Apoyo para tres investigaciones sobre ballenas

La comunidad científica brindó su respaldo a proyectos del programa Ballena Franca Austral que impulsa el Instituto de Conservación de Ballenas (ICB). Más de 200 investigadores de cetáceos del mundo se reunieron para revisar las últimas investigaciones realizadas sobre una amplia gama de temas.

26 MAY 2018 - 20:55 | Actualizado

La comunidad científica internacional brindó su respaldo a tres proyectos de investigación sobre ballena franca que desarrollan investigadores de nuestro país en conjunto con el ICB. Entre el 23 de abril y 6 de mayo se realizó la reunión anual del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional en Bled, Eslovenia. Más de 200 investigadores de cetáceos del mundo se reunieron para revisar las últimas investigaciones realizadas sobre una amplia gama de temas relacionados con la gestión y conservación de cetáceos.
El Dr. Mariano Sironi, director científico del ICB, estuvo allí presentando los resultados y avances de las investigaciones realizadas por el equipo de científicos del Instituto de Conservación de Ballenas y Ocean Alliance y colegas de varias organizaciones sobre las ballenas francas australes de Península Valdés. Las discusiones que siguieron a cada presentación fueron enriquecedoras, se efectuaron  sugerencias y recomendaciones apoyando la continuidad de nuestras investigaciones, ya que el Comité las considera de alta prioridad para conocer la dinámica de la población en las condiciones ambientales actuales y comprender las causas de los eventos de alta mortandad registrados en años recientes.

Mortandad de crías

Durante el evento, Sironi presentó resultados sobre un estudio liderado por la Dra. Carina Marón, investigadora del ICB y becaria post-doctoral de CONICET, que indican que las crías no tienen síntomas evidentes de desnutrición. Para tal estudio se midió el grosor de la capa de grasa en 345 crías muertas y se comparó entre años de alta y baja mortandad. También se analizó el contenido de lípidos en la grasa de 16 crías vivas y lo comparamos con el de 67 crías muertas.  Estas variables no mostraron diferencias entre los grupos, lo cual indica que las crías que mueren, al menos en su mayoría, no estarían desnutridas.
Además, los estudios post-mortem que se realizaron  sobre las crías que varan en Península Valdés muestran que los ballenatos no están particularmente debilitados o delgados. Estos resultados son muy útiles para confirmar o descartar las hipótesis acerca de las mortandades inusuales de ballenas francas.

Ataques de gaviotas

Otra de las líneas de investigación que se presentó es una de reciente desarrollo y busca comprender la relación entre la intensidad de los ataques de gaviotas cocineras a las crías de ballenas francas de Península Valdés y sus niveles de estrés fisiológico.
Este estudio es liderado por el Biólogo Alejandro Fernandez Ajó, investigador del ICB y becario doctoral Fulbright - Ministerio de Educación en la Universidad del Norte de Arizona, USA.
Los glucocorticoides son hormonas cuyos niveles aumentan en respuesta a situaciones de estrés agudo o crónico. En las ballenas, estas hormonas se depositan a lo largo de la vida en diferentes tejidos como las barbas entre otros. Las barbas al presentar crecimiento continuo, mantienen un registro muy claro de los niveles de hormonas en el tiempo.
En las crías que mueren al poco tiempo de nacer, el análisis de una barba permite conocer con precisión los niveles de estrés que las crías tuvieron a lo largo de su breve vida, incluyendo parte de su gestación. En la investigación se midieron los niveles de glucocorticoides en dos ballenatos que tenían muy pocas o ninguna herida producida por gaviotas y los comparamos con los de dos ballenatos que tenían muchas heridas. También se analizó el caso de una cría de ballena franca del Atlántico Norte que murió al ser colisionada por un barco, es decir, una muerte por trauma agudo sin estrés fisiológico previo.
Los resultados fueron sorprendentes: las dos crías con muchas lesiones de gaviotas tuvieron niveles de hormonas de estrés elevadísimos previo a su muerte, mientras que en las otras tres crías los niveles fueron muy bajos. Si bien el número de casos que se analizaron en este estudio preliminar es bajo, los resultados llamaron la atención del Comité Científico, cuyos miembros recomendaron la continuación de este interesante trabajo por su alto valor diagnóstico para comprender los procesos biológicos en relación con las mortandades inusuales de ballenas en Península Valdés.

El avistaje y la investigación

Dentro del comité científico, uno de los subcomités se ocupa de temas relacionados con el avistaje de ballenas (WW) alrededor del mundo. En una de las sesiones el Dr. Sironi presentó los resultados preliminares del estudio que la bióloga Florencia Vilches, investigadora del ICB, está realizando en base a las fotografías tomadas por los fotógrafos a bordo de las lanchas de avistaje de Puerto Pirámides en Península Valdés.
En su trabajo diario, ellos obtienen valiosísimas imágenes de las ballenas que avistan durante las excursiones turísticas. Luego de firmar acuerdos de cooperación, se ha comenzado a incorporar las 460.000 fotografías recibidas al catálogo de foto-identificación del ICB iniciado en 1971.
Con menos del 1% de las fotos analizadas, Florencia y sus asistentes de investigación ya lograron identificar 151 ballenas, de las cuales 105 son individuos nuevos para el catálogo y 46 son individuos que ya se conocían.
Esto resalta el enorme potencial que las embarcaciones de avistaje tienen como plataformas de investigación de ballenas, y de la ciencia ciudadana como fuente de información colaborativa para estudios aplicados a la conservación de las ballenas y su hábitat. Desde el ICB se agradeció a los fotógrafos y a la Asociación de Guías Balleneros de Puerto Pirámides por colaborar con este proyecto científico.#
 

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26 MAY 2018 - 20:55

La comunidad científica internacional brindó su respaldo a tres proyectos de investigación sobre ballena franca que desarrollan investigadores de nuestro país en conjunto con el ICB. Entre el 23 de abril y 6 de mayo se realizó la reunión anual del Comité Científico de la Comisión Ballenera Internacional en Bled, Eslovenia. Más de 200 investigadores de cetáceos del mundo se reunieron para revisar las últimas investigaciones realizadas sobre una amplia gama de temas relacionados con la gestión y conservación de cetáceos.
El Dr. Mariano Sironi, director científico del ICB, estuvo allí presentando los resultados y avances de las investigaciones realizadas por el equipo de científicos del Instituto de Conservación de Ballenas y Ocean Alliance y colegas de varias organizaciones sobre las ballenas francas australes de Península Valdés. Las discusiones que siguieron a cada presentación fueron enriquecedoras, se efectuaron  sugerencias y recomendaciones apoyando la continuidad de nuestras investigaciones, ya que el Comité las considera de alta prioridad para conocer la dinámica de la población en las condiciones ambientales actuales y comprender las causas de los eventos de alta mortandad registrados en años recientes.

Mortandad de crías

Durante el evento, Sironi presentó resultados sobre un estudio liderado por la Dra. Carina Marón, investigadora del ICB y becaria post-doctoral de CONICET, que indican que las crías no tienen síntomas evidentes de desnutrición. Para tal estudio se midió el grosor de la capa de grasa en 345 crías muertas y se comparó entre años de alta y baja mortandad. También se analizó el contenido de lípidos en la grasa de 16 crías vivas y lo comparamos con el de 67 crías muertas.  Estas variables no mostraron diferencias entre los grupos, lo cual indica que las crías que mueren, al menos en su mayoría, no estarían desnutridas.
Además, los estudios post-mortem que se realizaron  sobre las crías que varan en Península Valdés muestran que los ballenatos no están particularmente debilitados o delgados. Estos resultados son muy útiles para confirmar o descartar las hipótesis acerca de las mortandades inusuales de ballenas francas.

Ataques de gaviotas

Otra de las líneas de investigación que se presentó es una de reciente desarrollo y busca comprender la relación entre la intensidad de los ataques de gaviotas cocineras a las crías de ballenas francas de Península Valdés y sus niveles de estrés fisiológico.
Este estudio es liderado por el Biólogo Alejandro Fernandez Ajó, investigador del ICB y becario doctoral Fulbright - Ministerio de Educación en la Universidad del Norte de Arizona, USA.
Los glucocorticoides son hormonas cuyos niveles aumentan en respuesta a situaciones de estrés agudo o crónico. En las ballenas, estas hormonas se depositan a lo largo de la vida en diferentes tejidos como las barbas entre otros. Las barbas al presentar crecimiento continuo, mantienen un registro muy claro de los niveles de hormonas en el tiempo.
En las crías que mueren al poco tiempo de nacer, el análisis de una barba permite conocer con precisión los niveles de estrés que las crías tuvieron a lo largo de su breve vida, incluyendo parte de su gestación. En la investigación se midieron los niveles de glucocorticoides en dos ballenatos que tenían muy pocas o ninguna herida producida por gaviotas y los comparamos con los de dos ballenatos que tenían muchas heridas. También se analizó el caso de una cría de ballena franca del Atlántico Norte que murió al ser colisionada por un barco, es decir, una muerte por trauma agudo sin estrés fisiológico previo.
Los resultados fueron sorprendentes: las dos crías con muchas lesiones de gaviotas tuvieron niveles de hormonas de estrés elevadísimos previo a su muerte, mientras que en las otras tres crías los niveles fueron muy bajos. Si bien el número de casos que se analizaron en este estudio preliminar es bajo, los resultados llamaron la atención del Comité Científico, cuyos miembros recomendaron la continuación de este interesante trabajo por su alto valor diagnóstico para comprender los procesos biológicos en relación con las mortandades inusuales de ballenas en Península Valdés.

El avistaje y la investigación

Dentro del comité científico, uno de los subcomités se ocupa de temas relacionados con el avistaje de ballenas (WW) alrededor del mundo. En una de las sesiones el Dr. Sironi presentó los resultados preliminares del estudio que la bióloga Florencia Vilches, investigadora del ICB, está realizando en base a las fotografías tomadas por los fotógrafos a bordo de las lanchas de avistaje de Puerto Pirámides en Península Valdés.
En su trabajo diario, ellos obtienen valiosísimas imágenes de las ballenas que avistan durante las excursiones turísticas. Luego de firmar acuerdos de cooperación, se ha comenzado a incorporar las 460.000 fotografías recibidas al catálogo de foto-identificación del ICB iniciado en 1971.
Con menos del 1% de las fotos analizadas, Florencia y sus asistentes de investigación ya lograron identificar 151 ballenas, de las cuales 105 son individuos nuevos para el catálogo y 46 son individuos que ya se conocían.
Esto resalta el enorme potencial que las embarcaciones de avistaje tienen como plataformas de investigación de ballenas, y de la ciencia ciudadana como fuente de información colaborativa para estudios aplicados a la conservación de las ballenas y su hábitat. Desde el ICB se agradeció a los fotógrafos y a la Asociación de Guías Balleneros de Puerto Pirámides por colaborar con este proyecto científico.#
 


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