Pero se alejó antes de cumplir el contrato que tenía vencimiento en diciembre, debido a que inesperadamente la secretaria de Desarrollo Social, Lelia Nichols, lo desafectó de sus funciones.
Ante la medida unilateral, el empleado apeló a una abogada para analizar una presentación legal, en virtud de que fue echado sin ningún argumento válido, y Nichols sólo le transmitió que uno de los factores era su carácter de “prominero”.
Consultado por el litigio judicial, Diocares advirtió en FM Tiempo Esquel que se enteró que en Desarrollo Social hay una renuncia firmada, lo que nunca hizo. “En realidad yo nunca firmé una renuncia”, afirmó para añadir que ahora hay que probarlo, insistiendo en que no dimitió a las funciones en Acción Social.
Dijo que durante su permanencia en la Municipalidad, si bien había algunas diferencias por distintos motivos, el asunto quedaba internamente, sin que se dejara trascender a la comunidad. En cuanto a su trato con Lelia Nichols –quien reemplazó a Ingrid Iglesias a fines de junio-, admitió que no era muy bueno, y “era muy celosa de su cargo, y siempre nos marcaba la cancha a los coordinadores”.
“Lelia Nichols es una persona que miente mucho; yo no le creía nada de lo que decía”, sostuvo Oscar Diocares, en sentido de que a pesar que le comunicó que ya tenía a la persona que designaría en Acción Social, “fue una mentira. Pero ahí adentro con el ego no se puede hacer nada, cuando se debe trabajar en equipo”.
En la misma dirección, admitió que en la funcionaria –por lo menos hasta ayer-, había soberbia, y sugirió que “a la gente hay que darle poder y plata, para saber qué clase de personas son”.
Burocracia
También indicó que en la Secretaría de Desarrollo Social existe el “amiguismo”, y que siempre se escuchaban comentarios acerca del manejo de los microcréditos, aunque no le consta ninguna maniobra porque “estaba espinoso el asunto”. Sí señaló que notaba que la gente que realmente necesitaba una asistencia con un microcrédito se encontraba con la burocracia, cuando a conocidos, por amiguismo, se los adjudicaban rápidamente.#
Pero se alejó antes de cumplir el contrato que tenía vencimiento en diciembre, debido a que inesperadamente la secretaria de Desarrollo Social, Lelia Nichols, lo desafectó de sus funciones.
Ante la medida unilateral, el empleado apeló a una abogada para analizar una presentación legal, en virtud de que fue echado sin ningún argumento válido, y Nichols sólo le transmitió que uno de los factores era su carácter de “prominero”.
Consultado por el litigio judicial, Diocares advirtió en FM Tiempo Esquel que se enteró que en Desarrollo Social hay una renuncia firmada, lo que nunca hizo. “En realidad yo nunca firmé una renuncia”, afirmó para añadir que ahora hay que probarlo, insistiendo en que no dimitió a las funciones en Acción Social.
Dijo que durante su permanencia en la Municipalidad, si bien había algunas diferencias por distintos motivos, el asunto quedaba internamente, sin que se dejara trascender a la comunidad. En cuanto a su trato con Lelia Nichols –quien reemplazó a Ingrid Iglesias a fines de junio-, admitió que no era muy bueno, y “era muy celosa de su cargo, y siempre nos marcaba la cancha a los coordinadores”.
“Lelia Nichols es una persona que miente mucho; yo no le creía nada de lo que decía”, sostuvo Oscar Diocares, en sentido de que a pesar que le comunicó que ya tenía a la persona que designaría en Acción Social, “fue una mentira. Pero ahí adentro con el ego no se puede hacer nada, cuando se debe trabajar en equipo”.
En la misma dirección, admitió que en la funcionaria –por lo menos hasta ayer-, había soberbia, y sugirió que “a la gente hay que darle poder y plata, para saber qué clase de personas son”.
Burocracia
También indicó que en la Secretaría de Desarrollo Social existe el “amiguismo”, y que siempre se escuchaban comentarios acerca del manejo de los microcréditos, aunque no le consta ninguna maniobra porque “estaba espinoso el asunto”. Sí señaló que notaba que la gente que realmente necesitaba una asistencia con un microcrédito se encontraba con la burocracia, cuando a conocidos, por amiguismo, se los adjudicaban rápidamente.#