Lorena Paredes, una víctima de violencia de género que pide mayores garantías

Es la comodorense que fue sometida a una brutal agresión por parte de su expareja, Luis Rubén Vidal. El acusado tiene una tobillera electrónica, pero la mujer asegura que el sistema es “engorroso” y si quiere puede llegar hasta ella antes que la policía.

03 NOV 2018 - 21:10 | Actualizado

Un mes después de haber sido golpeada y torturada por su expareja, Lorena Paredes sigue pidiendo que el agresor sea detenido hasta la realización del juicio.

La mujer aseguró que ni la tobillera electrónica que le fue colocada al imputado ni las medidas de coerción son suficientes para que su vida recupere la normalidad. Por ese motivo la semana pasada de realizó una audiencia de constitución de querellante y reforzar las medidas dispuestas por el Ministerio Público Fiscal de Comodoro Rivadavia en el caso

En diálogo con FM Tiempo Trelew, Paredes recordó que el pasado 2 de octubre Luis Rubén Vidal “me golpeó e intentó matarme. Me tuvo secuestrada una hora dentro de un garage, me torturó hasta que llegó la policía y me pudo liberar”

La mujer recordó que su caso se hizo conocido no sólo por la violencia del hecho, sino también porque la policía “obró mal, en vez de llevarme al Hospital me llevaron a otra comisaría y a él no lo detuvieron en el momento como deberían haberlo hecho”.

En ese sentido, aseguró que su expareja “no conforme con lo que ya había hecho me fue a buscar al hospital, cuando yo no veía, ni escuchaba y tampoco podía hablar” y recordó que con anterioridad a ese episodio “él tenía muchas restricciones de acercamiento por denuncias, pero nadie me ayudaba; lo hice público por eso, estuvo detenido un par de horas, pero después lo dejaron libre”.

Tobillera electrónica

La mediatización del caso llevó a que se decidiera la colocación al imputado de una tobillera electrónica para vigilar que no violara la prohibición de acercamiento a la víctima, pero Lorena asegura que el sistema no le asegura su integridad física.

“Él tiene una tobillera y yo un GPS, pero es engorroso. Para mi es una forma de seguridad, pero si el no cumple con la medida de acercarse a menos de dos cuadras, yo tengo que tener tiempo para esperar que él no se quite la tobillera o si viene hacía mí que empiece a sonar, eso manda un aviso a Trelew, desde allá lo tienen que llamar. Si él no contesta recién ahí llaman a la comisaría que está en la zona y tienen que esperar que la comisaría conteste y venga alguien a ayudarme en el lugar que esté” explicó la mujer.

Persona violenta

La mujer, que se encuentra con tratamiento psicológico y aún no ha vuelto a trabajar, aseguró que si el acusado quiere llegar hasta ella “puede hacer lo que quiera, y sigue libre como si nada; y no solo por mí, porque tiene denuncias también por otras mujeres y hombres de Comodoro, es una persona violenta”.

Lorena Paredes indicó que la decisión de presentarse como querellante en el caso es porque “veíamos que la Fiscal no pidió cambio de caratula por lesiones graves, y parece que iba a quedar todo en la nada. Intentamos que la cosa no sea así”.

Tras un mes del hecho, la mujer pudo recuperar su teléfono celular, el cual había sido secuestrado en el marco de la causa para verificar los hechos referidos por la víctima en cuanto a amenazas por parte del acusado, antes y después de los hechos ocurridos en los primeros días de octubre. “Me lo pidieron para sacar pruebas porque yo decía que me tenía atosigada, que me acosaba, por eso me incautaron mi teléfono, pero él seguía publicando cosa en Facebook, entonces pedimos que también secuestren el de él”.

Un mes de terror

“Hoy se cumple un mes desde que este psicopata me quiso matar. No se olviden de su cara yo nunca voy a olvidarme y no voy a descansar hasta que se haga justicia y pague por todo el daño que me hizo a mí y a otras personas” publicó en su cuenta de redes sociales la mujer y calificó como “una vergüenza, espero que la jueza se dé cuenta que este violento no puede estar libre”.

La relación de Lorena Paredes con su agresor duró alrededor de diez meses, en los cuales existieron agresiones y denuncias previas según confirmó la mujer. “Antes de que pase este suceso ya tenía varias denuncias y restricciones. Yo iba cada vez que me golpeaba, me acercaba a la comisaría para hacer la denuncia y nunca quedaba detenido”.

Sobre lo ocurrido el pasado 2 de octubre recordó que ese día Vidal la encerró y “primero me pegó con un fierro en la cara, en los ojos y me cegó, me desmayó y me tiró al piso; después intentó asfixiarme con el caño y me azotó con un cable. También me amenazó con una maza y me daba piñas en los oídos, y en todo el cuerpo. Intentaba matarme” aseguró la joven.

Incluso tras los hechos ocurridos hace poco más de un mes, Paredes señaló que la policía no detuvo a su agresor. “Se encerró en el garage de la casa y no lo detuvieron; desde ese momento tuvo tiempo para borrar todo, limpiar el lugar y recién al otro día lo detuvieron y a los tres días hicieron el allanamiento”.

Temor y encierro

Las consecuencias de la agresión sufrida por Lorena Paredes prosiguen hasta estos días, y no sólo las secuelas físicas, sino también los impedimentos que tiene para desarrollar una vida normal.

“Tengo una nena de seis años, pero la veo unas horas en la tarde. No puedo dormir con ella, si ella se queda en mi casa corre riesgo” dijo la mujer y en ese sentido aseguró tampoco puede llevarla a la escuela, ante la eventualidad de que su agresor pueda atacarla tanto a ella como a la menor.

En ese sentido indicó que su expareja “va a ir contra lo que más me duela” y aseguró que en las últimas semanas “mandó a alguien para rayar el auto y tajearle la goma al vehículo de mis padres; se enoja y hace eso, como no puede acercarse a mi casa manda a alguien a casa de mis padres”.

Además aseguró que mientras antes del ataque trabajaba en un banco privado de la ciudad petrolera, en la actualidad “no puedo volver a trabajar, psicologicamente es difícil” y reiteró su pedido de que el acusado “sea detenido hasta el momento del juicio, aun cuando en ese momento puede pasar cualquier cosa y sea condenado por lesiones leves o quede todo en la nada”.

Lorena Paredes asegura que ella debe continuar con sus actividades y que hace algunos días tuvo que salir de su casa para ir a terapia y por la audiencia de querella, pese a un pedido para que no abandone su inmueble.

Contó que debe estar pendiente del aviso que puedan hacerle a través del sistema que rastrea tanto sus movimientos como los del acusado, porque es una persona violenta en su vida, no solo conmigo, con cualquier persona”.

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03 NOV 2018 - 21:10

Un mes después de haber sido golpeada y torturada por su expareja, Lorena Paredes sigue pidiendo que el agresor sea detenido hasta la realización del juicio.

La mujer aseguró que ni la tobillera electrónica que le fue colocada al imputado ni las medidas de coerción son suficientes para que su vida recupere la normalidad. Por ese motivo la semana pasada de realizó una audiencia de constitución de querellante y reforzar las medidas dispuestas por el Ministerio Público Fiscal de Comodoro Rivadavia en el caso

En diálogo con FM Tiempo Trelew, Paredes recordó que el pasado 2 de octubre Luis Rubén Vidal “me golpeó e intentó matarme. Me tuvo secuestrada una hora dentro de un garage, me torturó hasta que llegó la policía y me pudo liberar”

La mujer recordó que su caso se hizo conocido no sólo por la violencia del hecho, sino también porque la policía “obró mal, en vez de llevarme al Hospital me llevaron a otra comisaría y a él no lo detuvieron en el momento como deberían haberlo hecho”.

En ese sentido, aseguró que su expareja “no conforme con lo que ya había hecho me fue a buscar al hospital, cuando yo no veía, ni escuchaba y tampoco podía hablar” y recordó que con anterioridad a ese episodio “él tenía muchas restricciones de acercamiento por denuncias, pero nadie me ayudaba; lo hice público por eso, estuvo detenido un par de horas, pero después lo dejaron libre”.

Tobillera electrónica

La mediatización del caso llevó a que se decidiera la colocación al imputado de una tobillera electrónica para vigilar que no violara la prohibición de acercamiento a la víctima, pero Lorena asegura que el sistema no le asegura su integridad física.

“Él tiene una tobillera y yo un GPS, pero es engorroso. Para mi es una forma de seguridad, pero si el no cumple con la medida de acercarse a menos de dos cuadras, yo tengo que tener tiempo para esperar que él no se quite la tobillera o si viene hacía mí que empiece a sonar, eso manda un aviso a Trelew, desde allá lo tienen que llamar. Si él no contesta recién ahí llaman a la comisaría que está en la zona y tienen que esperar que la comisaría conteste y venga alguien a ayudarme en el lugar que esté” explicó la mujer.

Persona violenta

La mujer, que se encuentra con tratamiento psicológico y aún no ha vuelto a trabajar, aseguró que si el acusado quiere llegar hasta ella “puede hacer lo que quiera, y sigue libre como si nada; y no solo por mí, porque tiene denuncias también por otras mujeres y hombres de Comodoro, es una persona violenta”.

Lorena Paredes indicó que la decisión de presentarse como querellante en el caso es porque “veíamos que la Fiscal no pidió cambio de caratula por lesiones graves, y parece que iba a quedar todo en la nada. Intentamos que la cosa no sea así”.

Tras un mes del hecho, la mujer pudo recuperar su teléfono celular, el cual había sido secuestrado en el marco de la causa para verificar los hechos referidos por la víctima en cuanto a amenazas por parte del acusado, antes y después de los hechos ocurridos en los primeros días de octubre. “Me lo pidieron para sacar pruebas porque yo decía que me tenía atosigada, que me acosaba, por eso me incautaron mi teléfono, pero él seguía publicando cosa en Facebook, entonces pedimos que también secuestren el de él”.

Un mes de terror

“Hoy se cumple un mes desde que este psicopata me quiso matar. No se olviden de su cara yo nunca voy a olvidarme y no voy a descansar hasta que se haga justicia y pague por todo el daño que me hizo a mí y a otras personas” publicó en su cuenta de redes sociales la mujer y calificó como “una vergüenza, espero que la jueza se dé cuenta que este violento no puede estar libre”.

La relación de Lorena Paredes con su agresor duró alrededor de diez meses, en los cuales existieron agresiones y denuncias previas según confirmó la mujer. “Antes de que pase este suceso ya tenía varias denuncias y restricciones. Yo iba cada vez que me golpeaba, me acercaba a la comisaría para hacer la denuncia y nunca quedaba detenido”.

Sobre lo ocurrido el pasado 2 de octubre recordó que ese día Vidal la encerró y “primero me pegó con un fierro en la cara, en los ojos y me cegó, me desmayó y me tiró al piso; después intentó asfixiarme con el caño y me azotó con un cable. También me amenazó con una maza y me daba piñas en los oídos, y en todo el cuerpo. Intentaba matarme” aseguró la joven.

Incluso tras los hechos ocurridos hace poco más de un mes, Paredes señaló que la policía no detuvo a su agresor. “Se encerró en el garage de la casa y no lo detuvieron; desde ese momento tuvo tiempo para borrar todo, limpiar el lugar y recién al otro día lo detuvieron y a los tres días hicieron el allanamiento”.

Temor y encierro

Las consecuencias de la agresión sufrida por Lorena Paredes prosiguen hasta estos días, y no sólo las secuelas físicas, sino también los impedimentos que tiene para desarrollar una vida normal.

“Tengo una nena de seis años, pero la veo unas horas en la tarde. No puedo dormir con ella, si ella se queda en mi casa corre riesgo” dijo la mujer y en ese sentido aseguró tampoco puede llevarla a la escuela, ante la eventualidad de que su agresor pueda atacarla tanto a ella como a la menor.

En ese sentido indicó que su expareja “va a ir contra lo que más me duela” y aseguró que en las últimas semanas “mandó a alguien para rayar el auto y tajearle la goma al vehículo de mis padres; se enoja y hace eso, como no puede acercarse a mi casa manda a alguien a casa de mis padres”.

Además aseguró que mientras antes del ataque trabajaba en un banco privado de la ciudad petrolera, en la actualidad “no puedo volver a trabajar, psicologicamente es difícil” y reiteró su pedido de que el acusado “sea detenido hasta el momento del juicio, aun cuando en ese momento puede pasar cualquier cosa y sea condenado por lesiones leves o quede todo en la nada”.

Lorena Paredes asegura que ella debe continuar con sus actividades y que hace algunos días tuvo que salir de su casa para ir a terapia y por la audiencia de querella, pese a un pedido para que no abandone su inmueble.

Contó que debe estar pendiente del aviso que puedan hacerle a través del sistema que rastrea tanto sus movimientos como los del acusado, porque es una persona violenta en su vida, no solo conmigo, con cualquier persona”.


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