La viuda del Nobel Xiaobo, dispuesta a morir por su libertad

La poetisa Liu Xia, viuda del difunto Premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, alertó que está dispuesta a morir en su casa si el gobierno chino no pone fin a su arresto domiciliario y la deja salir del país, se informó hoy.

03 MAY 2018 - 8:34 | Actualizado


La decisión de Xia fue revelada por el escritor exiliado Liao Yiwu, en una carta publicada esta mañana por el diario independiente South China Morining Post donde el intelectual asegura que Xia le contó por teléfono que está dispuesta a morir en casa para protestar por su arresto.

La poetisa y artista sufre arresto domiciliario sin haber sido acusada de ningún delito, desde que su marido fue galardonado con el Nobel en 2010, un año después de ser condenado a 11 años de prisión por "subversión contra el poder del Estado".

Xiaobo falleció el año pasado por un cáncer de hígado que se le diagnosticó de forma tardía cuando estaba en prisión, y desde entonces numerosas voces reclamaron a las autoridades la liberación de Xia, que sufre depresión.

"No hay nada que temer ahora. Si no puedo irme, moriré en casa. Xiaobo ya se fue, no hay nada en este mundo para mí. Morir es más fácil que vivir, no hay nada más sencillo para mí que protestar con la muerte", dijo Liu, en palabras citadas por Liao.

Junto con la carta el escritor Liao, quien vive exiliado en Berlín, publicó una grabación de audio de una conversación telefónica anterior entre ambos en la que la poetisa le explica, llorando, que ya no tiene razones para vivir, según informó la agencia de noticias EFE.

"La canciller alemana Angela Merkel irá a China pronto. Queremos que muchas organizaciones e individuos escuchen la voz de Liu Xia", añadió Liao.

Según contaron los allegados a Liu Xia, desde la muerte de su esposo en julio del año pasado, la poetisa se mantuvo aislada del mundo exterior y está tomando medicamentos para la depresión.

Liu fue vista por última vez en fotos tomadas durante el funeral de su marido. Más tarde fue llevada a la provincia meridional china de Yunnan y posteriormente a Beijing, donde está su domicilio.

En este último año, numerosos intentos de medios de comunicación internacionales para acceder a su apartamento fueron frenados de forma brusca por un dispositivo de policías presente en la puerta y los alrededores del edificio.
 

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03 MAY 2018 - 8:34


La decisión de Xia fue revelada por el escritor exiliado Liao Yiwu, en una carta publicada esta mañana por el diario independiente South China Morining Post donde el intelectual asegura que Xia le contó por teléfono que está dispuesta a morir en casa para protestar por su arresto.

La poetisa y artista sufre arresto domiciliario sin haber sido acusada de ningún delito, desde que su marido fue galardonado con el Nobel en 2010, un año después de ser condenado a 11 años de prisión por "subversión contra el poder del Estado".

Xiaobo falleció el año pasado por un cáncer de hígado que se le diagnosticó de forma tardía cuando estaba en prisión, y desde entonces numerosas voces reclamaron a las autoridades la liberación de Xia, que sufre depresión.

"No hay nada que temer ahora. Si no puedo irme, moriré en casa. Xiaobo ya se fue, no hay nada en este mundo para mí. Morir es más fácil que vivir, no hay nada más sencillo para mí que protestar con la muerte", dijo Liu, en palabras citadas por Liao.

Junto con la carta el escritor Liao, quien vive exiliado en Berlín, publicó una grabación de audio de una conversación telefónica anterior entre ambos en la que la poetisa le explica, llorando, que ya no tiene razones para vivir, según informó la agencia de noticias EFE.

"La canciller alemana Angela Merkel irá a China pronto. Queremos que muchas organizaciones e individuos escuchen la voz de Liu Xia", añadió Liao.

Según contaron los allegados a Liu Xia, desde la muerte de su esposo en julio del año pasado, la poetisa se mantuvo aislada del mundo exterior y está tomando medicamentos para la depresión.

Liu fue vista por última vez en fotos tomadas durante el funeral de su marido. Más tarde fue llevada a la provincia meridional china de Yunnan y posteriormente a Beijing, donde está su domicilio.

En este último año, numerosos intentos de medios de comunicación internacionales para acceder a su apartamento fueron frenados de forma brusca por un dispositivo de policías presente en la puerta y los alrededores del edificio.
 


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