“Mi relación con Mammarelli es difícil pero jamás le diría a Arcioni que elija entre él o yo”

Es un funcionario clave del Gobierno. Habla sin pelos en la lengua de su enfrentamiento con el ministro coordinador pero dice que su cabeza está en ordenar la situación económica y financiera de la Provincia. “El Pacto Fiscal tiene que salir o Chubut va a perder más de $ 2.800 millones por año”, dice.

10 FEB 2018 - 19:38 | Actualizado

La continuidad de Pablo Oca al frente del Ministerio de Economía fue uno de los temas políticos de la semana. La filtración de un ofrecimiento que el ministro Sergio Mammarelli le habría hecho a Oscar Antonena, exvicepresidente del Banco del Chubut durante la gestión de Martín Buzzi, generó un sacudón en el Gabinete y el propio gobernador Mariano Arcioni, que no estaba al tanto del ofrecimiento, tuvo que salir a frenar en seco cualquier intentona de correr a Oca: “Todos saben lo bien que trabajamos con Pablo, desmiento que yo le haya ofrecido el cargo a Antonena”, aclaró el mandatario provincial.

Ayer, el ministro Oca le concedió una entrevista exclusiva a Jornada, en la que por primera vez habla sin filtro de su relación con el ministro coordinador, de la situación económica y de la necesidad de aprobar el Pacto Fiscal, entre otros temas.

-¿Va a seguir siendo ministro de Economía?

-Voy a seguir siéndolo hasta que el gobernador Arcioni quiera. Hace un tiempo hablamos de mi situación, de mi cansancio por los dos años de gestión ardua que nos tocó en el ministerio y le dije a Mariano que yo no le iba a causar un problema dando un portazo. No puedo hacerle eso a alguien que confió y confía en mí y me dispensa mucho respeto.

-Se habla mucho de su mala relación con el ministro coordinador, Sergio Mammarelli ¿cuánto hay de cierto?

-La relación entre ambos es difícil y muy complicada porque considero que no puede haber intromisiones en temas del Ministerio de Economía con definiciones sin mi opinión previa. Pero yo sigo haciendo mi trabajo y él el suyo. De cualquier modo, esta situación no cambia mi postura ante el gobernador, él sabe que nunca lo voy a condicionar y que jamás le plantearía algo así como ‘Mammarelli o yo’.

-¿Cómo ve el 2018 en términos económicos?

-Lo veo complicado como también lo fue el 2017. Pero el déficit que tuvimos el año pasado y que tendremos este año no es un tema que me sorprenda a mí o a mis colaboradores. Por supuesto que no es bueno tener déficit pero a comienzos de 2017 con Marcos Bensimón y el resto del equipo económico hicimos una proyección que luego revisamos en abril y terminamos con pequeños desvíos pero bastante cerca de lo que proyectamos. Siempre supimos cómo iba a terminar 2017. Obvio que en el medio hay variables que cambian y afectan lo proyectado, como fue la variación del tipo de cambio, por ejemplo. Pero todo fue más o menos como habíamos pensado.

-¿Con cuánto déficit cerró 2017 y cuál es la proyección para lo que viene?

-Faltan algunos datos pero vamos a estar en el orden de los 6.000 a 6.500 millones de pesos. Estimamos que este año vamos a terminar en alrededor de 4.500 millones de pesos y el objetivo es llegar con un déficit de 2.300 millones a finales de 2019. Ese es el objetivo y creo que lo vamos a cumplir. Y ojo que hablo del déficit real, con los intereses de la deuda adentro, porque muchas veces se hacen proyecciones sin ese ítem y después el déficit termina siendo mayor.

-Se habla de refinanciar los vencimientos de deuda para mejorar el panorama. ¿Ese es el camino?

-Refinanciar los vencimientos de los bonos de deuda no es una solución en sí mismo. No son un gran problema. Seguir adelante con la refinanciación del programa de Letras del Tesoro sí es un tema clave porque nos permitiría un gran alivio financiero. Porque pasaríamos de vencimientos de Letras a tasas Lebac de 27% a uno de mayor plazo a tasas Badlar, atada a la evolución de la inflación, del orden del 23%. Por ejemplo, entre noviembre, diciembre y enero refinanciamos de esta manera unos 1.000 millones de vencimientos de Letras a través de Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial. Estamos trabajando en nuevo programa para poder meter en breve otros volumen similar de vencimiento de este año.

-El año pasado costó explicarles a los diputados lo importante que era aprobar la suscripción de esos acuerdos ¿Cree que este año será más sencillo?

-Seguro, porque los diputados terminaron entendiendo el año pasado lo importante que era aliviar vencimientos de Letras de 60, 90 y 120 días, por un programa de refinanciación a pagar en cuatro años y a menor tasa. Estimo que cuando tengamos listo este nuevo programa y lo llevemos a la Legislatura no vamos a tener problemas en aprobarlo. Es un gran beneficio para Chubut.

-¿Cómo ve el escenario de la negociación paritaria que se avecina?

-Va a ser ríspido si, como leí en la prensa que dijeron algunos dirigentes gremiales, no piensan ni analizar una eventual propuesta del 15%. Entiendo perfectamente el reclamo en base al impacto de la inflación, pero la Provincia no es un supermercado que se puede manejar en base al índice de precios. La Provincia tiene que mirar la evolución de sus ingresos. Si bien hay buenas expectativas para este año con el precio del petróleo, tampoco podemos pensar que vamos a recuperar todo lo que perdimos en estos años. Lo que tenemos que mirar con atención es la evolución de la recaudación y trabajar más a fondo en el tema de la refuncionalización del Estado. No se puede seguir pagando, por ejemplo, la cantidad de cargos docentes que estamos pagando. Tampoco hay que asustar a la gente pero hay que decirles la verdad. Hay cuestiones que son difíciles de sostener, como la desproporcionalidad salarial que hay entre un empleado público y uno privado del mismo rubro o especialidad. Por una misma tarea, en el Estado se paga entre dos y tres veces lo que paga el sector privado. Esos temas hay que abordarlos.

-Se habla también de desdoblar el pago de salarios ¿Sería una ayuda o no cambian mucho los números finales?

-Desdoblar el pago en dos o tres días no cambia mucho la ecuación, la verdad. Si se plantea un desdoblamiento para aliviar las cuentas públicas tenemos que hablar de un programa para pagar desdoblado a lo largo de un mes y eso requiere de una decisión política fuerte. Por ahora yo no tengo noticias en ese sentido.

-¿Cree que finalmente va a salir el Pacto Fiscal?

-Soy optimista y creo que los diputados van a terminar dando su respaldo porque no hacerlo tendría graves consecuencias para la Provincia. Y no es una amenaza política, cuando yo hablo de las consecuencias son cuestiones concretas. Si Chubut no adhiere tendrá una penalidad de alrededor de 350 a 370 millones de pesos anuales que no percibirá por la redistribución del Fondo del Conurbano, que las provincias que ya adhirieron al Pacto lo cobraron en enero. A esto hay que sumarle otros 400 millones de pesos anuales que no ingresarán de la redistribución del Fondo de la Soja, de los cuales 140 millones son de los municipios. Además, dejarán de ingresar otros 2.300 millones en diez años como compensación del juicio por el 15% de la Anses, o sea 230 millones anuales. Y, además, si no adherimos a este pacto habrá que cumplir con las obligaciones del pacto de 1993 que se vino prorrogando todos estos años hasta diciembre de 2017, por lo que Chubut deberá devolverle a Nación unos 1.850 millones de pesos, más o menos. O sea, no aprobar el Pacto Fiscal podría terminar significándole a Chubut un impacto de más de 2.800 millones anuales. Yo creo que los diputados van a terminar entendiendo que es necesario aprobarlo.

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10 FEB 2018 - 19:38

La continuidad de Pablo Oca al frente del Ministerio de Economía fue uno de los temas políticos de la semana. La filtración de un ofrecimiento que el ministro Sergio Mammarelli le habría hecho a Oscar Antonena, exvicepresidente del Banco del Chubut durante la gestión de Martín Buzzi, generó un sacudón en el Gabinete y el propio gobernador Mariano Arcioni, que no estaba al tanto del ofrecimiento, tuvo que salir a frenar en seco cualquier intentona de correr a Oca: “Todos saben lo bien que trabajamos con Pablo, desmiento que yo le haya ofrecido el cargo a Antonena”, aclaró el mandatario provincial.

Ayer, el ministro Oca le concedió una entrevista exclusiva a Jornada, en la que por primera vez habla sin filtro de su relación con el ministro coordinador, de la situación económica y de la necesidad de aprobar el Pacto Fiscal, entre otros temas.

-¿Va a seguir siendo ministro de Economía?

-Voy a seguir siéndolo hasta que el gobernador Arcioni quiera. Hace un tiempo hablamos de mi situación, de mi cansancio por los dos años de gestión ardua que nos tocó en el ministerio y le dije a Mariano que yo no le iba a causar un problema dando un portazo. No puedo hacerle eso a alguien que confió y confía en mí y me dispensa mucho respeto.

-Se habla mucho de su mala relación con el ministro coordinador, Sergio Mammarelli ¿cuánto hay de cierto?

-La relación entre ambos es difícil y muy complicada porque considero que no puede haber intromisiones en temas del Ministerio de Economía con definiciones sin mi opinión previa. Pero yo sigo haciendo mi trabajo y él el suyo. De cualquier modo, esta situación no cambia mi postura ante el gobernador, él sabe que nunca lo voy a condicionar y que jamás le plantearía algo así como ‘Mammarelli o yo’.

-¿Cómo ve el 2018 en términos económicos?

-Lo veo complicado como también lo fue el 2017. Pero el déficit que tuvimos el año pasado y que tendremos este año no es un tema que me sorprenda a mí o a mis colaboradores. Por supuesto que no es bueno tener déficit pero a comienzos de 2017 con Marcos Bensimón y el resto del equipo económico hicimos una proyección que luego revisamos en abril y terminamos con pequeños desvíos pero bastante cerca de lo que proyectamos. Siempre supimos cómo iba a terminar 2017. Obvio que en el medio hay variables que cambian y afectan lo proyectado, como fue la variación del tipo de cambio, por ejemplo. Pero todo fue más o menos como habíamos pensado.

-¿Con cuánto déficit cerró 2017 y cuál es la proyección para lo que viene?

-Faltan algunos datos pero vamos a estar en el orden de los 6.000 a 6.500 millones de pesos. Estimamos que este año vamos a terminar en alrededor de 4.500 millones de pesos y el objetivo es llegar con un déficit de 2.300 millones a finales de 2019. Ese es el objetivo y creo que lo vamos a cumplir. Y ojo que hablo del déficit real, con los intereses de la deuda adentro, porque muchas veces se hacen proyecciones sin ese ítem y después el déficit termina siendo mayor.

-Se habla de refinanciar los vencimientos de deuda para mejorar el panorama. ¿Ese es el camino?

-Refinanciar los vencimientos de los bonos de deuda no es una solución en sí mismo. No son un gran problema. Seguir adelante con la refinanciación del programa de Letras del Tesoro sí es un tema clave porque nos permitiría un gran alivio financiero. Porque pasaríamos de vencimientos de Letras a tasas Lebac de 27% a uno de mayor plazo a tasas Badlar, atada a la evolución de la inflación, del orden del 23%. Por ejemplo, entre noviembre, diciembre y enero refinanciamos de esta manera unos 1.000 millones de vencimientos de Letras a través de Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial. Estamos trabajando en nuevo programa para poder meter en breve otros volumen similar de vencimiento de este año.

-El año pasado costó explicarles a los diputados lo importante que era aprobar la suscripción de esos acuerdos ¿Cree que este año será más sencillo?

-Seguro, porque los diputados terminaron entendiendo el año pasado lo importante que era aliviar vencimientos de Letras de 60, 90 y 120 días, por un programa de refinanciación a pagar en cuatro años y a menor tasa. Estimo que cuando tengamos listo este nuevo programa y lo llevemos a la Legislatura no vamos a tener problemas en aprobarlo. Es un gran beneficio para Chubut.

-¿Cómo ve el escenario de la negociación paritaria que se avecina?

-Va a ser ríspido si, como leí en la prensa que dijeron algunos dirigentes gremiales, no piensan ni analizar una eventual propuesta del 15%. Entiendo perfectamente el reclamo en base al impacto de la inflación, pero la Provincia no es un supermercado que se puede manejar en base al índice de precios. La Provincia tiene que mirar la evolución de sus ingresos. Si bien hay buenas expectativas para este año con el precio del petróleo, tampoco podemos pensar que vamos a recuperar todo lo que perdimos en estos años. Lo que tenemos que mirar con atención es la evolución de la recaudación y trabajar más a fondo en el tema de la refuncionalización del Estado. No se puede seguir pagando, por ejemplo, la cantidad de cargos docentes que estamos pagando. Tampoco hay que asustar a la gente pero hay que decirles la verdad. Hay cuestiones que son difíciles de sostener, como la desproporcionalidad salarial que hay entre un empleado público y uno privado del mismo rubro o especialidad. Por una misma tarea, en el Estado se paga entre dos y tres veces lo que paga el sector privado. Esos temas hay que abordarlos.

-Se habla también de desdoblar el pago de salarios ¿Sería una ayuda o no cambian mucho los números finales?

-Desdoblar el pago en dos o tres días no cambia mucho la ecuación, la verdad. Si se plantea un desdoblamiento para aliviar las cuentas públicas tenemos que hablar de un programa para pagar desdoblado a lo largo de un mes y eso requiere de una decisión política fuerte. Por ahora yo no tengo noticias en ese sentido.

-¿Cree que finalmente va a salir el Pacto Fiscal?

-Soy optimista y creo que los diputados van a terminar dando su respaldo porque no hacerlo tendría graves consecuencias para la Provincia. Y no es una amenaza política, cuando yo hablo de las consecuencias son cuestiones concretas. Si Chubut no adhiere tendrá una penalidad de alrededor de 350 a 370 millones de pesos anuales que no percibirá por la redistribución del Fondo del Conurbano, que las provincias que ya adhirieron al Pacto lo cobraron en enero. A esto hay que sumarle otros 400 millones de pesos anuales que no ingresarán de la redistribución del Fondo de la Soja, de los cuales 140 millones son de los municipios. Además, dejarán de ingresar otros 2.300 millones en diez años como compensación del juicio por el 15% de la Anses, o sea 230 millones anuales. Y, además, si no adherimos a este pacto habrá que cumplir con las obligaciones del pacto de 1993 que se vino prorrogando todos estos años hasta diciembre de 2017, por lo que Chubut deberá devolverle a Nación unos 1.850 millones de pesos, más o menos. O sea, no aprobar el Pacto Fiscal podría terminar significándole a Chubut un impacto de más de 2.800 millones anuales. Yo creo que los diputados van a terminar entendiendo que es necesario aprobarlo.


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