Almendra, el maestro rural rompe redes de Fontana

Vive en Trevelin pero trabaja en la escuela rural de Cerro Centinela, localidad de frontera de tan solo 267 habitantes. También se las ingenia para jugar en el “Rojinegro”, donde es jugador polifuncional. “Dar clases aquí es fabuloso”, expresó el autor de goles decisivos para su equipo.

Almendra posa con el trofeo de la Liguilla junto a su esposa, Fernanda Escobar, y su hija, Eluney. “Ellas me siguen siempre”, expresó el “Pela”.
07 AGO 2018 - 20:37 | Actualizado

Ser polifuncional implica tener la capacidad de desempeñarse bien en distintos puestos en un campo de juego. Ser maestro rural requiere de una capacidad similar. La destreza para actuar en distintas tareas es una cuestión indispensable, impuesta por el entorno.

Luis Almendra, futbolista de Fontana, reúne ambos contextos. Tutor en una escuela de frontera en Cerro Centinela, brilla en Fontana de Trevelin, el equipo de su pueblo natal. Tanto en la escuela como en el “Rojinegro”, se disfraza de hombre orquesta. Y brilla.

“Pude haber elegido otro destino. Pero trabajar en la ruralidad es fabuloso”, le expresó a Jornada.

La vocación

Cerro Centinela es un pueblo de tan solo 267 habitantes, según el último censo nacional. Allí, trabaja Almendra desde inicios de este año. En el anterior, supo desempeñar la misma función en Lago Futalaufquen.

“Hace dos años que trabajo. Esto es una cuestión de vocación. Siempre quise ser maestro. En mi casa, mi padre era profesor en una escuela de fútbol. Por cuestiones económicas, no pude estudiar educación física. Pero pude hacer el profesorado en Esquel, que da muchas satisfacciones”, expresó Almendra, de 26 años.

“Salgo a la mañana de Trevelin, a eso de las 7:20 de la mañana para estar a las 9 menos veinte en la escuela. A las 9 empiezan las actividades. Al mediodía se almuerza y a las 16 estoy emprendiendo el regreso. Luego se entrena y estoy con mi familia”, comentó.

“Eso ocurre de lunes a miércoles. Los jueves nos quedamos a la noche en la escuela con otro profesor. Próximamente nos quedaremos dos días”, agregó.

Polinfuncional en la escuela

El “Pela”, tal como se lo conoce, tiene actividades variadas en el establecimiento, cuya directora es Gladis Neira.

Almendra está a cargo de un plurigrado. Eso ocurre cuando se juntan alumnos de más de un año en una misma aula. “Soy el tutor académico de los chicos de cuarto a sexto año. Son once jóvenes. Les doy las clases y los trabajos que dejan los profesores que vienen una vez a la semana”, expresó.

Pero las tareas trascienden el aula. “La vida de Cerro Centinela pasa por la escuela”, señaló. “Por ejemplo, las fiestas patrias son todo un acontecimiento aquí. Se viven de una forma muy diferente. Hay asados, tortas y música. La comunidad va a festejar a la escuela”, señaló.

La relación con los estudiantes, marcha sobre rieles. “Me adapté muy bien a los chicos y ellos a mí también. Ellos confían mucho en mí. Siempre tenemos momentos de charlas de su vida”, recalcó. “Los jueves, cuando nos quedamos en el pueblo, me invitan a jugar al fútbol o a hacer caminatas. Hay confianza mutua”, expresó.

“Mi mejor legado será haberlos hecho mejores personas de lo que son. Hay algunos chicos con intenciones de emigrar y estudiar fuera de Centinela. Les estoy averiguando. Pero al margen de la enseñanza, mi mayor misión es que sean mejores personas, al margen de las notas”, indicó.

Un maestro en la cancha

La actividad futbolística de Almendra no pasa desapercibida. Convirtió, por ejemplo, los dos goles del empate 2-2 en la final de ida de la Liguilla ante Río Pico. En la vuelta, el “Rojinegro” se proclamó campeón del torneo.

“Los chicos, lógicamente, saben que juego al fútbol en Fontana. Uno de los temas de conversación son mis partidos. Cada lunes, me preguntan siempre cómo me fue el fin de semana”, comentó con alegría.

“Jugar y entrenar se me complica un poco ahora. Hay más actividades por la huelga de hace poco. Hubo muchos contenidos que no se dieron y hay que hacer valer el tiempo” señaló.

“Estamos en las vísperas del torneo patagónico con Fontana. Quiero prepararme bien. El fútbol es punto de encuentro con mi mujer, Fernanda Escobar y mi hija, Eluney Almendra. Por mi trabajo, a veces las veo muy pocas veces al día”, puntualizó. “El fútbol es un momento de mucho disfrute para los tres como familia, a quien le agradezco por acompañarme. A mis padres, también”, concluyó.

Luis Almendra, el docente con una pelota en los pies que da clases dentro y fuera de un campo de juego.

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Almendra posa con el trofeo de la Liguilla junto a su esposa, Fernanda Escobar, y su hija, Eluney. “Ellas me siguen siempre”, expresó el “Pela”.
07 AGO 2018 - 20:37

Ser polifuncional implica tener la capacidad de desempeñarse bien en distintos puestos en un campo de juego. Ser maestro rural requiere de una capacidad similar. La destreza para actuar en distintas tareas es una cuestión indispensable, impuesta por el entorno.

Luis Almendra, futbolista de Fontana, reúne ambos contextos. Tutor en una escuela de frontera en Cerro Centinela, brilla en Fontana de Trevelin, el equipo de su pueblo natal. Tanto en la escuela como en el “Rojinegro”, se disfraza de hombre orquesta. Y brilla.

“Pude haber elegido otro destino. Pero trabajar en la ruralidad es fabuloso”, le expresó a Jornada.

La vocación

Cerro Centinela es un pueblo de tan solo 267 habitantes, según el último censo nacional. Allí, trabaja Almendra desde inicios de este año. En el anterior, supo desempeñar la misma función en Lago Futalaufquen.

“Hace dos años que trabajo. Esto es una cuestión de vocación. Siempre quise ser maestro. En mi casa, mi padre era profesor en una escuela de fútbol. Por cuestiones económicas, no pude estudiar educación física. Pero pude hacer el profesorado en Esquel, que da muchas satisfacciones”, expresó Almendra, de 26 años.

“Salgo a la mañana de Trevelin, a eso de las 7:20 de la mañana para estar a las 9 menos veinte en la escuela. A las 9 empiezan las actividades. Al mediodía se almuerza y a las 16 estoy emprendiendo el regreso. Luego se entrena y estoy con mi familia”, comentó.

“Eso ocurre de lunes a miércoles. Los jueves nos quedamos a la noche en la escuela con otro profesor. Próximamente nos quedaremos dos días”, agregó.

Polinfuncional en la escuela

El “Pela”, tal como se lo conoce, tiene actividades variadas en el establecimiento, cuya directora es Gladis Neira.

Almendra está a cargo de un plurigrado. Eso ocurre cuando se juntan alumnos de más de un año en una misma aula. “Soy el tutor académico de los chicos de cuarto a sexto año. Son once jóvenes. Les doy las clases y los trabajos que dejan los profesores que vienen una vez a la semana”, expresó.

Pero las tareas trascienden el aula. “La vida de Cerro Centinela pasa por la escuela”, señaló. “Por ejemplo, las fiestas patrias son todo un acontecimiento aquí. Se viven de una forma muy diferente. Hay asados, tortas y música. La comunidad va a festejar a la escuela”, señaló.

La relación con los estudiantes, marcha sobre rieles. “Me adapté muy bien a los chicos y ellos a mí también. Ellos confían mucho en mí. Siempre tenemos momentos de charlas de su vida”, recalcó. “Los jueves, cuando nos quedamos en el pueblo, me invitan a jugar al fútbol o a hacer caminatas. Hay confianza mutua”, expresó.

“Mi mejor legado será haberlos hecho mejores personas de lo que son. Hay algunos chicos con intenciones de emigrar y estudiar fuera de Centinela. Les estoy averiguando. Pero al margen de la enseñanza, mi mayor misión es que sean mejores personas, al margen de las notas”, indicó.

Un maestro en la cancha

La actividad futbolística de Almendra no pasa desapercibida. Convirtió, por ejemplo, los dos goles del empate 2-2 en la final de ida de la Liguilla ante Río Pico. En la vuelta, el “Rojinegro” se proclamó campeón del torneo.

“Los chicos, lógicamente, saben que juego al fútbol en Fontana. Uno de los temas de conversación son mis partidos. Cada lunes, me preguntan siempre cómo me fue el fin de semana”, comentó con alegría.

“Jugar y entrenar se me complica un poco ahora. Hay más actividades por la huelga de hace poco. Hubo muchos contenidos que no se dieron y hay que hacer valer el tiempo” señaló.

“Estamos en las vísperas del torneo patagónico con Fontana. Quiero prepararme bien. El fútbol es punto de encuentro con mi mujer, Fernanda Escobar y mi hija, Eluney Almendra. Por mi trabajo, a veces las veo muy pocas veces al día”, puntualizó. “El fútbol es un momento de mucho disfrute para los tres como familia, a quien le agradezco por acompañarme. A mis padres, también”, concluyó.

Luis Almendra, el docente con una pelota en los pies que da clases dentro y fuera de un campo de juego.


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