Pellejero lleva a J.J. Moreno a la justicia y exige un resarcimiento por la lesión
La probabilidad indicada en estas líneas se hizo certeza. Darío Pellejero llevó a la justicia a J.J. Moreno por la grave lesión sufrida en la final del Apertura de la Liga del Valle.
Por Francisco Caputo.
El volante, capitán de Germinal, citó por vía judicial a Hernán Egurza, presidente del “Naranja”, a una audiencia de mediación. Pellejero pide un resarcimiento económico al club portuario por las consecuencias derivadas rotura de tibia y peroné de su pierna derecha.
El pasado 9 de junio en El Fortín, en el tiempo de descuento del cotejo de vuelta, Mauro Peinipil, en ese entonces jugador de JJ. Moreno, cometió una infracción que desembocó en la citada avería física.
“El objeto de la mediación es lograr un acuerdo en cuanto a la reparación de daños ocasionados a consecuencia de la lesión provocada por un dependiente de su club”, reza el texto de la citación judicial. Se estima que el encuentro de las partes será a mediados de mes.
En caso de no haber un acuerdo, trascendió que el mediocampista uruguayo, de 36 años, entablaría una demanda civil.
Pellejero cuenta con un antecedente, citado por Jornada el 12 de junio. En 2010, Mauro Camoranesi, campeón del mundo con Italia, fue condenado a pagar a $200.000 a Roberto Pizzo, a quien lesionó en un partido de la Liga de Mar del Plata en 1994.
Pizzo, quien no pudo volver a jugar al fútbol, recibió una suma equivalente a 50.000 dólares. Al tipo de cambio actual, son dos millones de pesos aproximadamente.
Al borde del retiro
Pellejero, según le indicó a Jornada, procuró evitar estas circunstancias. “Quise evitar esto. Me comuniqué con Egurza en reiteradas ocasiones tras la lesión. Conseguí su número para encontrarnos, tomar un café y dialogar. Lo llamé y le envié mensajes hasta el cansancio. No tuve suerte”, indicó.
“Considero que es un reclamo justo. El club es responsable. Por la lesión tuve que operarme y dejar de jugar al fútbol. También tuve que dejar de dirigir las Inferiores de Germinal. No puedo mantenerme en pie por más de media hora. Todo eso me causa y me causará perjuicios”, detalló el volante oriental.
A eso se suma un detalle nada menor. El regreso a la actividad de Pellejero no tiene fecha. “Mi vuelta a las canchas es incierta. El retiro es una posibilidad concreta. El tiempo de recuperación se demoró. No puedo trotar siquiera. Estamos en octubre y el Regional empieza en enero. Además, estoy grande. Tengo 36 años”, puntualizó.
Si la mediación no conduce a un acuerdo, la demanda es el próximo paso. Y en ella, podría estar incluido Peinipil. Esto último está siendo evaluado por el cuerpo legal de Pellejero. “Peinipil actuó con mala intención. No son cosas del fútbol, no es así. Hubo mala fe en esa jugada. Se cruzó toda la cancha. Y ni siquiera se comunicó conmigo luego”, expresó el volante.
“No digo que me haya querido provocar esta lesión. Pero fue directo a pegarme”, remarcó. Por la acción, el Tribunal de Penas de la Liga del Valle le aplicó a Peinipil, actualmente en Deportivo Madryn, una sanción de 30 fechas.
Por Francisco Caputo.
El volante, capitán de Germinal, citó por vía judicial a Hernán Egurza, presidente del “Naranja”, a una audiencia de mediación. Pellejero pide un resarcimiento económico al club portuario por las consecuencias derivadas rotura de tibia y peroné de su pierna derecha.
El pasado 9 de junio en El Fortín, en el tiempo de descuento del cotejo de vuelta, Mauro Peinipil, en ese entonces jugador de JJ. Moreno, cometió una infracción que desembocó en la citada avería física.
“El objeto de la mediación es lograr un acuerdo en cuanto a la reparación de daños ocasionados a consecuencia de la lesión provocada por un dependiente de su club”, reza el texto de la citación judicial. Se estima que el encuentro de las partes será a mediados de mes.
En caso de no haber un acuerdo, trascendió que el mediocampista uruguayo, de 36 años, entablaría una demanda civil.
Pellejero cuenta con un antecedente, citado por Jornada el 12 de junio. En 2010, Mauro Camoranesi, campeón del mundo con Italia, fue condenado a pagar a $200.000 a Roberto Pizzo, a quien lesionó en un partido de la Liga de Mar del Plata en 1994.
Pizzo, quien no pudo volver a jugar al fútbol, recibió una suma equivalente a 50.000 dólares. Al tipo de cambio actual, son dos millones de pesos aproximadamente.
Al borde del retiro
Pellejero, según le indicó a Jornada, procuró evitar estas circunstancias. “Quise evitar esto. Me comuniqué con Egurza en reiteradas ocasiones tras la lesión. Conseguí su número para encontrarnos, tomar un café y dialogar. Lo llamé y le envié mensajes hasta el cansancio. No tuve suerte”, indicó.
“Considero que es un reclamo justo. El club es responsable. Por la lesión tuve que operarme y dejar de jugar al fútbol. También tuve que dejar de dirigir las Inferiores de Germinal. No puedo mantenerme en pie por más de media hora. Todo eso me causa y me causará perjuicios”, detalló el volante oriental.
A eso se suma un detalle nada menor. El regreso a la actividad de Pellejero no tiene fecha. “Mi vuelta a las canchas es incierta. El retiro es una posibilidad concreta. El tiempo de recuperación se demoró. No puedo trotar siquiera. Estamos en octubre y el Regional empieza en enero. Además, estoy grande. Tengo 36 años”, puntualizó.
Si la mediación no conduce a un acuerdo, la demanda es el próximo paso. Y en ella, podría estar incluido Peinipil. Esto último está siendo evaluado por el cuerpo legal de Pellejero. “Peinipil actuó con mala intención. No son cosas del fútbol, no es así. Hubo mala fe en esa jugada. Se cruzó toda la cancha. Y ni siquiera se comunicó conmigo luego”, expresó el volante.
“No digo que me haya querido provocar esta lesión. Pero fue directo a pegarme”, remarcó. Por la acción, el Tribunal de Penas de la Liga del Valle le aplicó a Peinipil, actualmente en Deportivo Madryn, una sanción de 30 fechas.