Trelew: imputaron a un hombre por abusar de su hijastra menor de edad
Se trata de una persona conocida en el ambiente del atletismo zonal. La denuncia la realizó la madre de la menor. Se espera una nueva audiencia porque la primera fracasó.
Un hombre de unos 47 años fue imputado de “abuso sexual simple en calidad de autor” por el Ministerio Público Fiscal de Trelew en perjuicio de la hija de su pareja, una niña de 12 años. La denuncia fue realizada hace dos años por la mamá de la nena.
Ahora, la causa espera la realización de audiencia preliminar cuya fecha determinará la Oficina Judicial. En la primera fecha establecida, el presunto autor del hecho no se presentó.
El imputado es conocido en el ambiente del atletismo de Trelew. Además, tendría un cargo docente en escuelas primarias, por lo que la Fiscalía envió una notificación al Ministerio de Educación a fin de que sea apartado del cargo hasta tanto se termine el proceso judicial.
En la descripción del hecho, el Ministerio Público Fiscal confirma que la denuncia fue radicada a comienzos del año 2016. “En la madrugada en que la menor viajaba como acompañante en el interior del automóvil de su padrastro, con quien convivía, en circunstancias de ir a buscar a su mamá al trabajo, mientras transitaban por ruta nacional N°3 al cruzar por debajo del puente de la Base Almirante Zar, el hombre detiene la marcha del auto, se estaciona en la banquina y sabiendo lo que hacía y con ánimo de satisfacer su lascivia, previo a decirle a la menor que no le dijera a nadie, tocó sus partes íntimas por encima de sus prendas de vestir. La niña, ante tal situación, en un primer momento quedó inmóvil y a continuación, a pesar de la oscuridad del lugar y de encontrarse sobre la vera de la ruta atinó a descender del vehículo para alejarse de la situación, siendo persuadida por el causante de subir al vehículo para alejarse al domicilio que compartían y, posteriormente, se dirigió solo a buscar su pareja”.
Antecedentes
Esa no habría sido la única oportunidad en que el hombre abusó de la niña. La Fiscalía indica en la acusación que “en momentos que el imputado conducía su vehículo y transportaba a la menor junto a una hermana de ella y la hija del causante, con la excusa de enseñarle a manejar, la sentó sobre su falda y mientras la menor tomaba el volante del conductor, sabiendo lo que hacía y aprovechando la ocasión, volvió a tocar con sus manos por encima de la ropa las partes íntimas de la menor, específicamente sus pechos y la zona de su vagina”.
Más adelante, el Ministerio Público Fiscal advierte que “los eventos acontecidos resultaron de mucha vergüenza para la víctima que en un primer momento decidió no contar a nadie lo vivido. Días previos a la denuncia realizada en diciembre de 2016, en el contexto de una conversación, decidió contarle lo sucedido a su abuela, quien lo llevó a conocimiento de la madre de la menor, que en definitiva radicó la denuncia correspondiente”.
La Fiscalía considera que se encuentra probada la materialidad del hecho. En su poder, como elementos de prueba, ofreció una serie de documentos, pericias e informes entre los que se encuentra el acta policial con la denuncia de la madre de la víctima, registros de audio y video con declaraciones testimoniales del entorno de la chica e incluso de la misma menor.
Adjuntan además, un informe psicodiagnóstico de la nena en el que se indica que “al momento de la evaluación pericial, la niña ofrece un relato sencillo y coherente de los incidentes. Si bien tenía una relación afectuosa y distendida con su padrastro, refiere que estos incidentes la desconcertaron.”
En dicho informe se remarca que “lo expuesto se colige con su relato posterior en Cámara Gessel. Ella sabía que lo que el hombre le había hecho estaba mal , que no debió haber sucedido. Pero sintió vergüenza de contarlo y temor que el develamiento perjudicara a su madre y el vínculo familiar. Buscó recursos propios para que su agresor no se volviera a acercar con fines lascivos”.
Relato coherente
En la causa se incluye también un trabajo pericial psicológico elaborado por una psicóloga forense. Se trata de un análisis de credibilidad del relato de la niña brindado en declaración en contexto de Cámara Gessel. “En el informe pericial y previo a explicar la metodología utilizada, la licenciada concluye que la joven presenta un relato cuyo contenido reúne criterios de realidad suficientes que lo definen como creíble”.
Respeto a la calificación jurídica, el hecho se encuadra en “abuso sexual simple en calidad de autor”. Se advierte en este punto, que “no existen causas de justificación ni de inculpabilidad previstas en el Código de fondo que autoricen a relevar o atenuar la responsabilidad del encartado”.
En relación a la “pretensión punitiva”, la Fiscalía indica que “este Ministerio tiene en cuenta la falta de antecedentes condenatorios del imputado. Por ello, conforme el mínimo y máximo establecido por la ley penal conforme el delito que se les enrostra en este caso, entendiendo que el momento de solicitar la aplicación pena, será de 4 años de prisión”
Un hombre de unos 47 años fue imputado de “abuso sexual simple en calidad de autor” por el Ministerio Público Fiscal de Trelew en perjuicio de la hija de su pareja, una niña de 12 años. La denuncia fue realizada hace dos años por la mamá de la nena.
Ahora, la causa espera la realización de audiencia preliminar cuya fecha determinará la Oficina Judicial. En la primera fecha establecida, el presunto autor del hecho no se presentó.
El imputado es conocido en el ambiente del atletismo de Trelew. Además, tendría un cargo docente en escuelas primarias, por lo que la Fiscalía envió una notificación al Ministerio de Educación a fin de que sea apartado del cargo hasta tanto se termine el proceso judicial.
En la descripción del hecho, el Ministerio Público Fiscal confirma que la denuncia fue radicada a comienzos del año 2016. “En la madrugada en que la menor viajaba como acompañante en el interior del automóvil de su padrastro, con quien convivía, en circunstancias de ir a buscar a su mamá al trabajo, mientras transitaban por ruta nacional N°3 al cruzar por debajo del puente de la Base Almirante Zar, el hombre detiene la marcha del auto, se estaciona en la banquina y sabiendo lo que hacía y con ánimo de satisfacer su lascivia, previo a decirle a la menor que no le dijera a nadie, tocó sus partes íntimas por encima de sus prendas de vestir. La niña, ante tal situación, en un primer momento quedó inmóvil y a continuación, a pesar de la oscuridad del lugar y de encontrarse sobre la vera de la ruta atinó a descender del vehículo para alejarse de la situación, siendo persuadida por el causante de subir al vehículo para alejarse al domicilio que compartían y, posteriormente, se dirigió solo a buscar su pareja”.
Antecedentes
Esa no habría sido la única oportunidad en que el hombre abusó de la niña. La Fiscalía indica en la acusación que “en momentos que el imputado conducía su vehículo y transportaba a la menor junto a una hermana de ella y la hija del causante, con la excusa de enseñarle a manejar, la sentó sobre su falda y mientras la menor tomaba el volante del conductor, sabiendo lo que hacía y aprovechando la ocasión, volvió a tocar con sus manos por encima de la ropa las partes íntimas de la menor, específicamente sus pechos y la zona de su vagina”.
Más adelante, el Ministerio Público Fiscal advierte que “los eventos acontecidos resultaron de mucha vergüenza para la víctima que en un primer momento decidió no contar a nadie lo vivido. Días previos a la denuncia realizada en diciembre de 2016, en el contexto de una conversación, decidió contarle lo sucedido a su abuela, quien lo llevó a conocimiento de la madre de la menor, que en definitiva radicó la denuncia correspondiente”.
La Fiscalía considera que se encuentra probada la materialidad del hecho. En su poder, como elementos de prueba, ofreció una serie de documentos, pericias e informes entre los que se encuentra el acta policial con la denuncia de la madre de la víctima, registros de audio y video con declaraciones testimoniales del entorno de la chica e incluso de la misma menor.
Adjuntan además, un informe psicodiagnóstico de la nena en el que se indica que “al momento de la evaluación pericial, la niña ofrece un relato sencillo y coherente de los incidentes. Si bien tenía una relación afectuosa y distendida con su padrastro, refiere que estos incidentes la desconcertaron.”
En dicho informe se remarca que “lo expuesto se colige con su relato posterior en Cámara Gessel. Ella sabía que lo que el hombre le había hecho estaba mal , que no debió haber sucedido. Pero sintió vergüenza de contarlo y temor que el develamiento perjudicara a su madre y el vínculo familiar. Buscó recursos propios para que su agresor no se volviera a acercar con fines lascivos”.
Relato coherente
En la causa se incluye también un trabajo pericial psicológico elaborado por una psicóloga forense. Se trata de un análisis de credibilidad del relato de la niña brindado en declaración en contexto de Cámara Gessel. “En el informe pericial y previo a explicar la metodología utilizada, la licenciada concluye que la joven presenta un relato cuyo contenido reúne criterios de realidad suficientes que lo definen como creíble”.
Respeto a la calificación jurídica, el hecho se encuadra en “abuso sexual simple en calidad de autor”. Se advierte en este punto, que “no existen causas de justificación ni de inculpabilidad previstas en el Código de fondo que autoricen a relevar o atenuar la responsabilidad del encartado”.
En relación a la “pretensión punitiva”, la Fiscalía indica que “este Ministerio tiene en cuenta la falta de antecedentes condenatorios del imputado. Por ello, conforme el mínimo y máximo establecido por la ley penal conforme el delito que se les enrostra en este caso, entendiendo que el momento de solicitar la aplicación pena, será de 4 años de prisión”