A la balanza en la medianoche argentina

Pasó la conferencia de prensa oficial y mientras Argentina duerme, Lucas Matthysse y Manny Pacquiao se subirán a la balanza del otro lado del mundo. El de Trelew muestra respeto pero también optimismo. El americano Kenny Bayless será el referee en la pelea que espera el país y en especial, la Patagonia.

12 JUL 2018 - 20:38 | Actualizado

Por Ismael Tebes

Es conocida la historia que convirtió a Emmanuel Dapidran Pacquiao en un duro peleador, en un pibe de la calle y un hombre casi de piedra. La trampa de su padre de matar a su perro predilecto y dárselo luego de comer engañosamente suena a crueldad extrema pero es pura verdad. El “Pacman” se terminó convirtiendo en un guerrero, en un soldado con guantes y después en un fenómeno mundial con victorias épicas ante figuras como Oscar De la Hoya; Marco Barrera; Miguel Cotto o el mexicano Juan Manuel Márquez con quien protagonizó una violenta zaga con 2 triunfos, 1 empate y 1 derrota, la más dura acaso de su carrera.

Poco es lo puede sumarse a lo que ya se sabe de él. Nació en General Santos y hoy, a la par de los compromisos deportivos muchos lo vislumbran como futuro presidente de Filipinas. Debutó como profesional en 1995 es decir que ya lleva 23 años transitando los rings y el próximo 17 de diciembre cumplirá 40 años. Sin embargo, parece mantenerse en el máximo nivel aunque sus últimas peleas digan lo contrario.

Después de perder ante Floyd Mayweather, en una desteñida versión de la “Pelea del Siglo” volvió casi un año después tras haber formalizado su retiro venciendo a Timothy Bradley y Jessie Vargas pero su realidad quedó en evidencia aunque con cierta polémica: el ignoto australiano Jeff Horn le quitó la corona de peso welter, versión Organización Mundial de Boxeo (OMB), al vencerlo por decisión unánime tras 12 asaltos, en el Suncorp Stadium de Brisbane, Australia el pasado 2 de julio. Las tres tarjetas premiaron en exceso a Horn quien terminó averiado y golpeado por un Pacquiao notoriamente desfavorecido en la consideración de los jurados. En la idea de “recomponerse” desistió de la revancha ante su último vencedor y tras algunos sondeos, “eligió” a un rival acorde según su visión para promoverse a sí mismo (MP Promotions organiza la velada) y pelear “casi” como local en Kuala Lumpur, una ciudad que volverá a vibrar con el boxeo como cuando se montó el combate entre Muhammad Alí frente a Joe Bugner, en junio del ’75 en el Merdeka Stadium por los títulos de peso completo de la Asociación Mundial de Boxeo y Consejo Mundial de Boxeo que Alí obviamente ganó casi sin transpirar.

Pacquiao reinó en seis categorías distintas: mosca, supergallo, superpluma, ligero, welter y superwelter. Lleva ocho cinturones y quiere el noveno: en esta ocasión buscará arrebatarle al argentino la corona welter de la Asociación Mundial de Boxeo.

Vencedor de Erik “Terrible” Morales (por dos); Marco Barrera (2); Oscar Larios, Ricky Hatton; Shane Mosley, Brandon Ríos, Timothy Bradley (duelo 2-1); Chris Algieri y Juan Manuel Márquez como quedó dicho, una especie de “piedra en el zapato”. Es que empataron la primera en el 2004; Manny ganó en 2008 y 2011 y finalmente Márquez lo noqueó en el 2012 dejándolo al borde del adiós. Siempre en Las Vegas, nunca aburrida.

Una balanza en la noche

En la madrugada argentina se realizó la conferencia de prensa oficial y hay gran expectativa a pocas horas del pesaje oficial, el round primero de esta Guerra en Malasia. Oscar De la Hoya, manager de Matthysse, fue una de las figuras presentes al igual que la totalidad de los boxeadores que animarán la extensa velada. A su turno, Lucas insistió en que la pelea “soñada” pasará a ser una pelea “a ganar” y que llega dispuesto a sorprender a propios y extraños. “Tuve un campamento excelente y vengo a retener mi título ante esta leyenda del boxeo”, sostuvo. Diplomático, Pacquiao destacó el perfil del argentino: “Decidí pelear con él porque es un guerrero, un peleador limpio y que da espectáculo. Y la gente se merece la mejor pelea”.

Solamente Mario Arano, promotor del campeón del mundo alteró las normas de cortesía verbal: “Pacquiao es un señor y pido un aplauso para él. Pero nosotros no vinimos acá por un puñado de dólares. Vinimos para ganar la gloria con mi boxeador. Pido a las autoridades (referee y jueces) que estén a la altura de las circunstancias”, avisó.

A propósito el estadounidense Kenny Bayless, reconocido como el mejor árbitro del mundo, será el referee en la pelea en el Axiata Arena mientras que actuarán como jurados Glenn Feldman (EEUU); el francés Jean Robert Laine y el sudafricano Stanley Christodoulou, aquel famoso árbitro de la camisa ensangrentada en Víctor Galíndez-Len Hutchins y en la noche de Monterrey en la que Jorge “Locomotora” Castro encontró magullado la “mano de Dios” frente a Jhon David Jackson. ¿Una cábala para los argentinos?

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12 JUL 2018 - 20:38

Por Ismael Tebes

Es conocida la historia que convirtió a Emmanuel Dapidran Pacquiao en un duro peleador, en un pibe de la calle y un hombre casi de piedra. La trampa de su padre de matar a su perro predilecto y dárselo luego de comer engañosamente suena a crueldad extrema pero es pura verdad. El “Pacman” se terminó convirtiendo en un guerrero, en un soldado con guantes y después en un fenómeno mundial con victorias épicas ante figuras como Oscar De la Hoya; Marco Barrera; Miguel Cotto o el mexicano Juan Manuel Márquez con quien protagonizó una violenta zaga con 2 triunfos, 1 empate y 1 derrota, la más dura acaso de su carrera.

Poco es lo puede sumarse a lo que ya se sabe de él. Nació en General Santos y hoy, a la par de los compromisos deportivos muchos lo vislumbran como futuro presidente de Filipinas. Debutó como profesional en 1995 es decir que ya lleva 23 años transitando los rings y el próximo 17 de diciembre cumplirá 40 años. Sin embargo, parece mantenerse en el máximo nivel aunque sus últimas peleas digan lo contrario.

Después de perder ante Floyd Mayweather, en una desteñida versión de la “Pelea del Siglo” volvió casi un año después tras haber formalizado su retiro venciendo a Timothy Bradley y Jessie Vargas pero su realidad quedó en evidencia aunque con cierta polémica: el ignoto australiano Jeff Horn le quitó la corona de peso welter, versión Organización Mundial de Boxeo (OMB), al vencerlo por decisión unánime tras 12 asaltos, en el Suncorp Stadium de Brisbane, Australia el pasado 2 de julio. Las tres tarjetas premiaron en exceso a Horn quien terminó averiado y golpeado por un Pacquiao notoriamente desfavorecido en la consideración de los jurados. En la idea de “recomponerse” desistió de la revancha ante su último vencedor y tras algunos sondeos, “eligió” a un rival acorde según su visión para promoverse a sí mismo (MP Promotions organiza la velada) y pelear “casi” como local en Kuala Lumpur, una ciudad que volverá a vibrar con el boxeo como cuando se montó el combate entre Muhammad Alí frente a Joe Bugner, en junio del ’75 en el Merdeka Stadium por los títulos de peso completo de la Asociación Mundial de Boxeo y Consejo Mundial de Boxeo que Alí obviamente ganó casi sin transpirar.

Pacquiao reinó en seis categorías distintas: mosca, supergallo, superpluma, ligero, welter y superwelter. Lleva ocho cinturones y quiere el noveno: en esta ocasión buscará arrebatarle al argentino la corona welter de la Asociación Mundial de Boxeo.

Vencedor de Erik “Terrible” Morales (por dos); Marco Barrera (2); Oscar Larios, Ricky Hatton; Shane Mosley, Brandon Ríos, Timothy Bradley (duelo 2-1); Chris Algieri y Juan Manuel Márquez como quedó dicho, una especie de “piedra en el zapato”. Es que empataron la primera en el 2004; Manny ganó en 2008 y 2011 y finalmente Márquez lo noqueó en el 2012 dejándolo al borde del adiós. Siempre en Las Vegas, nunca aburrida.

Una balanza en la noche

En la madrugada argentina se realizó la conferencia de prensa oficial y hay gran expectativa a pocas horas del pesaje oficial, el round primero de esta Guerra en Malasia. Oscar De la Hoya, manager de Matthysse, fue una de las figuras presentes al igual que la totalidad de los boxeadores que animarán la extensa velada. A su turno, Lucas insistió en que la pelea “soñada” pasará a ser una pelea “a ganar” y que llega dispuesto a sorprender a propios y extraños. “Tuve un campamento excelente y vengo a retener mi título ante esta leyenda del boxeo”, sostuvo. Diplomático, Pacquiao destacó el perfil del argentino: “Decidí pelear con él porque es un guerrero, un peleador limpio y que da espectáculo. Y la gente se merece la mejor pelea”.

Solamente Mario Arano, promotor del campeón del mundo alteró las normas de cortesía verbal: “Pacquiao es un señor y pido un aplauso para él. Pero nosotros no vinimos acá por un puñado de dólares. Vinimos para ganar la gloria con mi boxeador. Pido a las autoridades (referee y jueces) que estén a la altura de las circunstancias”, avisó.

A propósito el estadounidense Kenny Bayless, reconocido como el mejor árbitro del mundo, será el referee en la pelea en el Axiata Arena mientras que actuarán como jurados Glenn Feldman (EEUU); el francés Jean Robert Laine y el sudafricano Stanley Christodoulou, aquel famoso árbitro de la camisa ensangrentada en Víctor Galíndez-Len Hutchins y en la noche de Monterrey en la que Jorge “Locomotora” Castro encontró magullado la “mano de Dios” frente a Jhon David Jackson. ¿Una cábala para los argentinos?


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