Juicio por el asesinato de Diana Rojas: declararon médicos y peritos, y la inspección ocular quedó para el viernes

Se realizó este jueves la cuarta jornada por el juicio de femicidio. Prestaron testimonio los peritos forenses y de Criminalística de la Policia local, que tuvieron actuación en las horas posteriores a la aparición del cadáver de la joven estudiante de abogacía, en mayo de 2016.

08 FEB 2018 - 12:49 | Actualizado

Este jueves se llevó a cabo en el edificio de Tribunales de Puerto Madryn la cuarta jornada del Juicio Oral y Público por el crimen de Diana Rojas. Prestaron testimonio los peritos forenses y de Criminalística de la Policia local, que tuvieron actuación en las horas posteriores a la aparición del cadáver de la joven estudiante de abogacía, en mayo de 2016.

En total, fueron una decena los técnicos que declararon ante el Tribunal que integran las Juezas Patricia Asaro, Patricia Reyes y Marcela Pérez.
El abogado defensor de Dante Donnini, Dr Martín Castro, estuvo acompañado por el reconocido médico legista y psiquiatra forense Enrique Da Rosa, quien oficia de columnista en varios programas de la televisión nacional.

El primer testigo citado por la querella fue el Comisario Néstor Gómez, quien en la fecha del crimen trabajaba en la Oficina de Delitos Complejos de la Fiscalía local. El funcionario policial fue el encargado de recabar información sobre las líneas telefónicas de la víctima y del imputado. Su tarea fue contactarse con las empresas telefónicas de la ciudad a las que le entregó un oficio requiriendo informes sobre datos, fechas, horario y contenido de las llamadas realizadas y recibidas, tanto por Rojas como por Donnini.

Del informe surgió que la víctima realizó una llamada a la parada de taxi donde trabajaba el acusado, que se puso en contacto con una persona que le quería comprar un calzado, intercambió mensajes con un empleado del correo y recibió una llamada de un familiar procedente de Entre Rios.
Indicó que el imputado, se comunicó con el dueño del taxi, con un sobrino al que intentó venderle un teléfono y finalmente con la persona que le compró el aparato celular.

El teléfono de la víctima tenía un código que impactó en el teléfono que se correspondía con la persona que le había adquirido el teléfono a Donnini, lo que demostraría que le habían sacado un chip para ponerle uno nuevo.

Uno de los testimonios más ricos de la jornada fue el que brindó el Licenciado Julio Canteriño, Jefe de la Policía Científica local.
El experto reveló que el cuerpo se encontraba de cúbito dorsal con una de las piernas semiflexionadas, con sangre en el rostro y lesiones evidentes. Indicó que sobre el margen derecho se apreciaba que la ropa interior estaba enroscada y sobre la cintura, lo que le indicó que iba a ser necesario realizar pruebas de ADN.

Canteriño consignó que “encontramos rastros de los tacos del zapato de la víctima y esas huellas nos indicaron el trayecto que había realizado y así es que nos dirigimos hacia el sector costero, a contraposición del ingreso, donde había un recodo que coincide con un minibasural. Desde allí, la víctima caminó o corrió aproximadamente 450 metros hasta el lugar donde apareció el cadáver”.

El profesional afirmó que con la investigación realizada se puede afirmar que la joven fue asesinada en el lugar donde fue encontrada, después de haber sido perseguida y que los elementos fundamentales son la extensión y el grosor de los tres charcos de sangre encontrados en la zona.

También indicó que los peritajes realizados permiten inferir que “la chica se escapó del victimario desde la zona del recodo y recorrió 450 o 500 metros hasta que fue asesinada” y agregó que se encontraron “con huellas que demostraban que el cuerpo de la víctima fue arrastrado para que pasara un automóvil”.

En la zona del mini basural hallaron una cartera, extensiones de cabello, una soga con un gancho en uno de los extremos y una rejilla, todo en un radio pequeño muy cerca donde también observaron una huella de neumáticos.

Canteriño también participó del allanamiento que se realizó al domicilio de Donnini donde secuestraron unas zapatillas blancas con algunas máculas de sangre y aseguró que también había manchas de sangre en el piso y en las escaleras que conducen a la habitación superior del inmueble.

También participó del peritaje realizado al taxi que conducía Donnini y reveló que el reactivo realizado arrojó una coloración positiva con sangre sobre el asiento del acompañante y máculas en el apoya cabezas y el asiento trasero. Al mismo tiempo, se hicieron estudios de identidad con las cubiertas Firestone que pertenecían al taxi en el que trabajaba el acusado y aseveró que las cubiertas se correspondían por tamaño y deiseño con las huellas del vehículo encontrado en la zona del descubrimiento del cadáver.

Por su parte, el investigador del CONICET, Dr Néstor Basso señaló de manera concluyente que en los estudios realizados en las uñas de la mujer, en una cuerda elástica, en una cartera, en un trapo rejilla y en un chaleco de lana que pertenecía a Diana Rojas se encontró material genético de la víctima y de Dante Donnini y ante una pregunta del abogado defensor, señaló que el hisopado realizado en la zona vaginal de la joven no se encontró material genético del imputado.

Otra declaración trascendental fue la que ofreció el médico forense Herminio González, quien ejercía la jefatura del Cuerpo Médico Forense de Puerto Madryn cuando ocurrió la muerte de Rojas.

González manifestó que a primera vista y por el escenario de violencia podía inferirse que “nos encontrábamos en el lugar del hecho, no del hallazgo” y relató que lo primero que vio fueron dos manchas de sangre de un metro de diámetro cada una y que por el corrimiento del ripio se podía determinar que se había producido el arrastramiento del cuerpo. El forense manifestó que los datos recogidos permitieron descifrar que la muerte era reciente porque no habían signos de putrefacción y porque el cuerpo no había sufrido ninguna alteración por parte de alimañas o aves rapaces.  

De manera muy cruda y con detalles muy precisos, González indicó que “acá hubo un intento de degollamiento desde el primer momento y el hecho de que hayamos encontrado 23 heridas entre punzantes, punzo cortantes y otras que penetraron en el cuerpo, demuestra que la joven ofreció una gran resistencia”.

El especialista agregó que las heridas estaban predominantemente del lado derecho del cuerpo por lo que llegó a la conclusión de que el agresor la atacó por atrás, sujetándola con la mano izquierda y atacándola con un cuchillo con la mano derecha.

También reveló que aunque en el cuerpo de la víctima encontraron muchas lesiones, las heridas más graves son las que recibió, primero debajo de la axila, que interesó órganos vitales y luego, una puñalada en el cuello, que fue la estocada final.   Gonzalez considera que desde el primer ataque hasta el corte en el cuello debió haber transcurrido entre 12 y 18 minutos y opinó que “creo que no pudo huir del agresor porque llevaba botas con tacos muy altos, porque si hubiese estado en zapatillas probablemente hubiese aprovechado las características del terreno para escapar”.

El perito confirmó la existencia de pisotadas alrededor de la víctima, opinó que no hay indicios de que haya participado del crimen más de una persona y consignó que no hay pruebas directas de abuso sexual pero sí indirectas, por ejemplo, el hecho de que haya cortes efectuados en el lado izquierdo del pecho que fueron infligidos cuando la víctima estaba con la remera levantada o sin la remera.

Con respecto a los exámenes efectuados a Donnini en los días posteriores al crimen, González dijo que se hallaron escoriaciones múltiples en los brazos y en la mano, un machucón en la muñeca, lesiones leves en la boca y en la zona de la nariz, compatibles con resguños de un ser humano y raspaduras en las piernas, compatibles con las lesiones que provocan los arbustos del campo.

Un momento ríspido se vivió en el debate cuando el abogado defensor, Martín Castro, pidió la nulidad del hisopado bucal del acusado, que presentaron la Fiscalía y la querella por considerarlo irregular. Mientras el querellante Carlos Villada consideró que el pedido era extemporáneo e improcedente, el fiscal Daniel Báez señaló que “el defensor saca esta denuncia de la galera solo para dilatar el proceso”.

El Tribunal señaló que el pedido de nulidad será resuelto en el momento de la sentencia. Este viernes, desde las 8:30, se reanudará el juico con la inspección ocular del sitio donde fue hallado el cadáver de Diana Rojas y el testimonio de los últimos testigos.
 

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08 FEB 2018 - 12:49

Este jueves se llevó a cabo en el edificio de Tribunales de Puerto Madryn la cuarta jornada del Juicio Oral y Público por el crimen de Diana Rojas. Prestaron testimonio los peritos forenses y de Criminalística de la Policia local, que tuvieron actuación en las horas posteriores a la aparición del cadáver de la joven estudiante de abogacía, en mayo de 2016.

En total, fueron una decena los técnicos que declararon ante el Tribunal que integran las Juezas Patricia Asaro, Patricia Reyes y Marcela Pérez.
El abogado defensor de Dante Donnini, Dr Martín Castro, estuvo acompañado por el reconocido médico legista y psiquiatra forense Enrique Da Rosa, quien oficia de columnista en varios programas de la televisión nacional.

El primer testigo citado por la querella fue el Comisario Néstor Gómez, quien en la fecha del crimen trabajaba en la Oficina de Delitos Complejos de la Fiscalía local. El funcionario policial fue el encargado de recabar información sobre las líneas telefónicas de la víctima y del imputado. Su tarea fue contactarse con las empresas telefónicas de la ciudad a las que le entregó un oficio requiriendo informes sobre datos, fechas, horario y contenido de las llamadas realizadas y recibidas, tanto por Rojas como por Donnini.

Del informe surgió que la víctima realizó una llamada a la parada de taxi donde trabajaba el acusado, que se puso en contacto con una persona que le quería comprar un calzado, intercambió mensajes con un empleado del correo y recibió una llamada de un familiar procedente de Entre Rios.
Indicó que el imputado, se comunicó con el dueño del taxi, con un sobrino al que intentó venderle un teléfono y finalmente con la persona que le compró el aparato celular.

El teléfono de la víctima tenía un código que impactó en el teléfono que se correspondía con la persona que le había adquirido el teléfono a Donnini, lo que demostraría que le habían sacado un chip para ponerle uno nuevo.

Uno de los testimonios más ricos de la jornada fue el que brindó el Licenciado Julio Canteriño, Jefe de la Policía Científica local.
El experto reveló que el cuerpo se encontraba de cúbito dorsal con una de las piernas semiflexionadas, con sangre en el rostro y lesiones evidentes. Indicó que sobre el margen derecho se apreciaba que la ropa interior estaba enroscada y sobre la cintura, lo que le indicó que iba a ser necesario realizar pruebas de ADN.

Canteriño consignó que “encontramos rastros de los tacos del zapato de la víctima y esas huellas nos indicaron el trayecto que había realizado y así es que nos dirigimos hacia el sector costero, a contraposición del ingreso, donde había un recodo que coincide con un minibasural. Desde allí, la víctima caminó o corrió aproximadamente 450 metros hasta el lugar donde apareció el cadáver”.

El profesional afirmó que con la investigación realizada se puede afirmar que la joven fue asesinada en el lugar donde fue encontrada, después de haber sido perseguida y que los elementos fundamentales son la extensión y el grosor de los tres charcos de sangre encontrados en la zona.

También indicó que los peritajes realizados permiten inferir que “la chica se escapó del victimario desde la zona del recodo y recorrió 450 o 500 metros hasta que fue asesinada” y agregó que se encontraron “con huellas que demostraban que el cuerpo de la víctima fue arrastrado para que pasara un automóvil”.

En la zona del mini basural hallaron una cartera, extensiones de cabello, una soga con un gancho en uno de los extremos y una rejilla, todo en un radio pequeño muy cerca donde también observaron una huella de neumáticos.

Canteriño también participó del allanamiento que se realizó al domicilio de Donnini donde secuestraron unas zapatillas blancas con algunas máculas de sangre y aseguró que también había manchas de sangre en el piso y en las escaleras que conducen a la habitación superior del inmueble.

También participó del peritaje realizado al taxi que conducía Donnini y reveló que el reactivo realizado arrojó una coloración positiva con sangre sobre el asiento del acompañante y máculas en el apoya cabezas y el asiento trasero. Al mismo tiempo, se hicieron estudios de identidad con las cubiertas Firestone que pertenecían al taxi en el que trabajaba el acusado y aseveró que las cubiertas se correspondían por tamaño y deiseño con las huellas del vehículo encontrado en la zona del descubrimiento del cadáver.

Por su parte, el investigador del CONICET, Dr Néstor Basso señaló de manera concluyente que en los estudios realizados en las uñas de la mujer, en una cuerda elástica, en una cartera, en un trapo rejilla y en un chaleco de lana que pertenecía a Diana Rojas se encontró material genético de la víctima y de Dante Donnini y ante una pregunta del abogado defensor, señaló que el hisopado realizado en la zona vaginal de la joven no se encontró material genético del imputado.

Otra declaración trascendental fue la que ofreció el médico forense Herminio González, quien ejercía la jefatura del Cuerpo Médico Forense de Puerto Madryn cuando ocurrió la muerte de Rojas.

González manifestó que a primera vista y por el escenario de violencia podía inferirse que “nos encontrábamos en el lugar del hecho, no del hallazgo” y relató que lo primero que vio fueron dos manchas de sangre de un metro de diámetro cada una y que por el corrimiento del ripio se podía determinar que se había producido el arrastramiento del cuerpo. El forense manifestó que los datos recogidos permitieron descifrar que la muerte era reciente porque no habían signos de putrefacción y porque el cuerpo no había sufrido ninguna alteración por parte de alimañas o aves rapaces.  

De manera muy cruda y con detalles muy precisos, González indicó que “acá hubo un intento de degollamiento desde el primer momento y el hecho de que hayamos encontrado 23 heridas entre punzantes, punzo cortantes y otras que penetraron en el cuerpo, demuestra que la joven ofreció una gran resistencia”.

El especialista agregó que las heridas estaban predominantemente del lado derecho del cuerpo por lo que llegó a la conclusión de que el agresor la atacó por atrás, sujetándola con la mano izquierda y atacándola con un cuchillo con la mano derecha.

También reveló que aunque en el cuerpo de la víctima encontraron muchas lesiones, las heridas más graves son las que recibió, primero debajo de la axila, que interesó órganos vitales y luego, una puñalada en el cuello, que fue la estocada final.   Gonzalez considera que desde el primer ataque hasta el corte en el cuello debió haber transcurrido entre 12 y 18 minutos y opinó que “creo que no pudo huir del agresor porque llevaba botas con tacos muy altos, porque si hubiese estado en zapatillas probablemente hubiese aprovechado las características del terreno para escapar”.

El perito confirmó la existencia de pisotadas alrededor de la víctima, opinó que no hay indicios de que haya participado del crimen más de una persona y consignó que no hay pruebas directas de abuso sexual pero sí indirectas, por ejemplo, el hecho de que haya cortes efectuados en el lado izquierdo del pecho que fueron infligidos cuando la víctima estaba con la remera levantada o sin la remera.

Con respecto a los exámenes efectuados a Donnini en los días posteriores al crimen, González dijo que se hallaron escoriaciones múltiples en los brazos y en la mano, un machucón en la muñeca, lesiones leves en la boca y en la zona de la nariz, compatibles con resguños de un ser humano y raspaduras en las piernas, compatibles con las lesiones que provocan los arbustos del campo.

Un momento ríspido se vivió en el debate cuando el abogado defensor, Martín Castro, pidió la nulidad del hisopado bucal del acusado, que presentaron la Fiscalía y la querella por considerarlo irregular. Mientras el querellante Carlos Villada consideró que el pedido era extemporáneo e improcedente, el fiscal Daniel Báez señaló que “el defensor saca esta denuncia de la galera solo para dilatar el proceso”.

El Tribunal señaló que el pedido de nulidad será resuelto en el momento de la sentencia. Este viernes, desde las 8:30, se reanudará el juico con la inspección ocular del sitio donde fue hallado el cadáver de Diana Rojas y el testimonio de los últimos testigos.
 


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