La Columna de Elio Rossi // Lionel Messi, fieramente sudamericano

No es que el planchazo haya sido criminal, no. No parece darle el pinét a Lionel como para meter un planchazo criminal. O un codazo como el de Pelé a Mesiano en los lejanísimos Cincuentas. Jóvenes, guglear.

07 MAY 2018 - 20:54 | Actualizado

Maradona en algún momento metió planchazo vengador y envenenado a los vascos que casi lo sacan de circulación mucho más acá en el tiempo.

Jóvenes, repito, guglear.

Sergio Ramos, acostumbrado a la impunidad de pegar jugando para un equipo grande (o un seleccionado que se acostumbró a ganar a estilo de los nuevos ricos con 20 años de antigüedad como máximo), gimió simulante como si le hubieran descerrajado un disparo en el tobillo.

Ruggeri tenía la misma impunidad aunque nunca lo vi simular al Cabezón campeón del Mundo como si (pongamos, Orteguita), le hubiera dado un pisotón.

Ni ahí la compareta con aquellas furias de Pelé y Maradona. Pero Messi tiró su primer “planchazo sudaca” en el clásico más Boca-River que se recuerde en los últimos, reiteremos, veinte años entre catalanes y madridistas. Y otro “sudaca” se lo quiso comer vivo a Ramos un ratito antes cuando el defensor le levantó el codito, casi a la altura de la pera, impidiendo el ataque. Hablo de Luisito Suárez, cumpa, amigo, colega de Lionel en el mejor Barcelona de todos los tiempos. Hasta Marcelo simuló para provocar la expulsión de un rival.

Además, jugaron fútbol de alto nivel. Pero el detalle es, repito, la (¡bienvenida!), “sudamericanización” de Messi. No estoy pidiendo que Messi golpee a los rivales. No.Digo que añada fiereza a la exquisitez. Suele parecerse la fiereza, al hambre de gloria que brilla por su ausencia transformándose en una sombra que empaña el rostro de Lio cada vez que se pone la camiseta argentina y se predispone a jugar una final. Un Messi tan exquisito como rugiente requiere el momento para ser campeón en Rusia.

Si no, se repetirá la historia.

Con el clásico del domingo terminaron las obligaciones del inigualable catalán nacido en Rosario. Su archirrival, Cristiano, llegó mejor que él al temible y temido mes de abril de competencias europeas con una receta sencilla: Zinedine Zidane lo puso en una decena menos de partidos previos a abril.

Messi llegó con lo justo. Cristiano reluciente. No es un detalle menor la cuestión física. Créanme. Es probable que ya les haya citado a Carlos Bianchi al respecto. No quiero insistir.

Además, creo que todos entendemos que Messi (más allá de la CANTIDAD de balones de oro y palmarés y la mar en coche), es MÁS completo que Ronaldo.

¿Usted prefiere a Ronaldo?

No problem. Pero hete aquí que para este escriba Messi cumple funciones que Cristiano no. La “quintita de Messi” mide 40x60; la del portugués 18 metros. El europeo te mata en el área; el argentino organiza, mete pases gol, hace goles, te descadera encarándote…en fin, para mí son incomparables aunque Ronaldo gane más botas de oro que Messi. Pero esa no es la discusión aquí.

Cristiano llegó mejor físicamente que Messi al Abril de la Champions.

Messi llegará mejor al Mundial.

Y es lo que aquí interesa.

Por otro lado mañana puede definirse la Super Liga. Boqueando, asustado, con lo justo y rogando que el Palmeiras le gane a Juniors de Barranquilla intentará el conjunto de los Macana s Brothers dar la vuelta en La Plata al tiempo que prenderá velas a los brasileños.

Resulta paradójico que esperemos firmeza ética de los rivales cuando lo que exigimos desde cualquier lugar del Ventajismo Nacional y Popular (la corriente más extendida entre los hinchas argentinos), es todo lo contrario. Pero así es la cuestión.

Por el corazón titubeante de tantos argentinos que lo esperan, ojalá les vaya bien mañana en La Plata.

Desde esta columnata, ¡Chapeau Godoy Cruz Antonio Tomba!

Si me permiten una última línea: es oficial la acreditación de este columnista para Rusia 2018 para Jornada. Será un placer escribir como Enviado Especial.

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07 MAY 2018 - 20:54

Maradona en algún momento metió planchazo vengador y envenenado a los vascos que casi lo sacan de circulación mucho más acá en el tiempo.

Jóvenes, repito, guglear.

Sergio Ramos, acostumbrado a la impunidad de pegar jugando para un equipo grande (o un seleccionado que se acostumbró a ganar a estilo de los nuevos ricos con 20 años de antigüedad como máximo), gimió simulante como si le hubieran descerrajado un disparo en el tobillo.

Ruggeri tenía la misma impunidad aunque nunca lo vi simular al Cabezón campeón del Mundo como si (pongamos, Orteguita), le hubiera dado un pisotón.

Ni ahí la compareta con aquellas furias de Pelé y Maradona. Pero Messi tiró su primer “planchazo sudaca” en el clásico más Boca-River que se recuerde en los últimos, reiteremos, veinte años entre catalanes y madridistas. Y otro “sudaca” se lo quiso comer vivo a Ramos un ratito antes cuando el defensor le levantó el codito, casi a la altura de la pera, impidiendo el ataque. Hablo de Luisito Suárez, cumpa, amigo, colega de Lionel en el mejor Barcelona de todos los tiempos. Hasta Marcelo simuló para provocar la expulsión de un rival.

Además, jugaron fútbol de alto nivel. Pero el detalle es, repito, la (¡bienvenida!), “sudamericanización” de Messi. No estoy pidiendo que Messi golpee a los rivales. No.Digo que añada fiereza a la exquisitez. Suele parecerse la fiereza, al hambre de gloria que brilla por su ausencia transformándose en una sombra que empaña el rostro de Lio cada vez que se pone la camiseta argentina y se predispone a jugar una final. Un Messi tan exquisito como rugiente requiere el momento para ser campeón en Rusia.

Si no, se repetirá la historia.

Con el clásico del domingo terminaron las obligaciones del inigualable catalán nacido en Rosario. Su archirrival, Cristiano, llegó mejor que él al temible y temido mes de abril de competencias europeas con una receta sencilla: Zinedine Zidane lo puso en una decena menos de partidos previos a abril.

Messi llegó con lo justo. Cristiano reluciente. No es un detalle menor la cuestión física. Créanme. Es probable que ya les haya citado a Carlos Bianchi al respecto. No quiero insistir.

Además, creo que todos entendemos que Messi (más allá de la CANTIDAD de balones de oro y palmarés y la mar en coche), es MÁS completo que Ronaldo.

¿Usted prefiere a Ronaldo?

No problem. Pero hete aquí que para este escriba Messi cumple funciones que Cristiano no. La “quintita de Messi” mide 40x60; la del portugués 18 metros. El europeo te mata en el área; el argentino organiza, mete pases gol, hace goles, te descadera encarándote…en fin, para mí son incomparables aunque Ronaldo gane más botas de oro que Messi. Pero esa no es la discusión aquí.

Cristiano llegó mejor físicamente que Messi al Abril de la Champions.

Messi llegará mejor al Mundial.

Y es lo que aquí interesa.

Por otro lado mañana puede definirse la Super Liga. Boqueando, asustado, con lo justo y rogando que el Palmeiras le gane a Juniors de Barranquilla intentará el conjunto de los Macana s Brothers dar la vuelta en La Plata al tiempo que prenderá velas a los brasileños.

Resulta paradójico que esperemos firmeza ética de los rivales cuando lo que exigimos desde cualquier lugar del Ventajismo Nacional y Popular (la corriente más extendida entre los hinchas argentinos), es todo lo contrario. Pero así es la cuestión.

Por el corazón titubeante de tantos argentinos que lo esperan, ojalá les vaya bien mañana en La Plata.

Desde esta columnata, ¡Chapeau Godoy Cruz Antonio Tomba!

Si me permiten una última línea: es oficial la acreditación de este columnista para Rusia 2018 para Jornada. Será un placer escribir como Enviado Especial.


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