Editorial / Crisis política en medio de crisis económica, una combinación peligrosa para el Gobierno

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Con sus dichos, Mammarelli le sumó problemas al gobernador, que tuvo que salir a pedir disculpas.
28 ABR 2018 - 21:27 | Actualizado

La crisis desatada en el Gobierno provincial por la divulgación de los audios de una reunión del ministro Sergio Mammarelli con intendentes del interior, le agregó un condimento inesperado a la ya difícil situación que atraviesa cada semana la gestión que encabeza Mariano Arcioni.

No se puede soslayar antes de hacer cualquier análisis que los audios en los que Mammarelli expresó varios desatinos fueron grabados de manera subrepticia –es decir, de forma oculta- por uno de los intendentes que asistió al encuentro con el ministro coordinador.

Esto no lo exculpa ni un poco al jefe de Gabinete, que debería guardar las formas noche y día, pero es bueno aclararlo porque pinta de cuerpo entero el estado de descomposición en el que está la política chubutense, con intendentes que graban conversaciones privadas con un alto funcionario y las filtran a la prensa.

En los alrededores del ministro Mammarelli mascan bronca y dicen que un ala del dasnevismo estuvo detrás de la viralización de los audios, que fueron profusamente difundidos por dos medios en particular, a los que desde Coordinación acusan de ser funcionales a los intereses de un sector dasnevista.

De cualquier modo, los exabruptos de Mammarelli no pueden obviarse y que hayan merecido un pedido de disculpas públicas del gobernador Arcioni terminaron significando un costo político innecesario en momentos en los que los ocupantes de Fontana 50 tienen que atajar cuestionamientos diariamente. Sobran los problemas como para que el gobernador tenga que cubrirle la espalda a su ministro. Las cosas suelen ser al revés.

Aunque no son pocos los que creen que el tiempo de Mammarelli en la Casa de Gobierno se agotó, los que conocen a Arcioni sugieren que es difícil que el gobernador le suelte la mano al “Tano”, como lo conocen los íntimos. En cambio, aseguran que el ministro coordinador pasaría a ocupar otro lugar de importancia en el Gabinete, pero dejaría para alguien con mayor manejo político el Ministerio de Coordinación.

Las dudas alrededor de Mammarelli no hacen más que debilitar a un Gabinete que ya viene diezmado. Son muchos los lugares claves que han quedado vacantes y no pueden ser ocupados porque no hay tropa propia que quiera tomar brasas calientes.

Y encima se siguen yendo ministros: Alejandro Pagani no se fue formalmente pero ya un ingeniero comodorense, Ricardo Chicala, está en las gateras. Y el otro que dejará su cargo esta semana será Ignacio Agulleiro, el titular de la cartera de Ambiente, que sería reemplazado por su segunda, Mariana Vega.

Hasta cuándo

El gobernador Arcioni concedió el domingo pasado una entrevista a una agencia nacional de noticias manejada por el Gobierno nacional y mensuró la dimensión de las dificultades de la provincia con una frase: “La crisis llegó para quedarse por lo menos hasta octubre o noviembre”, dijo, poniendo por primera vez un plazo a la estrategia para poder encauzar las finanzas.

En el Ministerio de Economía leyeron la entrevista con cautela y esta misma semana salieron a poner paños fríos a la expectativa que planteó Arcioni. Dicen que todavía es apresurado pensar en un escenario mejor al actual y que no hay motivos suficientes para pensar que el pago desdoblado de salarios continuará durante varios meses, tal vez hasta finales de año. Y que el objetivo más cercano es pagar el aguinaldo en julio en una sola cuota.

Arcioni sabe que con un déficit de caja en las cuentas públicas de unos 740 millones de pesos mensuales no es mucho más lo que se puede hacer para restablecer la confianza. Y que en este esquema, el “ajuste” es imprescindible.

Claro que las últimas medidas que tuvo que tomar fueron resistidas hasta por su propio partido, Chubut Somos Todos. Ya son muy pocos los diputados provinciales que le responden y hasta la propia hija del exgobernador, “Mariví” Das Neves, salió a pegarle por las redes sociales por decir que “Mario Das Neves hubiera hecho lo mismo que yo” en relación al desdoblamiento de salarios.

Arcioni se sigue considerando “la continuidad de Das Neves”, pero admite que hay una realidad muy distinta a la gestión anterior: “Sé que muchos dicen -en el dasnevismo- que el exgobernador no hubiera pagado desdoblado, o que no hubiera cortado la obra social, o no se hubieran achicado los ingresos, pero la realidad es otra”, afirmó Arcioni y agregó: “Creo que si Das Neves hubiera estado en el gobierno habría hecho exactamente lo mismo porque la situación no da para otra receta.”

Para analizar la gestión de Arcioni no hay que perder de vista que hace poco más de seis meses venía de un importante -y trabajoso- triunfo electoral que lo había depositado en una banca de la Cámara de Diputados. Pero el destino le tenía preparado una jugada difícil de resolver.

En seis meses tuvo que dominar una situación económica y financiera avasallante, le estalló en el corazón del dasnevismo un caso de corrupción único en la historia de la política chubutense y tiene que lidiar con un Gobierno nacional que juega a las escondidas con él, pensando más en las elecciones de 2019 que en tenderle una mano firme para evitar males mayores.

Así le seguirá siendo muy difícil llevar el barco a buen puerto.

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Con sus dichos, Mammarelli le sumó problemas al gobernador, que tuvo que salir a pedir disculpas.
28 ABR 2018 - 21:27

La crisis desatada en el Gobierno provincial por la divulgación de los audios de una reunión del ministro Sergio Mammarelli con intendentes del interior, le agregó un condimento inesperado a la ya difícil situación que atraviesa cada semana la gestión que encabeza Mariano Arcioni.

No se puede soslayar antes de hacer cualquier análisis que los audios en los que Mammarelli expresó varios desatinos fueron grabados de manera subrepticia –es decir, de forma oculta- por uno de los intendentes que asistió al encuentro con el ministro coordinador.

Esto no lo exculpa ni un poco al jefe de Gabinete, que debería guardar las formas noche y día, pero es bueno aclararlo porque pinta de cuerpo entero el estado de descomposición en el que está la política chubutense, con intendentes que graban conversaciones privadas con un alto funcionario y las filtran a la prensa.

En los alrededores del ministro Mammarelli mascan bronca y dicen que un ala del dasnevismo estuvo detrás de la viralización de los audios, que fueron profusamente difundidos por dos medios en particular, a los que desde Coordinación acusan de ser funcionales a los intereses de un sector dasnevista.

De cualquier modo, los exabruptos de Mammarelli no pueden obviarse y que hayan merecido un pedido de disculpas públicas del gobernador Arcioni terminaron significando un costo político innecesario en momentos en los que los ocupantes de Fontana 50 tienen que atajar cuestionamientos diariamente. Sobran los problemas como para que el gobernador tenga que cubrirle la espalda a su ministro. Las cosas suelen ser al revés.

Aunque no son pocos los que creen que el tiempo de Mammarelli en la Casa de Gobierno se agotó, los que conocen a Arcioni sugieren que es difícil que el gobernador le suelte la mano al “Tano”, como lo conocen los íntimos. En cambio, aseguran que el ministro coordinador pasaría a ocupar otro lugar de importancia en el Gabinete, pero dejaría para alguien con mayor manejo político el Ministerio de Coordinación.

Las dudas alrededor de Mammarelli no hacen más que debilitar a un Gabinete que ya viene diezmado. Son muchos los lugares claves que han quedado vacantes y no pueden ser ocupados porque no hay tropa propia que quiera tomar brasas calientes.

Y encima se siguen yendo ministros: Alejandro Pagani no se fue formalmente pero ya un ingeniero comodorense, Ricardo Chicala, está en las gateras. Y el otro que dejará su cargo esta semana será Ignacio Agulleiro, el titular de la cartera de Ambiente, que sería reemplazado por su segunda, Mariana Vega.

Hasta cuándo

El gobernador Arcioni concedió el domingo pasado una entrevista a una agencia nacional de noticias manejada por el Gobierno nacional y mensuró la dimensión de las dificultades de la provincia con una frase: “La crisis llegó para quedarse por lo menos hasta octubre o noviembre”, dijo, poniendo por primera vez un plazo a la estrategia para poder encauzar las finanzas.

En el Ministerio de Economía leyeron la entrevista con cautela y esta misma semana salieron a poner paños fríos a la expectativa que planteó Arcioni. Dicen que todavía es apresurado pensar en un escenario mejor al actual y que no hay motivos suficientes para pensar que el pago desdoblado de salarios continuará durante varios meses, tal vez hasta finales de año. Y que el objetivo más cercano es pagar el aguinaldo en julio en una sola cuota.

Arcioni sabe que con un déficit de caja en las cuentas públicas de unos 740 millones de pesos mensuales no es mucho más lo que se puede hacer para restablecer la confianza. Y que en este esquema, el “ajuste” es imprescindible.

Claro que las últimas medidas que tuvo que tomar fueron resistidas hasta por su propio partido, Chubut Somos Todos. Ya son muy pocos los diputados provinciales que le responden y hasta la propia hija del exgobernador, “Mariví” Das Neves, salió a pegarle por las redes sociales por decir que “Mario Das Neves hubiera hecho lo mismo que yo” en relación al desdoblamiento de salarios.

Arcioni se sigue considerando “la continuidad de Das Neves”, pero admite que hay una realidad muy distinta a la gestión anterior: “Sé que muchos dicen -en el dasnevismo- que el exgobernador no hubiera pagado desdoblado, o que no hubiera cortado la obra social, o no se hubieran achicado los ingresos, pero la realidad es otra”, afirmó Arcioni y agregó: “Creo que si Das Neves hubiera estado en el gobierno habría hecho exactamente lo mismo porque la situación no da para otra receta.”

Para analizar la gestión de Arcioni no hay que perder de vista que hace poco más de seis meses venía de un importante -y trabajoso- triunfo electoral que lo había depositado en una banca de la Cámara de Diputados. Pero el destino le tenía preparado una jugada difícil de resolver.

En seis meses tuvo que dominar una situación económica y financiera avasallante, le estalló en el corazón del dasnevismo un caso de corrupción único en la historia de la política chubutense y tiene que lidiar con un Gobierno nacional que juega a las escondidas con él, pensando más en las elecciones de 2019 que en tenderle una mano firme para evitar males mayores.

Así le seguirá siendo muy difícil llevar el barco a buen puerto.


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