Opinión / Montañismo desde el jardín

11 NOV 2018 - 20:46 | Actualizado

Por Raúl “Bulín” Fernández  /  Especial para Jornada

Una excelente iniciativa del Ministerio de Educación dio cuenta de la participación de jóvenes y adolescentes en un programa de enseñanza y capacitación del montañismo. Abrir posibilidades de la práctica activa del deporte y la recreación permite, a todo quien lo practica, un desarrollo de mejor calidad de vida, acción constante de grupos y conocimiento y afecto por lo que nos rodea. Conocer el territorio provincial por recorrerlo por años me permite señalar que hay posibilidades enormes de generar una actividad que permita otros beneficios sociales y económicos para quienes vean en la naturaleza un destino de desarrollo.
No sólo en las fantásticas montañas cordilleranas que tiene nuestra provincia, sino en las zonas tanto de la meseta como la costa atlántica, existen cortes geográficos de excelencia para la práctica activa del deporte.
Pensar en Los Altares, Piedra Parada, los bosques petrificados de Colonia Sarmiento, Península Valdés y sus variables más excéntricas y tantos otros espacios de naturaleza pura existentes en todos los rincones de nuestro hermoso territorio, nos pueden permitir un proceso de planificación desde educación y luego vinculado a turismo, para sumar actores a la vida de la economía social de la provincia.
Desde la formación de los niños en los jardines de infantes hasta la promoción de los profesores de educación física en esta dirección, merecen una planificación adecuada del Estado, de manera tal que permita observar las experiencias realizadas y volcarlas en un proyecto.
En los noventa compartí la experiencia de un grupo de Profes de Comodoro Rivadavia,  EDUCAM, donde se trasladaba escolares durante días al Parque Nacional Los Alerces y se les generaba un amor envidiable por la naturaleza que seguramente hoy más de uno debe sostenerlo con prácticas habituales. Allí conocí lo que significaba el eco turismo.
La convocatoria debiera ser inclusiva a quienes, aún sin profesión acreditada, han servido su experiencia en clubes de invierno, actividades escolares, grupos caminantes y tantas otras variables al servicio del ser humano y la salud. Si lográsemos en dos décadas incluir el montañismo como actividades curriculares en los colegios, recreativa y hasta competitiva en los clubes, seguramente la inversión de presupuestos pagarán con creces en no tener que hacer aportes de medicina en la enfermedad.
Si le sumamos la oportunidad que genera desde lo económico en materia de turismo, permitirá que al contactar con la fantástica naturaleza que nos rodea en Chubut sean profesionales de nuestros pueblos quienes ganen su sustento atado a la educación de sus dirigidos. Si Educación y Turismo lo combinan pronto, se puede pasar de las palabras a los hechos.#

 

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11 NOV 2018 - 20:46

Por Raúl “Bulín” Fernández  /  Especial para Jornada

Una excelente iniciativa del Ministerio de Educación dio cuenta de la participación de jóvenes y adolescentes en un programa de enseñanza y capacitación del montañismo. Abrir posibilidades de la práctica activa del deporte y la recreación permite, a todo quien lo practica, un desarrollo de mejor calidad de vida, acción constante de grupos y conocimiento y afecto por lo que nos rodea. Conocer el territorio provincial por recorrerlo por años me permite señalar que hay posibilidades enormes de generar una actividad que permita otros beneficios sociales y económicos para quienes vean en la naturaleza un destino de desarrollo.
No sólo en las fantásticas montañas cordilleranas que tiene nuestra provincia, sino en las zonas tanto de la meseta como la costa atlántica, existen cortes geográficos de excelencia para la práctica activa del deporte.
Pensar en Los Altares, Piedra Parada, los bosques petrificados de Colonia Sarmiento, Península Valdés y sus variables más excéntricas y tantos otros espacios de naturaleza pura existentes en todos los rincones de nuestro hermoso territorio, nos pueden permitir un proceso de planificación desde educación y luego vinculado a turismo, para sumar actores a la vida de la economía social de la provincia.
Desde la formación de los niños en los jardines de infantes hasta la promoción de los profesores de educación física en esta dirección, merecen una planificación adecuada del Estado, de manera tal que permita observar las experiencias realizadas y volcarlas en un proyecto.
En los noventa compartí la experiencia de un grupo de Profes de Comodoro Rivadavia,  EDUCAM, donde se trasladaba escolares durante días al Parque Nacional Los Alerces y se les generaba un amor envidiable por la naturaleza que seguramente hoy más de uno debe sostenerlo con prácticas habituales. Allí conocí lo que significaba el eco turismo.
La convocatoria debiera ser inclusiva a quienes, aún sin profesión acreditada, han servido su experiencia en clubes de invierno, actividades escolares, grupos caminantes y tantas otras variables al servicio del ser humano y la salud. Si lográsemos en dos décadas incluir el montañismo como actividades curriculares en los colegios, recreativa y hasta competitiva en los clubes, seguramente la inversión de presupuestos pagarán con creces en no tener que hacer aportes de medicina en la enfermedad.
Si le sumamos la oportunidad que genera desde lo económico en materia de turismo, permitirá que al contactar con la fantástica naturaleza que nos rodea en Chubut sean profesionales de nuestros pueblos quienes ganen su sustento atado a la educación de sus dirigidos. Si Educación y Turismo lo combinan pronto, se puede pasar de las palabras a los hechos.#

 


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