Curso de cosecha de cerezas: hubo más de 130 inscriptos y quedó gente afuera

Unas 130 personas participaron este martes, en la sede de la Cámara de Industria y Comercio del Este del Chubut (CICECH) en Trelew, del Curso de Capacitación sobre la cosecha de cerezas.

13 NOV 2018 - 21:13 | Actualizado

Se incluyó información sobre Seguridad e Higiene. La instrucción estuvo a cargo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Municipalidad de Trelew.
Belén Pugh, responsable del área frutihorticultura de INTA, consideró en una entrevista con Jornada que “la participación fue muy buena. Son cursos que se dan desde hace muchos años. Son un clásico. Siempre hay muchos interesados. La inscripción fue a través del municipio y quedó gente afuera, mucha gente joven”.
“Hay más mujeres que hombres. Es la primera vez que se ve. Siempre fue el 50%, esta vez más mujeres”, puntualizó.
Dijo que la capacitación estuvo focalizada en el momento de la cosecha. “Desde que madura al empaque. No nos metemos en nada previo sino la  cosecha en sí. El beneficio mayor es que independientemente la contextura física, la mano de la mujer es más suave. La cereza es sensible a todo lo que le hagamos al manipularla. Es una ventaja. Como desventaja es que los horarios son complicados. La cereza no tiene horarios clásicos ni definidos. Cuando empieza a madurar es rápido y son muchas horas”.
Con respecto a la fecha de inicio de la actividad, Pugh puntualizó que “depende de la chacra, empieza a mediados de noviembre. El fuerte es los primeros días de diciembre hasta enero. Esta capacitación les da herramienta para ver con qué se pueden encontrar, los conceptos teóricos: colores, que deben sacarse de a una por vez, temperatura, etcétera. Cuando lo prueban se dan cuenta. No hay ni siquiera fruta madura para que se pruebe. La selección de la gente se hace después. Ahora es la demanda, no es garantía para acceder al trabajo sino una herramienta más que los diferencia de otros”.
Por su parte Rosa Rivera, dependiente del área Educación de Bromatología, remarcó que “participamos porque la cereza es un alimento. Como tal hay que cuidarlo. Tiene que ver con la calidad que se busca. Tiene que ver de qué manera el que manipula puede contaminar la cereza. Mucho hincapié a la higiene personal, mientras se trabaja no se fuma, lavado de manos, ropas de colores claros. Tengamos en cuenta que desde hace años a esta parte se habla de buenas prácticas de manipulación e higiene desde que se produce hasta el consumidor. Brindamos los conocimientos para que el productor certifique normas de higiene. Buscamos capacitar para que sepan por qué”. “Hablamos de, por ejemplo, el Síndrome Urémico Hemolítico. Es un tema que nos tiene preocupados. Es una enfermedad que asociamos a la carne picada pero también se encuentra en verduras y frutas”, concluyó.#

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13 NOV 2018 - 21:13

Se incluyó información sobre Seguridad e Higiene. La instrucción estuvo a cargo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Municipalidad de Trelew.
Belén Pugh, responsable del área frutihorticultura de INTA, consideró en una entrevista con Jornada que “la participación fue muy buena. Son cursos que se dan desde hace muchos años. Son un clásico. Siempre hay muchos interesados. La inscripción fue a través del municipio y quedó gente afuera, mucha gente joven”.
“Hay más mujeres que hombres. Es la primera vez que se ve. Siempre fue el 50%, esta vez más mujeres”, puntualizó.
Dijo que la capacitación estuvo focalizada en el momento de la cosecha. “Desde que madura al empaque. No nos metemos en nada previo sino la  cosecha en sí. El beneficio mayor es que independientemente la contextura física, la mano de la mujer es más suave. La cereza es sensible a todo lo que le hagamos al manipularla. Es una ventaja. Como desventaja es que los horarios son complicados. La cereza no tiene horarios clásicos ni definidos. Cuando empieza a madurar es rápido y son muchas horas”.
Con respecto a la fecha de inicio de la actividad, Pugh puntualizó que “depende de la chacra, empieza a mediados de noviembre. El fuerte es los primeros días de diciembre hasta enero. Esta capacitación les da herramienta para ver con qué se pueden encontrar, los conceptos teóricos: colores, que deben sacarse de a una por vez, temperatura, etcétera. Cuando lo prueban se dan cuenta. No hay ni siquiera fruta madura para que se pruebe. La selección de la gente se hace después. Ahora es la demanda, no es garantía para acceder al trabajo sino una herramienta más que los diferencia de otros”.
Por su parte Rosa Rivera, dependiente del área Educación de Bromatología, remarcó que “participamos porque la cereza es un alimento. Como tal hay que cuidarlo. Tiene que ver con la calidad que se busca. Tiene que ver de qué manera el que manipula puede contaminar la cereza. Mucho hincapié a la higiene personal, mientras se trabaja no se fuma, lavado de manos, ropas de colores claros. Tengamos en cuenta que desde hace años a esta parte se habla de buenas prácticas de manipulación e higiene desde que se produce hasta el consumidor. Brindamos los conocimientos para que el productor certifique normas de higiene. Buscamos capacitar para que sepan por qué”. “Hablamos de, por ejemplo, el Síndrome Urémico Hemolítico. Es un tema que nos tiene preocupados. Es una enfermedad que asociamos a la carne picada pero también se encuentra en verduras y frutas”, concluyó.#


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