Opinión / Desgobierno en Esquel

Papelón. El intendente Ongarato pidió renuncias masivas en Esquel.
21 OCT 2018 - 20:28 | Actualizado

Por Raúl “Bulín” Fernández / Especial para Jornada

En la vida política de la provincia pueden observarse y analizar hitos que hicieron historia. Por logros, por coraje, por movilización social, por miedos o terror infundidos y también por absurdos.

La catástrofe del gobierno municipal del arquitecto Sergio Ongarato en Esquel con un programa de asistencia financiera nacional de un partido de su mismo signo puso en evidencia, una vez más, las principales características del desgobierno.

El sistema de micro créditos destinados a la refacción de viviendas, aún de pequeños montos que permiten movilizar materiales y mano de obra, dejó de ser un sistema de beneficios para los vecinos para convertirse en un conventillo político generado por... los mismos integrantes del gabinete de Cambiemos. A la ajetreada maratón de respuestas inconclusas a la prensa que atinó a preguntar a fondo (no toda) antes las denuncias, se sumó un debate de seis integrantes del gabinete municipal que, como principal objetivo comando por el Secretario de Gobierno, era “tapar” todo tipo de información que no hacía más que enlodar (para no utilizar el término grosero del funcionario) al propio Intendente.

La misma interna que vive la UCR y el PRO llevo a estado público esa deliberación que asombra a los habitantes de la ciudad cordillerana, tanto por su pobreza intelectual como por el objetivo en sí.

Y por si había sido poco el cimbronazo, el regreso de Ongarato llevó al pedido de renuncia de los seis funcionarios para determinar “quién fue el responsable del audio” según el propio jefe comunal.

El corolario fue la aprobación del Concejo Deliberante que, en su última sesión y por abrumadora mayoría, remitió todo a la Justicia Federal para su actuación ya que los fondos vienen directo del gobierno del ingeniero Mauricio Macri.

La ausencia de programas a mediano y largo plazo, la falta de capacitación para ocupar responsabilidades, la pobreza de controles mínimos e indispensables que echan por tierra un buen programa de economía social, los estigmas internos de la pobreza partidaria y la ausencia de conducción política para elegir un rumbo, termina convirtiendo en conventillo la parte final de quien expresa como mayor mérito el haber sido hijo del tres veces intendente de Esquel.

Apenas un párrafo aparte para los términos de agravio y maltrato para el FpV-PJ como oposición y “dueño” de los males del país, con que se pretende encubrir todas esas deficiencias propias.

En medio de la crisis social y económica seguirá el debate, habrá justificaciones y hasta funcionarios idos, pero lo que no se podrá evitar es unos de los papelones más grandes que la política esquelense ha vivido en sus cortos 35 años continuos de democracia.

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Papelón. El intendente Ongarato pidió renuncias masivas en Esquel.
21 OCT 2018 - 20:28

Por Raúl “Bulín” Fernández / Especial para Jornada

En la vida política de la provincia pueden observarse y analizar hitos que hicieron historia. Por logros, por coraje, por movilización social, por miedos o terror infundidos y también por absurdos.

La catástrofe del gobierno municipal del arquitecto Sergio Ongarato en Esquel con un programa de asistencia financiera nacional de un partido de su mismo signo puso en evidencia, una vez más, las principales características del desgobierno.

El sistema de micro créditos destinados a la refacción de viviendas, aún de pequeños montos que permiten movilizar materiales y mano de obra, dejó de ser un sistema de beneficios para los vecinos para convertirse en un conventillo político generado por... los mismos integrantes del gabinete de Cambiemos. A la ajetreada maratón de respuestas inconclusas a la prensa que atinó a preguntar a fondo (no toda) antes las denuncias, se sumó un debate de seis integrantes del gabinete municipal que, como principal objetivo comando por el Secretario de Gobierno, era “tapar” todo tipo de información que no hacía más que enlodar (para no utilizar el término grosero del funcionario) al propio Intendente.

La misma interna que vive la UCR y el PRO llevo a estado público esa deliberación que asombra a los habitantes de la ciudad cordillerana, tanto por su pobreza intelectual como por el objetivo en sí.

Y por si había sido poco el cimbronazo, el regreso de Ongarato llevó al pedido de renuncia de los seis funcionarios para determinar “quién fue el responsable del audio” según el propio jefe comunal.

El corolario fue la aprobación del Concejo Deliberante que, en su última sesión y por abrumadora mayoría, remitió todo a la Justicia Federal para su actuación ya que los fondos vienen directo del gobierno del ingeniero Mauricio Macri.

La ausencia de programas a mediano y largo plazo, la falta de capacitación para ocupar responsabilidades, la pobreza de controles mínimos e indispensables que echan por tierra un buen programa de economía social, los estigmas internos de la pobreza partidaria y la ausencia de conducción política para elegir un rumbo, termina convirtiendo en conventillo la parte final de quien expresa como mayor mérito el haber sido hijo del tres veces intendente de Esquel.

Apenas un párrafo aparte para los términos de agravio y maltrato para el FpV-PJ como oposición y “dueño” de los males del país, con que se pretende encubrir todas esas deficiencias propias.

En medio de la crisis social y económica seguirá el debate, habrá justificaciones y hasta funcionarios idos, pero lo que no se podrá evitar es unos de los papelones más grandes que la política esquelense ha vivido en sus cortos 35 años continuos de democracia.


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