Volvió Djokovic! Le ganó a Nadal en cinco sets y jugará su cuarta final en Wimbledon

El serbio batió al español en un vibrante partido por 6-4, 3-6, 7-6 (11/9), 3-6 y 10-8 y buscará su cuarto título en el césped de All England, en su primera final desde 2015. Buscará su corona de número 13 en Grand Slam en su final número 100. "Rafa" nunca había perdido en las semifinales.

Djokovic llegó a su primera final de Grand Slam tras su ausencia por lesión.
14 JUL 2018 - 12:13 | Actualizado

En un partido magnífico de 5 horas y cuarto, que se disputó en dos días, el serbio de 31 años venció y se medirá en la final del domingo al sudafricano Kevin Anderson.

Nadal, en cambio, número uno mundial, perdió a los 32 años la oportunidad de disputar su sexta final del torneo y optar a un tercer título, además de igualar a Bjorn Borg como el único tenista de la historia en hacer tres dobletes Roland Garros- Wimbledon.

Al término del partido, el serbio, nº21 mundial, bromeó sobre su cansancio y el de Anderson, cuya semifinal con el estadounidense John Isner duró más de seis horas: "ya veremos si podremos jugar...".

"Él tuvo un día libre, que es mucho, ojalá yo hubiera tenido uno. Pero es como es, y para mí es increíble jugar una final de Wimbledon", añadió.

La misma calidad del día anterior

El partido Nadal-Djokovic se suspendió el sábado cuando el serbio acababa de anotarse su segundo set (2-1).

Nada parecía haber cambiado en la reanudación, para bien del mejor partido que se ha visto en esta edición, con permiso del Nadal-Del Potro.

El encuentro estuvo a la altura de la rivalidad: ambos han jugado en 52 ocasiones -el cartel más repetido en la era prfesional-, con 27 victorias del serbio y 25 del español.

Los puntos se vendieron caros, costaban muchos golpes a una velocidad endiablada y las alternativas en el marcador fueron constantes.

Así, el primer juego de la reanudación duró 15 minutos, y se lo anotó Nadal con su servicio en la cuarta ventaja de que dispuso, y tras levantar dos bolas de ruptura de Djokovic.

Nadal rompió luego el servicio a Djokovic y pronto se encontró con un 3-0 a su favor. Pero el serbio se recompuso y empató 3-3.

Sin embargo, el mallorquín era consciente de que su supervivencia dependía de que se jugase un quinto set y pisó el acelerador, anotándose los tres juegos siguientes para llevarse el cuarto set por 6-3.

El quinto y definitivo set fue más igualado y ninguno era capaz de despegarse. Djokovic pudo hacerlo, pero desperdició una pelota de "break" para ponerse 5-3 con un mal "drive" que se fue a la red y Nadal acabó igualando 4-4.

Luego fue Nadal el que desperdició dos oportunidades de romper el servicio y ponerse 5-4 y servicio a su favor.

El regreso de Djokovic y de Nadal (sobre césped)

Con el 5-5, sin posibilidad de juego de desempate en el quinto set y con ambos apurando sus fuerzas, el partido podía eternizarse, como ocurrió la víspera en la otra semifinal (26- 24 para Kevin Anderson ante John Isner).

Finalmente, la primera bola de partido fue para Djokovic, con 8-7 y servicio de Nadal, pero, en un tenso ejercicio de supervivencia, el mallorquín se anotó el juego.

El serbio estuvo en cuatro ocasiones a dos puntos de ganar el encuentro, una situación de la que nunca gozó Nadal, y finalmente aprovechó su segunda bola de partido.

La noticia del partido fue que Djokovic volvía a ser el viejo Djokovic, en general -no disputaba las semifinales de un torneo grande desde 2016-, y que Nadal volvía a ser el buen jugador sobre cancha de hierba de 2011 y antes.

En 2012, una lesión de rodilla que le restó confianza en la superficie más exigente con esta articulación y a partir de aquel año, y hasta esta edición, el mallorquín había sido eliminado en octavos y antes por una letanía de desconocidos.

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Djokovic llegó a su primera final de Grand Slam tras su ausencia por lesión.
14 JUL 2018 - 12:13

En un partido magnífico de 5 horas y cuarto, que se disputó en dos días, el serbio de 31 años venció y se medirá en la final del domingo al sudafricano Kevin Anderson.

Nadal, en cambio, número uno mundial, perdió a los 32 años la oportunidad de disputar su sexta final del torneo y optar a un tercer título, además de igualar a Bjorn Borg como el único tenista de la historia en hacer tres dobletes Roland Garros- Wimbledon.

Al término del partido, el serbio, nº21 mundial, bromeó sobre su cansancio y el de Anderson, cuya semifinal con el estadounidense John Isner duró más de seis horas: "ya veremos si podremos jugar...".

"Él tuvo un día libre, que es mucho, ojalá yo hubiera tenido uno. Pero es como es, y para mí es increíble jugar una final de Wimbledon", añadió.

La misma calidad del día anterior

El partido Nadal-Djokovic se suspendió el sábado cuando el serbio acababa de anotarse su segundo set (2-1).

Nada parecía haber cambiado en la reanudación, para bien del mejor partido que se ha visto en esta edición, con permiso del Nadal-Del Potro.

El encuentro estuvo a la altura de la rivalidad: ambos han jugado en 52 ocasiones -el cartel más repetido en la era prfesional-, con 27 victorias del serbio y 25 del español.

Los puntos se vendieron caros, costaban muchos golpes a una velocidad endiablada y las alternativas en el marcador fueron constantes.

Así, el primer juego de la reanudación duró 15 minutos, y se lo anotó Nadal con su servicio en la cuarta ventaja de que dispuso, y tras levantar dos bolas de ruptura de Djokovic.

Nadal rompió luego el servicio a Djokovic y pronto se encontró con un 3-0 a su favor. Pero el serbio se recompuso y empató 3-3.

Sin embargo, el mallorquín era consciente de que su supervivencia dependía de que se jugase un quinto set y pisó el acelerador, anotándose los tres juegos siguientes para llevarse el cuarto set por 6-3.

El quinto y definitivo set fue más igualado y ninguno era capaz de despegarse. Djokovic pudo hacerlo, pero desperdició una pelota de "break" para ponerse 5-3 con un mal "drive" que se fue a la red y Nadal acabó igualando 4-4.

Luego fue Nadal el que desperdició dos oportunidades de romper el servicio y ponerse 5-4 y servicio a su favor.

El regreso de Djokovic y de Nadal (sobre césped)

Con el 5-5, sin posibilidad de juego de desempate en el quinto set y con ambos apurando sus fuerzas, el partido podía eternizarse, como ocurrió la víspera en la otra semifinal (26- 24 para Kevin Anderson ante John Isner).

Finalmente, la primera bola de partido fue para Djokovic, con 8-7 y servicio de Nadal, pero, en un tenso ejercicio de supervivencia, el mallorquín se anotó el juego.

El serbio estuvo en cuatro ocasiones a dos puntos de ganar el encuentro, una situación de la que nunca gozó Nadal, y finalmente aprovechó su segunda bola de partido.

La noticia del partido fue que Djokovic volvía a ser el viejo Djokovic, en general -no disputaba las semifinales de un torneo grande desde 2016-, y que Nadal volvía a ser el buen jugador sobre cancha de hierba de 2011 y antes.

En 2012, una lesión de rodilla que le restó confianza en la superficie más exigente con esta articulación y a partir de aquel año, y hasta esta edición, el mallorquín había sido eliminado en octavos y antes por una letanía de desconocidos.


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