Editorial / La economía de Chubut bajo la lupa: el nivel de debilidades sigue condicionando las fortalezas

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05 MAY 2018 - 21:22 | Actualizado

Nada mejor que el análisis de un tercero para entender mejor la situación. Y mucho más si ese tercero está contratado por la propia Provincia del Chubut para evaluar sus cuentas y, de ese modo, elaborar una calificación financiera a los títulos de deuda emitidos por el Estado provincial.

Es el caso de FIX SCR, una consultora argentina afiliada a una de las mayores calificadoras de riesgo del mundo, Fitch Ratings, que estudia cada año los datos duros de la economía de Chubut para elaborar una calificación de riesgo para los mercados crediticios.

El último informe de FIX sobre Chubut tiene catorce páginas de análisis económico, financiero y hasta político, y fue divulgado hace tres semanas. De ese informe surgen una serie de evaluaciones que ayudan a entender el espinoso camino que tiene por delante la Provincia –sobre todo, su conductor político, el gobernador Mariano Arcioni-, se confirma que las debilidades son mayores a las fortalezas y se pinta sin consideraciones políticas que los problemas de la provincia se profundizaron entre 2016 y 2017.

Si bien las dificultades comenzaron hace al menos seis años (2012), la crisis se agudizó durante los dos primeros años de la gestión del fallecido gobernador Mario Das Neves.

Según FIX, en esos dos años la Provincia tomó nueva deuda por valor de $ 13.897 millones (2016) y $ 4.992 millones (2017). Eso explica el actual nivel de endeudamiento. Cuando el exgobernador Martín Buzzi se fue del Gobierno, dejó una deuda directa de $ 8.511 millones, contra los $ 24.453 millones que hay hoy.

Sin ánimo de juzgar las decisiones políticas tomadas en ese período, el informe de FIX explica sin medias tintas cómo se agravaron todas las variables, principalmente por una toma descontrolada de deuda y un aumento considerable del gasto, sobre todo en salarios.

Pro y contras

FIX espera para este 2018 una recomposición del margen operativo “en base a la adhesión al consenso fiscal y por una mejora de los ingresos por regalías por incremento de precio y devaluación del peso.”

Las expectativas sobre la evolución de los ingresos de regalías son positivas “pero deberá evaluarse en conjunto con el éxito de las medidas en materia de gastos a fin de analizar si se registra alguna mejora fiscal a futuro”, aclara el informe.

Y va más allá: “Las calificaciones podrían ir a la baja en caso de que no se completen exitosamente las operaciones de crédito previstas para el presente ejercicio a fines de superar los problemas de liquidez en el corto plazo o que el Gobierno Nacional no continúe con la asistencia financiera.”

FIX marca como “fortalezas” de Chubut a la autonomía fiscal superior a la media provincial; al potencial económico basado en el peso relativo de la actividad de hidrocarburos en el total del país; la generación de marco regulatorio y sendero de precios previsibles para el desarrollo de la actividad hidrocarburífera; y los muy buenos indicadores socio-económicos.

Pero señala como debilidades al bajo nivel de liquidez; el aumento del gasto; el elevado nivel de endeudamiento en términos del presupuesto provincial; el alto porcentaje de deuda en moneda extranjera y la creciente presión de los servicios de deuda.

Para FIX, todos estos indicadores se deterioraron fuertemente en 2016 “dada la combinación de un fuerte incremento del endeudamiento y el registro de márgenes operativos deficitarios. Esta tendencia se mantuvo durante 2017. La evolución de este indicador en el período 2018-2019 dependerá de la habilidad del Chubut para volver a ahorros operativos más robustos”, indica el informe.

Y dale con el gasto

Al igual que en todas las provincias argentinas, la estructura de gastos del Chubut en los últimos cinco años se volvió más “rígida”, según FIX, en el sentido de que fue aumentando la participación del gasto operativo sobre las erogaciones totales. Esto fue como consecuencia de las presiones inflacionarias y salariales, y la mayor provisión de servicios públicos.

El gasto operativo de la provincia en 2017 aumentó un 28,6% respecto a 2016 por el crecimiento del gasto en personal (+27,5%), bienes y servicios (+14,8%) y transferencias corrientes (+52,9%).

El gasto en personal es todo un tema: representa un 62,3% de los gastos totales en 2017 frente al 59,8% que representaba en 2013.

Chubut estima incrementar la masa salarial de 2018 en un 6,6% y en un 5% para 2019. La intención oficial es mantener nominalmente constante el gasto en personal en 2018 en relación a 2017. Pero los fondos necesarios para pagar los salarios a los empleados públicos siguen siendo hoy la mochila pesada de llevar.

Este mes, por ejemplo, hará falta la friolera de $ 890,5 millones para abonar los casi 40 mil sueldos que paga el Estado provincial: el 73% de los empleados cobra menos de $ 30 mil; el 21% entre $ 30 mil y $ 50 mil; y el 6% más de $ 50 mil.

Para ordenar las cuentas no alcanzará solo con ajustar el gasto superfluo. Y mucho menos, el salarial: nadie en su sano juicio puede pensar que tirar empleados públicos por la ventana es la manera de que cierren las cuentas.

Para que los números empiecen a equilibrarse hay que pensar en generar inversiones (desarrollar más y mejores condiciones para las industrias establecidas y abrir la puerta a nuevos sectores); rediseñar un plan de obra pública; negociar en mejores condiciones políticas con el Gobierno nacional y refinanciar la deuda.

Si no se está trabajando ya en algunos de esos aspectos, el camino seguirá plagado de espinas por varios años.

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05 MAY 2018 - 21:22

Nada mejor que el análisis de un tercero para entender mejor la situación. Y mucho más si ese tercero está contratado por la propia Provincia del Chubut para evaluar sus cuentas y, de ese modo, elaborar una calificación financiera a los títulos de deuda emitidos por el Estado provincial.

Es el caso de FIX SCR, una consultora argentina afiliada a una de las mayores calificadoras de riesgo del mundo, Fitch Ratings, que estudia cada año los datos duros de la economía de Chubut para elaborar una calificación de riesgo para los mercados crediticios.

El último informe de FIX sobre Chubut tiene catorce páginas de análisis económico, financiero y hasta político, y fue divulgado hace tres semanas. De ese informe surgen una serie de evaluaciones que ayudan a entender el espinoso camino que tiene por delante la Provincia –sobre todo, su conductor político, el gobernador Mariano Arcioni-, se confirma que las debilidades son mayores a las fortalezas y se pinta sin consideraciones políticas que los problemas de la provincia se profundizaron entre 2016 y 2017.

Si bien las dificultades comenzaron hace al menos seis años (2012), la crisis se agudizó durante los dos primeros años de la gestión del fallecido gobernador Mario Das Neves.

Según FIX, en esos dos años la Provincia tomó nueva deuda por valor de $ 13.897 millones (2016) y $ 4.992 millones (2017). Eso explica el actual nivel de endeudamiento. Cuando el exgobernador Martín Buzzi se fue del Gobierno, dejó una deuda directa de $ 8.511 millones, contra los $ 24.453 millones que hay hoy.

Sin ánimo de juzgar las decisiones políticas tomadas en ese período, el informe de FIX explica sin medias tintas cómo se agravaron todas las variables, principalmente por una toma descontrolada de deuda y un aumento considerable del gasto, sobre todo en salarios.

Pro y contras

FIX espera para este 2018 una recomposición del margen operativo “en base a la adhesión al consenso fiscal y por una mejora de los ingresos por regalías por incremento de precio y devaluación del peso.”

Las expectativas sobre la evolución de los ingresos de regalías son positivas “pero deberá evaluarse en conjunto con el éxito de las medidas en materia de gastos a fin de analizar si se registra alguna mejora fiscal a futuro”, aclara el informe.

Y va más allá: “Las calificaciones podrían ir a la baja en caso de que no se completen exitosamente las operaciones de crédito previstas para el presente ejercicio a fines de superar los problemas de liquidez en el corto plazo o que el Gobierno Nacional no continúe con la asistencia financiera.”

FIX marca como “fortalezas” de Chubut a la autonomía fiscal superior a la media provincial; al potencial económico basado en el peso relativo de la actividad de hidrocarburos en el total del país; la generación de marco regulatorio y sendero de precios previsibles para el desarrollo de la actividad hidrocarburífera; y los muy buenos indicadores socio-económicos.

Pero señala como debilidades al bajo nivel de liquidez; el aumento del gasto; el elevado nivel de endeudamiento en términos del presupuesto provincial; el alto porcentaje de deuda en moneda extranjera y la creciente presión de los servicios de deuda.

Para FIX, todos estos indicadores se deterioraron fuertemente en 2016 “dada la combinación de un fuerte incremento del endeudamiento y el registro de márgenes operativos deficitarios. Esta tendencia se mantuvo durante 2017. La evolución de este indicador en el período 2018-2019 dependerá de la habilidad del Chubut para volver a ahorros operativos más robustos”, indica el informe.

Y dale con el gasto

Al igual que en todas las provincias argentinas, la estructura de gastos del Chubut en los últimos cinco años se volvió más “rígida”, según FIX, en el sentido de que fue aumentando la participación del gasto operativo sobre las erogaciones totales. Esto fue como consecuencia de las presiones inflacionarias y salariales, y la mayor provisión de servicios públicos.

El gasto operativo de la provincia en 2017 aumentó un 28,6% respecto a 2016 por el crecimiento del gasto en personal (+27,5%), bienes y servicios (+14,8%) y transferencias corrientes (+52,9%).

El gasto en personal es todo un tema: representa un 62,3% de los gastos totales en 2017 frente al 59,8% que representaba en 2013.

Chubut estima incrementar la masa salarial de 2018 en un 6,6% y en un 5% para 2019. La intención oficial es mantener nominalmente constante el gasto en personal en 2018 en relación a 2017. Pero los fondos necesarios para pagar los salarios a los empleados públicos siguen siendo hoy la mochila pesada de llevar.

Este mes, por ejemplo, hará falta la friolera de $ 890,5 millones para abonar los casi 40 mil sueldos que paga el Estado provincial: el 73% de los empleados cobra menos de $ 30 mil; el 21% entre $ 30 mil y $ 50 mil; y el 6% más de $ 50 mil.

Para ordenar las cuentas no alcanzará solo con ajustar el gasto superfluo. Y mucho menos, el salarial: nadie en su sano juicio puede pensar que tirar empleados públicos por la ventana es la manera de que cierren las cuentas.

Para que los números empiecen a equilibrarse hay que pensar en generar inversiones (desarrollar más y mejores condiciones para las industrias establecidas y abrir la puerta a nuevos sectores); rediseñar un plan de obra pública; negociar en mejores condiciones políticas con el Gobierno nacional y refinanciar la deuda.

Si no se está trabajando ya en algunos de esos aspectos, el camino seguirá plagado de espinas por varios años.


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