Distinguidos por su comportamiento gregario, estos rumiantes suelen desplazarse sin rumbo, lo que dificulta un eficiente manejo de los pastizales.
Sobrepastoreo y degradación de los suelos son algunas de las consecuencias que padecen los establecimientos ganaderos extensivos presentes en Patagonia desde donde sale la mayoría de la lana que permite a la Argentina ser el quinto exportador mundial del producto.
Para condicionar el desplazamiento y la localización de grandes grupos de animales, de acuerdo con las necesidades del establecimiento y sin instalar cercos fijos y costosos, los técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Valle Inferior de Río Negro proponen implementar alambrados virtuales.
"Mediante un estímulo sonoro emitido por un dispositivo electrónico que llevan en el cuello podemos lograr que los animales aprendan a modificar su dirección de desplazamiento", explicó Ricardo Zapata, técnico del INTA Valle Inferior de Río Negro.
Y agregó: "De no ocurrir el comportamiento esperado, el animal recibe un leve estímulo eléctrico similar al que proporcionan los boyeros como reforzador de la conducta".
Asimismo, el especialista aclaró que no es necesario condicionar a todos los animales, sino, entrenar a un número reducido y utilizarlos como "madrinas" o "llamadores" del resto del grupo.
"Luego, al mover a estos grupos que responden a los estímulos, se podría poner en práctica una rotación (de suelos) en forma remota", indicó Zapata.
Especificó que, mediante UAV´s o drones, se realizarían mapas de vegetación para delimitar los ambientes presentes en cada establecimiento ganadero.
"Estos mapas se cargan en el collar que llevan los animales y cada productor podría establecer los límites de los alambrados virtuales desde cualquier dispositivo móvil: tablets, celular o computadora", dijo.
Especificó Zapata: "Estamos investigando en métodos de entrenamiento de los rumiantes y cómo el aprendizaje de algunos individuos puede influir en el comportamiento del resto".
La Argentina ocupa el sexto lugar en la producción mundial principalmente de lanas finas y cruza fina.
Distinguidos por su comportamiento gregario, estos rumiantes suelen desplazarse sin rumbo, lo que dificulta un eficiente manejo de los pastizales.
Sobrepastoreo y degradación de los suelos son algunas de las consecuencias que padecen los establecimientos ganaderos extensivos presentes en Patagonia desde donde sale la mayoría de la lana que permite a la Argentina ser el quinto exportador mundial del producto.
Para condicionar el desplazamiento y la localización de grandes grupos de animales, de acuerdo con las necesidades del establecimiento y sin instalar cercos fijos y costosos, los técnicos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) Valle Inferior de Río Negro proponen implementar alambrados virtuales.
"Mediante un estímulo sonoro emitido por un dispositivo electrónico que llevan en el cuello podemos lograr que los animales aprendan a modificar su dirección de desplazamiento", explicó Ricardo Zapata, técnico del INTA Valle Inferior de Río Negro.
Y agregó: "De no ocurrir el comportamiento esperado, el animal recibe un leve estímulo eléctrico similar al que proporcionan los boyeros como reforzador de la conducta".
Asimismo, el especialista aclaró que no es necesario condicionar a todos los animales, sino, entrenar a un número reducido y utilizarlos como "madrinas" o "llamadores" del resto del grupo.
"Luego, al mover a estos grupos que responden a los estímulos, se podría poner en práctica una rotación (de suelos) en forma remota", indicó Zapata.
Especificó que, mediante UAV´s o drones, se realizarían mapas de vegetación para delimitar los ambientes presentes en cada establecimiento ganadero.
"Estos mapas se cargan en el collar que llevan los animales y cada productor podría establecer los límites de los alambrados virtuales desde cualquier dispositivo móvil: tablets, celular o computadora", dijo.
Especificó Zapata: "Estamos investigando en métodos de entrenamiento de los rumiantes y cómo el aprendizaje de algunos individuos puede influir en el comportamiento del resto".
La Argentina ocupa el sexto lugar en la producción mundial principalmente de lanas finas y cruza fina.