Trelew: cuando el proyecto es la solidaridad

Un grupo estudiantes secundarios del Instituto María Auxiliadora de Trelew trabaja con distintas entidades en proyectos solidarios para ayudar a merenderos, jardines de infantes, bibliotecas y hasta un cuartel de bomberos. Una experiencia singular llevada adelante desde el corazón.

05 MAY 2018 - 21:03 | Actualizado


De pronto las redes sociales se inundan de mensajes, de pedidos, de nombres amables: Pequeñas Sonrisas, Manos por Amaya, Guardias de Jardín, Sonrisas de Esperanzas, Pequeños Héroes, Cuartel Solidario, Formando Sonrisas… Facebook, Instagram y Twitter son su canal de comunicación en ellas, pero también teléfonos y, sobre todo, el contacto diario con la gente, con la ciudad.

Son un grupo de estudiantes del Instituto María Auxiliadora de Trelew y llevan adelante un Proyecto Solidario que trabaja con distintas entidades, jardines de infantes, bibliotecas, merenderos y hasta un cuartel de bomberos. Tienen el tiempo que les deja cursar el secundario y sobre todo tienen solidaridad, porque de eso se trata este plan que está incluido en la currícula del Ministerio de Educación de la provincia desde hace 3 años pero que no siempre logra plasmarse.

“Este colegio tiene una impronta salesiana con la que nosotros trabajamos”, le dijo Claudia Williams, profesora que comanda a los estudiantes en la tarea, a FM Tiempo Trelew en la presentación que se realizó en el colegio. Y explica que “cuando lo propusieron comenzamos a trabajar en el conocimiento de proyectos, cómo elaborarlos y cómo es un proyecto de intervención-acción”.

En ese marco, recordó que “hace 3 años que, por ejemplo, venimos trabajando con la biblioteca 22 de Agosto” porque “hay proyectos que perduran en el tiempo y hay otros que necesariamente los tenemos que ir cambiando. Entonces van apareciendo otras ideas, sugerencias que nos alcanzan. Y este año en particular surgió la idea de trabajar con los bomberos voluntarios”.

“Es muy interesante la propuesta porque, más allá de que será un proyecto solidario, creo particularmente que habrá un feedback muy grande porque ellos tienen mucho interés en trabajar con los adolescentes también”, contó.

En el marco de la tarea del grupo de adolescentes, conformado por unos 60 alumnos de entre 15 y 17 años de dos cursos, Claudia Williams explicó que “hay chicos que van a trabajar con las bibliotecas, este año se incorporó Rosa de Amaya, también muy interesante porque ellos tuvieron que salir a buscar instituciones. La tarea en la biblioteca 22 de Agosto es por tercer año consecutivo, como señalé, al igual que con el Comedor del Corazón; es el segundo año que estamos con El Hogar de Niños y ahora se incorporó Caritas Felices, además del Cuartel de Bomberos”.

Williams, profesora de tecnología, señaló que “la idea es hacer la intervención a partir del mes de mayo. Es por eso que ustedes van a ver que están empezando a aparecer en las redes sociales, que los empiezan a seguir, que empiezan a pedir donaciones; hacen una difusión muy interesante del trabajo que ellos tienen”.

En el desarrollo de la tarea, “cuando se forman los equipos además de tener un coordinador, un cuaderno de campo con todas sus actividades, tienen que designar a alguien que se ocupe de la economía del grupo porque los proyectos se autofinancian y además tienen que nombrar un CM (Community Manager), que es el que más interactúa en las redes sociales”. “Ya se está requiriendo ayuda por parte de los chicos del colegio porque con la llegada del frío algunas carencias ya se están poniendo de manifiesto; hace falta leche, abrigos….”, agregó.

Desde su experiencia, la docente contó que “si bien esto termina más o menos en la primera semana de noviembre, puede estirarse hasta fin de ese mes porque cuando trabajan todo el año en una institución (a los chicos) se les hace muy difícil despedirse”.
En esa línea, cuando finaliza el año, “dejan todo el proyecto preparado para que el grupo que vine el año próximo, si quiere seguirlo, lo pueda retomar”.


La experiencia

Para Williams, “la experiencia es excelente, nos encontramos con un montón de problemas, muchísimas trabas. Nos encontramos con que tenemos que gestionar hasta lo más mínimo y sin embargo hay que seguir, y en eso los chicos son incansables. Por ahí ven en mí a alguien que les va poniendo más trabas de las que ellos piensan que podían tener, pero todo tiene su explicación: los seguros, los cuidados que hay que tener… Es protegerlos también”.

“Es maravilloso trabajar con adolescentes y lo he dicho muchas veces ya, con chicos como estos no todo está perdido. Tenemos esperanza. La empatía que ellos manifiestan con cada uno de los problemas, lo solidaros que son, el trabajo que hacen… El año pasado tuvimos un grupo de chicos que trabajaba con animales, con perros de la calle -Callejeros se llama- y fue una experiencia buenísima porque allí no trabajaban con personas pero le pusieron tantas ganas que se levantaban los sábados a las 7 de la mañana y se iban en bicicleta a pasear los perros por las chacras, durante todo el año. Y trabajaron para hacerles cuchas y demás. Es muy loable porque no es solo fijarse en el que está al lado y sufre, sino es tomar conciencia”, finalizó.#

05 MAY 2018 - 21:03


De pronto las redes sociales se inundan de mensajes, de pedidos, de nombres amables: Pequeñas Sonrisas, Manos por Amaya, Guardias de Jardín, Sonrisas de Esperanzas, Pequeños Héroes, Cuartel Solidario, Formando Sonrisas… Facebook, Instagram y Twitter son su canal de comunicación en ellas, pero también teléfonos y, sobre todo, el contacto diario con la gente, con la ciudad.

Son un grupo de estudiantes del Instituto María Auxiliadora de Trelew y llevan adelante un Proyecto Solidario que trabaja con distintas entidades, jardines de infantes, bibliotecas, merenderos y hasta un cuartel de bomberos. Tienen el tiempo que les deja cursar el secundario y sobre todo tienen solidaridad, porque de eso se trata este plan que está incluido en la currícula del Ministerio de Educación de la provincia desde hace 3 años pero que no siempre logra plasmarse.

“Este colegio tiene una impronta salesiana con la que nosotros trabajamos”, le dijo Claudia Williams, profesora que comanda a los estudiantes en la tarea, a FM Tiempo Trelew en la presentación que se realizó en el colegio. Y explica que “cuando lo propusieron comenzamos a trabajar en el conocimiento de proyectos, cómo elaborarlos y cómo es un proyecto de intervención-acción”.

En ese marco, recordó que “hace 3 años que, por ejemplo, venimos trabajando con la biblioteca 22 de Agosto” porque “hay proyectos que perduran en el tiempo y hay otros que necesariamente los tenemos que ir cambiando. Entonces van apareciendo otras ideas, sugerencias que nos alcanzan. Y este año en particular surgió la idea de trabajar con los bomberos voluntarios”.

“Es muy interesante la propuesta porque, más allá de que será un proyecto solidario, creo particularmente que habrá un feedback muy grande porque ellos tienen mucho interés en trabajar con los adolescentes también”, contó.

En el marco de la tarea del grupo de adolescentes, conformado por unos 60 alumnos de entre 15 y 17 años de dos cursos, Claudia Williams explicó que “hay chicos que van a trabajar con las bibliotecas, este año se incorporó Rosa de Amaya, también muy interesante porque ellos tuvieron que salir a buscar instituciones. La tarea en la biblioteca 22 de Agosto es por tercer año consecutivo, como señalé, al igual que con el Comedor del Corazón; es el segundo año que estamos con El Hogar de Niños y ahora se incorporó Caritas Felices, además del Cuartel de Bomberos”.

Williams, profesora de tecnología, señaló que “la idea es hacer la intervención a partir del mes de mayo. Es por eso que ustedes van a ver que están empezando a aparecer en las redes sociales, que los empiezan a seguir, que empiezan a pedir donaciones; hacen una difusión muy interesante del trabajo que ellos tienen”.

En el desarrollo de la tarea, “cuando se forman los equipos además de tener un coordinador, un cuaderno de campo con todas sus actividades, tienen que designar a alguien que se ocupe de la economía del grupo porque los proyectos se autofinancian y además tienen que nombrar un CM (Community Manager), que es el que más interactúa en las redes sociales”. “Ya se está requiriendo ayuda por parte de los chicos del colegio porque con la llegada del frío algunas carencias ya se están poniendo de manifiesto; hace falta leche, abrigos….”, agregó.

Desde su experiencia, la docente contó que “si bien esto termina más o menos en la primera semana de noviembre, puede estirarse hasta fin de ese mes porque cuando trabajan todo el año en una institución (a los chicos) se les hace muy difícil despedirse”.
En esa línea, cuando finaliza el año, “dejan todo el proyecto preparado para que el grupo que vine el año próximo, si quiere seguirlo, lo pueda retomar”.


La experiencia

Para Williams, “la experiencia es excelente, nos encontramos con un montón de problemas, muchísimas trabas. Nos encontramos con que tenemos que gestionar hasta lo más mínimo y sin embargo hay que seguir, y en eso los chicos son incansables. Por ahí ven en mí a alguien que les va poniendo más trabas de las que ellos piensan que podían tener, pero todo tiene su explicación: los seguros, los cuidados que hay que tener… Es protegerlos también”.

“Es maravilloso trabajar con adolescentes y lo he dicho muchas veces ya, con chicos como estos no todo está perdido. Tenemos esperanza. La empatía que ellos manifiestan con cada uno de los problemas, lo solidaros que son, el trabajo que hacen… El año pasado tuvimos un grupo de chicos que trabajaba con animales, con perros de la calle -Callejeros se llama- y fue una experiencia buenísima porque allí no trabajaban con personas pero le pusieron tantas ganas que se levantaban los sábados a las 7 de la mañana y se iban en bicicleta a pasear los perros por las chacras, durante todo el año. Y trabajaron para hacerles cuchas y demás. Es muy loable porque no es solo fijarse en el que está al lado y sufre, sino es tomar conciencia”, finalizó.#


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