Orgullo y emoción renovados de dos culturas

La Rogativa, al amanecer, dio la bienvenida a un nuevo aniversario de la llegada de los galeses a la Patagonia. La ceremonia fue organizada y llevada a cabo por la Comunidad Mapuche Tehuelche “Pu FotumMapú” (Hijos de la Tierra) y tuvo lugar en la zona de Punta Cuevas.

El intendente de la ciudad de Puerto Madryn, Ricardo Sastre, participó del acto organizado por la Comunidad Mapuche Tehuelche “Pu Fotum Mapú” (Hijos de la Tierra).
28 JUL 2018 - 21:11 | Actualizado

Como en cada ocasión, otro momento significativo en el 153º Aniversario de Puerto Madryn fue el encuentro de dos culturas, que nuevamente quedó reflejado en el toldo tehuelche, rememorando alguno de los encuentros que se daban entre ambas culturas y cuando el cacique autorizaba el ingreso de un visitante galés para posteriormente sumar las familias de ambos.
Ayer se conmemoró un nuevo aniversario que comenzó con el sentir nativo, ya que la Rogativa, al amanecer, dio la bienvenida a un nuevo aniversario. La ceremonia fue organizada y llevada a cabo por la Comunidad Mapuche Tehuelche “Pu FotumMapú” (Hijos de la Tierra) y tuvo lugar en la zona de Punta Cuevas, sitio natural que escogieron los galeses al llegar a estas tierras.
La rogativa es una de las expresiones máximas del sentir espiritual mapuche, ceremonia que da comienzo al amanecer, con los participantes formados en semicírculo, orientados al este de la tierra (puelmapu), donde nace el sol, generando la luz que mostrara al “padre grande” (Futachao) a un pueblo rindiéndole culto y expectante por su presencia, marcando así el comienzo de un nuevo día para toda criatura viviente que habita la “madre tierra” (ñukemapu).
En este “lugar sagrado” (rewe) se realiza todos los años la rogativa (Nguellipún) en memoria del pueblo tehuelche y colonos galeses, protagonistas del encuentro de dos culturas.
Pasado el momento de agradecimiento y recordatorios para la comunidad Mapuche – Tehuelche, se recordó aquella epopeya de 1865 y el encuentro entre los inmigrantes galeses con los dueños de la tierra, no solo desde el momento del desembarco sino también protagonizando el tradicional “Encuentro de dos culturas”.
Rememorando alguno de los encuentros que se daban entre ambas culturas y cuando el cacique autorizaba el ingreso de un visitante galés para posteriormente sumar las familias de ambos. Allí se desarrolló el intercambio del pan y del cuarto de guanaco, para finalizar con expresiones de ambas culturas por parte de los aborígenes y danzas típicas por parte de los galeses. Tras el encuentro, representantes de ambas comunidades acompañaron a sus respectivos equipos para el inicio de la recreación de los juegos deportivos, típicos de aquella época.

La carrera del barril

La Carrera del Barril es un evento tradicional cada 28 de julio. Según historiadores, posteriormente que los galeses utilizaron la zona de Punta Cuevas para el primer emplazamiento de sus precarias viviendas; los galeses empezaron a celebrar su llegada ya en 1867, apenas 2 años después del desembarco. Lo interesante es que no la celebraron solos, sino que invitaron a los aborígenes que estaban también a orillas del mar a participar del festejo.
Se sabe que hubo carreras de a pie, de a caballo, sortija, fogón, té y arroz dulce. La mayoría de las competencias las ganaron los nativos y el premio eran unos higos secos. Con una enorme participación de la ciudadanía que volvió a vivir a pleno esta nueva edición que captó toda la atención de los vecinos y turistas en un final con una diferencia importante entre los equipos.
En esta edición, al igual que en otras oportunidades, los participantes mantuvieron una tradición que es tá latente en toda la comunidad.
Tras la competencia se concretó el tradicional intercambio de ofrendas que simbolizaron a los ganadores y vencidos.
Previamente se escucharon las estrofas de ambos himnos nacionales, además de escucharse interpretaciones relacionadas al sentir de los pueblos originarios y a los colonos.#

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28 JUL 2018 - 21:11

Como en cada ocasión, otro momento significativo en el 153º Aniversario de Puerto Madryn fue el encuentro de dos culturas, que nuevamente quedó reflejado en el toldo tehuelche, rememorando alguno de los encuentros que se daban entre ambas culturas y cuando el cacique autorizaba el ingreso de un visitante galés para posteriormente sumar las familias de ambos.
Ayer se conmemoró un nuevo aniversario que comenzó con el sentir nativo, ya que la Rogativa, al amanecer, dio la bienvenida a un nuevo aniversario. La ceremonia fue organizada y llevada a cabo por la Comunidad Mapuche Tehuelche “Pu FotumMapú” (Hijos de la Tierra) y tuvo lugar en la zona de Punta Cuevas, sitio natural que escogieron los galeses al llegar a estas tierras.
La rogativa es una de las expresiones máximas del sentir espiritual mapuche, ceremonia que da comienzo al amanecer, con los participantes formados en semicírculo, orientados al este de la tierra (puelmapu), donde nace el sol, generando la luz que mostrara al “padre grande” (Futachao) a un pueblo rindiéndole culto y expectante por su presencia, marcando así el comienzo de un nuevo día para toda criatura viviente que habita la “madre tierra” (ñukemapu).
En este “lugar sagrado” (rewe) se realiza todos los años la rogativa (Nguellipún) en memoria del pueblo tehuelche y colonos galeses, protagonistas del encuentro de dos culturas.
Pasado el momento de agradecimiento y recordatorios para la comunidad Mapuche – Tehuelche, se recordó aquella epopeya de 1865 y el encuentro entre los inmigrantes galeses con los dueños de la tierra, no solo desde el momento del desembarco sino también protagonizando el tradicional “Encuentro de dos culturas”.
Rememorando alguno de los encuentros que se daban entre ambas culturas y cuando el cacique autorizaba el ingreso de un visitante galés para posteriormente sumar las familias de ambos. Allí se desarrolló el intercambio del pan y del cuarto de guanaco, para finalizar con expresiones de ambas culturas por parte de los aborígenes y danzas típicas por parte de los galeses. Tras el encuentro, representantes de ambas comunidades acompañaron a sus respectivos equipos para el inicio de la recreación de los juegos deportivos, típicos de aquella época.

La carrera del barril

La Carrera del Barril es un evento tradicional cada 28 de julio. Según historiadores, posteriormente que los galeses utilizaron la zona de Punta Cuevas para el primer emplazamiento de sus precarias viviendas; los galeses empezaron a celebrar su llegada ya en 1867, apenas 2 años después del desembarco. Lo interesante es que no la celebraron solos, sino que invitaron a los aborígenes que estaban también a orillas del mar a participar del festejo.
Se sabe que hubo carreras de a pie, de a caballo, sortija, fogón, té y arroz dulce. La mayoría de las competencias las ganaron los nativos y el premio eran unos higos secos. Con una enorme participación de la ciudadanía que volvió a vivir a pleno esta nueva edición que captó toda la atención de los vecinos y turistas en un final con una diferencia importante entre los equipos.
En esta edición, al igual que en otras oportunidades, los participantes mantuvieron una tradición que es tá latente en toda la comunidad.
Tras la competencia se concretó el tradicional intercambio de ofrendas que simbolizaron a los ganadores y vencidos.
Previamente se escucharon las estrofas de ambos himnos nacionales, además de escucharse interpretaciones relacionadas al sentir de los pueblos originarios y a los colonos.#


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