Arcioni cumple 100 días de gestión tratando de encarrilar el frente político en medio de la crisis

Editorial / El balance del gobernador que sucedió a Das Neves

07 FEB 2018 - 21:27 | Actualizado

Mariano Arcioni cumple este jueves sus primeros cien días de gobierno, de una gestión acotada que lo tendrá en la Casa de Gobierno al menos hasta el 10 de diciembre de 2019. Le tocó asumir el 1º de noviembre del año pasado en el peor de los escenarios posibles para un vicegobernador que no venía de la política y que tuvo que hacer un “master” acelerado al lado de su mentor, Mario Das Neves.

Aquella mañana de noviembre, Arcioni juró con emoción pero sin alegría: había fallecido quince horas antes el última gran líder político de Chubut; la Provincia atravesaba su peor crisis económica de los últimos tres lustros; el oficialismo, que en cualquier otra circunstancia es el sostén político natural de un vicegobernador que tiene que hacerse cargo del principal sillón de Fontana 50, lo miraba con desconfianza y todavía conmovido por el golpe; y la oposición disgregada salió a marcarle la cancha sin respiro.

En ese escenario, estos cien días de Arcioni están llenos de dificultades y dilaciones políticas. Un poco por el derecho de piso que está pagando y otro poco porque ante las dificultades, los acuerdos políticos tardan y están costando más de la cuenta. Tanto en el frente interno como en su relación con Nación.

 Primeras decisiones
 
La primera de las decisiones que debió tomar Arcioni fue a las pocas horas del fallecimiento de Das Neves. Había quedado a cargo de la gobernación pero debía renunciar como diputado nacional electo para seguir después del 10 de diciembre como primer mandatario.

Se tejió mucho alrededor de esa decisión, incluso con algunos que se calzaban el traje, pero a los pocos días el comodorense comunicaría la decisión de seguir en la gobernación, bajo el argumento de respetar la institucionalidad que indicaba que había sido electo junto a Das Neves para conducir los destinos de la provincia.

Lo segundo fue a los pocos días. El gobernador le aceptaba la renuncia a Jerónimo García como ministro coordinador de Gabinete, lugar que ocupó en los últimos días de Das Neves. Lo necesitaba de vuelta en la Legislatura, en un momento complicado desde lo institucional y lo político. Chubut Somos Todos debía contar nuevamente con sus 8 diputados en la Cámara, ya que con la licencia de Jerónimo eran 7 los que habían quedado. Y lo más importante, debía buscar diálogo con la oposición.

 Continuidad
 
Algo que debió repetir hasta el hartazgo el propio Arcioni es que venía a encarar un proyecto de continuidad con lo que había empezado Mario Das Neves. Lo que expresó en palabras, también lo iba a tener que demostrar en los hechos. No hubo grandes cambios de gabinete, solo la figura de Sergio Mammarelli como jefe de Gabinete y su vice, Felix Sotomayor, para suplir a Jerónimo.

Lo otro, fueron retoques, en su mayoría. Hernán Alonso volvió a Producción, Sixto Bermejo que terminaba su mandato de diputado nacional desembarcó en Corfo, y Graciela Cigudosa, una de las subsecretarias en Educación, ascendió a ministra. Marcial Paz, que estaba como secretario de Trabajo, fue de ministro de Gobierno en reemplazo de Pablo Durán. Y con el alejamiento de María Victoria Das Neves de la subsecretaría de Modernización, quien se hizo cargo fue Elías Chein, el segundo.

Con la llegada de Paz, volvió la Secretaría de Seguridad y Federico Massoni. Sin dudas la incorporación que más ruido hizo en el dasnevismo, teniendo en cuenta su último paso con Martín Buzzi en esa misma área.

Sin embargo el gesto más contundente por el “proyecto”, vendría del lado de la familia Das Neves. Fue la propia Raquel Di Perna, esposa del gobernador extinto, quien se puso al lado de Arcioni para acompañarlo en las giras del interior y dar un mensaje sin la posibilidad de un mensaje ambiguo.
 
Santa Cruz y “default”
 
Hubo dos hechos que sacudieron los primeros 100 días de Arcioni como gobernador. El primero tendría como protagonista a Mammarelli. Sus declaraciones públicas afirmando que en lo económico la provincia estaba “peor que Santa Cruz” y aclarando, por si hacía falta, que “algunos ministros no lo quieren entender”, generó un incendio que se solo se apagó con la salida de algunos ministros como Gustavo Castán, Pablo Mamet o Pablo Durán, quienes fueron muy críticos con quien debía coordinarlos. Mammarelli quedó firme y la relación con el “dasnevismo” se resintió.

Más acá en el tiempo, la provincia se vio sacudida ante la posibilidad de un default, tal como fue leído por los mercados. Un error en la comunicación al hablar de “reestructuración” de la deuda trajo los fantasmas de la cesación de pagos. Los bonos se desplomaron y hubo un importante ruido no solo a nivel nacional, sino en el plano internacional, donde están los acreedores, prestos a cobrar cada dólar.

Enseguida llegó el comunicado para llevar tranquilidad al ámbito financiero y luego la desmentida de un posible default. Ahora se hablaría de refinanciación y mejorar el perfil financiero.

 Vínculo con Macri
 
La relación con Macri transcurrió dentro de la “buena sintonía”. El presidente le reservó un lugar al lado en la primera cumbre de gobernadores que Arcioni presenció en la Casa Rosada como primer mandatario de Chubut.

Durante las vacaciones de Macri, también fue Arcioni uno de los gobernadores que recibió el presidente en la coqueta estancia de Villa La Angostura. En esas semanas pasaron por allí dos de los preferidos del presidente: la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

En sus días de descanso Macri haría “una escapada” para hacer su primer acto de 2018 en Chubut, para inaugurar la ampliación del parque eólico de Rawson.  Gestos, como la ayuda financiera en cuotas del Gobierno Nacional para afrontar las dificultades de caja que debió afrontar el Gobierno.

Aunque también había ciertas condiciones. Una de ellas era la aprobación del Pacto Fiscal, o la Ley Previsional en el Congreso, para luego revalidar el primero en la Legislatura Provincial.

 La oposición
 
El Acuerdo Ciudadano primero, con el decreto de “refuncionalización del Estado” como lo bautizó Mammarelli, el Pacto Fiscal y la Ley de Emergencia Económica generaron rispideces con los diputados y no solo con el Frente para la Victoria.

La primera prueba de fuego fue la sesión extraordinaria de enero. Allí el Gobierno obtuvo un revés: debió aprobar una Ley de Emergencia ajena y devolver a Comisión el Presupuesto 2018 y el Pacto Fiscal. Una de las principales críticas era la presencia de los ministros en la Cámara un día antes de la sesión.

El cambio de estrategia llevaría a buscar el respaldo primero en los intendentes. Luego con las cámaras empresarias y hasta con algunos sindicatos. Aunque esta historia es muy reciente y el desenlace se conocerá en los próximos días de este mes, cuando se Arcioni llame por segunda vez a Extraordinarias.

El gobernador tiene el crédito abierto pero necesita comenzar a cerrar los temas políticos para reenfocarse en la gestión. Porque en doce meses estará lanzado a pleno el año electoral y ya no habrá tiempo para resolver lo que no se hizo antes.#

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07 FEB 2018 - 21:27

Mariano Arcioni cumple este jueves sus primeros cien días de gobierno, de una gestión acotada que lo tendrá en la Casa de Gobierno al menos hasta el 10 de diciembre de 2019. Le tocó asumir el 1º de noviembre del año pasado en el peor de los escenarios posibles para un vicegobernador que no venía de la política y que tuvo que hacer un “master” acelerado al lado de su mentor, Mario Das Neves.

Aquella mañana de noviembre, Arcioni juró con emoción pero sin alegría: había fallecido quince horas antes el última gran líder político de Chubut; la Provincia atravesaba su peor crisis económica de los últimos tres lustros; el oficialismo, que en cualquier otra circunstancia es el sostén político natural de un vicegobernador que tiene que hacerse cargo del principal sillón de Fontana 50, lo miraba con desconfianza y todavía conmovido por el golpe; y la oposición disgregada salió a marcarle la cancha sin respiro.

En ese escenario, estos cien días de Arcioni están llenos de dificultades y dilaciones políticas. Un poco por el derecho de piso que está pagando y otro poco porque ante las dificultades, los acuerdos políticos tardan y están costando más de la cuenta. Tanto en el frente interno como en su relación con Nación.

 Primeras decisiones
 
La primera de las decisiones que debió tomar Arcioni fue a las pocas horas del fallecimiento de Das Neves. Había quedado a cargo de la gobernación pero debía renunciar como diputado nacional electo para seguir después del 10 de diciembre como primer mandatario.

Se tejió mucho alrededor de esa decisión, incluso con algunos que se calzaban el traje, pero a los pocos días el comodorense comunicaría la decisión de seguir en la gobernación, bajo el argumento de respetar la institucionalidad que indicaba que había sido electo junto a Das Neves para conducir los destinos de la provincia.

Lo segundo fue a los pocos días. El gobernador le aceptaba la renuncia a Jerónimo García como ministro coordinador de Gabinete, lugar que ocupó en los últimos días de Das Neves. Lo necesitaba de vuelta en la Legislatura, en un momento complicado desde lo institucional y lo político. Chubut Somos Todos debía contar nuevamente con sus 8 diputados en la Cámara, ya que con la licencia de Jerónimo eran 7 los que habían quedado. Y lo más importante, debía buscar diálogo con la oposición.

 Continuidad
 
Algo que debió repetir hasta el hartazgo el propio Arcioni es que venía a encarar un proyecto de continuidad con lo que había empezado Mario Das Neves. Lo que expresó en palabras, también lo iba a tener que demostrar en los hechos. No hubo grandes cambios de gabinete, solo la figura de Sergio Mammarelli como jefe de Gabinete y su vice, Felix Sotomayor, para suplir a Jerónimo.

Lo otro, fueron retoques, en su mayoría. Hernán Alonso volvió a Producción, Sixto Bermejo que terminaba su mandato de diputado nacional desembarcó en Corfo, y Graciela Cigudosa, una de las subsecretarias en Educación, ascendió a ministra. Marcial Paz, que estaba como secretario de Trabajo, fue de ministro de Gobierno en reemplazo de Pablo Durán. Y con el alejamiento de María Victoria Das Neves de la subsecretaría de Modernización, quien se hizo cargo fue Elías Chein, el segundo.

Con la llegada de Paz, volvió la Secretaría de Seguridad y Federico Massoni. Sin dudas la incorporación que más ruido hizo en el dasnevismo, teniendo en cuenta su último paso con Martín Buzzi en esa misma área.

Sin embargo el gesto más contundente por el “proyecto”, vendría del lado de la familia Das Neves. Fue la propia Raquel Di Perna, esposa del gobernador extinto, quien se puso al lado de Arcioni para acompañarlo en las giras del interior y dar un mensaje sin la posibilidad de un mensaje ambiguo.
 
Santa Cruz y “default”
 
Hubo dos hechos que sacudieron los primeros 100 días de Arcioni como gobernador. El primero tendría como protagonista a Mammarelli. Sus declaraciones públicas afirmando que en lo económico la provincia estaba “peor que Santa Cruz” y aclarando, por si hacía falta, que “algunos ministros no lo quieren entender”, generó un incendio que se solo se apagó con la salida de algunos ministros como Gustavo Castán, Pablo Mamet o Pablo Durán, quienes fueron muy críticos con quien debía coordinarlos. Mammarelli quedó firme y la relación con el “dasnevismo” se resintió.

Más acá en el tiempo, la provincia se vio sacudida ante la posibilidad de un default, tal como fue leído por los mercados. Un error en la comunicación al hablar de “reestructuración” de la deuda trajo los fantasmas de la cesación de pagos. Los bonos se desplomaron y hubo un importante ruido no solo a nivel nacional, sino en el plano internacional, donde están los acreedores, prestos a cobrar cada dólar.

Enseguida llegó el comunicado para llevar tranquilidad al ámbito financiero y luego la desmentida de un posible default. Ahora se hablaría de refinanciación y mejorar el perfil financiero.

 Vínculo con Macri
 
La relación con Macri transcurrió dentro de la “buena sintonía”. El presidente le reservó un lugar al lado en la primera cumbre de gobernadores que Arcioni presenció en la Casa Rosada como primer mandatario de Chubut.

Durante las vacaciones de Macri, también fue Arcioni uno de los gobernadores que recibió el presidente en la coqueta estancia de Villa La Angostura. En esas semanas pasaron por allí dos de los preferidos del presidente: la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

En sus días de descanso Macri haría “una escapada” para hacer su primer acto de 2018 en Chubut, para inaugurar la ampliación del parque eólico de Rawson.  Gestos, como la ayuda financiera en cuotas del Gobierno Nacional para afrontar las dificultades de caja que debió afrontar el Gobierno.

Aunque también había ciertas condiciones. Una de ellas era la aprobación del Pacto Fiscal, o la Ley Previsional en el Congreso, para luego revalidar el primero en la Legislatura Provincial.

 La oposición
 
El Acuerdo Ciudadano primero, con el decreto de “refuncionalización del Estado” como lo bautizó Mammarelli, el Pacto Fiscal y la Ley de Emergencia Económica generaron rispideces con los diputados y no solo con el Frente para la Victoria.

La primera prueba de fuego fue la sesión extraordinaria de enero. Allí el Gobierno obtuvo un revés: debió aprobar una Ley de Emergencia ajena y devolver a Comisión el Presupuesto 2018 y el Pacto Fiscal. Una de las principales críticas era la presencia de los ministros en la Cámara un día antes de la sesión.

El cambio de estrategia llevaría a buscar el respaldo primero en los intendentes. Luego con las cámaras empresarias y hasta con algunos sindicatos. Aunque esta historia es muy reciente y el desenlace se conocerá en los próximos días de este mes, cuando se Arcioni llame por segunda vez a Extraordinarias.

El gobernador tiene el crédito abierto pero necesita comenzar a cerrar los temas políticos para reenfocarse en la gestión. Porque en doce meses estará lanzado a pleno el año electoral y ya no habrá tiempo para resolver lo que no se hizo antes.#


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