Si fuera por fútbol la gana River, por goleadores Boca

La Columna de Elio Rossi.

12 NOV 2018 - 21:02 | Actualizado

River juega mejor que Boca. Los que tiene para moverla, si ustedes quieren hasta vistosamente o con algún lujete en la mitad de la cancha, están pasando un momento que dura más de un semestre en condiciones superiores a las de sus rivales xeneizes. Ezequiel Palacios o el Pity Martínez.

Guillermo, de hecho, dejó afuera a Cardona. Hay quienes dicen que no se ha bancado una crítica por whatsapp del colombiano (dirigido a su grupo, pero “filtrado” con intencionalidad o no; al fin, se viven tiempos de botones, ortivas y vigilantes como nadie hubiera imaginado jamás, salvo la ciencia ficción).

Por el whatsapp o por lo que fuere, Guillermo, the Macanas Brothers Boss, opta por el grupo de “rompe huesos” que conforman el yorugua Nández, Wilmar el colombiano, y Pablo “no estoy tan chiflado como todos ustedes creen” Pérez.

No es que sean negados para tener la pelota y organizarle juego al equipo, pero queda claro que se meten en un dilema “hamletiano” cada vez que tienen que decidir si acompañan a los de arriba cuando el equipo ataca (a riesgo que quedar completamente desacomodados si River le interrumpe la circulación y le quita la pelota), o si se paran como otra línea de cuatro integrada por tres (cosas del fútbol moderno), y que los tres de arriba se arreglen como puedan.

Tuvo muestras de la versología de la dependencia del Técnico el partido de ida que terminó 2 a 2.

Pavón, “el que siempre juega”, se rompió antes de la media hora. Y Guille puso los dos 9. Jamás lo hubiera hecho si el pibe del águila tatuada no se rompía.

A Gallardo, al que algunos llaman Napoleón y no sé qué ocho cuartos más, se le escapó la tortuga como al mejor de los principiantes.

Tampoco se dio cuenta Matías Biscay, la luz de los ojos del Muñeco: Rafael Santos Borré fue el encargado (por orden de los entrenadores) de marcar en pelota detenida a Benedetto.

Contaron los muchachos que hacen campo de juego en la transmisión de Fox que le gritaron a Borré “es tuyo en las pelotas paradas”. Se referían al ingresante Pipa.

Ni Maidana, ni Pinola, ni Martinez Quarta, ni Montiel ni Casco. Eligieron a Borré. Y Benedetto los vacunó.

Uno, Guillermo, “encontró” la posible solución a su hambruna de juego a caballo de la lesión de Pavón. El otro, Napoléon y no sé qué ocho cuartos más, mandó a Borré a NO marcar a Benedetto.

No hay problemas con que todos sigan acumulando argumentos en torno a la importancia de los técnicos.

Prefiero ir caso por caso, disculpen ustedes. Partido por partido y circunstancia (en las que entran los cambios en pleno partido) por circunstancia para hacerme a la idea de que Gallardo es más importante que el Pity o Gustavo más que Ábila.

Sí soy capaz de entender la importancia que para el negocio constituyen los técnicos cada día más en el fenomenal circo del fútbol que nos toca consumir.

De ahí a pensarlos como lo más importante del juego hay un PBI de diferencia. Importan más que las divisiones inferiores lo cual es, como mínimo, insólito.

Boca, con todo el dinero y el poder de Angelici, no puede “fabricar” un 4. Juega Jara señores. El inexplicable Jara. Y ojo, Jara, de recuperarse de la lesión puede pasar a la historia como campeón de América si los 9 resuelven a favor de Boca en la segunda final.

River (también Boca y casi todos los clubes aquí en Argentina) que tiene Gerente de Fútbol rentado que cobra en dólares tanto sueldo como premios (3 millones al año), es una Asociación Civil sin fines de lucro. Asociación Civil SIN FINES DE LUCRO.

River paga menos impuestos que una PYME. ¿Joda?. De ninguna manera. Así funciona el sistema.

Boca, que cobrará 10 palos verdes al año hasta 2023 a Qatar Airways, también paga menos impuestos que cualquiera de las fábricas que han cerrado sus puertas en el 2018. ¿Joda? No, no. Así funciona el sistema en la Argentina, créanme.

Carlitos armó “quilombete” en el final porque advirtió que todos sus compañeros ya se daban por muertos; Gallardo destapó champán cuando falta todo un partido. Armani no fue infalible y Rossi se ganó el puesto. ¿Quién deberá cruzar el desierto el sábado 24?. Que la vida nos ría y cante.

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12 NOV 2018 - 21:02

River juega mejor que Boca. Los que tiene para moverla, si ustedes quieren hasta vistosamente o con algún lujete en la mitad de la cancha, están pasando un momento que dura más de un semestre en condiciones superiores a las de sus rivales xeneizes. Ezequiel Palacios o el Pity Martínez.

Guillermo, de hecho, dejó afuera a Cardona. Hay quienes dicen que no se ha bancado una crítica por whatsapp del colombiano (dirigido a su grupo, pero “filtrado” con intencionalidad o no; al fin, se viven tiempos de botones, ortivas y vigilantes como nadie hubiera imaginado jamás, salvo la ciencia ficción).

Por el whatsapp o por lo que fuere, Guillermo, the Macanas Brothers Boss, opta por el grupo de “rompe huesos” que conforman el yorugua Nández, Wilmar el colombiano, y Pablo “no estoy tan chiflado como todos ustedes creen” Pérez.

No es que sean negados para tener la pelota y organizarle juego al equipo, pero queda claro que se meten en un dilema “hamletiano” cada vez que tienen que decidir si acompañan a los de arriba cuando el equipo ataca (a riesgo que quedar completamente desacomodados si River le interrumpe la circulación y le quita la pelota), o si se paran como otra línea de cuatro integrada por tres (cosas del fútbol moderno), y que los tres de arriba se arreglen como puedan.

Tuvo muestras de la versología de la dependencia del Técnico el partido de ida que terminó 2 a 2.

Pavón, “el que siempre juega”, se rompió antes de la media hora. Y Guille puso los dos 9. Jamás lo hubiera hecho si el pibe del águila tatuada no se rompía.

A Gallardo, al que algunos llaman Napoleón y no sé qué ocho cuartos más, se le escapó la tortuga como al mejor de los principiantes.

Tampoco se dio cuenta Matías Biscay, la luz de los ojos del Muñeco: Rafael Santos Borré fue el encargado (por orden de los entrenadores) de marcar en pelota detenida a Benedetto.

Contaron los muchachos que hacen campo de juego en la transmisión de Fox que le gritaron a Borré “es tuyo en las pelotas paradas”. Se referían al ingresante Pipa.

Ni Maidana, ni Pinola, ni Martinez Quarta, ni Montiel ni Casco. Eligieron a Borré. Y Benedetto los vacunó.

Uno, Guillermo, “encontró” la posible solución a su hambruna de juego a caballo de la lesión de Pavón. El otro, Napoléon y no sé qué ocho cuartos más, mandó a Borré a NO marcar a Benedetto.

No hay problemas con que todos sigan acumulando argumentos en torno a la importancia de los técnicos.

Prefiero ir caso por caso, disculpen ustedes. Partido por partido y circunstancia (en las que entran los cambios en pleno partido) por circunstancia para hacerme a la idea de que Gallardo es más importante que el Pity o Gustavo más que Ábila.

Sí soy capaz de entender la importancia que para el negocio constituyen los técnicos cada día más en el fenomenal circo del fútbol que nos toca consumir.

De ahí a pensarlos como lo más importante del juego hay un PBI de diferencia. Importan más que las divisiones inferiores lo cual es, como mínimo, insólito.

Boca, con todo el dinero y el poder de Angelici, no puede “fabricar” un 4. Juega Jara señores. El inexplicable Jara. Y ojo, Jara, de recuperarse de la lesión puede pasar a la historia como campeón de América si los 9 resuelven a favor de Boca en la segunda final.

River (también Boca y casi todos los clubes aquí en Argentina) que tiene Gerente de Fútbol rentado que cobra en dólares tanto sueldo como premios (3 millones al año), es una Asociación Civil sin fines de lucro. Asociación Civil SIN FINES DE LUCRO.

River paga menos impuestos que una PYME. ¿Joda?. De ninguna manera. Así funciona el sistema.

Boca, que cobrará 10 palos verdes al año hasta 2023 a Qatar Airways, también paga menos impuestos que cualquiera de las fábricas que han cerrado sus puertas en el 2018. ¿Joda? No, no. Así funciona el sistema en la Argentina, créanme.

Carlitos armó “quilombete” en el final porque advirtió que todos sus compañeros ya se daban por muertos; Gallardo destapó champán cuando falta todo un partido. Armani no fue infalible y Rossi se ganó el puesto. ¿Quién deberá cruzar el desierto el sábado 24?. Que la vida nos ría y cante.


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