Enojo de las ferias populares
Feriantes de calle Don Bosco, conocida como La Trochita, junto con representantes de Cáritas, fueron al Concejo Deliberante a interiorizarse de la marcha del proyecto presentado en la Banca del Vecino para que la ya tradicional feria sea reconocida, y la Municipalidad proceda a su regulación.
Pasó más de un mes de la exposición de la propuesta, no hay novedades y las vecinas se enojaron al considerarlo una falta de respeto. Marcela Cirilo, referente del grupo, junto a otras mujeres se trasladaron a la Municipalidad a pedir una respuesta y el secretario del intendente Sergio Ongarato solo les respondió que no hay plata.
Cirilo sostuvo que “fuimos al Concejo y al municipio, y no recibimos ninguna respuesta como todas las veces”. Mañana estaba prevista una reunión de feriantes y Cáritas con concejales. Pero cuando llegaron los ediles se excusaron señalando que no sabían nada, y que nadie había convocado. “Salimos muy desanimadas, porque siempre vamos de buena manera y nos toman el pelo”, relató quien encabeza el grupo de feriantes en calle Don Bosco. Pasaron por la Municipalidad y el secretario de Ongarato les contestó que no podían hacer nada porque no hay plata. “Lo dejamos hablando solo y nos retiramos”.
El clima dificulta la realización de la feria que reúne 300 puestos de variedad de artículos, productos y comidas, pero aún así y al no disponer de un lugar cerrado, ayer se hizo la actividad en la vereda que da al predio de La Trochita.
Cáritas tiene como tarea preferencial, “estar al lado de los más pobres y excluidos, promoviendo el desarrollo integral de toda persona”. Así fue el planteo de sus voceras en la Banca. Cuentan con un área denominada Eco-Sol, que es la Economía Social. Acompaña a quienes necesitan capacitaciones, con ayuda a conseguir trabajo, más que nada en época difíciles.
En la feria de los sábados trabajan 300 familias con sus puestos, que se traduce en un número de 1.200 personas que se sostienen con la actividad. En noviembre se hizo una encuesta en el lugar, y el 90% aprobó la intervención de Cáritas.
El proyecto considera necesario “institucionalizar y regularizar el espacio, con todos los requisitos legales, de higiene y físicos”. El pedido es reconocer por ordenanza la existencia de las ferias populares, como un movimiento económico, social o cultural, que puede ser establecido o temporal, y que puede tener lugar en sede fija o desarrollarse en forma ambulante.
Pueden ser con puestos fijos o móviles, o con la modalidad de manteros, y los productos que se comercializan son de hechura artesanal, no industrial. Incluye ropa usada en buenas condiciones de conservación e higiene, artículos de bazar, pequeños muebles; alimentos de manufacturación; frutas y verduras de huertas familiares.#
Pasó más de un mes de la exposición de la propuesta, no hay novedades y las vecinas se enojaron al considerarlo una falta de respeto. Marcela Cirilo, referente del grupo, junto a otras mujeres se trasladaron a la Municipalidad a pedir una respuesta y el secretario del intendente Sergio Ongarato solo les respondió que no hay plata.
Cirilo sostuvo que “fuimos al Concejo y al municipio, y no recibimos ninguna respuesta como todas las veces”. Mañana estaba prevista una reunión de feriantes y Cáritas con concejales. Pero cuando llegaron los ediles se excusaron señalando que no sabían nada, y que nadie había convocado. “Salimos muy desanimadas, porque siempre vamos de buena manera y nos toman el pelo”, relató quien encabeza el grupo de feriantes en calle Don Bosco. Pasaron por la Municipalidad y el secretario de Ongarato les contestó que no podían hacer nada porque no hay plata. “Lo dejamos hablando solo y nos retiramos”.
El clima dificulta la realización de la feria que reúne 300 puestos de variedad de artículos, productos y comidas, pero aún así y al no disponer de un lugar cerrado, ayer se hizo la actividad en la vereda que da al predio de La Trochita.
Cáritas tiene como tarea preferencial, “estar al lado de los más pobres y excluidos, promoviendo el desarrollo integral de toda persona”. Así fue el planteo de sus voceras en la Banca. Cuentan con un área denominada Eco-Sol, que es la Economía Social. Acompaña a quienes necesitan capacitaciones, con ayuda a conseguir trabajo, más que nada en época difíciles.
En la feria de los sábados trabajan 300 familias con sus puestos, que se traduce en un número de 1.200 personas que se sostienen con la actividad. En noviembre se hizo una encuesta en el lugar, y el 90% aprobó la intervención de Cáritas.
El proyecto considera necesario “institucionalizar y regularizar el espacio, con todos los requisitos legales, de higiene y físicos”. El pedido es reconocer por ordenanza la existencia de las ferias populares, como un movimiento económico, social o cultural, que puede ser establecido o temporal, y que puede tener lugar en sede fija o desarrollarse en forma ambulante.
Pueden ser con puestos fijos o móviles, o con la modalidad de manteros, y los productos que se comercializan son de hechura artesanal, no industrial. Incluye ropa usada en buenas condiciones de conservación e higiene, artículos de bazar, pequeños muebles; alimentos de manufacturación; frutas y verduras de huertas familiares.#