El derecho implica hacer lo que se debe, no lo que se quiere

Columna de AMJA CHUBUT. Igualdad en la Diversidad

10 NOV 2018 - 20:03 | Actualizado

Por Silvia Lucía Pereira Dos Santos. (*)

Parte de las mujeres que integramos el Poder Judicial del Chubut nos preparamos, como todas, para vivir y participar del Encuentro Nacional de Mujeres 2018, que llegaba a Trelew. Esta ciudad ronda los 100 mil habitantes, la más pequeña en población de las treinta y tres ediciones de este encuentro. Prometía ser histórico.

La Comisario Laura Mirantes, Jefa de la Comisaría de la Mujer de la ciudad, nos acompañó en este camino. En silencio, participando de la organización del evento y formando parte también de las reuniones que desarrollamos las operadoras del Sistema Judicial. Esto permitió elaborar un plan de contingencia ante la eventualidad de resultar necesario. Nuestro deseo era que no ocurrieran incidentes en esa convocatoria que resultó masiva como se avistaba.

Seguimos cada paso previo esperanzadas en ser la excepción a los Encuentros Nacionales de Mujeres desarrollados en el país. Un encuentro en el que prevaleciera nuestro rol personal de madres, hermanas, hijas, amigas, por sobre la función laboral y judicial de cada una. Desde nuestro rol y lugar de trabajo festejamos al ver que todo se desarrollaba en paz y con respeto.

Fuimos testigos privilegiadas del desarrollo de una marcha multitudinaria que en un clima de armonía, fue insuperable. Hasta que llegó el llamado que nadie quería recibir. Nos informaron del traslado a la alcaidía policial de un grupo de diez mujeres producto de un procedimiento policial, que luego fue cuestionado, y que pretendía restituir el orden en la ciudad. A su vez tomamos conocimiento de que un sector minoritario, que entiende que los derechos se conquistan a través del ejercicio de la violencia, empañaba el clima de armonía desarrollado hasta el momento.

Nos convocamos a la madrugada en nuestros puestos de trabajo. Anticipando como debe ser, nuestra profesión, cumpliendo cada una con su labor. Se llevaron a cabo las audiencias de control de detención, tal cual lo establece el sistema acusatorio vigente en la Provincia del Chubut. En éstas se imputaron hechos y también se controló la legalidad de las mismas, en el marco de lo establecido en el Código Procesal Penal de la provincia del Chubut.

Una jueza viajó 36 km, una Comisaria, que dejó todo en la organización, llegó sin voz trasladando a las detenidas. Defensoras penales se presentaron en la sala, una funcionaria de fiscalía recibía denuncias a quienes manifestaban haber sido víctimas de violencia policial, recolectando pruebas que sustenten un caso, que será también motivo de investigación. Empleadas judiciales se reunían en el sexto piso de Tribunales para poder cumplir con su tarea.

Así y todo, surgieron los reproches consecuencia de erróneas informaciones, desconociendo no sólo la ubicación geográfica de nuestra ciudad sino también el sistema procesal penal vigente en la provincia. Sentimos criticada nuestra tarea desde el desconocimiento más absoluto, aparejando con ello enfrentamiento en la sociedad.

Nosotras, las mujeres del Poder Judicial, sobre quien recae la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir las leyes y el fin último del derecho, seguimos trabajando silenciosamente. Por nuestros derechos, pero por sobre todas las cosas cumpliendo fielmente nuestro mandato constitucional y por el restablecimiento de la paz social que a veces, parece estar olvidada. El único camino posible es hacer lo que corresponde. Cada una desde su lugar, con lo que sabe y debe hacer. Y así fue en esta oportunidad.#

(*) Fiscal General de Trelew.

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10 NOV 2018 - 20:03

Por Silvia Lucía Pereira Dos Santos. (*)

Parte de las mujeres que integramos el Poder Judicial del Chubut nos preparamos, como todas, para vivir y participar del Encuentro Nacional de Mujeres 2018, que llegaba a Trelew. Esta ciudad ronda los 100 mil habitantes, la más pequeña en población de las treinta y tres ediciones de este encuentro. Prometía ser histórico.

La Comisario Laura Mirantes, Jefa de la Comisaría de la Mujer de la ciudad, nos acompañó en este camino. En silencio, participando de la organización del evento y formando parte también de las reuniones que desarrollamos las operadoras del Sistema Judicial. Esto permitió elaborar un plan de contingencia ante la eventualidad de resultar necesario. Nuestro deseo era que no ocurrieran incidentes en esa convocatoria que resultó masiva como se avistaba.

Seguimos cada paso previo esperanzadas en ser la excepción a los Encuentros Nacionales de Mujeres desarrollados en el país. Un encuentro en el que prevaleciera nuestro rol personal de madres, hermanas, hijas, amigas, por sobre la función laboral y judicial de cada una. Desde nuestro rol y lugar de trabajo festejamos al ver que todo se desarrollaba en paz y con respeto.

Fuimos testigos privilegiadas del desarrollo de una marcha multitudinaria que en un clima de armonía, fue insuperable. Hasta que llegó el llamado que nadie quería recibir. Nos informaron del traslado a la alcaidía policial de un grupo de diez mujeres producto de un procedimiento policial, que luego fue cuestionado, y que pretendía restituir el orden en la ciudad. A su vez tomamos conocimiento de que un sector minoritario, que entiende que los derechos se conquistan a través del ejercicio de la violencia, empañaba el clima de armonía desarrollado hasta el momento.

Nos convocamos a la madrugada en nuestros puestos de trabajo. Anticipando como debe ser, nuestra profesión, cumpliendo cada una con su labor. Se llevaron a cabo las audiencias de control de detención, tal cual lo establece el sistema acusatorio vigente en la Provincia del Chubut. En éstas se imputaron hechos y también se controló la legalidad de las mismas, en el marco de lo establecido en el Código Procesal Penal de la provincia del Chubut.

Una jueza viajó 36 km, una Comisaria, que dejó todo en la organización, llegó sin voz trasladando a las detenidas. Defensoras penales se presentaron en la sala, una funcionaria de fiscalía recibía denuncias a quienes manifestaban haber sido víctimas de violencia policial, recolectando pruebas que sustenten un caso, que será también motivo de investigación. Empleadas judiciales se reunían en el sexto piso de Tribunales para poder cumplir con su tarea.

Así y todo, surgieron los reproches consecuencia de erróneas informaciones, desconociendo no sólo la ubicación geográfica de nuestra ciudad sino también el sistema procesal penal vigente en la provincia. Sentimos criticada nuestra tarea desde el desconocimiento más absoluto, aparejando con ello enfrentamiento en la sociedad.

Nosotras, las mujeres del Poder Judicial, sobre quien recae la responsabilidad de cumplir y hacer cumplir las leyes y el fin último del derecho, seguimos trabajando silenciosamente. Por nuestros derechos, pero por sobre todas las cosas cumpliendo fielmente nuestro mandato constitucional y por el restablecimiento de la paz social que a veces, parece estar olvidada. El único camino posible es hacer lo que corresponde. Cada una desde su lugar, con lo que sabe y debe hacer. Y así fue en esta oportunidad.#

(*) Fiscal General de Trelew.


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