Apicultores alertan por la muerte de abejas debido al deterioro ambiental

Apicultores de distintas localidades del país enfundados en sus trajes y portando ahumadores se manifestarán mañana frente al Congreso ante la "gravedad inusitada" de la situación que atraviesa el sector como consecuencia "del deterioro ambiental generado por el modelo agroindustrial", que provoca la muerte de colmenas.

17 ABR 2018 - 16:30 | Actualizado


"La situación que estamos viviendo en el país es de una gravedad inusitada y el apicultor siente mucha necesidad de expresarlo", dijo a Télam Pedro Kaufmann, secretario de la Sociedad Argentina de Apicultores (Sada).

Por eso, los apicultores acompañarán con su manifestación la presentación que Sada realizará ante la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado.

En tanto, el Ministerio de Agroindustria considera que "la apicultura puede perfectamente convivir con el resto de las actividades agropecuarias", a condición de que se generalicen "las buenas prácticas" que la cartera está fomentando.

Kaufmann dijo a Télam que "hay reiterados eventos de muertes de colmenas, el Senasa no responde a los pedidos que hacemos para que aplique algún control al uso de agroquímicos o que constate la muerte de colmenas, así como una evidente falta de sensibilidad de algunos funcionarios que plantean que este modelo no agroproductivo no se toca". 

En este contexto y tras conocerse la noticia de la muerte de mil colmenas en Córdoba que dio lugar a un contrapunto con el ministro Luis Miguel Etchevehere, las autoridades de Sada fueron convocadas a exponer al Senado.

El director del Instituto de Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural de la sede andina de la Universidad Nacional de Río Negro, Lucas Garibaldi, coincidió con Kaufmann en que "el modelo productivo actual es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad en general y de las abejas en particular".

"Y este modelo que se llama agricultura convencional está basado en el alto uso de agroquímicos y en el monocultivo, lo cual genera una gran homogeneización del paisaje que no sólo mata a las abejas por el uso de pesticidas, sino indirectamente porque les quita recursos, desde lugar para hacer sus nidos hasta las flores de las que se alimentan", agregó este doctor en ciencias agrarias e investigador del Conicet.

En diálogo con Télam, el ingeniero agrónomo dijo que, en tanto polinizadores, la reducción de la población de abejas afecta también a la producción de alimentos, porque esos cultivos "dependen de la polinización por animales para producir los frutos o semillas que cosechamos".

Para Garibaldi, la solución pasa por "ir implementando prácticas ambientalmente más amigables", como la de "diversidad de hábitat en los ambientes cultivados" que "provean de recursos a las abejas".

Por su parte, la directora nacional de Alimentos y Bebidas del Ministerio de Agroindustria, Mercedes Nimo, aseguró que "Argentina es tan rica que hay espacio para todos" y sólo "hay que buscar los equilibrios que permitan la convivencia" entre el modelo agroproductivo y el apícola.

"El problema que se plantea con la muerte las abejas es una discusión que se está dando en todos los ámbitos internacionales, con lo cual no es fácil encontrarle soluciones rápidas", dijo a Télam.

"Probablemente, una parte tenga que ver con prácticas (agropecuarias) inadecuadas, pero hay otros factores que pueden ser ambientales. No hay certezas aún", dijo.

Nimo aclaró que "nuestra postura es que puede perfectamente convivir con el resto de las actividades agropecuarias", que además "necesitan" de ella y "si trabajan bajo buenas prácticas agrícolas no deberían perjudicarla".

Según estadísticas elaboradas por Sada, entre 2010 y 2018 la cantidad de apicultores se redujo un 73 por ciento en todo el país y el número de colmenas disminuyó un 44 por ciento.

"Nuestras cifras no nos dan una caída tan abrupta, pero sí una caída que uno puede asociar a muchos factores adicionales, como cuestiones de precio, de mercado o de rentabilidad del negocio: hay que hacer un análisis muy profundo de lo que ha pasado", dijo Nimo.

17 ABR 2018 - 16:30


"La situación que estamos viviendo en el país es de una gravedad inusitada y el apicultor siente mucha necesidad de expresarlo", dijo a Télam Pedro Kaufmann, secretario de la Sociedad Argentina de Apicultores (Sada).

Por eso, los apicultores acompañarán con su manifestación la presentación que Sada realizará ante la Comisión de Ambiente y Desarrollo Sustentable del Senado.

En tanto, el Ministerio de Agroindustria considera que "la apicultura puede perfectamente convivir con el resto de las actividades agropecuarias", a condición de que se generalicen "las buenas prácticas" que la cartera está fomentando.

Kaufmann dijo a Télam que "hay reiterados eventos de muertes de colmenas, el Senasa no responde a los pedidos que hacemos para que aplique algún control al uso de agroquímicos o que constate la muerte de colmenas, así como una evidente falta de sensibilidad de algunos funcionarios que plantean que este modelo no agroproductivo no se toca". 

En este contexto y tras conocerse la noticia de la muerte de mil colmenas en Córdoba que dio lugar a un contrapunto con el ministro Luis Miguel Etchevehere, las autoridades de Sada fueron convocadas a exponer al Senado.

El director del Instituto de Recursos Naturales, Agroecología y Desarrollo Rural de la sede andina de la Universidad Nacional de Río Negro, Lucas Garibaldi, coincidió con Kaufmann en que "el modelo productivo actual es una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad en general y de las abejas en particular".

"Y este modelo que se llama agricultura convencional está basado en el alto uso de agroquímicos y en el monocultivo, lo cual genera una gran homogeneización del paisaje que no sólo mata a las abejas por el uso de pesticidas, sino indirectamente porque les quita recursos, desde lugar para hacer sus nidos hasta las flores de las que se alimentan", agregó este doctor en ciencias agrarias e investigador del Conicet.

En diálogo con Télam, el ingeniero agrónomo dijo que, en tanto polinizadores, la reducción de la población de abejas afecta también a la producción de alimentos, porque esos cultivos "dependen de la polinización por animales para producir los frutos o semillas que cosechamos".

Para Garibaldi, la solución pasa por "ir implementando prácticas ambientalmente más amigables", como la de "diversidad de hábitat en los ambientes cultivados" que "provean de recursos a las abejas".

Por su parte, la directora nacional de Alimentos y Bebidas del Ministerio de Agroindustria, Mercedes Nimo, aseguró que "Argentina es tan rica que hay espacio para todos" y sólo "hay que buscar los equilibrios que permitan la convivencia" entre el modelo agroproductivo y el apícola.

"El problema que se plantea con la muerte las abejas es una discusión que se está dando en todos los ámbitos internacionales, con lo cual no es fácil encontrarle soluciones rápidas", dijo a Télam.

"Probablemente, una parte tenga que ver con prácticas (agropecuarias) inadecuadas, pero hay otros factores que pueden ser ambientales. No hay certezas aún", dijo.

Nimo aclaró que "nuestra postura es que puede perfectamente convivir con el resto de las actividades agropecuarias", que además "necesitan" de ella y "si trabajan bajo buenas prácticas agrícolas no deberían perjudicarla".

Según estadísticas elaboradas por Sada, entre 2010 y 2018 la cantidad de apicultores se redujo un 73 por ciento en todo el país y el número de colmenas disminuyó un 44 por ciento.

"Nuestras cifras no nos dan una caída tan abrupta, pero sí una caída que uno puede asociar a muchos factores adicionales, como cuestiones de precio, de mercado o de rentabilidad del negocio: hay que hacer un análisis muy profundo de lo que ha pasado", dijo Nimo.


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