Corea del Sur da inicio a unos Juegos que alivian tensiones con el Norte
Corea del Sur dará comienzo mañana a los Juegos Olímpicos de Invierno, un cita deportiva que ha permitido un súbito deshielo con Corea del Norte tras décadas de tensión y luego de un año de creciente hostilidad de Estados Unidos hacia el régimen norcoreano por su programa de desarrollo de misiles y bombas nucleares.
Una delegación de funcionarios norcoreano llegará mañana a Seúl para la ceremonia de apertura de los Juegos, encabezada por el jefe de Estado nominal Kim Yong Nam, el funcionario de mayor rango en visitar el Sur desde la división de la península, hace 65 años, y por la hermana del líder supremo, Kim Jong-un.
Tanto Kim Yong Nam como Kim Yo Jong, una figura de creciente poder e influencia en Corea del Norte que maneja la imagen de su hermano y organiza sus actos públicos, se reunirán el sábado con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, para un almuerzo histórico, informó hoy la Presidencia del Corea del Sur.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien llegó hoy a Seúl y también estará en la apertura de los juegos en la ciudad de Pyeongchang, fue recibido por Moon, a quien felicitó por la organización del evento y prometió que el gobierno del presidente Donald Trump seguirá apoyando a Seúl ante la amenaza norcoreana.
Al dar la bienvenida a Pence en la Casa Azul, sede de la Presidencia, Moon aprovechó la ocasión para destacar la visita de los funcionarios norcoreanos a la cita deportiva, a la que calificó de "Juegos Olímpicos de la paz" y de "evento que conduce a un diálogo de desnuclearización en la península coreana".
En privado, Pence manifestó a Moon la preocupación de Washington por su tono más conciliatorio hacia el Norte y le advirtió contra la "propaganda" norcoreana durante los Juegos, al punto que ambos acordaron que cualquier apertura hacia Pyongyang debe tener como meta su denuclearización, dijeron funcionarios estadounidenses.
El vicepresidente norteamericano Mike Pence podría cruzarse con Kim Jogn un
La presencia de Pence en la apertura podría hacerlo coincidir con Kim Yong Nam en una misma sala, lo que ha dado lugar a especulaciones sobre un posible encuentro entre las partes luego de un año en el que Trump y Kim Jong-un intercambiaron insultos y amenazas de guerra.
El funcionario de la Cancillería norcoreana Cho Yong Sam dijo que el Norte no tiene "ninguna intención" de reunirse con autoridades durante la visita al Sur.
Pero sus comentarios no descartaron explícitamente una reunión, y tampoco lo hizo Pence, pese a lanzar duras críticas contra Pyongyang.
"Puede haber una posibilidad de algún tipo de encuentro con norcoreanos", dijo Pence a periodistas en una parada previa en Japón, antes de abordar su avión hacia Seúl.
"Tendremos que esperar y ver exactamente que sucede", agregó, sin precisar si el posible encuentro sería formal o informal.
Los Juegos Olímpicos de Invierno dispararon un abrupto acercamiento entre las dos Coreas, que siguen técnicamente en guerra desde que la Guerra de Corea (1950-1953) terminó con un armisticio y no con un tratado de paz. Estados Unidos peleó esa guerra del lado del Sur, mientras que China lo hizo del lado del Norte.
Analistas creen que el deshielo probablemente no durará más allá de los Juegos.
Las tensiones se dispararon el año pasado luego de que Corea del Norte realizara múltiples ensayos armamentísticos, incluyendo el lanzamiento de un misil intercontinental capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos y el que fue por lejos el test nuclear más poderoso de los seis que ha realizado desde 2006.
Durante meses, Pyongyang ignoró súplicas de Corea del Sur de participar en los Juegos Olímpicos, para los que el Norte no había calificado, hasta que Kim insinuó su disposición a hacerlo en su discurso de Año Nuevo.
Los comentarios derivaron el mes pasado en una rápida serie de encuentros en el que las Coreas acordaron que sus delegaciones de atletas marchen juntos en la ceremonia de apertura bajo una misma bandera, así como formar un equipo unificado de hockey femenino, el primero de su tipo en 27 años.
En vísperas de la ceremonia, y horas después de la llegada al Sur de la delegación de atletas norcoreanos, Kim presidió un desfile militar en Pyongyang con motivo del 70° aniversario de las Fuerzas Armadas, exhibiendo al mundo sus misiles balísticos intercontinentales.
"Nos hemos vuelto capaces de mostrar nuestra estatura como poder militar global", dijo Kim desde el estrado en el que presidió el desfile.
En Beijing, el canciller chino, Wang Yi, celebró hoy el acercamiento de las dos Coreas y pidió que Estados Unidos también se sume a la distensión.
"Esperamos que este diálogo con ocasión de los Juegos se convierta en habitual y que el que hay entre las dos Coreas se expanda, especialmente entre Corea del Norte y Estados Unidos", dijo Wang.
En Corea del Sur, en tanto, la delegación de atletas Corea del Norte fue oficialmente recibida hoy en la Villa Olímpica de Gangneung, donde ya flamea la bandera del Norte, en una ceremonia que pasó de una frialdad protocolar extrema a una alegría desbordante en pocos minutos gracias a la música de una orquesta norcoreana.
La apertura de los Juegos comenzará a las 12 hora local (la medianoche del jueves en la Argentina).
Una delegación de funcionarios norcoreano llegará mañana a Seúl para la ceremonia de apertura de los Juegos, encabezada por el jefe de Estado nominal Kim Yong Nam, el funcionario de mayor rango en visitar el Sur desde la división de la península, hace 65 años, y por la hermana del líder supremo, Kim Jong-un.
Tanto Kim Yong Nam como Kim Yo Jong, una figura de creciente poder e influencia en Corea del Norte que maneja la imagen de su hermano y organiza sus actos públicos, se reunirán el sábado con el presidente surcoreano, Moon Jae-in, para un almuerzo histórico, informó hoy la Presidencia del Corea del Sur.
El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, quien llegó hoy a Seúl y también estará en la apertura de los juegos en la ciudad de Pyeongchang, fue recibido por Moon, a quien felicitó por la organización del evento y prometió que el gobierno del presidente Donald Trump seguirá apoyando a Seúl ante la amenaza norcoreana.
Al dar la bienvenida a Pence en la Casa Azul, sede de la Presidencia, Moon aprovechó la ocasión para destacar la visita de los funcionarios norcoreanos a la cita deportiva, a la que calificó de "Juegos Olímpicos de la paz" y de "evento que conduce a un diálogo de desnuclearización en la península coreana".
En privado, Pence manifestó a Moon la preocupación de Washington por su tono más conciliatorio hacia el Norte y le advirtió contra la "propaganda" norcoreana durante los Juegos, al punto que ambos acordaron que cualquier apertura hacia Pyongyang debe tener como meta su denuclearización, dijeron funcionarios estadounidenses.
El vicepresidente norteamericano Mike Pence podría cruzarse con Kim Jogn un
La presencia de Pence en la apertura podría hacerlo coincidir con Kim Yong Nam en una misma sala, lo que ha dado lugar a especulaciones sobre un posible encuentro entre las partes luego de un año en el que Trump y Kim Jong-un intercambiaron insultos y amenazas de guerra.
El funcionario de la Cancillería norcoreana Cho Yong Sam dijo que el Norte no tiene "ninguna intención" de reunirse con autoridades durante la visita al Sur.
Pero sus comentarios no descartaron explícitamente una reunión, y tampoco lo hizo Pence, pese a lanzar duras críticas contra Pyongyang.
"Puede haber una posibilidad de algún tipo de encuentro con norcoreanos", dijo Pence a periodistas en una parada previa en Japón, antes de abordar su avión hacia Seúl.
"Tendremos que esperar y ver exactamente que sucede", agregó, sin precisar si el posible encuentro sería formal o informal.
Los Juegos Olímpicos de Invierno dispararon un abrupto acercamiento entre las dos Coreas, que siguen técnicamente en guerra desde que la Guerra de Corea (1950-1953) terminó con un armisticio y no con un tratado de paz. Estados Unidos peleó esa guerra del lado del Sur, mientras que China lo hizo del lado del Norte.
Analistas creen que el deshielo probablemente no durará más allá de los Juegos.
Las tensiones se dispararon el año pasado luego de que Corea del Norte realizara múltiples ensayos armamentísticos, incluyendo el lanzamiento de un misil intercontinental capaz de alcanzar el territorio continental de Estados Unidos y el que fue por lejos el test nuclear más poderoso de los seis que ha realizado desde 2006.
Durante meses, Pyongyang ignoró súplicas de Corea del Sur de participar en los Juegos Olímpicos, para los que el Norte no había calificado, hasta que Kim insinuó su disposición a hacerlo en su discurso de Año Nuevo.
Los comentarios derivaron el mes pasado en una rápida serie de encuentros en el que las Coreas acordaron que sus delegaciones de atletas marchen juntos en la ceremonia de apertura bajo una misma bandera, así como formar un equipo unificado de hockey femenino, el primero de su tipo en 27 años.
En vísperas de la ceremonia, y horas después de la llegada al Sur de la delegación de atletas norcoreanos, Kim presidió un desfile militar en Pyongyang con motivo del 70° aniversario de las Fuerzas Armadas, exhibiendo al mundo sus misiles balísticos intercontinentales.
"Nos hemos vuelto capaces de mostrar nuestra estatura como poder militar global", dijo Kim desde el estrado en el que presidió el desfile.
En Beijing, el canciller chino, Wang Yi, celebró hoy el acercamiento de las dos Coreas y pidió que Estados Unidos también se sume a la distensión.
"Esperamos que este diálogo con ocasión de los Juegos se convierta en habitual y que el que hay entre las dos Coreas se expanda, especialmente entre Corea del Norte y Estados Unidos", dijo Wang.
En Corea del Sur, en tanto, la delegación de atletas Corea del Norte fue oficialmente recibida hoy en la Villa Olímpica de Gangneung, donde ya flamea la bandera del Norte, en una ceremonia que pasó de una frialdad protocolar extrema a una alegría desbordante en pocos minutos gracias a la música de una orquesta norcoreana.
La apertura de los Juegos comenzará a las 12 hora local (la medianoche del jueves en la Argentina).