Editorial / Arcioni necesita un brazo político que lidere al Gabinete, que hable menos y resuelva más

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Horas clave. Arcioni busca un brazo político que refuerce la gestión.
12 MAY 2018 - 21:45 | Actualizado

Tuvo que venir a Chubut la dirigente Nora Cortiñas, una histórica de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, para poner un poco de cordura en medio de tanta tensión e insensatez. Solo así el Gobierno accedió a recibir a algunos dirigentes gremiales enfrentados abiertamente con Fontana 50 y a bajar algunas “banderas” que había dejado clavadas el ahora exministro coordinador, Sergio Mammarelli, el mismo que dijo que había que descontarle el día a los trabajadores que hacían paro porque si no se estaba ante un “enriquecimiento ilícito.”
De la reunión de parte del Gabinete con los gremios, con Cortiñas de intermediaria, salió la confirmación que no habrá descuento para los que pararon y gestos de buena voluntad para seguir negociando. No mucho más. Pero igual fue importante que todos estuvieran sentados alrededor de la misma mesa porque hablando se entiende la gente.
La salida de Mammarelli será una gran pérdida personal para el gobernador Mariano Arcioni, que confiaba en el “Tano” –como él lo llama en la intimidad- como en pocos, pero es un gran avance para su Gobierno, que desde que asumió vive atajando penales, muchos de los cuales los “cometía” el propio Mammarelli.
Más allá de cómo termine reorganizándose el Gabinete –con Ministerio de Coordinación o con Secretaría General de la Gobernación-, Arcioni no tiene mucho margen para equivocarse en esta elección. El gobernador necesita a alguien con cintura política suficiente, que tenga buen diálogo con todos los sectores, que entienda de números y que tienda puentes, no que los dinamite.

Perfil

El nuevo brazo político del gobernador deberá bajar la espuma generada con los gremios, principalmente, por la falta de diálogo. Y, sobre todo, tejerle una red de contención política que hoy no existe.
No puede ser que los principales intendentes de Chubut (sobre todo Ricardo Sastre, Adrián Maderna y Carlos Linares) deslicen –a veces sin sutilezas pero sin ánimo de minar ningún camino- que les es muy complicado juntarse con el gobernador a acordar cosas y ofrecer colaboración. Lo mismo pasa con los diputados provinciales.
Claro, a casi ninguno de ellos les caía en gracia Mammarelli, que precisamente era el encargado de dinamitar cualquier puente que pretendieran construir los intendentes. Por eso el nuevo “coordinador” deberá tener línea abierta con los intendentes, inclusive con los de localidades más chicas que están en una situación mucho más apremiante.

Autopostulado

Uno de los que suena para ocupar esta plaza es el exintendente de Trelew Máximo Pérez Catán, cada vez más alejado del dasnevismo de paladar negro y con ganas de recuperar espacio en el candelero político.
Todos le reconocen a Máximo la suficiente experiencia como para encarar el desafío. Inclusive, el gremialista más enfrentado al Gobierno de Arcioni, el líder de ATE Guillermo Quiroga, salió esta semana a elogiarlo en varias entrevistas radiales.
Pero Arcioni no está totalmente convencido. No de sumar a Pérez Catán al círculo de decisiones –de hecho, ya lo ha sentado varias veces a la mesa en reuniones institucionales importantes, como la que mantuvo con la cúpula de la Justicia a comienzos de la semana pasada- sino de que sea él el encargado de lidiar con toda la responsabilidad que insumirá esta nueva etapa.
Máximo salió por varios medios a ofrecer su experiencia para el cargo pero también viajó el fin de semana a la zona cordillerana para tantear el apoyo que podría tener su otra ambición personal: liderar Chubut Somos Todos. No pidió apoyo de manera explícita a los dirigentes con los que se reunió, pero tampoco tuvo mucho éxito. La dirigencia de la Cordillera le comunicó que solo apoyarán a Marcelo Limarieri, el intendente de Gualjaina que quiere presidir el partido fundado por Mario Das Neves. Y ya aclararon a quienes quieran escuchar que tampoco apoyarán para ese cargo a Raquel Di Perna. “Es hora de una renovación en serio”, dijo uno de los líderes del Grupo Cordillera, como se autodenominan.

Ordenados

El gobernador sabe que además de cintura política, el nuevo hombre fuerte del Gabinete deberá tener mucha capacidad de análisis para entender el día a día de los números de la Provincia.
Arcioni está muy conforme con el tándem Alejandro Garzonio y Luis Tarrío, los dos funcionarios que llegaron a dar una mano en el peor momento de la economía provincial y sin estridencias han comenzado a reordenar algunos frentes.
Lo que más les destaca el gobernador al ministro de Economía y al subsecretario de Coordinación Financiera es el perfil técnico de su gestión y el manejo político que han demostrado tener para decir siempre lo justo y necesario. Y jamás prometer algo que no podrían cumplir.
Esta semana habrá definiciones y se acabarán todas las dudas y especulaciones.

Hasta el Fondo

El sorprendente viraje político que hizo el presidente Mauricio Macri al pasar sin escalas de frases como “la inflación va a bajar drásticamente en el segundo semestre”, “ya se empezaron a ver los brotes verdes” y la varias veces repetida “lo peor ya pasó”, a pedir desesperadamente un blindaje al Fondo Monetario Internacional, puede tener un correlato en las provincias.
Aunque por ahora no hay más que rumores y mucha confusión sobre las condiciones que impondrá el FMI para concederle la asistencia financiera a la Argentina, hay varios aspectos que podrían incidir negativamente en las provincias.
En principio, un brutal recorte de la obra pública. Y segundo, un mayor ajuste fiscal que implicaría una sugerencia de recortes de empleos públicos. La delicada situación de Chubut podría verse empeorada si el presidente Macri acepta las condiciones que impondrá Christine Lagarde, la exmiembro del equipo francés de nado sincronizado con fama de ruda, que se transformó en la primera mujer en llevar las riendas del FMI.
Una crisis nacional en medio de la profunda crisis local. Sobre llovido, mojado.#

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Horas clave. Arcioni busca un brazo político que refuerce la gestión.
12 MAY 2018 - 21:45

Tuvo que venir a Chubut la dirigente Nora Cortiñas, una histórica de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, para poner un poco de cordura en medio de tanta tensión e insensatez. Solo así el Gobierno accedió a recibir a algunos dirigentes gremiales enfrentados abiertamente con Fontana 50 y a bajar algunas “banderas” que había dejado clavadas el ahora exministro coordinador, Sergio Mammarelli, el mismo que dijo que había que descontarle el día a los trabajadores que hacían paro porque si no se estaba ante un “enriquecimiento ilícito.”
De la reunión de parte del Gabinete con los gremios, con Cortiñas de intermediaria, salió la confirmación que no habrá descuento para los que pararon y gestos de buena voluntad para seguir negociando. No mucho más. Pero igual fue importante que todos estuvieran sentados alrededor de la misma mesa porque hablando se entiende la gente.
La salida de Mammarelli será una gran pérdida personal para el gobernador Mariano Arcioni, que confiaba en el “Tano” –como él lo llama en la intimidad- como en pocos, pero es un gran avance para su Gobierno, que desde que asumió vive atajando penales, muchos de los cuales los “cometía” el propio Mammarelli.
Más allá de cómo termine reorganizándose el Gabinete –con Ministerio de Coordinación o con Secretaría General de la Gobernación-, Arcioni no tiene mucho margen para equivocarse en esta elección. El gobernador necesita a alguien con cintura política suficiente, que tenga buen diálogo con todos los sectores, que entienda de números y que tienda puentes, no que los dinamite.

Perfil

El nuevo brazo político del gobernador deberá bajar la espuma generada con los gremios, principalmente, por la falta de diálogo. Y, sobre todo, tejerle una red de contención política que hoy no existe.
No puede ser que los principales intendentes de Chubut (sobre todo Ricardo Sastre, Adrián Maderna y Carlos Linares) deslicen –a veces sin sutilezas pero sin ánimo de minar ningún camino- que les es muy complicado juntarse con el gobernador a acordar cosas y ofrecer colaboración. Lo mismo pasa con los diputados provinciales.
Claro, a casi ninguno de ellos les caía en gracia Mammarelli, que precisamente era el encargado de dinamitar cualquier puente que pretendieran construir los intendentes. Por eso el nuevo “coordinador” deberá tener línea abierta con los intendentes, inclusive con los de localidades más chicas que están en una situación mucho más apremiante.

Autopostulado

Uno de los que suena para ocupar esta plaza es el exintendente de Trelew Máximo Pérez Catán, cada vez más alejado del dasnevismo de paladar negro y con ganas de recuperar espacio en el candelero político.
Todos le reconocen a Máximo la suficiente experiencia como para encarar el desafío. Inclusive, el gremialista más enfrentado al Gobierno de Arcioni, el líder de ATE Guillermo Quiroga, salió esta semana a elogiarlo en varias entrevistas radiales.
Pero Arcioni no está totalmente convencido. No de sumar a Pérez Catán al círculo de decisiones –de hecho, ya lo ha sentado varias veces a la mesa en reuniones institucionales importantes, como la que mantuvo con la cúpula de la Justicia a comienzos de la semana pasada- sino de que sea él el encargado de lidiar con toda la responsabilidad que insumirá esta nueva etapa.
Máximo salió por varios medios a ofrecer su experiencia para el cargo pero también viajó el fin de semana a la zona cordillerana para tantear el apoyo que podría tener su otra ambición personal: liderar Chubut Somos Todos. No pidió apoyo de manera explícita a los dirigentes con los que se reunió, pero tampoco tuvo mucho éxito. La dirigencia de la Cordillera le comunicó que solo apoyarán a Marcelo Limarieri, el intendente de Gualjaina que quiere presidir el partido fundado por Mario Das Neves. Y ya aclararon a quienes quieran escuchar que tampoco apoyarán para ese cargo a Raquel Di Perna. “Es hora de una renovación en serio”, dijo uno de los líderes del Grupo Cordillera, como se autodenominan.

Ordenados

El gobernador sabe que además de cintura política, el nuevo hombre fuerte del Gabinete deberá tener mucha capacidad de análisis para entender el día a día de los números de la Provincia.
Arcioni está muy conforme con el tándem Alejandro Garzonio y Luis Tarrío, los dos funcionarios que llegaron a dar una mano en el peor momento de la economía provincial y sin estridencias han comenzado a reordenar algunos frentes.
Lo que más les destaca el gobernador al ministro de Economía y al subsecretario de Coordinación Financiera es el perfil técnico de su gestión y el manejo político que han demostrado tener para decir siempre lo justo y necesario. Y jamás prometer algo que no podrían cumplir.
Esta semana habrá definiciones y se acabarán todas las dudas y especulaciones.

Hasta el Fondo

El sorprendente viraje político que hizo el presidente Mauricio Macri al pasar sin escalas de frases como “la inflación va a bajar drásticamente en el segundo semestre”, “ya se empezaron a ver los brotes verdes” y la varias veces repetida “lo peor ya pasó”, a pedir desesperadamente un blindaje al Fondo Monetario Internacional, puede tener un correlato en las provincias.
Aunque por ahora no hay más que rumores y mucha confusión sobre las condiciones que impondrá el FMI para concederle la asistencia financiera a la Argentina, hay varios aspectos que podrían incidir negativamente en las provincias.
En principio, un brutal recorte de la obra pública. Y segundo, un mayor ajuste fiscal que implicaría una sugerencia de recortes de empleos públicos. La delicada situación de Chubut podría verse empeorada si el presidente Macri acepta las condiciones que impondrá Christine Lagarde, la exmiembro del equipo francés de nado sincronizado con fama de ruda, que se transformó en la primera mujer en llevar las riendas del FMI.
Una crisis nacional en medio de la profunda crisis local. Sobre llovido, mojado.#


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