En barrio Cañadón de Bórquez de Esquel la crisis impacta fuerte por la falta de gas natural en numerosos hogares, que obliga a las familias a comprar garrafas y leña para calefacción y preparación de alimentos. Fernanda Fernández es secretaria de la Junta Vecinal. Comentó en FM Tiempo Esquel que por falta de la mercadería para elaborar la comida debieron suspender el comedor que funcionaba en la sede vecinal y solo sostienen “a pulmón” el merendero al que asisten más de 30 chicos.
La dirigente recalcó que es muy complicado vivir con un sueldo mínimo, cuando hay familias numerosas que necesitan comer y se encuentran con el problema del servicio de gas y deben comprar garrafas o leña. “Hacemos una tarea social para que los vecinos la puedan pilotear, a pesar que en nuestra casas los integrantes de la comisión no tenemos más que ellos”, subrayó.
Tienen registradas a 15 familias de Cañadón de Bórquez con extrema necesidad de alimentos, incluyendo abuelos, madres solas con dos o tres hijos y matrimonios desocupados. Lamentó que también hay problemas de salud en esa comunidad y no pueden ayudar a todos.
La Municipalidad no les aporta alimentos. “Tengo que decir la verdad. Estamos agradecidos a la comunidad que nos hace donaciones; todo es a pulmón”. Aseguró que “no han venido a traer nada del municipio; sí me han preguntado varias veces cuántos chicos asisten a la copa de leche, pero nada más”. Ante la necesidad de muchas familias, gestionan módulos alimentarios urgente. “Sabemos que este es un sistema de gobierno desastroso, y mientras está, vamos a seguir así y peor. Estamos sufriendo”.
La miembro de la Vecinal afirmó que algunos chicos no comen porque no hay nada en sus casas. Andan dando vueltas buscando cosas. “Da bronca, que a la vez se convierte en energía para seguir trabajando por ellos”.
Sobre el servicio domiciliario de gas, Fernández explicó que cuentan con la red y faltan las conexiones, instalación que es costosa ya que para habilitar dos artefactos los matriculados cobran $ 35.000, “un monto que está fuera de nuestro alcance”. Esta dificultad se planteó al municipio para que evalúe de qué manera ayudar a los vecinos a tener la conexión a la red de gas natural a un costo más accesible, para que “en el próximo invierno tengamos gas en nuestras casas”.
En barrio Cañadón de Bórquez de Esquel la crisis impacta fuerte por la falta de gas natural en numerosos hogares, que obliga a las familias a comprar garrafas y leña para calefacción y preparación de alimentos. Fernanda Fernández es secretaria de la Junta Vecinal. Comentó en FM Tiempo Esquel que por falta de la mercadería para elaborar la comida debieron suspender el comedor que funcionaba en la sede vecinal y solo sostienen “a pulmón” el merendero al que asisten más de 30 chicos.
La dirigente recalcó que es muy complicado vivir con un sueldo mínimo, cuando hay familias numerosas que necesitan comer y se encuentran con el problema del servicio de gas y deben comprar garrafas o leña. “Hacemos una tarea social para que los vecinos la puedan pilotear, a pesar que en nuestra casas los integrantes de la comisión no tenemos más que ellos”, subrayó.
Tienen registradas a 15 familias de Cañadón de Bórquez con extrema necesidad de alimentos, incluyendo abuelos, madres solas con dos o tres hijos y matrimonios desocupados. Lamentó que también hay problemas de salud en esa comunidad y no pueden ayudar a todos.
La Municipalidad no les aporta alimentos. “Tengo que decir la verdad. Estamos agradecidos a la comunidad que nos hace donaciones; todo es a pulmón”. Aseguró que “no han venido a traer nada del municipio; sí me han preguntado varias veces cuántos chicos asisten a la copa de leche, pero nada más”. Ante la necesidad de muchas familias, gestionan módulos alimentarios urgente. “Sabemos que este es un sistema de gobierno desastroso, y mientras está, vamos a seguir así y peor. Estamos sufriendo”.
La miembro de la Vecinal afirmó que algunos chicos no comen porque no hay nada en sus casas. Andan dando vueltas buscando cosas. “Da bronca, que a la vez se convierte en energía para seguir trabajando por ellos”.
Sobre el servicio domiciliario de gas, Fernández explicó que cuentan con la red y faltan las conexiones, instalación que es costosa ya que para habilitar dos artefactos los matriculados cobran $ 35.000, “un monto que está fuera de nuestro alcance”. Esta dificultad se planteó al municipio para que evalúe de qué manera ayudar a los vecinos a tener la conexión a la red de gas natural a un costo más accesible, para que “en el próximo invierno tengamos gas en nuestras casas”.