Crisis textil: otra ola de despidos, concurso de acreedores y riesgos de quiebra

El Polo Industrial de Trelew ya tiene menos de 1.000 trabajadores y mantiene serias dificultades de competitividad que seguirán agudizándose. El consumo está deprimido y se suman nuevos competidores desde las importaciones. Sedamil está en plena crisis y Soltex podría ser la siguiente.

15 ABR 2018 - 20:35 | Actualizado

La crisis textil en el Parque Industrial parece no tener fin. Los 12 despidos de Propulsora Patagónica sin embargo no sorprendieron. Este suplemento había anticipado a comienzos del año que había dos firmas que confeccionan hilados que estaban en la lupa por su débil situación: la misma Propulsora y Soltex.
A ello se le sumó otra bomba: Sedamil presentó en la justicia la cesación de pagos y el pedido para un concurso de acreedores. En los próximos días el juez a cargo deberá determinar si le da curso a la medida. Esto implica el riesgo de quiebra y  la posibilidad de cierre definitivo de la histórica fábrica. Corren riesgo 360 puestos de empleo que hoy quedan entre Tintorería y Logística.
Por ahora la tintorería de Sedamil tiene producción a buen ritmo, pero nadie sabe lo que puede llegar a pasar a futuro.
Tanto Propulsora Patagónica, como Soltex manejan el mismo tipo de hilados, para los cuales hoy está cayendo fuertemente la demanda y por otra parte encontraron un nuevo competidor en las importaciones que ahora vienen desde Brasil. Antes la competencia venía desde el sudeste asiático y ahora se suma el vecino del Mercosur, donde los hilados están ingresando desde hace dos años a menos de la mitad de precio de lo que se fabrican en Argentina.
Ahora en Propulsora quedan 40 operarios. Y reina la incertidumbre con respecto al resto de la plantilla. Teniendo en cuenta que continúan las suspensiones en los diferentes turnos de trabajo y hoy la producción apenas si alcanza el 20% de la capacidad que tiene la compañía, el escenario es complejo.
Dentro del rubro textil sintético, Propulsora produce telas para tapizados de sillones y también para cortinas. Es una sucursal de la empresa madre Corbeil, cuya radicación es en la Ciudad de Buenos Aires. 
Propulsora llegó al Parque Industrial bajo la política de Promoción Industrial y logró radicarse al calor de la conformación del polo textil. Esa política se fue desvaneciendo y ya no queda nada de los incentivos impositivos o fiscales que justifiquen nuevas inversiones, o que no se vayan las que están.
Otra empresa que atraviesa vaivenes es Soltex. Es competidora de Propulsora ya que confecciona el mismo tipo de hilados. Tiene 60 operarios y los trabajadores tienen una atraso de un mes en el pago. Aunque en algún momento esa demora en el cumplimento de los haberes llegó a ser de 4 meses. 
Por ahora, la situación está estable en Soltex. Ello gracias a que tiene un diferente esquema de comercialización que por ahora le permite subsistir. Aunque ha tenido varios sobresaltos en el último tiempo.
En estos años además cerró Casa Roma y el año pasado fueron desvinculados los 107 trabajadores de hilandería en Sedamil, lo que generó un golpe evidente para toda la industria y encendió todas las alarmas. Hasta ahora, dentro del sector tintorería no existen dificultades y está funcionando normalmente. En Tendlarz, otra de las fábricas textiles históricas y de peso, por ahora el sector laboral tampoco fue afectado.
Es la competitividad, podría ser la frase que mayor aplica a este caso. Y pese a que desde el Gobierno Nacional se conformó la Mesa Textil junto al ministro de Trabajo, Jorge Triacca, para resolver estos problemas estructurales, por ejemplo de costos, cargas sociales y fletes, nada de esto ocurrió.
Con lo que hacia adelante no queda más que esperar nuevos cierres o despidos, que dependerán de los vaivenes del mercado interno y del ritmo de apertura importadora que decida imprimirle el Gobierno Nacional.
En cuanto a las textiles, hoy quedan menos de 1.000 puestos de empleo. En la época dorada, allá por los 80´ llegaron a ser 6.000. Luego la década devastadora de los 90´ redujo a menos de 2.000 las fuentes de empleo. Y tras un amesetamiento en los últimos tiempos, la ola de despidos y cierres volvió a tomar impulso. Los 107 trabajadores que quedaron en la calle en la histórica Sedamil el año pasado no hacen más que servir de ejemplo.#

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15 ABR 2018 - 20:35

La crisis textil en el Parque Industrial parece no tener fin. Los 12 despidos de Propulsora Patagónica sin embargo no sorprendieron. Este suplemento había anticipado a comienzos del año que había dos firmas que confeccionan hilados que estaban en la lupa por su débil situación: la misma Propulsora y Soltex.
A ello se le sumó otra bomba: Sedamil presentó en la justicia la cesación de pagos y el pedido para un concurso de acreedores. En los próximos días el juez a cargo deberá determinar si le da curso a la medida. Esto implica el riesgo de quiebra y  la posibilidad de cierre definitivo de la histórica fábrica. Corren riesgo 360 puestos de empleo que hoy quedan entre Tintorería y Logística.
Por ahora la tintorería de Sedamil tiene producción a buen ritmo, pero nadie sabe lo que puede llegar a pasar a futuro.
Tanto Propulsora Patagónica, como Soltex manejan el mismo tipo de hilados, para los cuales hoy está cayendo fuertemente la demanda y por otra parte encontraron un nuevo competidor en las importaciones que ahora vienen desde Brasil. Antes la competencia venía desde el sudeste asiático y ahora se suma el vecino del Mercosur, donde los hilados están ingresando desde hace dos años a menos de la mitad de precio de lo que se fabrican en Argentina.
Ahora en Propulsora quedan 40 operarios. Y reina la incertidumbre con respecto al resto de la plantilla. Teniendo en cuenta que continúan las suspensiones en los diferentes turnos de trabajo y hoy la producción apenas si alcanza el 20% de la capacidad que tiene la compañía, el escenario es complejo.
Dentro del rubro textil sintético, Propulsora produce telas para tapizados de sillones y también para cortinas. Es una sucursal de la empresa madre Corbeil, cuya radicación es en la Ciudad de Buenos Aires. 
Propulsora llegó al Parque Industrial bajo la política de Promoción Industrial y logró radicarse al calor de la conformación del polo textil. Esa política se fue desvaneciendo y ya no queda nada de los incentivos impositivos o fiscales que justifiquen nuevas inversiones, o que no se vayan las que están.
Otra empresa que atraviesa vaivenes es Soltex. Es competidora de Propulsora ya que confecciona el mismo tipo de hilados. Tiene 60 operarios y los trabajadores tienen una atraso de un mes en el pago. Aunque en algún momento esa demora en el cumplimento de los haberes llegó a ser de 4 meses. 
Por ahora, la situación está estable en Soltex. Ello gracias a que tiene un diferente esquema de comercialización que por ahora le permite subsistir. Aunque ha tenido varios sobresaltos en el último tiempo.
En estos años además cerró Casa Roma y el año pasado fueron desvinculados los 107 trabajadores de hilandería en Sedamil, lo que generó un golpe evidente para toda la industria y encendió todas las alarmas. Hasta ahora, dentro del sector tintorería no existen dificultades y está funcionando normalmente. En Tendlarz, otra de las fábricas textiles históricas y de peso, por ahora el sector laboral tampoco fue afectado.
Es la competitividad, podría ser la frase que mayor aplica a este caso. Y pese a que desde el Gobierno Nacional se conformó la Mesa Textil junto al ministro de Trabajo, Jorge Triacca, para resolver estos problemas estructurales, por ejemplo de costos, cargas sociales y fletes, nada de esto ocurrió.
Con lo que hacia adelante no queda más que esperar nuevos cierres o despidos, que dependerán de los vaivenes del mercado interno y del ritmo de apertura importadora que decida imprimirle el Gobierno Nacional.
En cuanto a las textiles, hoy quedan menos de 1.000 puestos de empleo. En la época dorada, allá por los 80´ llegaron a ser 6.000. Luego la década devastadora de los 90´ redujo a menos de 2.000 las fuentes de empleo. Y tras un amesetamiento en los últimos tiempos, la ola de despidos y cierres volvió a tomar impulso. Los 107 trabajadores que quedaron en la calle en la histórica Sedamil el año pasado no hacen más que servir de ejemplo.#


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