“El premio te abre muchas puertas políticas porque tenés acceso a poder dar una opinión”

Por Natalia Ferrari.

El biólogo Pablo García Borboroglu es el investigador de Conicet e integrante del Centro Nacional Patagónico que días atrás recibió el mayor galardón internacional por su trabajo y conservación de los pingüinos del planeta. Se trata del “Whitley Gold Award” o como es llamado dentro del mundo de la conservación, el “Green Oscar” o el Oscar Verde de la ciencia. Lo entregó la princesa Ana, hija de la reina de Inglaterra, en una ceremonia en Londres, en la Real Sociedad Geográfica.

Borboroglu es doctor y fundador y presidente de la Global Penguin Society, una asociación de expertos internacionales que procura fomentar la protección y la educación de la naturaleza en todo el mundo.

Borboroglu contó que “el premio lo otorga la organización ´Whitley Fund for Nature´ que este año cumplió 25 años. Todos los años da cinco premios tradicionales. Entre las 200 personas que alguna vez recibieron el premio, en función de su desempeño y los logros, eligieron un premio que es el de oro y lo recibimos nosotros este año. Como era el aniversario fue una ceremonia extraordinaria, con 700 personas entre organizaciones ambientales de Europa, donantes de Inglaterra, la princesa y allegados. Estaba la Embajada Argentina”.

El ganador del galardón de oro era secreto. “En un momento la presentadora que es muy conocida en ese país, anuncia que se entregará el premio e inmediatamente muestran un video que elaboraron con el trabajo nuestro de 30 años hasta esta parte, que lo narra una persona muy conocida en el mundo de la conservación, que es el que hizo todos los documentales ambientales que hay en la televisión desde hace 30 años o más”.

Utilidad

Borboroglu destacó que “lo bueno del premio es la visibilidad que da a los temas que nos importan de concentración marina y de pingüinos en particular. Te abre muchas puertas y gente que no te consideraba, ahora escucha lo que tenés que decir, en todos los rubros. También abre muchas puertas políticas porque tenés acceso a poder dar una opinión, que te tengan más en cuenta”.

Se reflejó esta misma semana ya que el lunes se reunió con el ministro de Ambiente de la Nación, el rabino Sergio Bergman, después con el Ministerio de Ciencia y en los próximos días “parece que Presidencia, porque nos adelantaron algo. También en Chubut sé que hay mucho interés”.

El investigador enfatizó que “este premio pone en evidencia y visibilidad un montón de temas ambientales y del océano que inclusive los incorporé en el discurso como la polución de plásticos en el océano, un problema muy grande”. Por ejemplo, en el Océano Pacífico hay una isla de plásticos del tamaño de Francia, dos veces la superficie de Chubut. “El problema no es lo que se ve sino que cuando el plástico se degrada pasa a formar parte de organismos que después terminamos comiendo los humanos u otras especies. Acá ni caímos sobre ese problema. Usar plásticos descartables, que se los lleva el viento al mar es un gran problema. En Europa están a full y nosotros ni nos enteramos”.

En particular en el tema pingüinos, “las áreas protegidas marinas son muy importantes porque permiten mejorar el manejo de las actividades humanas en zonas donde coexisten con pingüinos, que se están alimentando o que están atravesando esas aguas. Las áreas protegidas son zonas donde no todo está prohibido, en determinados momentos se puede hacer una actividad de determinada forma y a la vez la fauna no se ve perjudicada. Sólo el 2% del océano del planeta tiene una protección estricta, el resto nada”.

Según explicó Borboroglu, en “Argentina estamos trabajando muchas organizaciones ambientales del país y el Gobierno Nacional, en la creación de los primeros Parques Nacionales Marinos de Argentina. Ya hay dos que están en el Congreso Nacional y es muy buena noticia. Pero en un país como el nuestro, en una provincia que está en este estado, cuando la economía te aprieta, lo ambiental se olvida”, se lamenta.

Hollywood

En el mundo hay 18 especies de pingüinos “aunque la gente percibe dos o tres por el cine de Hollywood”. Todas están en el hemisferio sur, ninguna vuela y “más de la mitad están amenazadas”, advierte.

“Hay especies en mucho riesgo como la de Galápagos que tiene 1.500 parejas y nada más, hay especies como la del africano que tenía un millón de miembros hace cien años y ahora quedan 21.000”.

Las especies están afectadas por distintas combinaciones y amenazas: “Polución, mal manejo de las pesquerías, el cambio climático, el disturbio humano o la introducción de predadores; porque el pingüino evolucionó en lugares sin predadores y por eso pudo darse el lujo de no volar. Pero los humanos introdujeron ratas, jabalíes, visones. Hay una especie de comadrejas en Nueva Zelanda que suman 70 millones, se comen todo, de todas las aves y es un gran problema”.

Borboroglu marcó que el turismo y la conservación pueden representar un importante ingreso económico para la provincia y el país.

Aconseja que se debiera incrementar la conservación “no sólo porque es importante en términos ecológicos sino también económicos. Hay una colonia de pingüinos en Australia visitada por turistas que representa ingresos por 150 millones de dólares al año”.

“La conservación no es sólo un lujo contemplativo y nada más, tiene un impacto económico muy fuerte. También entra en la balanza comercial la conservación y el turismo responsable. En Chubut nuestras especies son marítimas y comen en el océano, por eso necesitamos áreas protegidas en el océano y eso es importante a considerar”, aseguró en este sentido el investigador local.#

Turismo sin Ministerio

Borboroglu se mostró contrariado por la posibilidad de que el gobernador Mariano Arcioni rebaje el rango del actual Ministerio de Turismo y su fusión con Energía. “Es altamente preocupante porque se debería fusionar con otro organismo más afín”, señaló. “Hasta la imagen de Chubut se desmerece. Nuestra provincia tiene una gran tradición histórica en términos ambientales y es un ejemplo para otras provincias argentinas. Sería un gran retroceso y una gran pérdida. Chubut tiene una imagen externa tan importante. Uno mira otros organigramas en otros países y estas cosas parecen no posibles”.

Punta Tombo y la mala información

Eso fue una desgracia”. Así calificó el investigador Pablo García Borboroglu al efecto de un artículo de la agencia estatal Télam el año pasado, que aseguraba que los pingüinos que anidaban en Punta Tombo “habían decidido abandonar esa colonia para trasladarse” a la colonia ubicada en la estancia San Lorenzo, en Península Valdés.

“Invertí 25 mil dólares, conseguí plata afuera para censar todas las colonias de Chubut y Río Negro, son 34, con colegas de acá y se hizo un laburo impresionante, teníamos la ciencia pero vino un periodista de Télam y no sé cómo tomo la noticia, hizo cualquier cosa y realmente tergiversó todo”.

García Borboroglu aseguró que “Tombo no es la primera colonia mundial de pingüinos; nos duela o no, la verdad científica es esa” y explicó que “hay cambios en el océano y efectos de actividades humanas”.

El investigador sostuvo que “desde los 80 las colonias del sur vienen cayendo y las colonias del norte vienen incrementándose”. Disminuye la población en las pingüineras entre el Golfo San Jorge y Punto Tombo, y aumenta en San Lorenzo, Caleta Valdés y otros apostaderos de Península Valdés, e incluso en Río Negro.

“Hoy San Lorenzo es la más grande del mundo, pero hay que sacarle drama político; como científico tengo que reportar lo que veo, lo que pasa es que después te lo mezclan con la política y no tengo nada que ver”, indicó. “Empiezan con la rivalidad Trelew – Madryn y te meten en el medio; la verdad es la verdad y no es algo que hay que esconder o mentir, lo que hay que trabajar es en consecuencia”.

En 2015 “logramos con el gobierno crear el Área Marina Protegida de Punta Tombo para proteger el alimento que necesitan los pingüinos cuando son chicos, pero todavía no está implementada”.#