Un hombre fue derivado de urgencia desde el hospital de Nueva Esperanza (Pellegrini) hacia un centro de salud de Tucumán, luego de que se rociara con nafta y se prendiera fuego. La víctima fue identificada como Héctor Reyes Corvalán, residente del paraje Sancho Pampa.
El hecho sucedió el sábado último, a las nueve de la mañana. El oficial de Justicia, Dr. Luis Moreno, se presentó en el citado lugar con una orden de la jueza Civil y Comercial, Dra. María Paskevisius, para recobrar parcialmente la posesión de un campo y entregarlo a Néstor Quesada. Sin embargo, los recibió Corvalán, quien manifestó: “A mí nadie me va a sacar; la única forma será muerto”. El hombre tenía una botella de plástico con nafta y un encendedor. Tanto el oficial de Justicia como personal de la subcomisaría de El Mojón trataron de disuadirlo, pero el hombre se tornó agresivo e insultó a los visitantes. En esa circunstancia, se roció con combustible y se prendió fuego. Los policías, que estaban a 25 metros, lo auxiliaron y apagaron las llamas. Corvalán sufrió quemaduras de segundo grado en el tórax y ambos brazos, y fue derivado al hospital de Tucumán. (El Nuevo Diario)
Un hombre fue derivado de urgencia desde el hospital de Nueva Esperanza (Pellegrini) hacia un centro de salud de Tucumán, luego de que se rociara con nafta y se prendiera fuego. La víctima fue identificada como Héctor Reyes Corvalán, residente del paraje Sancho Pampa.
El hecho sucedió el sábado último, a las nueve de la mañana. El oficial de Justicia, Dr. Luis Moreno, se presentó en el citado lugar con una orden de la jueza Civil y Comercial, Dra. María Paskevisius, para recobrar parcialmente la posesión de un campo y entregarlo a Néstor Quesada. Sin embargo, los recibió Corvalán, quien manifestó: “A mí nadie me va a sacar; la única forma será muerto”. El hombre tenía una botella de plástico con nafta y un encendedor. Tanto el oficial de Justicia como personal de la subcomisaría de El Mojón trataron de disuadirlo, pero el hombre se tornó agresivo e insultó a los visitantes. En esa circunstancia, se roció con combustible y se prendió fuego. Los policías, que estaban a 25 metros, lo auxiliaron y apagaron las llamas. Corvalán sufrió quemaduras de segundo grado en el tórax y ambos brazos, y fue derivado al hospital de Tucumán. (El Nuevo Diario)