Balmaceda, del Caribe a los Argentinos

Carlos Balmaceda nació en República Dominicana, pero cuando llegó a vivir a la Argentina, cambió el fútbol por el básquet.

El joven dominicano Carlos Balmaceda, se destacó en el Argentino de Selecciones con la camiseta de Chubut.
12 OCT 2018 - 20:52 | Actualizado

Hoy, tres años después de conocer la naranja, es la figura que tiene Chubut. Verlo en la cancha obliga a preguntarse, ¿de qué juega? ¿Es un pivot o un alero moderno? Carlos Balmaceda sale del molde, desde el juego hasta la serenidad para declarar una vez consumada la derrota de su equipo.
Carlitos nació a 6.825 km de su actual casa, donde tenía otras pasiones diferentes a las actuales: “Soy de República Dominicana, y a los seis años nos mudamos a Argentina. Mi vida siempre fue el fútbol, y desde que llegué acá me hice de Boca”.
Siguiendo con su amor por patear la pelota número 5, Carlos Balmaceda agrega: “Jugaba en Guillermo Brown de Puerto Madryn, pero un problema personal me hizo dejarlo”.
Como solución, su papá le sugirió que haga básquet, pero él no quería saber nada con otro deporte. Casi contra su voluntad, comenzó un nuevo camino con la pelota naranja: “Cuando arranqué me pusieron de pivot porque era alto, y como me iba bien me empezó a gustar”, narra acerca de sus primeros pasos en el parquet hace casi tres años. De a poco fue mejorando su tiro y ahora está en plan de potenciar sus penetraciones, para terminar de ajustarse perfectamente al prototipo de jugador moderno; extremidades largas, buena movilidad, un tiro externo aceptable, defensa interior y un gen competitivo gigante. Aunque confiesa que “hace poco miro básquet, sigo a Golden State porque fue el primero que vi en DeporTv cuando no tenía cable”, ya sabe a quién imitar: “Mis referentes son Kevin Durant y Jayson Tatum”, -para demostrarlo muestra el fondo de pantallas en su celular con las dos estrellas de la NBA.

Argentino de San Luis

En cuanto a su semana en San Luis, el “6” de Chubut la separa en dos partes: “Se nos bajaron algunos jugadores, pero los que vinimos fue para competir seriamente. Nos faltó profundidad para pelearle a los del grupo. Ahora queremos terminar lo más arriba posible”, explica con claridad el “Negro”, que liquida con una muestra de carácter: “Yo a pasear no vine. Creo que puse ganas e intenté rozarme con todos para probar en qué nivel estoy. Para mí lo hice bien”, rescata tras la tercera derrota en fila.
En su óptica, lo más sobresaliente de la estadía en Villa Mercedes no estuvo en un campo de juego, sino en el entorno: “Compartí unos días con compañeros que me han recibido bárbaro. Tienen muy buena onda. Además, mi papá -que es paraguayo- estaba en viaje desde Puerto Madryn a Paraguay, pero se hizo unos días para venir a verme. Eso me tiene feliz”, dijo el centroamericano nacionalizado argentino con una sonrisa de oreja a oreja.
Por último, Balmaceda sabe que la tiene que pelear de abajo para cumplir su sueño de “jugar en cualquier equipo de la Liga Nacional, porque no tengo preferencias”. Su espejo es otro laburante: Roberto Acuña. “Quiero ser como él, en el sentido que realizó todo el recorrido con esfuerzo, alcanzando La Liga y la Selección Argentina”, culmina con ilusión el protagonista de una hermosa historia. #
(Fuente: CABB)

 

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El joven dominicano Carlos Balmaceda, se destacó en el Argentino de Selecciones con la camiseta de Chubut.
12 OCT 2018 - 20:52

Hoy, tres años después de conocer la naranja, es la figura que tiene Chubut. Verlo en la cancha obliga a preguntarse, ¿de qué juega? ¿Es un pivot o un alero moderno? Carlos Balmaceda sale del molde, desde el juego hasta la serenidad para declarar una vez consumada la derrota de su equipo.
Carlitos nació a 6.825 km de su actual casa, donde tenía otras pasiones diferentes a las actuales: “Soy de República Dominicana, y a los seis años nos mudamos a Argentina. Mi vida siempre fue el fútbol, y desde que llegué acá me hice de Boca”.
Siguiendo con su amor por patear la pelota número 5, Carlos Balmaceda agrega: “Jugaba en Guillermo Brown de Puerto Madryn, pero un problema personal me hizo dejarlo”.
Como solución, su papá le sugirió que haga básquet, pero él no quería saber nada con otro deporte. Casi contra su voluntad, comenzó un nuevo camino con la pelota naranja: “Cuando arranqué me pusieron de pivot porque era alto, y como me iba bien me empezó a gustar”, narra acerca de sus primeros pasos en el parquet hace casi tres años. De a poco fue mejorando su tiro y ahora está en plan de potenciar sus penetraciones, para terminar de ajustarse perfectamente al prototipo de jugador moderno; extremidades largas, buena movilidad, un tiro externo aceptable, defensa interior y un gen competitivo gigante. Aunque confiesa que “hace poco miro básquet, sigo a Golden State porque fue el primero que vi en DeporTv cuando no tenía cable”, ya sabe a quién imitar: “Mis referentes son Kevin Durant y Jayson Tatum”, -para demostrarlo muestra el fondo de pantallas en su celular con las dos estrellas de la NBA.

Argentino de San Luis

En cuanto a su semana en San Luis, el “6” de Chubut la separa en dos partes: “Se nos bajaron algunos jugadores, pero los que vinimos fue para competir seriamente. Nos faltó profundidad para pelearle a los del grupo. Ahora queremos terminar lo más arriba posible”, explica con claridad el “Negro”, que liquida con una muestra de carácter: “Yo a pasear no vine. Creo que puse ganas e intenté rozarme con todos para probar en qué nivel estoy. Para mí lo hice bien”, rescata tras la tercera derrota en fila.
En su óptica, lo más sobresaliente de la estadía en Villa Mercedes no estuvo en un campo de juego, sino en el entorno: “Compartí unos días con compañeros que me han recibido bárbaro. Tienen muy buena onda. Además, mi papá -que es paraguayo- estaba en viaje desde Puerto Madryn a Paraguay, pero se hizo unos días para venir a verme. Eso me tiene feliz”, dijo el centroamericano nacionalizado argentino con una sonrisa de oreja a oreja.
Por último, Balmaceda sabe que la tiene que pelear de abajo para cumplir su sueño de “jugar en cualquier equipo de la Liga Nacional, porque no tengo preferencias”. Su espejo es otro laburante: Roberto Acuña. “Quiero ser como él, en el sentido que realizó todo el recorrido con esfuerzo, alcanzando La Liga y la Selección Argentina”, culmina con ilusión el protagonista de una hermosa historia. #
(Fuente: CABB)

 


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