Naciones Unidas acusa a Estados Unidos y Rusia por crímenes en Siria

La comisión creada por la ONU para investigar los crímenes en el conflicto en Siria afirmó hoy haber reunido evidencias de que tanto Rusia como la coalición dirigida por Estados Unidos perpetraron el año pasado ataques contra civiles que causaron numerosos muertos y heridos.

06 MAR 2018 - 14:36 | Actualizado


En el nuevo informe que presentará la próxima semana al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la comisión afirmó que un avión ruso lanzó el pasado 13 de noviembre un ataque contra un mercado en la localidad de Atarib, en la norteña provincia de Alepo, en el que murieron 84 personas y 150 resultaron heridas.

El presidente del equipo de juristas, Paulo Sérgio Pinheiro, explicó hoy en rueda de prensa que ese acto puede considerarse un crimen de guerra en vista de que se usaron "bombas no guiadas en un área con fuerte densidad de civiles".

El informe también establece que la coalición militar liderada por Estados Unidos bombardeó en marzo de 2017 una escuela en la que decía que había 30 "terroristas", pero donde sólo había 200 civiles desplazados.

El bombardeo ocurrió en el marco de la ofensiva para expulsar al Estado Islámico (EI) de la ciudad de Al Raqqa, que el grupo extremista consideraba la "capital" del territorio que controlaba en Siria e Irak.

"La comisión realizó 20 entrevistas entre supervivientes, familiares de víctimas, socorristas y residentes y estableció que la escuela acogía a familias desplazadas desde 2012. De 200 personas que vivían allí, 150 murieron", sostuvo la comisión, citada por la agencia de noticias EFE.

Al ser preguntado sobre si ese bombardeo también constituye un crimen de guerra, Pinheiro explicó que "no todas las violaciones del derecho internacional humanitario son crímenes de guerra y en este caso no hay indicios objetivos de que se buscó impactar a los civiles".

No obstante, destacó que "la coalición debía haber conocido la naturaleza de su blanco" o tomado precauciones adicionales.

Al presentar el informe, Pinheiro se mostró decepcionado por la continuación de la guerra en Siria, que este mes cumple siete años en medio de una ofensiva sirio-rusa contra rebeldes en Ghouta Oriental, cerca de Damasco, y en la norteña provincia de Idleb, y una invasión turca en la norteña zona kurdo-siria de Afrín.

"A principios de año parecía que había un impulso hacia un proceso político real pero, con el paso de las semanas, la situación en Idleb, Ghouta Oriental y Afrín -situaciones que dijimos por mucho tiempo que eran bombas de tiempo, han terminado detonando", lamentó.


Aumentó la violencia "mientras el mundo sigue sin actuar"

Consideró que "en lugar de zonas de reducción de la violencia, han terminado siendo áreas donde ésta ha aumentado, mientras el mundo sigue sin actuar".

Sobre la situación en Ghouta Oriental, donde han muerto cientos de civiles desde el mes pasado, Pinheiro dijo que el área se convirtió "en el peor caso de malnutrición grave que hemos documentado", entre las numerosas localidades que estuvieron bajo asedio y sin acceso a ayuda humanitaria en algún momento u otro de esta guerra.

"A veces nos sorprendemos. ¿Por qué de pronto tanta atención si este asedio lleva ya cinco años? Nunca antes vi tanta indignación y no decimos que no haya que conmoverse por lo que sucede", señaló el jurista.

Sobre ataques con armas químicas en esa zona, el brasileño dijo que su equipo de investigadores ha recolectado en los últimos meses información sobre dos casos, uno de ellos en julio pasado y el segundo en noviembre, en los que no hubo víctimas mortales.

Señaló que "los síntomas reportados y el tratamiento descrito coinciden con un ataque químico de pequeña escala con pesticida a base de un compuesto organofosforado", un tipo de ataque que sigue el patrón utilizado por las fuerzas gubernamentales.

Pinheiro dijo que la comisión investiga 33 ataques en distintas partes de Siria e intenta identificar a los responsables.
 

06 MAR 2018 - 14:36


En el nuevo informe que presentará la próxima semana al Consejo de Derechos Humanos de la ONU, la comisión afirmó que un avión ruso lanzó el pasado 13 de noviembre un ataque contra un mercado en la localidad de Atarib, en la norteña provincia de Alepo, en el que murieron 84 personas y 150 resultaron heridas.

El presidente del equipo de juristas, Paulo Sérgio Pinheiro, explicó hoy en rueda de prensa que ese acto puede considerarse un crimen de guerra en vista de que se usaron "bombas no guiadas en un área con fuerte densidad de civiles".

El informe también establece que la coalición militar liderada por Estados Unidos bombardeó en marzo de 2017 una escuela en la que decía que había 30 "terroristas", pero donde sólo había 200 civiles desplazados.

El bombardeo ocurrió en el marco de la ofensiva para expulsar al Estado Islámico (EI) de la ciudad de Al Raqqa, que el grupo extremista consideraba la "capital" del territorio que controlaba en Siria e Irak.

"La comisión realizó 20 entrevistas entre supervivientes, familiares de víctimas, socorristas y residentes y estableció que la escuela acogía a familias desplazadas desde 2012. De 200 personas que vivían allí, 150 murieron", sostuvo la comisión, citada por la agencia de noticias EFE.

Al ser preguntado sobre si ese bombardeo también constituye un crimen de guerra, Pinheiro explicó que "no todas las violaciones del derecho internacional humanitario son crímenes de guerra y en este caso no hay indicios objetivos de que se buscó impactar a los civiles".

No obstante, destacó que "la coalición debía haber conocido la naturaleza de su blanco" o tomado precauciones adicionales.

Al presentar el informe, Pinheiro se mostró decepcionado por la continuación de la guerra en Siria, que este mes cumple siete años en medio de una ofensiva sirio-rusa contra rebeldes en Ghouta Oriental, cerca de Damasco, y en la norteña provincia de Idleb, y una invasión turca en la norteña zona kurdo-siria de Afrín.

"A principios de año parecía que había un impulso hacia un proceso político real pero, con el paso de las semanas, la situación en Idleb, Ghouta Oriental y Afrín -situaciones que dijimos por mucho tiempo que eran bombas de tiempo, han terminado detonando", lamentó.


Aumentó la violencia "mientras el mundo sigue sin actuar"

Consideró que "en lugar de zonas de reducción de la violencia, han terminado siendo áreas donde ésta ha aumentado, mientras el mundo sigue sin actuar".

Sobre la situación en Ghouta Oriental, donde han muerto cientos de civiles desde el mes pasado, Pinheiro dijo que el área se convirtió "en el peor caso de malnutrición grave que hemos documentado", entre las numerosas localidades que estuvieron bajo asedio y sin acceso a ayuda humanitaria en algún momento u otro de esta guerra.

"A veces nos sorprendemos. ¿Por qué de pronto tanta atención si este asedio lleva ya cinco años? Nunca antes vi tanta indignación y no decimos que no haya que conmoverse por lo que sucede", señaló el jurista.

Sobre ataques con armas químicas en esa zona, el brasileño dijo que su equipo de investigadores ha recolectado en los últimos meses información sobre dos casos, uno de ellos en julio pasado y el segundo en noviembre, en los que no hubo víctimas mortales.

Señaló que "los síntomas reportados y el tratamiento descrito coinciden con un ataque químico de pequeña escala con pesticida a base de un compuesto organofosforado", un tipo de ataque que sigue el patrón utilizado por las fuerzas gubernamentales.

Pinheiro dijo que la comisión investiga 33 ataques en distintas partes de Siria e intenta identificar a los responsables.
 


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