Alemania: acuerdo sobre migrantes le da un alivio a Merkel

La canciller alemana Angela Merkel espera que los avances del viernes a nivel de la Unión Europea y los acuerdos bilaterales para reducir la presión migratoria alejen de momento una crisis gubernamental mayor que acecha en Alemania.

29 JUN 2018 - 16:09 | Actualizado

 


  El ministro de Interior, el conservador bávaro Horst Seehofer, había fijado un ultimátum a la canciller: si no lograba avances en la cumbre de la UE sobre los migrantes, que terminó el viernes, ordenaría a principios de julio rechazar a todo migrante que llegue a Alemania aunque esté resgistrado en otro país del bloque.

   Para Merkel, una medida así representa un peligro inaceptable para la cohesión europea ya que provocaría un efecto dominó que amenazaría con poner fin a la libertad de movimiento en el bloque.

   Si Seehofer decide así y todo seguir adelante a pesar de la oposición de Merkel, todo el gobierno podría caer, sólo cuatro meses después de instalarse luego de varios meses de negociaciones difíciles.

   La canciller pudo anunciar el viernes desde Bruselas las decisiones de la UE y los acuerdos bilaterales concluidos o en negociación que tendrán "un efecto que es más que equivalente" a las medidas queridas por Seehofer.

   El partido bávaro combate desde el principio la política de apertura hacia los solicitantes de asilo decidida en 2015 por Merkel, cuando Europa enfrentaba la peor crisis migratoria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

   Ese año, Alemania recibió a 890.000 solicitantes de asilo.

   Pero es sin embargo la primera vez que esta formación amenaza con derrocar a Merkel.

   El conjunto de las medidas aún debe ser estudiado el domingo por el partido del ministro de Interior (CSU) y el de Merkel (CDU), dos formaciones conservadoras aliadas desde 1949. Recién entonces se sabrá si los dos partidos se reconciliaron.

   Entre las medidas que deben satisfacer a los bávaros figuran los acuerdos bilaterales para reenviar a migrantes a España y a Grecia.

   A nivel de la UE, por falta de un compromiso global sobre un sistema de asilo europeo, el compromiso hallado pide a los Estados miembros que "tomen todas las medidas" internas necesarias para evitar que los migrantes pasen de un país a otro.

   Sin ahondar sobre el tema de fondo, los dirigentes del CSU recibieron bien estos anuncios.

   "Hay toda una serie de puntos (...) que en el CSU reivindicamos desde hace tiempo", dijo Alexander Dobrindt, jefe de diputados del partido bávaro.

   "Vamos a evaluar precisamente esos resultados, pero algo es seguro, el debate en Alemania llevó a que se ocupen verdaderamente del tema migratorio a nivel europeo", se felicitó.

   El CSU, cuyo electorado en Baviera está carcomido por la extrema derecha (AfD), fomentó esta revuelta para ganar terreno perdido de cara a las regionales del otoño.

   Pero esta estrategia del conflicto con Merkel no tuvo repercusión de momento en los sondeos.

   De todas formas, aunque el domingo el CSU vuelva a apoyar a la canciller, ésta no está al resguardo de una nueva revuelta en los próximos meses.

   Angelika Niebler, una de las responsables del partido CSU ya lanzó una advertencia: la implementación de las decisiones europeas "¿es un tema de meses o de años? No podemos esperar eternamente".

   Merkel nunca pareció tan débil, a la merced de su frágil coalición, en doce años de poder.

   Al mismo tiempo, la idea de legislativas anticipadas hace temblar a los partidos de la alianza en el poder, por el avance de la extrema derecha AfD en los comicios.

   Este partido antiislam, antiMerkel, antiUnión Europea y antiélites robó electores al conjunto de los partidos tradicionales y podría avanzar en caso de nuevas elecciones, hundiendo entonces al país en una crisis política profunda.

 

29 JUN 2018 - 16:09

 


  El ministro de Interior, el conservador bávaro Horst Seehofer, había fijado un ultimátum a la canciller: si no lograba avances en la cumbre de la UE sobre los migrantes, que terminó el viernes, ordenaría a principios de julio rechazar a todo migrante que llegue a Alemania aunque esté resgistrado en otro país del bloque.

   Para Merkel, una medida así representa un peligro inaceptable para la cohesión europea ya que provocaría un efecto dominó que amenazaría con poner fin a la libertad de movimiento en el bloque.

   Si Seehofer decide así y todo seguir adelante a pesar de la oposición de Merkel, todo el gobierno podría caer, sólo cuatro meses después de instalarse luego de varios meses de negociaciones difíciles.

   La canciller pudo anunciar el viernes desde Bruselas las decisiones de la UE y los acuerdos bilaterales concluidos o en negociación que tendrán "un efecto que es más que equivalente" a las medidas queridas por Seehofer.

   El partido bávaro combate desde el principio la política de apertura hacia los solicitantes de asilo decidida en 2015 por Merkel, cuando Europa enfrentaba la peor crisis migratoria desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.

   Ese año, Alemania recibió a 890.000 solicitantes de asilo.

   Pero es sin embargo la primera vez que esta formación amenaza con derrocar a Merkel.

   El conjunto de las medidas aún debe ser estudiado el domingo por el partido del ministro de Interior (CSU) y el de Merkel (CDU), dos formaciones conservadoras aliadas desde 1949. Recién entonces se sabrá si los dos partidos se reconciliaron.

   Entre las medidas que deben satisfacer a los bávaros figuran los acuerdos bilaterales para reenviar a migrantes a España y a Grecia.

   A nivel de la UE, por falta de un compromiso global sobre un sistema de asilo europeo, el compromiso hallado pide a los Estados miembros que "tomen todas las medidas" internas necesarias para evitar que los migrantes pasen de un país a otro.

   Sin ahondar sobre el tema de fondo, los dirigentes del CSU recibieron bien estos anuncios.

   "Hay toda una serie de puntos (...) que en el CSU reivindicamos desde hace tiempo", dijo Alexander Dobrindt, jefe de diputados del partido bávaro.

   "Vamos a evaluar precisamente esos resultados, pero algo es seguro, el debate en Alemania llevó a que se ocupen verdaderamente del tema migratorio a nivel europeo", se felicitó.

   El CSU, cuyo electorado en Baviera está carcomido por la extrema derecha (AfD), fomentó esta revuelta para ganar terreno perdido de cara a las regionales del otoño.

   Pero esta estrategia del conflicto con Merkel no tuvo repercusión de momento en los sondeos.

   De todas formas, aunque el domingo el CSU vuelva a apoyar a la canciller, ésta no está al resguardo de una nueva revuelta en los próximos meses.

   Angelika Niebler, una de las responsables del partido CSU ya lanzó una advertencia: la implementación de las decisiones europeas "¿es un tema de meses o de años? No podemos esperar eternamente".

   Merkel nunca pareció tan débil, a la merced de su frágil coalición, en doce años de poder.

   Al mismo tiempo, la idea de legislativas anticipadas hace temblar a los partidos de la alianza en el poder, por el avance de la extrema derecha AfD en los comicios.

   Este partido antiislam, antiMerkel, antiUnión Europea y antiélites robó electores al conjunto de los partidos tradicionales y podría avanzar en caso de nuevas elecciones, hundiendo entonces al país en una crisis política profunda.

 


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