Daniel Alperovich, hijo del ex mandatario provincial, quedó vinculado a la causa en la supuesta pista de los “hijos del poder”, al igual que su hermano, Gabriel, y Sergio Kaleñuk, hijo del ex secretario del gobernador, Alberto Kaleñuk, a quienes ya les había dado negativo el cotejo genético y fueron desvinculados.
También se informó hoy que resultó negativa la comparación que se hizo con la muestra que le extrajeron a Víctor Daniel Deiana, actual titular de la Mutualidad Provincial.
Al reanudarse hoy la audiencia, el fiscal de Cámara Carlos Saltor informó que habían llegado los informes del Servicio de Huellas Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, por pedido del tribunal, el secretario Marcos López Frías leyó los resultados.
El informe también indicó que un pelo teñido no había sido conservado correctamente y que los resultados de posibles comparaciones no serán excluyentes.
Luego de leerse los resultados, se reanudó la declaración de César Soto, ex novio de Paulina (24), quien ayer generó muchas dudas por las numerosas contradicciones.
Las partes realizaron preguntas aclaratorias sobre lo que el joven había declarado ayer, cuando incurrió en numerosas contradicciones.
El testigo dudó en varias oportunidades, se confundió otras tantas y contó versiones distintas de las que figuran en sus declaraciones originales cuando fue interrogado sobre el último día que vio a la víctima antes de su desaparición y posterior muerte.
Por ejemplo, dijo que el día en que desapareció Paulina ella lo llamó por teléfono y le avisó que saldría con amigos, pero en 2006 su declaración fue totalmente opuesta.
Ante esta situación, el fiscal Diego López Avila planteó la posibilidad de acusarlo por falso testimonio y solicitar la imputación de Soto por el homicidio o por encubrimiento y aseguró que "técnicamente es posible".
Sin embargo, el tribunal no adoptó ninguna medida sobre Soto, que al concluir la audiencia se retiró a su domicilio, ya que todavía debe ser sometido a un careo con otro testigo.
Luego declararon una chica y un muchacho que al momento del crimen vivían con Soto, pero aseguraron que esa noche se fueron a dormir y no supieron lo que sucedió con Paulina hasta el día siguiente, cuando les dijeron que estaba desaparecida.
En el juicio hay cinco acusados por el encubrimiento del crimen de Lebbos, cuatro de ellos ex funcionarios del gobierno de Alperovich, y un sexto que es juzgado por el crimen.
En el banquillo están el ex jefe de Policía de Tucumán, Hugo Raúl Sánchez; el ex subjefe Nicolás Barrera; el ex subjefe de la Regional Norte, Héctor Rubén Brito; y el ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella.
Todos ellos, más el ex policía Hugo Waldino Rodríguez, están acusados del encubrimiento del crimen de Lebbos.
En tanto, el sexto acusado es Roberto Luis Gómez, es juzgado por la "privación ilegal de la libertad" y el "homicidio" de la joven.
Gómez es el único de los seis imputados que estuvo preso y que a fines de 2016 fue liberado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación por haberse cumplido los plazos de la prisión preventiva.
El 26 de febrero de 2006, Paulina salió de un boliche de la zona conocida como el ex Abasto, en la capital tucumana, adonde había ido a bailar con su amiga Virginia Mercado.
Según determinaron los pesquisas, alrededor de las 6.30 de ese día, ambas jóvenes se subieron a un remís color bordó y mientras Virginia descendió primero en su domicilio de La Rioja al 400, Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio aunque nunca llegó a destino.
Al cabo de 13 días de su desaparición, la joven fue hallada asesinada al costado de la ruta provincial 341, a la altura de Tapia, a unos 30 kilómetros de la capital tucumana.
El juicio continuará mañana con la declaración de más testigos y se espera que sean interrogadas las hermanas de la víctima, entre otros.
Daniel Alperovich, hijo del ex mandatario provincial, quedó vinculado a la causa en la supuesta pista de los “hijos del poder”, al igual que su hermano, Gabriel, y Sergio Kaleñuk, hijo del ex secretario del gobernador, Alberto Kaleñuk, a quienes ya les había dado negativo el cotejo genético y fueron desvinculados.
También se informó hoy que resultó negativa la comparación que se hizo con la muestra que le extrajeron a Víctor Daniel Deiana, actual titular de la Mutualidad Provincial.
Al reanudarse hoy la audiencia, el fiscal de Cámara Carlos Saltor informó que habían llegado los informes del Servicio de Huellas Genéticas de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y, por pedido del tribunal, el secretario Marcos López Frías leyó los resultados.
El informe también indicó que un pelo teñido no había sido conservado correctamente y que los resultados de posibles comparaciones no serán excluyentes.
Luego de leerse los resultados, se reanudó la declaración de César Soto, ex novio de Paulina (24), quien ayer generó muchas dudas por las numerosas contradicciones.
Las partes realizaron preguntas aclaratorias sobre lo que el joven había declarado ayer, cuando incurrió en numerosas contradicciones.
El testigo dudó en varias oportunidades, se confundió otras tantas y contó versiones distintas de las que figuran en sus declaraciones originales cuando fue interrogado sobre el último día que vio a la víctima antes de su desaparición y posterior muerte.
Por ejemplo, dijo que el día en que desapareció Paulina ella lo llamó por teléfono y le avisó que saldría con amigos, pero en 2006 su declaración fue totalmente opuesta.
Ante esta situación, el fiscal Diego López Avila planteó la posibilidad de acusarlo por falso testimonio y solicitar la imputación de Soto por el homicidio o por encubrimiento y aseguró que "técnicamente es posible".
Sin embargo, el tribunal no adoptó ninguna medida sobre Soto, que al concluir la audiencia se retiró a su domicilio, ya que todavía debe ser sometido a un careo con otro testigo.
Luego declararon una chica y un muchacho que al momento del crimen vivían con Soto, pero aseguraron que esa noche se fueron a dormir y no supieron lo que sucedió con Paulina hasta el día siguiente, cuando les dijeron que estaba desaparecida.
En el juicio hay cinco acusados por el encubrimiento del crimen de Lebbos, cuatro de ellos ex funcionarios del gobierno de Alperovich, y un sexto que es juzgado por el crimen.
En el banquillo están el ex jefe de Policía de Tucumán, Hugo Raúl Sánchez; el ex subjefe Nicolás Barrera; el ex subjefe de la Regional Norte, Héctor Rubén Brito; y el ex secretario de Seguridad, Eduardo Di Lella.
Todos ellos, más el ex policía Hugo Waldino Rodríguez, están acusados del encubrimiento del crimen de Lebbos.
En tanto, el sexto acusado es Roberto Luis Gómez, es juzgado por la "privación ilegal de la libertad" y el "homicidio" de la joven.
Gómez es el único de los seis imputados que estuvo preso y que a fines de 2016 fue liberado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación por haberse cumplido los plazos de la prisión preventiva.
El 26 de febrero de 2006, Paulina salió de un boliche de la zona conocida como el ex Abasto, en la capital tucumana, adonde había ido a bailar con su amiga Virginia Mercado.
Según determinaron los pesquisas, alrededor de las 6.30 de ese día, ambas jóvenes se subieron a un remís color bordó y mientras Virginia descendió primero en su domicilio de La Rioja al 400, Paulina siguió viaje hasta la casa de su novio aunque nunca llegó a destino.
Al cabo de 13 días de su desaparición, la joven fue hallada asesinada al costado de la ruta provincial 341, a la altura de Tapia, a unos 30 kilómetros de la capital tucumana.
El juicio continuará mañana con la declaración de más testigos y se espera que sean interrogadas las hermanas de la víctima, entre otros.