Lucas Matthysse tiene esta noche una cita con la historia del boxeo

El trelewense (pesó 66,542 kgs.) se mide con Manny Pacquiao (66,224) en Kuala Lumpur, a la medianoche. Expone su corona welter de la AMB por primera vez. Lo podrán ver por TV quienes tengan el pack fútbol de TNT Sports.

13 JUL 2018 - 20:52 | Actualizado

Por Ismael Tebes

Lo que hasta acá era un clima de armonía y cordialidad, estuvo a punto de estallar cuando allegados a la organización, es decir MP Promotions, decidió unilateralmente cambiar las autoridades a pocas horas de la pelea que protagonizarán Lucas Matthysse, el campeón del mundo de peso welter de la Asociación Mundial de Box y el ídolo filipino Manny Pacquiao. “Apenas cuatro días antes de la realización de la pelea tanto Mario Arano como Golden Boy Promotions, advertimos el sorpresivo e inesperado cambio de tres de las autoridades que ya habían sido designadas por la Asociación el pasado 3 de julio”, objetó desde un comunicado la empresa que representa al púgil de Trelew.

Y tras una reunión en Kuala Lumpur se le transmitió al presidente de la AMB, Gilberto Mendoza, esta molestia e inquietud. Tras una comunicación inmediata con los comisionados de Malasia y Filipinas se llegó a establecer que las autoridades designadas por la Asociación: Kenny Bayless (Estados Unidos) como árbitro y Stanley Christodoulou (Sudáfrica); Glenn Feldman (EE.UU) y Derek Milham (Australia) como jueces. Por su parte Renzo Bagnarol (Nicaragua) oficiará como supervisor ¿Un aviso? ¿Una señal?

Nunca se sabe a la hora de las precauciones. Y sobre todo cuando se plantea la rareza de que uno de los boxeadores –y a la vez retador- es también el responsable económico de la velada. Esto sugiere que existe una posibilidad mínima, al menos de sospecha y de que cualquier detalle puede terminar moviendo la aguja. Lucas Matthysse y su equipo lo saben. Y por eso es que prefieren evitar el riesgo de una definición en las tarjetas, acaso una “venganza” de lo sufrió Pacquiao siendo visitante en Australia en su último combate.

Quizás por esa razón, el entorno del chubutense firma por anticipado una definición antes del límite. Y confía ciegamente en la potencia del campeón, más un peleador de “desgaste” que noqueador de una mano. Matthysse apostará gran parte de sus fichas a la sorpresa y la capacidad de plantear una guerra física, pura potencia en el que se detone rápido cualquier tipo de especulación. Defensa y piernas a tono marchan a la par de una estrategia audaz, pero que podría tener efectividad si se llega al objetivo y se aguanta el vuelto.

A Matthysse seguramente se le terminará la admiración por el múltiple campeón de Filipinas, ídolo de muchos y cuando suene la campana pondrá su energía al servicio del que sería el batacazo más perfecto en la historia del boxeo argentino. Tiene las armas –dinamita en las dos manos, buen manejo de ambos perfiles- y suficiente motor para quemar ante un rival que suele dejarlo todo.

Lucas, de 35 años, realizará su pelea número 44 como profesional (39-4, con 36) y expondrá por primera vez el título que ganó el pasado 27 de enero en California. Además reinó entre el 2012 y 2013 entre los welter juniors para saltar con buen paso al peso inmediato superior desde su reaparición en el 2017. Noqueó consecutivamente a Emmanuel Taylor y al tailandés Tewa Kiram en su noche consagratoria en el Forum de Inglewood.

Pacquiao es una megaestrella mundial y un campeón hoy sin corona que pretende volver a serlo. El filipino vuelve tras un año de inactividad: hizo la última el 2 de julio en Brisbane donde PP12 con Jeff Horn. Perdió 4 de las últimas 9 peleas que realizó ante Timothy Bradley (con Joel Díaz –hoy atendiendo a Matthysse- en el rincón); Juan Manuel Márquez en el cuarto duelo con un nocaut que casi lo despide de la actividad; la millonaria noche ante Floyd Mayweather y la citada frente al australiano Horn.

Los números no hablan de su actualidad sino más bien de su pasado, del largo recorrido que inició como rentado hace 23 años. Es cierto que les ganó a casi todos –De la Hoya incluído- y que es un prócer intocable en su país. Inclusive muchos relacionan un posible triunfo ante Matthysse con la posibilidad de que se postule a la presidencia de Filipinas. A pocos meses de cumplir 40 años, su récord incluye 59 triunfos; 7 derrotas y 2 empates.

El “Pacman” es una figura mundial que reinó en 6 categorías distintas, demostrando su virtuosismo físico y también, imponiendo su sello de boxeador de ataque, agresivo y sin cuartel. Aunque muchos insistan en un declive deportivo, el filipino parece ser todavía un rival de respeto que además de exhibir sus recursos en el ring, será también el dueño absoluto de la escena. Solamente aquella caída ante Márquez en el 2012 parece exponer su flanco más débil, costado que parece entusiasmar al team argentino confiado en encontrar la llave para un ataque devastador.

Por esas cuestiones de la diferencia horaria, la pelea del sábado a la noche será de domingo al mediodía en tierras asiáticas y en el Axiata Arena de la ciudad de Kuala Lumpur, la ciudad más poblada del país. Para los memoriosos, servirá para evocar otra pelea de leyenda en Malasia: la protagonizada por Muhammad Alí frente al húngaro Joe Bugner en julio de 1975, hace exactamente cuarenta y tres años.

Frente al televisor y a miles de kilómetros, será imposible no ilusionarse. Porque Lucas Matthysse es uno de los orgullos deportivos de la Patagonia y porque en el ring, siempre se animó a asumir riesgos. Esta vez, la gloria es suprema. Y el embajador surgido en las Mil Viviendas e integrante de la “familia boxeo” ya no sueña con la gran pelea sino que la protagonizará en primera persona. Con toda la fe.

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13 JUL 2018 - 20:52

Por Ismael Tebes

Lo que hasta acá era un clima de armonía y cordialidad, estuvo a punto de estallar cuando allegados a la organización, es decir MP Promotions, decidió unilateralmente cambiar las autoridades a pocas horas de la pelea que protagonizarán Lucas Matthysse, el campeón del mundo de peso welter de la Asociación Mundial de Box y el ídolo filipino Manny Pacquiao. “Apenas cuatro días antes de la realización de la pelea tanto Mario Arano como Golden Boy Promotions, advertimos el sorpresivo e inesperado cambio de tres de las autoridades que ya habían sido designadas por la Asociación el pasado 3 de julio”, objetó desde un comunicado la empresa que representa al púgil de Trelew.

Y tras una reunión en Kuala Lumpur se le transmitió al presidente de la AMB, Gilberto Mendoza, esta molestia e inquietud. Tras una comunicación inmediata con los comisionados de Malasia y Filipinas se llegó a establecer que las autoridades designadas por la Asociación: Kenny Bayless (Estados Unidos) como árbitro y Stanley Christodoulou (Sudáfrica); Glenn Feldman (EE.UU) y Derek Milham (Australia) como jueces. Por su parte Renzo Bagnarol (Nicaragua) oficiará como supervisor ¿Un aviso? ¿Una señal?

Nunca se sabe a la hora de las precauciones. Y sobre todo cuando se plantea la rareza de que uno de los boxeadores –y a la vez retador- es también el responsable económico de la velada. Esto sugiere que existe una posibilidad mínima, al menos de sospecha y de que cualquier detalle puede terminar moviendo la aguja. Lucas Matthysse y su equipo lo saben. Y por eso es que prefieren evitar el riesgo de una definición en las tarjetas, acaso una “venganza” de lo sufrió Pacquiao siendo visitante en Australia en su último combate.

Quizás por esa razón, el entorno del chubutense firma por anticipado una definición antes del límite. Y confía ciegamente en la potencia del campeón, más un peleador de “desgaste” que noqueador de una mano. Matthysse apostará gran parte de sus fichas a la sorpresa y la capacidad de plantear una guerra física, pura potencia en el que se detone rápido cualquier tipo de especulación. Defensa y piernas a tono marchan a la par de una estrategia audaz, pero que podría tener efectividad si se llega al objetivo y se aguanta el vuelto.

A Matthysse seguramente se le terminará la admiración por el múltiple campeón de Filipinas, ídolo de muchos y cuando suene la campana pondrá su energía al servicio del que sería el batacazo más perfecto en la historia del boxeo argentino. Tiene las armas –dinamita en las dos manos, buen manejo de ambos perfiles- y suficiente motor para quemar ante un rival que suele dejarlo todo.

Lucas, de 35 años, realizará su pelea número 44 como profesional (39-4, con 36) y expondrá por primera vez el título que ganó el pasado 27 de enero en California. Además reinó entre el 2012 y 2013 entre los welter juniors para saltar con buen paso al peso inmediato superior desde su reaparición en el 2017. Noqueó consecutivamente a Emmanuel Taylor y al tailandés Tewa Kiram en su noche consagratoria en el Forum de Inglewood.

Pacquiao es una megaestrella mundial y un campeón hoy sin corona que pretende volver a serlo. El filipino vuelve tras un año de inactividad: hizo la última el 2 de julio en Brisbane donde PP12 con Jeff Horn. Perdió 4 de las últimas 9 peleas que realizó ante Timothy Bradley (con Joel Díaz –hoy atendiendo a Matthysse- en el rincón); Juan Manuel Márquez en el cuarto duelo con un nocaut que casi lo despide de la actividad; la millonaria noche ante Floyd Mayweather y la citada frente al australiano Horn.

Los números no hablan de su actualidad sino más bien de su pasado, del largo recorrido que inició como rentado hace 23 años. Es cierto que les ganó a casi todos –De la Hoya incluído- y que es un prócer intocable en su país. Inclusive muchos relacionan un posible triunfo ante Matthysse con la posibilidad de que se postule a la presidencia de Filipinas. A pocos meses de cumplir 40 años, su récord incluye 59 triunfos; 7 derrotas y 2 empates.

El “Pacman” es una figura mundial que reinó en 6 categorías distintas, demostrando su virtuosismo físico y también, imponiendo su sello de boxeador de ataque, agresivo y sin cuartel. Aunque muchos insistan en un declive deportivo, el filipino parece ser todavía un rival de respeto que además de exhibir sus recursos en el ring, será también el dueño absoluto de la escena. Solamente aquella caída ante Márquez en el 2012 parece exponer su flanco más débil, costado que parece entusiasmar al team argentino confiado en encontrar la llave para un ataque devastador.

Por esas cuestiones de la diferencia horaria, la pelea del sábado a la noche será de domingo al mediodía en tierras asiáticas y en el Axiata Arena de la ciudad de Kuala Lumpur, la ciudad más poblada del país. Para los memoriosos, servirá para evocar otra pelea de leyenda en Malasia: la protagonizada por Muhammad Alí frente al húngaro Joe Bugner en julio de 1975, hace exactamente cuarenta y tres años.

Frente al televisor y a miles de kilómetros, será imposible no ilusionarse. Porque Lucas Matthysse es uno de los orgullos deportivos de la Patagonia y porque en el ring, siempre se animó a asumir riesgos. Esta vez, la gloria es suprema. Y el embajador surgido en las Mil Viviendas e integrante de la “familia boxeo” ya no sueña con la gran pelea sino que la protagonizará en primera persona. Con toda la fe.


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