Un abogado se resistió a tiros al robo de su auto y mató a un ladrón

Un abogado mató a balazos a uno de los dos ladrones que lo interceptaron con el fin de robarle el auto en la puerta de un sindicato en la localidad bonaerense de Olivos.

23 FEB 2018 - 0:29 | Actualizado

El hecho ocurrió alrededor de las 21.30 en la calle Italia al 1600 de la mencionada localidad del norte del conurbano bonaerense, cuando el abogado, de 46 años, salía de la sede del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines.

Según las fuentes, el abogado, domiciliado en la Capital Federal, ya había subido a su automóvil importado, marca BMW, cuando dos delincuentes llegaron con fines de robo en un Toyota Etios.

El abogado declaró ante el fiscal que disparó su revólver porque cuando se resistió a ser secuestrado uno de los delincuentes le dijo a su cómplice que lo matara y vio cómo el asaltante que terminó muerto cargó su pistola para tirarle.

Además, los investigadores determinaron que el ladrón muerto era un preso con salidas transitorias que estaba prófugo desde diciembre último cuando no regresó al penal de Campana.

El fiscal de Vicente López a cargo del caso, Martín Gómez, le tomó esta madrugada una declaración testimonial al abogado de 43 años domiciliado en Capital Federal, ya que por el momento considera que es una víctima del hecho y todo indica que actuó en legítima defensa.

Según las fuentes, en esa declaración, el letrado -cuya identidad se reserva para preservarlo-, explicó que todo se inició alrededor de las 21.30 de anoche cuando salió de la sede del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines, en la calle Italia 1666, se subió a su auto BMW, y fue abordado por un delincuente que bajó de un Toyota Etios, donde lo esperaba un cómplice.

El abogado le entregó el celular, el reloj y le dijo que se lleve el auto, pero el asaltante le manifestó: “Subite porque esto es un secuestro”.

El letrado contó en su declaración que forcejeó porque no quería subir al auto y en ese momento apareció el segundo delincuente que le sacó la billetera y también le pidió que ascendiera al BMW.

Siempre según lo dichos de la víctima, como él se resistía al secuestro, el segundo asaltante le gritó al cómplice que ya estaba al volante del BMW: “¡Matalo!”.

De acuerdo a la declaración, en ese momento el ladrón que estaba en el auto cargó la pistola 9 milímetros con la que lo apuntaba montando la corredera.

El abogado le dijo al fiscal que en ese momento vio peligrar su vida, por lo que tomó de la guantera de su auto el revólver Colt calibre 38 del que es legítimo usuario y le disparó un tiro en el pecho.

Luego, empujó y tiró al piso al segundo asaltante, corrió a refugiarse detrás del Toyota Etios en el que habían llegado los delincuentes y desde allí mantuvo un intercambio de disparos hasta que este ladrón huyó corriendo.

El letrado también contó que vio que el asaltante al que había baleado dio marcha atrás con su auto hasta que finalmente se desvaneció y murió en el asiento del conductor.

“Todos estos dichos ahora tienen que ser corroborados por las pericias y por las evidencias que vayamos colectando, entre ellas, algunos videos de las cámaras de la cuadra que estamos buscando. Pero en principio la versión del abogado es creíble y todo indica que actuó en legítima defensa”, dijo a Télam una fuente judicial.

El ladrón muerto tenía un DNI y un registro de conducir con una identidad falsa, pero al cabo de unas horas la policía pudo identificarlo como Marcelo David Alfredo Arcuaz Di Giorgio (32), alias “Piquito”, un preso que se había fugado el 7 de diciembre último en una de las salidas transitorias de las que gozaba en la Unidad 41 de Campana.

La pistola secuestrada a Arcuaz es una Smith & Wesson calibre 9 milímetros que el fallecido ya se había colocado en la cintura cuando trató de huir marcha atrás en el auto del abogado, y en los bolsillos de su pantalón tenía dos mil pesos en efectivo en billetes de cien.

El fiscal Gómez y los efectivos de la comisaría 1ra. de Olivos también pudieron establecer que una hora antes de este hecho los mismo ladrones, en el Toyota Etios, habían asaltado a otro conductor en una estación de servicio Shell ubicada a 20 cuadras y a metros de la autopista Panamericana, en Blas Parera y San Martín, de Florida.

A esa víctima le robaron un auto Volkswagen Golf -que aún no fue localizado-, y pertenencias, como un celular y una billetera, que luego aparecieron adentro del Etios.

Respecto a ese auto, los investigadores determinaron que había sido robado el 18 de diciembre -nueve días después de que Arcuaz se fugara-, en jurisdicción de la comisaría de Olivos y que le habían cambiado las chapas patentes por otras sin pedido de secuestro.

Dentro de ese rodado, la policía secuestró un bolso deportivo en el que el dúo delictivo tenía un arsenal, ya que había una ametralladora FMK3 calibre 9 milímetros, con un cargador extra, dos pistolas Bersa 22 y un pasamontañas.

Además hallaron una suma de dinero en pesos, dólares y euros que se presume les robaron a las víctimas de su raid.

Preso con salidas transitorias

El ladrón que resultó muerto era un preso con salidas transitorias que estaba prófugo desde diciembre por no haber vuelto al penal donde cumplía condena por "robo agravado".

Se trata de Marcelo David Alfredo Arcuaz Di Giorgio (32) quien, de acuerdo a su ficha penitenciaria, estaba evadido desde el 9 de diciembre pasado cuando no regresó de una de las salidas transitorias de las que gozaba, a la Unidad 41 de Campana del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Arcuaz estaba a disposición del Juzgado de Ejecución Penal 1 de San Isidro y tenía una condena por "robo agravado".

Voceros judiciales indicaron que, de acuerdo al prontuario que tiene la policía bonaerense, Arcuaz tenía antecedentes por "entraderas" y robos a bancos.

Arcuaz nació el 1 de abril en 1985 y, según su legajo, tenía fijado domicilio en la calle Francisco Beiró al 3200 de la vecina localidad de Olivos -a unas 35 cuadras de donde murió-, y era padre de cuatro hijas.

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23 FEB 2018 - 0:29

El hecho ocurrió alrededor de las 21.30 en la calle Italia al 1600 de la mencionada localidad del norte del conurbano bonaerense, cuando el abogado, de 46 años, salía de la sede del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines.

Según las fuentes, el abogado, domiciliado en la Capital Federal, ya había subido a su automóvil importado, marca BMW, cuando dos delincuentes llegaron con fines de robo en un Toyota Etios.

El abogado declaró ante el fiscal que disparó su revólver porque cuando se resistió a ser secuestrado uno de los delincuentes le dijo a su cómplice que lo matara y vio cómo el asaltante que terminó muerto cargó su pistola para tirarle.

Además, los investigadores determinaron que el ladrón muerto era un preso con salidas transitorias que estaba prófugo desde diciembre último cuando no regresó al penal de Campana.

El fiscal de Vicente López a cargo del caso, Martín Gómez, le tomó esta madrugada una declaración testimonial al abogado de 43 años domiciliado en Capital Federal, ya que por el momento considera que es una víctima del hecho y todo indica que actuó en legítima defensa.

Según las fuentes, en esa declaración, el letrado -cuya identidad se reserva para preservarlo-, explicó que todo se inició alrededor de las 21.30 de anoche cuando salió de la sede del Sindicato de Empleados Textiles de la Industria y Afines, en la calle Italia 1666, se subió a su auto BMW, y fue abordado por un delincuente que bajó de un Toyota Etios, donde lo esperaba un cómplice.

El abogado le entregó el celular, el reloj y le dijo que se lleve el auto, pero el asaltante le manifestó: “Subite porque esto es un secuestro”.

El letrado contó en su declaración que forcejeó porque no quería subir al auto y en ese momento apareció el segundo delincuente que le sacó la billetera y también le pidió que ascendiera al BMW.

Siempre según lo dichos de la víctima, como él se resistía al secuestro, el segundo asaltante le gritó al cómplice que ya estaba al volante del BMW: “¡Matalo!”.

De acuerdo a la declaración, en ese momento el ladrón que estaba en el auto cargó la pistola 9 milímetros con la que lo apuntaba montando la corredera.

El abogado le dijo al fiscal que en ese momento vio peligrar su vida, por lo que tomó de la guantera de su auto el revólver Colt calibre 38 del que es legítimo usuario y le disparó un tiro en el pecho.

Luego, empujó y tiró al piso al segundo asaltante, corrió a refugiarse detrás del Toyota Etios en el que habían llegado los delincuentes y desde allí mantuvo un intercambio de disparos hasta que este ladrón huyó corriendo.

El letrado también contó que vio que el asaltante al que había baleado dio marcha atrás con su auto hasta que finalmente se desvaneció y murió en el asiento del conductor.

“Todos estos dichos ahora tienen que ser corroborados por las pericias y por las evidencias que vayamos colectando, entre ellas, algunos videos de las cámaras de la cuadra que estamos buscando. Pero en principio la versión del abogado es creíble y todo indica que actuó en legítima defensa”, dijo a Télam una fuente judicial.

El ladrón muerto tenía un DNI y un registro de conducir con una identidad falsa, pero al cabo de unas horas la policía pudo identificarlo como Marcelo David Alfredo Arcuaz Di Giorgio (32), alias “Piquito”, un preso que se había fugado el 7 de diciembre último en una de las salidas transitorias de las que gozaba en la Unidad 41 de Campana.

La pistola secuestrada a Arcuaz es una Smith & Wesson calibre 9 milímetros que el fallecido ya se había colocado en la cintura cuando trató de huir marcha atrás en el auto del abogado, y en los bolsillos de su pantalón tenía dos mil pesos en efectivo en billetes de cien.

El fiscal Gómez y los efectivos de la comisaría 1ra. de Olivos también pudieron establecer que una hora antes de este hecho los mismo ladrones, en el Toyota Etios, habían asaltado a otro conductor en una estación de servicio Shell ubicada a 20 cuadras y a metros de la autopista Panamericana, en Blas Parera y San Martín, de Florida.

A esa víctima le robaron un auto Volkswagen Golf -que aún no fue localizado-, y pertenencias, como un celular y una billetera, que luego aparecieron adentro del Etios.

Respecto a ese auto, los investigadores determinaron que había sido robado el 18 de diciembre -nueve días después de que Arcuaz se fugara-, en jurisdicción de la comisaría de Olivos y que le habían cambiado las chapas patentes por otras sin pedido de secuestro.

Dentro de ese rodado, la policía secuestró un bolso deportivo en el que el dúo delictivo tenía un arsenal, ya que había una ametralladora FMK3 calibre 9 milímetros, con un cargador extra, dos pistolas Bersa 22 y un pasamontañas.

Además hallaron una suma de dinero en pesos, dólares y euros que se presume les robaron a las víctimas de su raid.

Preso con salidas transitorias

El ladrón que resultó muerto era un preso con salidas transitorias que estaba prófugo desde diciembre por no haber vuelto al penal donde cumplía condena por "robo agravado".

Se trata de Marcelo David Alfredo Arcuaz Di Giorgio (32) quien, de acuerdo a su ficha penitenciaria, estaba evadido desde el 9 de diciembre pasado cuando no regresó de una de las salidas transitorias de las que gozaba, a la Unidad 41 de Campana del Servicio Penitenciario Bonaerense.

Arcuaz estaba a disposición del Juzgado de Ejecución Penal 1 de San Isidro y tenía una condena por "robo agravado".

Voceros judiciales indicaron que, de acuerdo al prontuario que tiene la policía bonaerense, Arcuaz tenía antecedentes por "entraderas" y robos a bancos.

Arcuaz nació el 1 de abril en 1985 y, según su legajo, tenía fijado domicilio en la calle Francisco Beiró al 3200 de la vecina localidad de Olivos -a unas 35 cuadras de donde murió-, y era padre de cuatro hijas.


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