Fue condenado a 150 horas de trabajo gratis por tenencia de estupefacientes en Esquel

A Ignacio Manuel Schwab Pereira lo denunció un anónimo por presunta venta de drogas en un domicilio particular. Aunque no pudieron probar que haya lucrado con la comercialización, consideraron que la sustancia hallada tampoco era solamente para consumo personal.

Jueza. Nora Cabrera de Monella decidió la sanción para el hombre.
24 JUN 2018 - 20:32 | Actualizado

Por Rolando Tobarez  /  Twitter: @rtobarez

Un sujeto deberá realizar 150 horas de trabajo gratis a favor del Estado o de una entidad de bien público luego de ser condenado por tenencia simple de estupefacientes a un año de prisión en suspenso. Se llama Ignacio Manuel Schwab Pereira, alias “Paquete”, “Peque” o “Pequeño”. Pagará una multa de $ 225 y la droga que se halló en su poder será destruida. Si incumple, irá preso. El fallo es de la jueza federal de Comodoro Rivadavia, Nora Cabrera de Monella.
La causa se inició en el Juzgado Federal de Esquel. Pereira es de esa ciudad y tiene 31 años. En mayo de 2010, una denuncia anónima ante la División Drogas Peligrosas y Leyes Especiales de la Policía lo apuntó por presunta comercialización de drogas. La persona tenia temor a represalias.
Todo sucedería en calle Belgrano entre Ameghino y San Martín. Según la denuncia allí funcionaría un delivery con un hombre que hacía el reparto en coche. El testigo anónimo dijo que “Peque” traía sustancias a la ciudad.
Un informe policial verificó que Pereira poseía antecedentes. Lo demoró Policía de la Comisaría El Maitén en 2007 y del puesto de control de El Pedregoso, Comisaría de El Hoyo, en 2008. En ambos casos llevaba cannabis sativa. En 2008 ya había gozado de una suspensión de un juicio a prueba por una causa de drogas del Juzgado Federal de Bariloche.
Se inició una vigilancia en Belgrano 447. Se verificó que vivían un hombre de avanzada edad y una joven. Un efectivo dijo que “Peque” solía llegar entre 19.30 y 20 con una mochilita. Entonces comenzaba a verse gente.
Se filmó gran cantidad de movimientos típicos de comercio de droga: visitas por escasos minutos, llegada de personas que entraban y salían en vehículos particulares, remises, a pie o en bicicleta, con “pasamanos”. Pereira habría usado su celular y su mail para contactar clientes. Algunos eran conocidos por la Policía, que consideró que el lugar era un “kiosco” de marihuana y cocaína.
Entraba más gente a la casa que al “Polirubro” al lado. “Se puede decir que en ese comercio (por el polirubro) no se halla la mercadería que otras personas necesitan adquirir y que sí existe en la casa observada, teniendo como principal artículo de venta sustancias estupefacientes. Estos movimientos no pueden ser considerados como visitas de amistad. El grueso de personas acude a la vivienda vigilada cuando se encuentra Schwab”.
A “Peque” se lo vio visitar seguido a su madre en el barrio 44 Viviendas, también bajo vigilancia. “Se presumió que en el interior de la casa oculta las drogas y va sacando de a poco para comercializar”.  
En la causa consta otra denuncia de identidad reservada sobre una presunta comercialización de Pereira en El Maitén a menores. Ante la División Drogas Peligrosas de Esquel, en setiembre de 2010, una persona señaló que a esa localidad, tres o cuatro veces al mes, iba un sujeto de entre 20 y 30 años que se alojaba en casa de otro individuo y se encargaría de venderles drogas a los chicos del lugar. “El sujeto sería de nombre Ignacio Manuel Schwab Pereira que antes vivía en Cushamen, donde también se decía que andaba en el tema de la droga y unos años atrás lo detuvo la Policía”.
Las escuchas telefónicas reflejaron presunto comercio de estupefacientes. La investigación incluyó Lago Puelo, Corcovado y El Bolsón.
El “Peque” fue detenido la tarde del 18 de diciembre de 2010, en la calle: Avenida Presidente Perón entre Avenida Ameghino y Chacabuco de Esquel. El Grupo Especial de Operaciones Policiales lo demoró cuando manejaba una Land Rover. Lo llevaron a la Comisaría 2a. Le hallaron un envoltorio de nylon con 32 gramos de marihuana y papel para cigarillos. También un celular.
El mismo día se allanó Belgrano 447. El GEOP entró e identificó a tres mayores y un bebé de 5 meses. Un perro antidrogas halló en el living nylon blanco y en un adorno con forma de pato 37 semillas de cannabis sativa. También 62 gramos de marihuana, restos de hojas, colillas de porros, papel de aluminio, papel para cigarillos, celulares, nylon y una tuquera artesanal.
Según la pericia psicológica de Pereira, “su situación de consumo no obstaculizaría su vida diaria. Se entrevé, sin embargo, que el consumo reiterado de las sustancias psicoactivas podría incidir en diferentes sesgos de su vida, siendo necesario que pudiera dar lugar a la problematización y cuestionamiento de las causas que lo han conducido al consumo para posibilitar una rectificación”.
La juez Monella consideró que la cantidad hallada “no puede considerarse escasa atento el número de dosis que representaba y que superaba ampliamente un consumo inmediato. Las circunstancias que rodearon el hecho lejos está de señalar un único y exclusivo destino de consumo personal”.
Recordó que Pereira “estaba circulando en un vehículo, en compañía de otra persona, por la vía pública portando droga, y el contenido de las conversaciones y mensajes de texto transcriptos como las tareas de campo de la preventora descartan ese destino inequívoco de ingesta personal”. Sin embargo Monella no consideró que haya tenido estupefacientes con fines de lucro.
En su única declaración, Pereira dijo que la marihuana era para su consumo. “La compra él y la fuma él”.#

 

Enterate de las noticias de POLICIALES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
Jueza. Nora Cabrera de Monella decidió la sanción para el hombre.
24 JUN 2018 - 20:32

Por Rolando Tobarez  /  Twitter: @rtobarez

Un sujeto deberá realizar 150 horas de trabajo gratis a favor del Estado o de una entidad de bien público luego de ser condenado por tenencia simple de estupefacientes a un año de prisión en suspenso. Se llama Ignacio Manuel Schwab Pereira, alias “Paquete”, “Peque” o “Pequeño”. Pagará una multa de $ 225 y la droga que se halló en su poder será destruida. Si incumple, irá preso. El fallo es de la jueza federal de Comodoro Rivadavia, Nora Cabrera de Monella.
La causa se inició en el Juzgado Federal de Esquel. Pereira es de esa ciudad y tiene 31 años. En mayo de 2010, una denuncia anónima ante la División Drogas Peligrosas y Leyes Especiales de la Policía lo apuntó por presunta comercialización de drogas. La persona tenia temor a represalias.
Todo sucedería en calle Belgrano entre Ameghino y San Martín. Según la denuncia allí funcionaría un delivery con un hombre que hacía el reparto en coche. El testigo anónimo dijo que “Peque” traía sustancias a la ciudad.
Un informe policial verificó que Pereira poseía antecedentes. Lo demoró Policía de la Comisaría El Maitén en 2007 y del puesto de control de El Pedregoso, Comisaría de El Hoyo, en 2008. En ambos casos llevaba cannabis sativa. En 2008 ya había gozado de una suspensión de un juicio a prueba por una causa de drogas del Juzgado Federal de Bariloche.
Se inició una vigilancia en Belgrano 447. Se verificó que vivían un hombre de avanzada edad y una joven. Un efectivo dijo que “Peque” solía llegar entre 19.30 y 20 con una mochilita. Entonces comenzaba a verse gente.
Se filmó gran cantidad de movimientos típicos de comercio de droga: visitas por escasos minutos, llegada de personas que entraban y salían en vehículos particulares, remises, a pie o en bicicleta, con “pasamanos”. Pereira habría usado su celular y su mail para contactar clientes. Algunos eran conocidos por la Policía, que consideró que el lugar era un “kiosco” de marihuana y cocaína.
Entraba más gente a la casa que al “Polirubro” al lado. “Se puede decir que en ese comercio (por el polirubro) no se halla la mercadería que otras personas necesitan adquirir y que sí existe en la casa observada, teniendo como principal artículo de venta sustancias estupefacientes. Estos movimientos no pueden ser considerados como visitas de amistad. El grueso de personas acude a la vivienda vigilada cuando se encuentra Schwab”.
A “Peque” se lo vio visitar seguido a su madre en el barrio 44 Viviendas, también bajo vigilancia. “Se presumió que en el interior de la casa oculta las drogas y va sacando de a poco para comercializar”.  
En la causa consta otra denuncia de identidad reservada sobre una presunta comercialización de Pereira en El Maitén a menores. Ante la División Drogas Peligrosas de Esquel, en setiembre de 2010, una persona señaló que a esa localidad, tres o cuatro veces al mes, iba un sujeto de entre 20 y 30 años que se alojaba en casa de otro individuo y se encargaría de venderles drogas a los chicos del lugar. “El sujeto sería de nombre Ignacio Manuel Schwab Pereira que antes vivía en Cushamen, donde también se decía que andaba en el tema de la droga y unos años atrás lo detuvo la Policía”.
Las escuchas telefónicas reflejaron presunto comercio de estupefacientes. La investigación incluyó Lago Puelo, Corcovado y El Bolsón.
El “Peque” fue detenido la tarde del 18 de diciembre de 2010, en la calle: Avenida Presidente Perón entre Avenida Ameghino y Chacabuco de Esquel. El Grupo Especial de Operaciones Policiales lo demoró cuando manejaba una Land Rover. Lo llevaron a la Comisaría 2a. Le hallaron un envoltorio de nylon con 32 gramos de marihuana y papel para cigarillos. También un celular.
El mismo día se allanó Belgrano 447. El GEOP entró e identificó a tres mayores y un bebé de 5 meses. Un perro antidrogas halló en el living nylon blanco y en un adorno con forma de pato 37 semillas de cannabis sativa. También 62 gramos de marihuana, restos de hojas, colillas de porros, papel de aluminio, papel para cigarillos, celulares, nylon y una tuquera artesanal.
Según la pericia psicológica de Pereira, “su situación de consumo no obstaculizaría su vida diaria. Se entrevé, sin embargo, que el consumo reiterado de las sustancias psicoactivas podría incidir en diferentes sesgos de su vida, siendo necesario que pudiera dar lugar a la problematización y cuestionamiento de las causas que lo han conducido al consumo para posibilitar una rectificación”.
La juez Monella consideró que la cantidad hallada “no puede considerarse escasa atento el número de dosis que representaba y que superaba ampliamente un consumo inmediato. Las circunstancias que rodearon el hecho lejos está de señalar un único y exclusivo destino de consumo personal”.
Recordó que Pereira “estaba circulando en un vehículo, en compañía de otra persona, por la vía pública portando droga, y el contenido de las conversaciones y mensajes de texto transcriptos como las tareas de campo de la preventora descartan ese destino inequívoco de ingesta personal”. Sin embargo Monella no consideró que haya tenido estupefacientes con fines de lucro.
En su única declaración, Pereira dijo que la marihuana era para su consumo. “La compra él y la fuma él”.#

 


NOTICIAS RELACIONADAS