pacquiao. Esas son las grandes peleas que quiero, aunque por supuesto, depende de Mario Arano y Golden Boy Promotions”, reconoció el flamante campeón quien ahora cuenta con 39 victorias (36 antes del límite) y 4 derrotas.

Hubo recompensa

Nada más merecido que otro Matthysse llegue a la cima. Igual que Soledad, sin “recesos”que le pongan frenos y con una familia que hizo de las piñas, su sello distintivo. En ese clan tan querible el nuevo rey terminó encontrando lo que buscaba, el motor del afecto que lo hace disfrutar de cada cosa que el boxeo le da. Y revitalizarse como el boxeador “distinto” que es.

La palabra correcta quizás sea simpleza. Por la manera de alcanzar el propósito y por dejar en el intento sólo algunos magullones.

Las guerras podrán esperar; ya que el lucimiento a ésta altura, es un “extra” para los de paladar negro y los comentarios de la tevé. Lo que cuenta es ganar y seguir transitando el camino más por la gloria que por las bolsas. Merecido. Por Lucas y por cada minuto invertido.#

La guitarra de “Nino”

Otra buena definición sumó el bonaerense Marcelino “Nino” López (34-2-1, 19) al noquear en el quinto round al experimentado colombiano Breidis Prescott (30-12), en uno de los combates preliminares de la noche.

El ex campeón argentino y sudamericano, radicado en los Estados Unidos, derribó a la mayoría de sus rivales y claramente se mete en la consideración del público con dos triunfos consecutivos por la vía rápida. Y un agregado para el show: la guitarra como compañera de ring, con la cual también brindó la nota posterior a la televisación de Combate Space.

Por su parte, el venezolano Jorge Linares derrotó por decisión unánime al filipino Mercito “No Mercy” Gesta en el semifondo del Forum.

Dos jueces vieron el combate 118-110, mientras que un tercero favoreció al campeón 117-111.

De menos a más y manteniendo las diferencias, el ”Niño de Oro” sumó su segunda victoria consecutiva en el mismo escenario y quedó con un palmarés de 44-3 en su cuarta defensa del título de la AMB, mientras que Gesta sufrió apenas su segunda derrota en 35 combates, incluídos también 2 empates.

Maradona felicitó a Lucas

Diego Armando Maradona felicitó ayer al boxeador chubutense Lucas Matthysse por su flamante corona mundial del título welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB), tras la victoria contundente ante el tailandés Tewa Kiram por nocaut en el octavo round en Estados Unidos.

“Lucas, felicitaciones por el titulo welter de la A.M.B!!! Sos un gran boxeador, tenemos campeón para rato”, escribió Diego Maradona en su cuenta oficial de la red social Instagram.

El “Diego” también adjuntó junto a las palabras que expresó, una foto del trelewense Lucas Matthysse durante su festejo en el ring en el Forum de la ciudad Inglewood, Estados Unidos, soteniendo una bandera argentina y acompañado del ex campeón mexicano Óscar De La Hoya.

Orgullo argentino

“Y como bien te tatuaste en el pecho: “juremos con gloria a morir”. Desde Dubai, como siempre con todo lo argentino, aguante Matthysse!!!”, finalizó el ex capitán del seleccionado argentino de fútbol quien acompaña y celebra las hazañas de los deportistas del país en distintos puntos del planeta.


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